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miércoles, 9 de abril de 2025

XVII RUTA SENDERISTA DE RIBESALBES (5/4/2025)

“No obligues a nadie a quedarse, mejor oblígalos a irse; quien insista en quedarse es quien vale la pena.” (Gabriel García Márquez). Hoy en Ribeslabes no se ha obligado a nadie a realizar la ruta y hemos visto que todos han insistido en realizarla. Quien insiste en quedarse, vale la pena.

Un año más se celebró en Ribesalbes la Ruta Senderista que viene realizándose desde hace diecisiete años patrocinada por el Ayuntamiento de Ribesalbes y como siempre con gran afluencia de senderistas, que hacen del evento un acontecimiento al que te gusta volver un año tras otro. En días así, lo de menos es la ruta que se realiza. Lo que nos gusta a todos es pasar una buena mañana donde el reencuentro de buenos amigos, que habitualmente no sueles ver durante el año, es el objetivo primordial. Y esta edición no fue una excepción. Pudimos saludar a buenos amigos, todos ellos excelentes senderistas. A Juanjo Carrasco y su compañero Juan M. Badenes (Caminatasalas8), Álex (Casiaventurilla), A Simón y su gente (Simón Corresendas) a Pepe Ruiz y componentes de Senderoxtrem. José Serrano y Mari Ángeles y a Pascual Vicent Albalat, alma de la ruta. Siempre se echa la falta de algún que otro amigo.

Todo un ritual se reproduce año tras año. Se llega a muy pronta hora porque a las ocho se realiza la entrega de camisetas. Según van afluyendo los senderistas comienzan los saludos, los reencuentros, la puesta en común de lo hecho y de lo porvenir...La animación es la tónica habitual en esa primera parte de la mañana.

El número de participantes va en aumento a medida que pasan los minutos. Unos noventa senderistas estaban prepararados para iniciar la ruta.


Tras la recogida de camisetas, los saludos y chascarrillos viene el ritual de la foto de grupo. 
Aquí la tenéis. (Foto gentileza de NADAL ESCRIG)


Nuevo ritual: tras unas breves recomendaciones sobre el recorrido y la organización, se da el pitido inicial y comenzamos la ruta. Buscaremos la parte alta del pueblo subiendo por la calle Castellón.


Salimos del pueblo por algunos rincones como el de la foto, que indican que estamos en la parte alta.

"Con la primavera
mis sueños se llenan
de rosas, lo mismo
que las escaleras
orilla del río."

  Juan Ramón Jiménez

Este estrecho y empinado callejón nos sacará definitivamente de la población.


En pocos metros hemos adquirido la altura suficiente para tener esta vista del polígono de Ribesalbes y del embalse de Sitjar.


Definitivamente estamos ya en campo abierto y en ascenso.


Aproximadamente a quinientos metros del inicio salimos a esta carretera asfalta.
El sol nos da de lleno y hemos de buscar cobijo.

"¿Y por qué el sol es tan mal amigo
del caminante en el desierto?
¿y por qué el sol es tan simpático
en el jardín del hospital?"

                Pablo Neruda


Escasos metros después la dejamos para meternos de lleno en esta bonita senda entre pinos.


Ya hemos alcanzado algo más de altura y tenemos mejor vista que antes.
A mayor altura, mejor visión. Ahora vemos claramente Ribesalbes además de sus fábricas.


Siempre resulta muy agradable caminar por el bosque.

“Es que el bosque tiene ruidos extraños, modulaciones misteriosas que a veces semejan llanto de niños, a veces risotadas de muchachas que anduvieran volando entre el ramaje.” (Conde de Laín en “El abuelo”, Benito Pérez Galdós)

En tramos más abiertos vemos también campos de almendros que ya perdieron sus flores hace unas semanas y están ya en otra etapa productiva.

"El cielo azul, azul, azul, asaeteado de mis ojos en arrobamiento, se levanta, sobre los almendros cargados, a sus últimas glorias."

Juan Ramón Jiménez


El grupo sigue la marcha animadamente.


En las paradas que se producen para reagrupar a los senderistas, aprovechamos para echar un vistazo al grupo que va detrás de nosotros que son tantos como los que llevamos delante.

"Mil amigos tengo;
di con un camino,
di con un camino que saben los pájaros,
camino que lleva del alma a lo íntimo."

Vicenta Castro Cambón


En un campo dos burritos y un precioso perro se acercaron a saludarnos.

“La mula española es un animal obstinado, sordo y estéril como el argumento de un político, una bestia que no se arredra en el fragor del combate.” (Fernando Navales en “Las máscaras del héroe”, de Juan Manuel de Prada)


Cuando el grupo camina por senda se estira y lo hace en fila india.


