Seguidores

viernes, 31 de enero de 2020

LA SIERRA DE SEGARIA DESDE EL VERGER (25/1/2020)

Esta semana nos desplazamos a la provincia de Alicante. Alicante no suele ser nuestro destino más frecuente, a pesar de las numerosas y excelentes rutas que allí podemos realizar. Pero hoy tenemos la excepción que confirma la regla. Nos hemos venido a El Verger (Marina Alta) para conocer la Sierra Segaria ("La cara del indio" o "El indio dormido"), cercana a la costa y desde la que suponíamos que disfrutaríamos de buenas vistas. Veréis que no fue así. La naturaleza, como la vida, te decepciona muchas veces.
He comparado en otras ocasiones la naturaleza y caminar por ella con la vida mismo. Otro ejemplo de ello lo encontramos en la ruta de hoy. La que prometía ser una ruta bella, luminosa, llena de vertiginosas vistas hacia el mar infinito...se convirtió en un ruta triste, gris, sin visibilidad, sin horizontes, sin consuelo...Así sucede muchas veces en la vida. Lo que en un momento preveías que podía ser bonito, esperanzador, revitalizante, ilusionante...se convierte en algo oscuro, triste, gris, sin horizonte, doloroso...La ruta se hace igualmente, pero la ilusión ya no es la misma. Se disfruta, pero le falta la alegría, la luz, la esperanza...La vida, tras un desengaño, también sigue, pero se vive de otra manera diferente, como por obligación ¿No os parece?

Vamos a recorrer prácticamente el PR-CV 415, que tiene diversas variantes. Nosotros elegiremos el que rodea la sierra completamente. Añadiremos la subida al vértice geodésico de Segaria (508 m). Haremos algunas variaciones al PR, pero en líneas generales ese será el recorrido a realizar.


 Para realizar esta ruta se puede partir de diferentes localidades: Beniarbeig, Benimeli, El Verger...
Nosotros lo hicimos desde esta última, concretamente desde el aparcamiento del Cementerio Municipal. Los momentos preliminares habituales marcan el ritual de inicio de la ruta (botas, bastones, mochila...)


 Apenas bajamos del coche nos encontramos con esta panorámica de la Sierra Segaria, conocida popularmente como la "Cara del Indio", como se puede intuir por el perfil que vemos. Además es claramente visible cuando se pasa por la autopista en este punto. La vamos a conocer en persona, puesto que habíamos oído y leído mucho de ella, pero no la conocíamos en vivo y en directo.Veníamos con la idea de disfrutar de excelentes vistas desde su cima dada la proximidad al mar. Pero no fue así.


 Un panel en el aparcamiento informa al senderista de las posibilidades de excursiones en la sierra.


 Y posamos en este día gris y nuboso delante del perfil de la "Cara del Indio".
De izq. a der. Ricardo, servidor, Rafa y Jaime.

"¿Qué hacer para saber
si ahora, en esta hora
de lluvia y cielo gris,
te duele el corazón
como me duele a mí?"

              Nicolás Guillén


 Enfilamos enseguida el camino que conduce a la sierra.


Cruzaremos dos cortos túneles...

 ...el primero sobre la Nacional 332....


 ...y el segundo por debajo de la AP-7 N


 Apenas pasados lo túneles topamos de lleno con la sierra. Encontramos este poste y una mesa informativa.Vamos entrando ya en materia.


 En le panel, perfectamente marcados, los principales hitos de esta sierra.
¡Vamos allá!


 Empezamos a subir por un zigzagueante sendero que no nos da tregua.


 Enseguida alcanzamos una buena altura. En un día soleado, empezaríamos ya a disfrutar de las vistas, pero hoy es un día triste y muy gris. No vemos el sol por ninguna parte. Las nubes nos tapan el Montgó. Una pena.



 Encontramos una de las muchas palas que veremos en las encrucijadas. A veces de nada sirven si no sabemos hacia dónde queremos ir. En la vida pasa lo mismo. Importante saber hacia dónde vamos para elegir el mejor camino. No siempre el más corto y en apariencia más fácil te lleva a donde quieres. En este caso, nuestro camino nos lleva hacia la derecha.


