Seguidores

domingo, 12 de octubre de 2025

CAMINO LEBANIEGO CASTELLANO, 11ª ETAPA: LOMEÑA - STO. TORIBIO DE LIÉBANA (25/9/2025)

“Todo peregrinaje es una liberación personal que nos lleva a una meta. Lograr dicha meta, en la gran mayoría de los casos, ayuda a que en la vida cotidiana logremos otras metas y objetivos que habíamos dado por perdidos o que considerábamos más allá de nuestras posibilidades.” (“El Camino
 Mágico de Santiago”, Xosé Azofra Carballo)

“El Camino Lebaniego Castellano es una antigua ruta de peregrinación bastante desconocida aunque tenga una tradición de más de cinco siglos. Al igual que el Camino Lebaniego que parte de San Vicente de la Barquera ambos tienen en común su meta en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, donde se venera el fragmento de mayor tamaño del “Lignum Crucis” que se conserva en la cristiandad. Este Camino Lebaniego Castellano cruza toda la provincia de Palencia de sur a norte transcurriendo en sus primeras etapas paralelo al Canal de Castilla en su ramal norte y posteriormente recorriendo gran variedad de paisajes hasta llegar a tierras cántabras ya en sus dos últimas etapas, finalizando en el ya citado Monasterio de Santo Toribio de Liébana. El Camino Lebaniego Castellano se puede dividir en once etapas que cubren un total de 226 km aproximadamente. Hemos de decir que, desgraciadamente, los servicios de albergues, hospedajes y restauración no son suficientes y necesitarían de un impulso por parte de la Diputación Palentina que hiciese de este bonito camino un recorrido más practicable y llevadero a los “crucenos”, que es el nombre que reciben los peregrinos que realizan este camino medieval.”

Nuestras etapas del Camino Lebaniego Castellano coinciden básicamente con el recorrido oficial, aunque pueden presentar alguna variación en función del lugar en el que pernoctaremos o comeremos, o de evitar tramos engorrosos, peligrosos o innecesarios. En general, el camino está bien señalizado y podemos seguirlo sin track, aunque es conveniente ser conocedor de alguna variante que nos puede interesar.

Emprendemos con ilusión y ganas la última etapa de este Camino Lebaniego Castellano con un recorrido prácticamente casi todo de bajada, excepto los tres kilómetros desde Potes hasta el monasterio de Santo Toribio. No encontramos servicios en toda la etapa, aunque las ganas y la premura por llegar a Santo Toribio era más grande que el hecho de almorzar.

DATOS GLOBALES TOTALES DEL CAMINO LEBANIEGO CASTELLANO

- 225,810  km en once etapas.
- 2796  m de desnivel positivo.
- 3039  m de desnivel negativo.
- 51 h 38  min tiempo en movimiento.
- 62 h 49  min tiempo total.

DATOS DE LA DÉCIMA ETAPA

- 20,02 km.
- 417 m de desnivel positivo.
- 572 m de desnivel negativo.
- 4 h 5 min tiempo en movimiento.
- 4 h 46 min tiempo total.

Teníamos una agenda muy apretada hoy porque volvíamos a Valencia por la tarde y debíamos salir de Potes hacia el aeropuerto de Avilés no más tarde de las cuatro. A ser posible antes. Además necesitábamos estar en Santo Toribio antes de la una para que nos sellaran la credencial y nos dieran la correspondiente Lebaniega. Y, por supuesto, necesitábamos comer un buen cocido lebaniego entre una cosa y otra. Así pues, debíamos madrugar y darnos prisa si queríamos cumplir con los objetivos.

A las seis de la mañana estábamos en pie. A las siete desayunando y antes de y media empezando la etapa.
Como se aprecia en la foto, era noche cerrada. 
Las luces corresponden al pueblo de Lerones que se veía así poco después de haber salido.

"Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo."

                                                  Pablo Neruda


Y ésta es Casa Fidela, de donde acabábamos de salir, algo más definida al acercarla con el zoom de la cámara.


De noche todos los caminos son pardos.
La noche reduce al grupo a meros fantasmas que apenas se distinguen en una pequeña áurea de luz.