No podéis apreciar por aquí qué aromatizada estaba la montaña debido a la lluvia del día anterior, pero os aseguro que era una maravilla el aroma de los tomillos. 


Más adelante, un segundo reagrupamiento.


En tramos algo más lineales el grupo adquiere la apariencia de una serpiente multicolor.

“Pero no olvides que todo paraíso tiene su serpiente.” (Fernando Navales en “Mil ojos esconde la noche” de Juan Manuel de Prada, 

Y paradójicamente, aunque rodeado de tanta gente, es posible encontrar esos momentos reflexivos que aparecen en todas nuestras rutas.

“…pero de vez en cuando no viene mal estar solo. Puedo reflexionar mejor.” (Mario Benedetti, “Primavera con una esquina rota”)

El monte está precioso y refleja la benignidad de la lluvia recibida durante el mes de marzo. Esta mata de florecillas amarillas es un claro ejemplo de ello.

"Mi cuerpo estará amarillo,
y por la abierta ventana
entrará una brisa fresca
preguntando por mi alma."

Juan Ramón Jiménez


La Sierra de Espadán también tuvo su protagonismo durante la ruta.
Al fondo, la Rápita.


Nos acercamos al Mas de Sant Gil.

Aquí la organización ha decidido hacer la parada del almuerzo.


Todo el grupo se dispone a dar buena cuenta de lo que lleva en sus alforjas.


Nosotros no somos menos. Aquí tenéis nuestro modesto pero completo almuerzo.


Compartiendo el momento del almuerzo con el gran Pascual. 
(foto de Emilio Romero)



Tras el almuerzo, el grupo se pone en marcha de nuevo. Nosotros nos quedamos los últimos porque somos lentos para ciertas cosas. Bueno...también es que nos quedamos prendados de estas bellas amapolas que ya engalanan con su primaveral presencia y ese rojo apasionado todo el campo.

"Novia del campo, amapola
que estás abierta en el trigo;
amapolita, amapola,
¿te quieres casar conmigo?"

      Juan Ramón Jiménez


Apenas cien metros desde que reemprendimos el camino, junto a este poste, seguimos un sendero en bajada que nos va a llevar hasta el cauce del barranco de Araia.


Descendiendo hacia las entrañas del barranco, que cruzaremos dos veces.
(foto de Emilio Romero)

La estrechez de la senda obliga a ir en fila india.


Y siempre hay tiempo para la chanza y la broma. A caballito de este original pino Rafa Lafuente.


Llegamos al cauce del barranco que lleva bastante agua debido a las abundantes lluvias de marzo, de lo cual nos alegramos.


Hacemos por aquí el primer cruce del barranco.
(foto de Emilio Romero)


Seguimos junto al barranco. Desde aquí acertamos a ver el Mas de Sant Gil donde acabamos de almorzar.


Un pequeño tramo junto al barranco, sin duda el más bonito del recorrido.

"Camino blanco, viejo camino,
desigual, pedregoso y estrecho,
donde el eco apacible resuena
del arroyo que pasa  bullendo…"

                    Rosalía de Castro


Cruzamos por segunda vez el cauce del barranco poco después de haberlo hecho por primera vez.
(foto de Rafa Lafuente)


Tras cruzar por segunda vez el barranco de Araia el sendero va subiendo suavemente.
Vemos construcciones rurales que nos retrotaen a otras épocas no muy lejanas.


El camino se ensancha y permite una marcha más ligera y cómoda.


Nos llamó un poco la atención una gran campo de naranjos entre tanto pino.

"El naranjo sabe a vida
y el olivo a tiempo sabe."

     Miguel Hernández

Todo buen caminante sabe que tiene una compañera fiel que nunca le abandona, aunque a veces no la veamos. Pero en esta ocasión, mi sombra se ha hecho evidente.

“Lo que tú eres no puedes verlo, lo que ves es tu sombra.” ( Rabindranath Tagore)


El camino va ascendiendo cada vez con algo más de desnivel. El esfuerzo no lleva a una mayor concentración y ésta a un momento reflexivo.

“Cerrar los ojos. Cómo quisiera cerrar los ojos y empezar de nuevo y abrirlos después con la tardía lucidez que traen los años pero con la vitalidad que ya no tengo.” (Don Rafael, Mario Benedetti, “Primavera con una esquina rota”)


Preciosa pinada que, aunque se nos hace algo pesada la subida, no deja de encantarnos. Agradecemos su sombra.
“A mí me gusta más la sombra de los árboles, porque tiene manchitas de sol y además se mueve.” (Beatriz, Mario Benedetti, “Primavera con una esquina rota”,)

Dos pequeñas joyas naturales estas dos florecillas de diente de león. ¿Quién no se detiene unos instantes a admirarlas?