 Sin ver el mar debido a las nubes, sí vemos El Verger a nuestros pies.


Este nido vacío cayó al suelo tal vez por el reciente temporal. Como vemos, los efectos de los temporales no afectan solo a las personas. La naturaleza también sufre las consecuencias.

"Cuando vengan las sombras del olvido
a borrar de mi alma el sentimiento,
no dejes, por Dios, borrar el nido
donde siempre durmió mi pensamiento."



                                          José Ángel Buesa.



 El sendero se ha elevado y nos permite ver lo humanizada que está la costa Mediterránea.


 Vamos subiendo por la vertiente norte de la sierra. 


 En esta vertiente de umbría encontramos muy diversas especies vegetales: palmitos, coscojas, carrascas, pinos, jaras, helechos...En la foto una preciosa llechetrezna macho.


 La marjal de Pego se ve perfectamente desde el sendero, aunque la niebla nos limita mucho su disfrute.


 A medida que ascendemos, nos percatamos que la niebla va bajando y va a tapar la cima.


 La marjal de Pego.


 Llegamos a este poste. Si deseamos subir al vértice geodésico, habremos de desviarnos a la izquierda. Si no queremos tomar esta variante, seguiremos por la derecha. Nosotros queremos subir. La pena que tenemos es que la niebla no nos dejará disfrutar de las vistas.


Levantamos la cabeza y esto es lo que nos espera hacia arriba.


 Y esto es lo que vemos hacia la marjal de Pego. La niebla cada vez más densa nos impide ver el horizonte.


 La humedad crea un ambiente fantasmagórico que nos envuelve.


 Por momentos la niebla se hace más intensa y apenas distinguimos al compañero que se ha alejado unos metros.


 Llegamos al collado de Segaria. Desde aquí seguiremos por la cresta de la sierra, entre grandes bloques de piedra con cantos afilados muchas de ellas, grietas y un terreno difícil y engorroso donde nos veremos necesitados de utilizar las manos en muchas ocasiones y realizar alguna trepada y destrepada. Si en condiciones normales hemos de tener cuidado en este tramo, mucho más en estas condiciones que hacen que las piedras resbalen mucho y tengamos que tener un cuidado extremo para no tropezar o caer. Además, no vemos bien por culpa de la niebla, pero imaginamos que un resbalón en algunos puntos de la cresta podría tener fatales consecuencias.


 La cresta que vamos siguiendo, con una visibilidad muy limitada.


 Y vistas hacia El Verger. Como se aprecia, el patio impresiona un poco.


En toda la cresta hemos de ir buscando las marcas de PR, que no siempre nos es fácil de encontrar. Encontramos también puntos amarillos que nos guían por el rompecabezas de rocas. Algunos son de un tamaño pequeño, pero si estamos atentos, en líneas generales se pueden seguir con cierta facilidad.


 Caminar por este roquedal se convierte en estas condiciones en una verdadera odisea.


 Este pino es una referencia clara en el cresterío ya que hemos de pasar  por él y no hay otro.


 Tras divisar entre la niebla el vértice geodésico, esperamos hasta llegar a él para tomar la foto.


En la base del vértice, encontramos este texto.


Junto a él, esta hornacina o buzón de cima fue colocado por el Centro Excursionista de Ondara y representa el campanario de la población. En su interior, como se puede ver, hay un buen surtido de bebidas de todas clases.


Una vez más, la foto en el vértice geodésico.

"El cielo, más gris aún
que la ciudad,
desciende sobre mí,
se apodera de mi vida,
traba mis arterias,
apaga mi voz..."

            Alfonsina Storni


También, cómo no, la foto de grupo.


Ahora os muestro las vistas desde la cima.

Vistas hacia el norte.


Estas eran las vistas hacia el este.


Estas son las vistas hacia el sur.

"Si la niebla se esfuma
¿Qué otra pasión me espera?
¿Será tranquila y pura?