A dos kilómetros del inicio pasamos por Yebas. De nuestro paso por allí sólo dispongo de esta borrosa fotografía porque la luz no daba para más, pero sirva para dejar constancia de nuestro paso por allí.


El cielo además está cubierto lo que hace que el alba no acabe de romper.

"Entre el alba y la noche hay un abismo
de agonías, de luces, de cuidados;
el rostro que se mira en los gastados
espejos de la noche no es el mismo."

                  Jorge Luis Borges


A menos de kilómetro y medio de Yebas encontramos esta solitaria ermita. Se trata de la ermita de San Roque, patrón del pueblo.


Seguimos camino dirección a Los Cos. 


Ya tenemos enfrente la población.


Un bonito camino nos acerca hasta allí.


Entramos a Los Cos (6 hb.) por aquí. Unos mastines que vigilan el rebaño de ovejas, nos ladra para marcar territorio. Enfrente la espadaña de la iglesia de San Julián.


Iglesia de San Julián de Los Cos.


Atravesamos el pueblo y encontramos a un vecino al que preguntamos por la presencia de osos. Rosa, en Casa Fidela, felicitada por la abundancia del desayuno nos dijo, medio en broma medio en serio, que era para que los osos no se quedaran con hambre cundo nos comieran. El vecino de Los Cos nos dijo que una osa se paseaba por las viñas incluso a las doce de la mañana y que una noche de vuelta al pueblo un gran oso arremetió contra su vehículo.


Con esta información seguimos el camino con cierta inquietud.


A doscientos metros de la salida encontramos este primer mirador junto al mojón con la señalización y unas impresionantes vistas.


¡Mirad qué panorama desde aquí!

"Quiero ser inmortal, con sed intensa,
porque es maravilloso el panorama
con que nos brinda la creación inmensa;"

                                      Amado Nervo


Medio kilómetro más adelante encontramos otro mirador más completo: el mirador de la Sierra.


Misma panorámica que en el anterior pero más equipado con mesas para poder comer algo.


Debajo del mirador podemos ver las casas de Ubriezo, que es un barrio de Piasca y no tiene más de dos habitantes. Eso sí, dispone de siete casas rurales.



"Andar y andar, siempre andando nada más que por andar.
No vine a explicar al mundo,
solo vine a tocar."


Dejamos la carretera por este camino que sale a la derecha. 
Va a Piasca igualmente, pero acorta el camino.


En la bajada podemos ver el camposanto de Piasca.

"Amante: no me lleves, si muero, al camposanto.
A flor de tierra abre mi fosa, junto al riente
alboroto divino de alguna pajarera
o junto a la encantada charla de alguna fuente.
A flor de tierra, amante. Casi sobre la tierra,
donde el sol me caliente los huesos, y mis ojos,
alargados en tallos, suban a ver de nuevo
la lámpara salvaje de los ocasos rojos."

                      Juana de Ibarbourou

Seguimos bajando por un bonito sendero entre robles y hayas.


Entramos a Piasca por el Barrio de Abajo(64 hb.)


A la salida del pueblo pasamos por la puerta por la que se accede a la iglesia de Santa María la Real, la joya de Piasca.


Santa María la Real, románica del S. XII. Una verdadera joya, declarada Monumento Nacional, que vale la pena visitar.


Y con este monumento detrás, no dudamos en hacernos la foto de grupo de la etapa.


Seguimos camino disfrutando de todo lo que el camino ofrece, que nos es poco.


Ahora toca una bonita pinada. En la variedad está el gusto.

"El viento los pinos
suavemente ondula.
¡Duérmete, recuerdo,
duérmete, amargura!"

     Gabriela Mistral


No podían faltar en la última etapa las babosas.


El camino pasa junto a un prado que tiene agrupadas una buena manada de vacas.


El camino pasa junto a Aceñaba, pero no entra en el barrio.


Junto al quitamiedos de la carretera encontramos esta insólita señal. Nos hizo gracia.
 ¿Los GPS fallan?


Dejamos la carretera por la izquierda siguiendo esta señal.


Nos detenemos ante un bonito acebo.


Y seguimos un tupido camino entre robles y hayas.


Pasamos por  el Barrio de Abajo, apenas cuatro casas sin vestigios de vida en ellas.