"Tu vida es un gran río, va caudalosamente,
a su orilla, invisible, yo broto dulcemente.
Soy esa flor perdida entre juncos y achiras
que piadoso alimentas, pero acaso ni miras."

                                  Alfonsina Storni


Estamos cerca de La Serreta, en término de La Alcora. Entre los pinos, vemos el núcleo de Araia.


Encontramos un segundo pilón de término. En este caso delimita los términos de Onda, La Alcora y Ribesalbes.


En la Serreta alcanzamos las cotas más altas de la ruta. Eso eso nos permite ver, entre las copas de los pinos, alguna cimas que conocemos bien. En la foto la Peña Saganta y el Alto del Pinar.


La serpiente multicolor sigue reptando por el sendero. Aquí la sombra no nos acompaña.


Otra bonita vista que nos permite ver tres emblemáticas cimas: el Turio, el Alto del Pinar y Peña Saganta.


Aproximadamente en el kilómetro 8,5 alcanzamos el punto más alto de la ruta. Desde ahí empieza una bajada que nos lleva hasta este cruce medio kilómetro más abajo donde se realiza un nuevo reagrupamiento y un pequeño avituallamiento de agua.


En este punto se reagrupan los participantes y la organización decide hacer dos grupos. Uno de ellos seguirá por un camino más cómodo y otro seguirá el trazado oficial algo más dificultoso por transcurrir por un sendero en bajada algo más pesado para bajar. Nosotros tomamos esta segunda opción.


En el punto de reagrupamiento, mientras esperamos proseguir la marcha, nos entretenemos tomando esta foto del embalse de Sitjar, que ha recuperado afortunadamente gran parte de su capacidad.


“Esta flor vivirá pocos días, Platero, aunque su recuerdo podrá ser eterno. Será su vivir como un día de tu primavera, como una primavera de mi vida.” (J. R. Jiménez, “Platero y yo”)


A la orden de ¡continuad!, empezamos a bajar por el sendero algo descompuesto y con cierto desnivel, aunque nada del otro mundo. En peores plazas hemos toreado, decía mi amigo Rafa mientras bajábamos.

Desde aquí hasta Ribesalbes la sombra ya no iba a ser nuestra compañera.
El despeje de arbolado nos permitía unas bonitas vistas sobre Ribesalbes y el embalse.


Obtenemos también buenas vista sobre la cercana Onda. 
Al fondo el Font de Cabres.


En este tramo la Sierra de Espadán es la principal protagonista.
Algunas de sus cimas más emblemáticas y reconocibles aparecían en el horizonte: Peña Pastor, Espadán, Rápita...




Volvían a aparecer de nuevo alguna otra que ya habíamos visto antes: Turio y Alto del Pinar.


Aún encontramos algún tramo entre pinos que nos protegen de un sol que ya aprieta de lo lindo.

"(Atravesando hojas,
el sol ya cobre viene
a herirme el corazón.
¡Yo quiero ser eterno!)"

Juan Ramón Jiménez


Mientras respiramos un poco para recuperarnos del esfuerzo y disfrutamos del paisaje echamos un vistazo atrás para ver el tramo del que venimos.


¡Peña Saganta, cucu!


El caminar siempre te hace pensar. Tal vez por eso me gusta tanto caminar. Caminaría día y noche sin parar, sin llegar nunca a ningún sitio...caminar, caminar, caminar...


Nos encanta ver en zonas más o menos inhóspitas estas sencillas correhuelas o campanillas que con su tenue tintineo nos saludan a nuestro paso.

"Por fin trajo el verde mayo
correhuelas y albahacas
a la entrada de la aldea
y al umbral de las ventanas."

       Miguel Hernández

Ribesalbes cada vez más cerca. Aunque aún no queda un poco.


El sendero, en apariencia de bajada, realmente es un poco rompepiernas con constantes subidas y bajadas.


Esta rara planta es la cuscuta y es parásita. Se la conoce comúnmente como cabello de la Virgen.


Seguimos disfrutando del aroma de los tomillares y de la belleza de sus minúsculas florecillas.


No hay pinos, pero los horizontes abiertos también nos encantan. 
(foto de Emilio Romero)

"...delante está el campo, ya verde. Frente al cielo inmenso y puro, de un incendiado añil, mis ojos-¡tan lejos de mis oídos!- se abren notablemente, recibiendo en su calma esa placidez sin nombre, esa serenidad armoniosa y divina que vive en el sin fin del horizonte..." ("Platero y yo", J.R. Jiménez)


Tan buen día que hace y estas nubes lo podían estropear.
 ¡Mira que si le da por llover!