Federico García Lorca



Como comprenderéis, la ilusión por haber subido a la cima se vio muy empañada por la niebla y las nubes que nos evitaron disfrutar de las excelentes panorámicas que de seguro desde aquí se divisan. Así en la vida es muy fácil perder la ilusión. Siempre puede aparecer algo que la empañe.


No puedo decir la clásica frase de "después de disfrutar de las vistas desde la cima...", pero lo que sí digo es que tuvimos que volver sobre nuestros pasos y desandar lo andado hasta aquí. De nuevo, destrepes y muchos cuidados para no resbalar y caer. El menda, por ejemplo, tuvo un resbalón en una roca lisa e inclinada que me hizo caer lateralmente pero afortunadamente sin ninguna consecuencia.


Las rocas estaban bastante húmedas y a veces es mejor asegurar el paso posando el trasero en el suelo y utilizando las manos.


En otras ocasiones, hacíamos equilibrio para sortear algunos pasos.


Foto de Ricardo Vivó.

"Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza
del cielo se abre como una boca de muerto."



                                                     Pablo Neruda.



Tal vez con sol hubiéramos caminado más seguros.


Aunque la niebla no nos dejaba disfrutar del mar, se percibía la altura desde la que nos encontrábamos.


Con el Montgó oculto por las nubes, un leve resplandor parece asomar en la lejanía. Aún así, la visibilidad es muy mala.

"Tragan nubes grises
las bocas
silenciosas del mar."

              Alfonsina Storni


Regresamos a la intersección que dejamos para subir a la cima y seguimos hacia la fuente del Catalán. La niebla y las nubes siguen envolviéndolo todo.


¡llevadme con vosotras!
nubes de tempestad que rompe el rayo
y en fuego encienden las sangrientas orlas,
arrebatado entre la niebla oscura,
¡llevadme con vosotras!
llevadme por piedad a donde el vértigo
con la razón me arranque la memoria.
¡Por piedad!, ¡tengo miedo de quedarme
con mi dolor a solas!


                      Gustavo Adolfo Bécquer.


Ahora caminamos por una bonita y aérea senda por la vertiente norte de la sierra con estupendas vistas si tuviéramos la luz suficiente.


En la imagen, el polígono industrial del El Verger.


Vistas hacia la marjal de Pego y las urbanizaciones que la bordean.


La senda es muy agradable y cómoda, sobre todo después de haber realizado la cresta.


Poco a poco parece difuminarse la niebla. o tal vez se haya quedado en la parte alta de la sierra. El caso es que a medida que vamos bajando tenemos algo más de visibilidad. Ahora vemos mejor la marjal y la urbanización Monte Pego.


En algunos tramos la exuberancia de la vegetación es mayor.

Nos desviamos unos metros del sendero para bajar a la fuente del Catalán.


En este paraje hay un área recreativa donde decidimos para para reponer fuerzas. 
Como se aprecia en la foto, las supuestas mesas y taburetes estaban en bastante mal estado.


También suele ser habitual la foto del almuerzo (foto de Ricardo Vivó).

Acabado el almuerzo volvemos sobre nuestros pasos y retomamos el PR, ahora en dirección al poblado ibérico.


Se trata de un sendero muy cerrado que asciende de manera bastante directa por la ladera de la sierra.


Estamos disfrutando de un bonito entorno, exuberante, húmedo, con variedad de especies vegetales. Una gran diferencia de esta vertiente a la cara norte de la sierra, más árida y rocosa.


 ¡Qué mono Rafa! 
Y no lo digo precisamente por su belleza.


Y llegamos a un corto tramo sin rastro de marcas de PR en el que vamos sorteando dos o tres bancales.

Hasta que llegamos a esta puerta metálica que pertenece a una propiedad privada. Desconocíamos este hecho. La sorteamos por la derecha saltando el pequeño muro. 


Seguimos la pista que nace de aquí. 


Y salimos a una pista asfaltada que sube a las antenas.


Seguimos por ella...


