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jueves, 2 de octubre de 2025

CAMINO LEBANIEGO CASTELLANO, 4ª ETAPA: OSORNO LA MAYOR - HERRERA DE PISUERGA (19/9/2025)

 

“El peregrino no es, en modo alguno, un ser que se evade, tal como lo han querido destacar algunos tratadistas. Su radical rechazo puntual a lo que significa la vida cotidiana, que ni siquiera es permanente, se trueca en una marcha a la búsqueda de sus límites auténticos. Cuando los halle al final de la Ruta - de su ruta, pues siempre le será propia e intransferible - podrá reanudar sus quehaceres cotidianos de siempre; y nada, salvo su más profunda identidad, habrá cambiado.” (Juan G. Atienza, “Los peregrinos del Camino de Santiago”)

“El Camino Lebaniego Castellano es una antigua ruta de peregrinación bastante desconocida aunque tenga una tradición de más de cinco siglos. Al igual que el Camino Lebaniego que parte de San Vicente de la Barquera ambos tienen en común su meta en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, donde se venera el fragmento de mayor tamaño del “Lignum Crucis” que se conserva en la cristiandad. Este Camino Lebaniego Castellano cruza toda la provincia de Palencia de sur a norte transcurriendo en sus primeras etapas paralelo al Canal de Castilla en su ramal norte y posteriormente recorriendo gran variedad de paisajes hasta llegar a tierras cántabras ya en sus dos últimas etapas, finalizando en el ya citado Monasterio de Santo Toribio de Liébana. El Camino Lebaniego Castellano se puede dividir en once etapas que cubren un total de 226 km aproximadamente. Hemos de decir que, desgraciadamente, los servicios de albergues, hospedajes y restauración no son suficientes y necesitarían de un impulso por parte de la Diputación Palentina que hiciese de este bonito camino un recorrido más practicable y llevadero a los “crucenos”, que es el nombre que reciben los peregrinos que realizan este camino medieval.”

Nuestras etapas del Camino Lebaniego Castellano coinciden básicamente con el recorrido oficial, aunque pueden presentar alguna variación en función del lugar en el que pernoctaremos o comeremos, o de evitar tramos engorrosos, peligrosos o innecesarios. En general, el camino está bien señalizado y podemos seguirlo sin track, aunque es conveniente ser conocedor de alguna variante que nos puede interesar.

Nos enfrentamos en esta 5ª etapa a un recorrido de 30 km prácticamente sin servicios durante el camino. Únicamente encontramos un bar en Ventosa de Pisuerga (km 23) pero nos tendríamos que desplazar 400 m. Saldremos del albergue municipal de Osorno y conectamos con el camino oficial sin volver al puente de Carrequemada buscando la ermita de la Piedad, cruzamos la vía del tren, luego cruzamos la N-611 y por pista, entre campos de cereal y girasoles, llegaremos al acueducto de Abánedes por donde retomaremos el Canal de Castilla por el margen izquierdo. En esta etapa también alternaremos ambas orillas del canal. Es la etapa en la que pasaremos por más esclusas, en total ocho. Antes de llegar a Osorno, en el km 29,7 cruzamos el río Burejo. Desde aquí al albergue apenas queda un kilómetro. Nos alojamos en el Albergue Herrera de Pisuerga. 

DATOS GLOBALES TOTALES DEL CAMINO LEBANIEGO CASTELLANO

- 225,810 km en once etapas.
- 2796 m de desnivel positivo.
- 3039 m de desnivel negativo.
- 51 h 38 min tiempo en movimiento.
- 62 h 49 min tiempo total.

DATOS DE LA TERCERA ETAPA

- 30,48 km.
- 46 m de desnivel positivo.
- 22 m de desnivel negativo.
- 6 h 30 min tiempo en movimiento.
- 8 h 37 min tiempo total.

Una etapa tan larga requiere un buen madrugón. Y eso hicimos. A las seis de la mañana estábamos desayunando en el albergue con todo lo que Jesús, el hospitalero, nos había preparado y únicamente aportando la voluntad. Desayunamos perfectamente.

No eran las seis y media y ya estábamos en marcha por las silenciosas calles de Osorno a tan temprana hora.

"Oye, hijo mío, el silencio.
Es un silencio ondulado,
un silencio,
donde resbalan valles y ecos
y que inclina las frentes
hacia el suelo."

  F. García Lorca

Pasamos por delante de la iglesia de la Asunción de Osorno que tiene el pórtico iluminado.


Pasamos frente al ayuntamiento que a estas horas aún está cerrado, obviamente.


Y alcanzamos la ermita/humilladero de Nuestra Señora de la Piedad. Ayer tarde pudimos ver su interior porque estaba abierta.

Empieza a caer una fina lluvia que nos va a acompañar en diferentes fases de la etapa sobre todo al principio.