Y seguimos por una bonita senda, tapizada de hojas que crujen a nuestro paso y que transcurre paralela al arroyo Riega del Valle.


El sendero es una senda micológica, como evidencian paneles como el de la fotografía.


Y llegamos a las primeras casas de Cabezón de Liébana, por su barrio de Abajo.


Hacemos un pequeño receso para agruparnos y beber un poco de agua.


Seguimos camino y pasamos junto a la iglesia de San Emérito y San Celedonio.


A la salida del pueblo encontramos este crucero, habitual en los cruces de caminos.


Apenas nos quedan nueve kilómetros para llegar a Santo Toribio.
Este tramo es muy cómodo. Transcurre por un camino asfaltado entre vegetación y paralelo al río Bullón, cuyas aguas ambientan con su correr nuestro caminar, aunque la espesa vegetación impide verlo bien.


De repente aparecen los Picos de Europa frente a nosotros, con su impresionante perfil.


Caminar con estas vistas es disfrutar de lo lindo.


En algún punto sí que es visible el río Bullón.


Nos detenemos unos instantes en la Fuente La Vega.


La constante vista de los Picos de Europa nos hacen olvidar el cansancio acumulado de tantos días.


Pasamos por Frama, perteneciente a Cabezón de Liébana es el pueblo de mayor población de la cuenca del Bullón y ocupa las dos laderas del río.


Casas de Frama en la otra orilla del río Bullón.


Cómodo caminar y belleza  por igual.


Pasamos junto a este puente sobre el Bullón y seguimos de frente por el mismo camino que traemos.


Encontramos esta curiosa señal que para mí es nueva totalmente.


Nuestro camino está próximo a finalizar. Han sido muchas experiencias, muchos paisajes, mucho lo vivido...

"Tras arder siempre, nunca consumirme;
y tras siempre llorar, nunca acabarme;
tras tanto caminar, nunca cansarme;
y tras siempre vivir, jamás morirme;"

                Francisco de Quevedo


Ya conocéis mi sombra. Discreta pero siempre conmigo. No podía faltar en esta última etapa.

"la sombra de mi alma
huye por un ocaso de alfabetos,
niebla de libros
y palabras.
¡La sombra de mi alma!"

Federico García Lorca

Caminar con estas vistas no tiene precio.


Estamos ya a las puertas de Potes. En la imagen, la población de Ojedo.


Un cómodo camino nos lleva a Potes. Esta señal nos dirige y nos lleva hasta la calle principal que cruza la población de parte a parte.


Salimos por aquí a la calle principal que coincide con la CA-185.


Recorremos los concurridos soportales llenos de tiendas y restaurantes, muy animados.


Y pasamos por la Pl. Capitán Palacios, con su templete...


...y el turístico nombre de la población en el que todos nos hacemos la foto de rigor.
Detrás vemos la robusta Torre del Infantado.

"Ni la derrota en mi valor rehuyo…
Mas, antes de rendirme fatigado,
me encerraré en la torre de mi orgullo,
y en sus escombros moriré aplastado!..."

                            Francisco Villaespesa


Seguimos cruzando Potes. En la foto el puente de San Cayetano sobre el río Quiviesa, que desemboca metros más abajo en el Deva, el otro río que atraviesa Potes.


Seguimos el periplo atravesando Potes de parte a parte. En la imagen la iglesia Nueva de San Vicente.

En la Plaza la Serna se encuentra el monumento al Médico Rural.


En este monumento comienza el último tramo en subida hasta Santo Toribio. Un último esfuerzo y habremos logrado nuestro objetivo.


Desde la subida ya disfrutamos de las excelentes vistas de los impresionantes Picos de Europa.


Llegamos al monumento al Peregrino.


Como todos nos sentimos peregrinos, nada mejor que una foto junto al monumento. 
Ahora hay ocho monumentos.


Uno por uno fuimos pasando junto al Peregrino de bronce.
La cruz del pecho representa a los crucenos que se dirigen a Santo Toribio.
La vieira a los peregrinos que se dirigen a Santiago.


Iniciamos la subida, que ya conocemos de la vez anterior que vinimos desde Santander y somos conocedores de su dureza. Pero la cercanía a nuestro destino final nos lleva en volandas (bueno...casi).


Ciertamente la subida es dura, pero vale la pena sufrir un poco.