...hasta llegar al collado del barranco de Ramón. Aquí vemos otro área de picnic mejor conservada que la de la fuente del Catalán.


Desde este collado podemos elegir la variante de subida a las antenas y al poblado ibérico, pero no era nuestra idea. Por eso, elegimos seguir por esta senda que desciende hasta el collado del Paso de Benimeli.


La senda zigzaguea por la ladera y nos permite bajar con cierta comodidad.
Frente a nosotros Penyetes Roges.


Y detrás de nosotros vemos las antenas.


A nuestro pies, Benimeli. Un poco más a la derecha El Ràfol d'Almúnia y algo más atrás, Sagra.



Misma foto, algo más abajo y con figurantes bajando (foto de Ricardo Vivó).


Benimeli con zoom.

En aquel pueblo ya lejano,
circuído de cielo,
miraba hacia las tardes
caer tranquilo el día.


                                   LíberFalco

En el collado del Paso de Benimeli encontramos un conjunto hidrológico formado por dos fuentes y un abrevadero para animales.


Esta es una de esas fuentes.


Este el abrevadero de animales.



En este conjunto hidrológico íbamos a hacer una variante. Dejamos el PR y seguimos por una senda que salía a la izquierda y que nos devolvería al PR más adelante.


Este es el sendero que elegimos en lugar de seguir el PR.



El sendero estaba marcado con flechas amarillas.


Desde el collado del paso de Benimeli cambiamos de vertiente de la sierra y pasamos a su parte norte, más árida y seca, aún así aún disfrutamos de bonitas plantas, como esta llechetrezna común.


El sendero nos baja poco a poco del collado por un bonito entorno.


Llegamos a esta canalización de agua que enseguida se convierte en una acequia.


Aquí está la acequia. Por ella continuaremos poco menos de dos kilómetros.


Ya caminamos por la parte baja de la sierra, por la base de sus paredones calizos.
En la cresta, la niebla se resiste todavía. Se considera dueña de esas alturas y no desea abandonarla nunca.


Mientras caminanos por la acequia nos encontramos con varios postes que marcan variantes que nosotros no vamos a seguir. Como ésta que nos llevaría a la cueva de Bolumini, pero que nosotros no visitaremos.


Es un camino poco usual, aunque no es la primera vez que caminamos por una acequia en nuestras rutas.


Viendo esta foto incluso podríamos decir que además de original, esta acequia tiene algo de artístico (foto de Ricardo Vivó)..


Aquí no hay más remedio que caminar en fila india. La anchura de la acequia no da para más.


En este punto, el mirador de Segaria, dejamos la acequia. Aquí encontramos un bloque de cemento que al parecer contuvo un panel cerámico que ya no existe.


Apenas abandonamos la acequia, llegamos al Albergue de Segaria.


Este es el albergue de Segaria, que pertenece a Ondara.
Desde aquí queremos retomar el PR. En el mapa se ve una sendita que baja a un camino, más o menos por la izquierda de las construcciones. No nos entretuvimos en buscarla demasiado y bajamos campo a través apenas cien metros.

La sierra Segaria en su vertiente norte.


Salimos a un camino junto a esta casa en ruinas.


En la bajada, Rafa encontró un rebollón gigante que muestra con orgullo a la cámara.


Pasamos junto a una antigua cantera (¡menos mal que se detuvieron, si no se habrían comido la sierra entera!).

En busca de enlazar con el PR, nos encontramos con esta colmenas, avisadas metros antes con un cartel, pero de lejos nos parecieron abandonadas porque había muchas destrozadas. Pero no era así, había abejaS en casi toda ellas, hasta en las que estaban rotas.

"Dolores que ayer hicieron
de mi corazón colmena,
hoy tratan mi corazón
como a una muralla vieja:
quieren derribarlo, y pronto,
al golpe de la piqueta."


                      Antonio Machado


El cielo hoy no nos ha querido mostrar su mejor cara. Pero nosotros seguimos nuestro camino, tal vez desilusionados, pensativos, decaídos, decepcionados, tristes...


Muy diferente esta vertiente respecto a la otra.