Cruzamos el paso a nivel.

Apenas cruzamos el paso nivel, a pesar de la oscuridad, vemos un mojón del Camino.


A los pocos metros, con precaución, cruzamos la N-611.

Accedemos a un camino rural que seguiremos cinco kilómetros hasta llegar al acueducto de Abádanes en donde enlazaremos de nuevo con el Canal de Castilla.

A pesar de ser noche cerrada, la luz de los frontales detectaron esta mantis que pareció paralizada por el foco y fue incapaz de moverse.


En el kilómetro seis encontramos este poste que nos manda por una corta subida por la derecha y que nos dejará en la parte superior del acueducto de Abádanes, que salva las aguas del río Valdavia.


Por aquí accedemos al acueducto donde enlazamos con el canal y seguimos por el margen izquierdo. Si quisiéramos ver el acueducto desde abajo, deberíamos haber obviado el poste que nos desviaba por la derecha y seguir unos metros más adelante llegando a la base del acueducto. Atravesándolo por debajo, se puede pasar al otro lado y subir para seguir por el margen derecho.


Río Valdavia.

"Soy vuestro padre el río. Mis cabellos
son de la luna pálidos destellos,
cristal mis ojos del cerúleo manto."

                    Manuel José Othón


Curiosa señal por el emplazamiento.


Caminamos en este tramo hacia el este. 
Enfrente la luz del sol asoma entre las ramos de los chopos.


Llegamos al puente de Carrecalzada. 
Aquí cambiamos de margen y seguiremos por la derecha.


El Canal de Castilla se nos antoja como si fuera un río domado en el que sus aguas bajan mansas sabedoras de que su destino no es el mar como lo es el de cualquier otro río.


“Has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse.” ("Don Quijote de la Mancha", Miguel de Cervantes) 


Pasamos por debajo de la N-120.


Apenas pasado el puente encontramos el Hotel Torre Calzada, también restaurante. Confiábamos en que estuviera abierto para pegar un bocado, pero llamamos el día anterior y no abrían hasta las doce del mediodía.


Junto al hotel, hay un embarcadero.


El ojo de Dios en el cielo nos dejó esta original foto.

"Ladra al silencio un perro como alma en pena;
y agorero a lo lejos un gallo canta;
van corriendo las nubes y el sol empieza
a sonrojar los lindes de la distancia."

                         Emilio Bobadilla



Hemos entrado en otoño. El paisaje en breve adquirirá tonalidades amarillas, ocres, naranja...Algo empieza ya a verse.

"Otoño melancólico y lluvioso,
¿qué dejarás, otoño, en casa este año?
¿qué hoja te llevarás? Tan silencioso
llegas que nos das miedo."

    Evaristo Carriego

En el kilómetro doce nos encontramos con la esclusa 14. Esta esclusa según el panel que encontramos en su entorno es de las mejores conservadas y situada en el término burgalés de Melgar de Fenarmental.


Esta esclusa tenía anejos estos edificios que veis en la foto, que eran un molino maquilero, transformado después en central hidroeléctrica y la casa del esclusero.


Seguimos nuestro camino que nos sigue ofreciendo pequeñas sorpresas, como esta oruga. Nos cuesta entender cómo es posible que de una oruga, cuyo aspecto normalmente nos resulta desgradable, puede surgir un bella mariposa que nos atraiga por su belleza. ¿Se inspiró tal vez Andersen en este hecho natural para escribir su patito feo?

"¡Oh, las viejas, eternas arrugas!
¡Oh, los surcos oscuros!
¡Pensamientos en formas de orugas
de donde saldrán los magníficos siglos futuros!"

Julio Herrera Reissig

Esclusa 13, km. quince. Naveros de Pisuerga se encuentra a medio kilómetro pero no hay servicios en el pueblo.


En esta esclusa tuvo lugar un fatal accidente según nos contó Don Francisco, concejal de Osorno. He comprobado el suceso en internet y, efectivamente, el 11 de agosto de 2012 los seis miembros de una familia (tres mujeres y tres niños) cayeron en el interior de la esclusa y murieron sin posibilidad de salvarlos. La escasa señalización y la endeblez de los quitamiedos fueron los causantes del fatal suceso. Las protecciones actuales son más contundentes. Una pintada en una vieja caseta confirma el suceso y varios peluches distribuidos por diferentes puntos recuerdan los niños que murieron. Al parecer no era el primer accidente con víctimas en este mismo punto.




En la esclusa 13 cambiamos de margen y seguiremos otra vez por el margen derecho.


Apenas kilómetro y medio después la esclusas 11 y 12, cerca de Olmos de Pisuerga.


Es habitual ver los restos ruinosos de edificios que surgieron a lo largo del canal.

"Insondables aflicciones
se posan entre las ruinas
de mis ya muertas pasiones.
¡Ay, que con las golondrinas
huyeron mis ilusiones."