Dejamos la carretera para evitar una gran curva para atajar por este camino, que nos viene de perlas por la sombra que nos ofrece.


En el cielo nos sobrevuelan una bandada de buitres, atentos a ver si alguno de nosotros perece en el intento.


En la imagen el albergue de peregrinos de Santo Toribio, pero nos dijeron que tanto éste como el de Potes permanecían cerrados. Si se pretender publicitar el Camino Lebaniego no es de recibo que los albergues estén cerrados. Es incongruente.


Por fin, sobre las doce, antes de la hora prevista, llegamos a Santo Toribio de Liébana.
A continuación, fuimos a la oficina de atención al peregrinos a sellar la credencial y recoger la Lebaniega. A continuación vinieron las visitas al monasterio y las fotos de rigor que ahora paso a enseñaros.

La importancia de este monasterio es que alberga la reliquia del brazo izquierdo de la cruz de Cristo (Lignum Crucis) más grande de la cristiandad y ha sido venerada desde que llegó aquí en el S. VIII seguramente.


El equipo formando tras alcanzar el objetivo.


Puerta del Perdón. Sólo se abre en los Años Santos Lebaniegos que son aquellos en los que el 16 de abril, festividad de Sto. Toribio, cae en domingo. Los peregrinos que pasen por ella ese año reciben la indulgencia plenaria.


Interior de la iglesia de Sto. Toribio. 
Altar Mayor.


En una capilla lateral de estilo barroco se encuentra expuesta el Lignum Crucis, en el interior de un relicario en forma de cruz, ricamente decorado.


En ocasiones se saca la cruz del baldaquino que la contiene y se expone en este nicho por el que pasan los devotos que tocan la madera a través de un orificio abierto en la estructura de la cruz.

Tras la visita al interior del templo, damos una vuelta por la zona exterior.


Claustro del monasterio.


Arcos de acceso al claustro.

Tras la visita al monasterio toca volver a Potes y buscar un lugar donde comer lo más pronto posible para que, con tiempo, un taxi nos lleve hasta el aeropuerto de Avilés para coger a tiempo el vuelo que nos devolverá a Valencia.

Con esta urgencia, empezamos a bajar por el camino por el que vinimos. 
Seguimos disfrutando en la bajada de la belleza de los Picos de Europa.


Potes desde otro punto de vista.


Nuevamente en Potes buscamos el Restaurante El Cantón que nos han recomendado.
En su búsqueda desandamos el camino que anduvimos en la ida y volvemos a disfrutar de bellos rincones. En la foto el puente de la Cárcel sobre el río Deva.


Antes tocaba hacernos la foto de equipo, como no podía ser de otra manera. Con nosotros, en la foto, aparecen dos compañeros (Voro a la izquierda y José Pascual a la derecha) que nos han acompañado en otros Caminos y que en esta ocasión no lo hicieron. Sirva la foto para que sepan que aunque no han estado en persona, han venido con nosotros en cada una de las etapas. Lamentar que, desgraciadamente, José Pascual no nos podrá acompañar nunca más, aunque sabemos que lo hará desde donde se encuentre. Y Voro, seguro que volverá a acompañarnos en la próxima aventura.


Encontramos por fin el Restaurante el Cantón que cumplió con las expectativas y justificó de sobra la recomendación que nos dieron.



Un buen cocido lebaniego nos hizo recuperar todas las fuerzas que habíamos gastado durante todos estos once días y puso fin a nuestra aventura.


Nuestra credencial.


Nuestra Lebaniega.

Ya sólo quedaba el viaje hasta Avilés y el vuelo a Valencia, pero contrariamente a lo que se pueda pensar, el camino no termina aquí, sino que continúa. Ese es el espíritu del peregrino que sabe que se sigue siempre hacia a delante, en busca de ... aquí cada uno que ponga el sustantivo que desee, pero siempre hacia adelante, cada día una nueva etapa nos irá llevando al lugar definitivo. Atrás no se vuelve.

Pincha en el enlace para ver todas las fotos de la etapa.

Pincha en los siguientes enlaces para ver las distintas etapas.


la etapa en el mapa


La ruta en Wikiloc

Powered by Wikiloc

0 comentarios:

Publicar un comentario