Caminar, caminar mientras podamos. No poner trabas a los caminos, ni pensar que hay caminos intransitables. Todos los caminos se pueden hoyar únicamente basta con desearlo.


Retomamos el PR que nos lleva a rodear completamente la sierra. Por aquí llegaremos hasta el Morro de les Coves.


Pasamos por debajo de lo que pensamos que será ese Morro.


Y aquí está marcado ese punto: el Morro de les Coves.


Aquí se encuentra la cova Fosca (cueva oscura).


En este panel nos informa de su utilización desde la Prehistoria.


Boca de la cueva. Nuestra curiosidad espeleológica ya no es muy grande. En esta ocasión tampoco lo fue y dejamos para otro momento una incursión más profunda.


Vistas de El Verger desde la Cova Fosca.

En este punto enlazamos con el tramo de inicio de la ruta. Desde aquí, hacia la derecha, volveremos hasta el aparcamiento del cementerio.


Última vista de El Verger antes de terminar la ruta.


Nuevamente cruzamos dos cortos túneles. Éste por debajo de la AP 7-N...


...y este por debajo de la N-332.
Como en la vida, el círculo se cierra.

El aparcamiento del cementerio a la vista. Aquí se termina la ruta.
Curiosamente, aquí terminaremos todos nuestra ruta personal.
 ¿Veis?, la vida y el caminar es todo uno.

"Silencio. Aquí se ha hecho ya de noche,
ya tras del cementerio se fue el sol;
aquí se está llorando a mil pupilas:
no vuelvas; ya murió mi corazón."


                                      César Vellejo


El Indio dormido lo seguirá haciendo por los siglos de los siglos.


Tras el esfuerzo, la recuperación necesaria en el Bar Barril de El Verger, donde comimos muy bien y fuimos muy bien atendidos por sus dueños.








Mirad si nos recuperamos bien. No quedó ni un grano de arroz. Bueno, ni de nada.








Como os dije en una anterior entrada, no suelo poner las tomas falsas en las entradas, pero ésta no tiene desperdicio, ¿verdad? Consecuencias de tanto madrugar. (Foto de Ricardo Vivó).


La ruta en el mapa.




La ruta en Wikiloc.


Powered by Wikiloc

Película.


6 comentarios:

  1. Hola Emilio.

    Se ve que el indio no quería que le perturbarais el sueño jeje. Una pena que ese cielo encapotado os privara de disfrutar como toca de los estéticos perfiles calizos de Segària y de sus excelentes vistas, pero frente los caprichos meteorológicos poco o nada podemos hacer nosotros.
    Bueno, ahora ya tenéis la excusa perfecta para volver a Segària, y más ahora, que la AP-7, por fin, es gratis.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Dani! Una espectacular sierra que nos ha sorprendido gratamente y eso que el día no nos acompañó demasiado, por lo que como dices, nos tocará volver. Aún así disfrutamos de ella. Nos vino muy bien la liberalización de la AP-7 que nos ahorró tiempo.
      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Hola Emilio...
    Pues de ver la entrada de Dani por el Benicadell,me he pasado a esta tuya por la Serra Segaria.Pendiente tengo esa sierra alicantina y después de ver tu entrada,me has refrescado su "espera"...
    Un apena que la meteo no os acompañará y la niebla y la nubosidad os privaran de lo que deberían haber sido unas vistas de primer orden hacia esa parte del litoral levantino,además de vistas montañeras.
    Como siempre decimos,al final nos quedamos con la salida montañera,la buena compañía y por supuesto un muy buen final gastronómico...

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Juane! Una sierra modesta pero con muchos alicientes que la hacen muy recomendable. Una pena que la niebla no nos dejara disfrutar del todo del paisaje y del cercano Mediterráneo. Nos tocará volver.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Excelente reportaje fotográfico de la aventura por la sierra de Segária en El Verger, enhorabuena por el trabajo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Juan! Encantado de conocerte aunque sea en modo comentario. Gracias por tus palabras.
      Un saludo.

      Eliminar