Bifurcación en el camino. Nuestro corazón nos dice que por la derecha.

“Cuando tengas que elegir entre dos caminos, pregúntate cuál de ellos tiene corazón. Quien elige el camino del corazón no se equivoca nunca.” (Popol Vuh)


Los pinos no nos han dejado del todo.

“Una de las cosas más agradables de la vida: ver cómo se filtra el sol entre las hojas.” (Martín Santomé, Mario Benedetti, “La Tregua”)


Ahora sí que ya no queda nada.


Muy bellas también las flores de la estepa negra o jara negra (Cistus monspeliensis)


Últimos metros hacia Ribesalbes por esta pista cementada.


Pasamos junto al depósito de agua potable de la población.


"Mas d'el Berna". Así figura en los azulejos de la fachada.


Junto al Mas, se encuentra la fuente de los Tres Caños. Como se aprecia en la foto de los caños no mana agua. Pero hay un grifo del que podemos disdrutar de un agua fresquísima y que se agradece después de la marcha y el calor que llevamos.

"La fuente vieja, Platero, donde tantas veces me has visto parado tanto tiempo, encierra en sí, como decir, el sentimiento de la vida verdadera." (J.R. Jiménez, "Platero y yo")


Algunos participantes a punto de entrar en Ribesalbes. Nosotros les seguimos.


Entramos en Ribesalbes por la tranquila calle de San Vicente.


Y llegamos nuevamente hasta la Plaza Nueva donde se ubica el Ayuntamiento y desde donde empezamos. Aquí cerramos nuestra ruta y ponemos le punto y final.

Al terminar cumplimos con otro de los rituales de esta marcha senderista. Se trata de la ducha en el polideportivo que nos deja nuevos al quitarnos todo el calor y el cansancio acumulado.


Finalmente la mañana termina con una comida de hermandad con todos los participantes en el que la animada conversación entre los comensales es la tónica general. Esta comida pone un bonito broche a una estupenda mañana senderista.


Nuestra mesa.

Y éste fue el sencillo pero estupendo menú que nos ayudó a reponer fuerzas.

“Nos gustaría vivir y morir como las brevas: caernos del árbol de la vida sólo después de habernos puesto morados.” (Anónimo)


Nos despedimos de Ribesalbes con  una comparativa de cómo está la cola del embalse este año y su situación el año pasado.

Foto actual. Se nota que las lluvias este año han sido generosas  y el agua ha vuelto a su cauce. Nos alegramos por ello. Esperamos que ésta sea la tónica en años venideros.


Y éste era el aspecto que presentaba la cola del embalse en el 2024, prácticamente sin agua debido a la sequía que duraba meses. Por suerte, la naturaleza es sabia y siempre recupera lo que le pertenece.

Un año más hemos podido participar en esta ruta senderista a la que solemos acudir siempre que las circunstancias nos lo permiten. Esperemos que lo podamos seguir haciendo muchas más veces. Agradecer el esfuerzo y el trabajo a la organización y a todos aquellos que hacen posible este encuentro multitudinario que disfrutamos año tras año.

Pincha en el enlace si quieres ver las fotos de la ruta.

Debemos disfrutar de la montaña siempre de la manera más segura posible para evitar riesgos y accidentes. Para ello es importante que leas estos consejos sobre "Seguridad en la práctica de senderismo y emergencias en montaña".


La ruta en el mapa


 Película de la ruta

4 comentarios:

  1. Hola Emilio, magnífico recuerdo fílmico acompañado de una música que acude al recogimiento, a la reflexión , a la lírica...

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    1. ¡Hola, Emilio! Me alegro que la película te sugiera esas emociones. Es un sencillo recuerdo de un excelente día de montana.
      Un abrazo.

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  2. Excelente y detallada crónica literaria de esta ruta tan especial, acompañada de unas preciosas fotografías que sirven de recuerdo para los anales de estas tierras y comarca de la Plana Baja. Agradecerte especialmente que me menciones, así como a mi Blog. Sin duda una jornada importante y que no olvidaremos. Fuerte abrazo, amigo, Emilio. Juan J. Carrasco.

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    1. ¡Hola, Juanjo! Como sabes, me gusta dejar constancia por escrito de las rutas que realizo dándoles unas pinceladas literarias. Ésta es una más, pero es cierto que tiene de especial que se disfruta con amigos y gente con la que no coincides la mayor parte del año.
      Un abrazo, amigo.

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