            Julio Flórez


Con veinte kilómetros en las piernas éstas dejan de sentirse y aflora la sangre a la cabeza para que nuestros pensamientos broten.

“La edad, tan implacable como un inspector fiscal británico, acaba siempre por cobrar sus impuestos.” (Hopalong Basil en “El problema final” de Arturo Pérez Reverte)


A veces la monotonía nos silencia y las conversaciones dejan paso a la instrospección y el recogimiento.


Las mariposa son esquivas y aunque nos provocan con su revoloteo, no se detienen para que las podamos disfrutar. A veces tenemos suerte y podemos captar alguna, aunque no de la mejor forma posible.

"¡Quién fuera mariposa!
Flor del aire, luciente y fugitiva;
envidio esa existencia temblorosa,
que siempre en pago de la miel que liba,
deja un polvo de oro en cada rosa."

                                   Julio Flórez

En las cercanías de Ventosa de Pisuerga nos encontramos la esclusa 10.


Otro de los muchos edificios abandonados tras la decadencia de la navegación por el Canal de Castilla. Posiblemente un molino de harina.


A dos kilómetros de Castrillo de Riopisuerga otra esclusa, la 9.


Bonita plantación de chopos junto al canal. Líneas casi perfectas.


Ventosa de Pisuerga, donde destaca la torre cuadrada y almenada de su iglesia de San  Miguel Arcángel.


En las cercanías esta nueva esclusa, la número 8.


El canal sortea numerosos arroyos.

"Corren al mar dos arroyos,
y en el camino se juntan
para no caminar solos."

        Salvador Rueda


Esclusa 7 a unos cuatro kilómetros de Herrera de Pisuerga.


El panel nos muestra ya la cercanía de Herrera de Pisuerga.



En las cercanías de esta compuerta cercana a Herrera se encuentra el Azud de San Andrés por donde sigue el camino y donde confluye el canal con el río Pisuerga. Pero nosotros no seguiremos el camino porque, como hemos hecho en otras etapas, lo hemos de abandonar para alojarnos en Herrera de Pisuerga.


En la esclusa dejamos el canal y salimos por la izquierda a la carretera N-611.


La carretera nos llevará hasta Herrera de Pisuerga en kilómetro y medio aproximadamente.
El calor ya aprieta y llevamos muchas horas andando. No hemos parado a comer nada y hay hambre. El asfalto nos pesa y se hace largo.


Llegamos a una gasolinera en la entrada de Herrera y decidimos comer en el restaurante que se encuentra al lado antes de seguir hacia el albergue que nos acogerá en esta etapa.


Comimos en el restaurante La Piedad. No estuvo mal.


Tras la comida, ahora sí, nos dirigimos hacia el albergue.
Pasamos junto a la ermita de Nuestra Señora de la Piedad.
En el pequeño jardín de delante se encuentra el monumento al hortelano.



Portada de la ermita de Nuestra Señora de la Piedad.


Caminamos escasos doscientos metros.


Y entramos en el recinto de la estación de autobuses, donde se ubica, en esas arcadas, el Albergue de Herrera de Pisuerga.


Aquí tenéis nuestra habitación, de ocho plazas. Un poco claustrofóbica pero más que suficiente para descansar después de una etapa tan larga.


No nos apeteció mucho salir a pasear por la ciudad, además por la tarde cayó un fuerte aguacero que refrescó la tarde.


Pero siempre pasa que después de la tempestad viene la calma y el arco iris marcó el final de la lluvia.

"Desgarrada la nube; el arco iris
brillando ya en el cielo,
y en un fanal de lluvia
y sol el campo envuelto.
Desperté. ¿Quién enturbia
los mágicos cristales de mi sueño?"

                  Antonio Machado


La cena la hicimos en el comedor del albergue. Fue una cena sencilla pero muy apetitosa, con productos comprados en el supermercado y que siempre prepara Paco Pastor, a quien se lo agradecemos de corazón. 

Tras la cena, a descansar porque hoy la etapa ha sido larga y mañana tenemos una nueva etapa que no sabemos qué nos puede deparar.

“Antes de iniciar el recorrido todo peregrino debería verse en el espejo e intentar reconocer su propia figura. ¿Será la misma una vez superadas todas las pruebas? ¿Mantendrá el mismo semblante después de haber llegado a destino? (“El Camino Mágico de Santiago”, Xosé Azofra Carballo)

Pincha en el enlace para ver las fotos de la etapa.

Pincha en los enlaces para ver las diferentes etapas.

Todos los viajes nos dan algo. Todos los viajes nos transforman un poco. Respiramos otros aires y de ellos extraemos, aun sin darnos cuenta, el perfume del sentir de otras gentes ajenas a nuestra realidad. (“El Camino Mágico de Santiago”, Xosé Azofra Carballo)

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