En mi paseo diario me he fijado hoy en la mirada perdida de un anciano llevado en silla de ruedas por algún familiar. Por un momento me he parado a pensar dónde mirarían esos ojos tan alejados de su presente. He pensado que su mirada vagaba tal vez por caminos, senderos, bosques, montañas …recorridos durante su vida y que son un bello y especial recuerdo que se irá con él. Con esa idea de impregnar mis retinas de belleza, de silencio, de serenidad…que recordaré siempre y me llevaré conmigo, realizamos nuestras rutas cada semana.
Ruta entretenida en el término de Artana (con una leve incursión en el de Betxí) que nos lleva hasta la Peña de Lleixos. Luego nuestra ruta continúa y podremos encontrar restos de corrales, colmenares, y construcciones de piedra en seco así como aljibes que recogen agua de lluvia y que reciben el nombre de clotxós. De estos últimos visitaremos el de la Gorreta y el de Parrús; también disfrutaremos de bellos ejemplares de olivos sobre todo en el inicio y final de la ruta. La ruta no presenta complicaciones, salvo un tramo de fuerte subida desde el refugio de piedra en seco del Rincón de la Gitana (km 5.2) durante unos doscientos metros y en cuyo tramo encontramos cadenas para facilitar la subida con seguridad. A continuación pasaremos por la cima de la Rabosera para continuar el resto del recorrido que no presenta ningún problema.
Iniciamos la ruta en un camino, "Camino Pinar", que nace junto a la carretera CV-223 en el km 4.2 a poco más de un kilómetro antes de llegar a Artana.
Posamos antes de comenzar la ruta. De izquierda a derecha, Rafa Lafuente, servidor, Ana y Emilio Romero. (foto de Emilio Romero)
Iniciamos nuestra ruta de hoy por caminos rurales donde los olivos, sobre todo, son los protagonistas.
Este rudimentario poste de madera nos indica la ruta que seguiremos al menos en parte.
Este panel nos da idea de la importancia de los olivos en esta zona.
Pasaremos junto al este olivar que se conoce como "Las Oliveras del Pinar"
Mirad uno de los preciosos y centenarios olivos que nos podemos encontrar en este olivar.
"Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento."
Miguel Hernández
Otro poste, tan rudimentario como el anterior, nos deriva por este camino que vemos por la derecha.
Apenas hemos girado, tenemos la suerte de encontrarnos con un viejo y gran almendro en flor. No podemos evitar detenernos unos instantes antes la belleza de sus flores.
"Suele tal vez, venciendo los rigores
del crudo invierno y la opresión del hielo,
un tierno almendro desplegar al cielo
la bella copa engalanada en flores."
Juan Bautista Arriaza
El camino pasa junto al corral de la Roja. Es una de las construcciones que humanizan el recorrido que vamos a hacer hoy.
Seguimos el camino en el que los pinos ya hacen la competencia a los olivos.
Pasamos también al lado de este corral con un cartel en su puerta que nos dice que en su interior hay colmenas. Veremos otro colmenar aunque en desuso.
En este punto, dejamos el camino y seguimos esta senda que nace por nuestra izquierda.
Otro corral en ruinas, junto al camino, nos recuerda un mundo rural perdido y sin retorno.
Hacía tiempo que no hacíamos referencia al "raïm del pastor" o "uña de gato". Aquí encontramos una mata de esta planta, antaño utilizada en ensaladas, por ejemplo.
Caminamos por la colada de la Gorreta. Imaginamos los rebaños que pasaron por aquí en los mejores tiempos de este camino.
En medio del camino nos detenemos a disfrutar de este monumental olivo.
El olivo atrapa con un fuerte abrazo de sus ramas el tronco de un pino, como queriendo impedir que se marche. ¿Será amor?
Nos desviamos por la derecha en este punto.
Nos encontramos con bonitas vistas de la Sierra de Espadán, destacando en la imagen la cima del Puntal del Aljub. A su derecha, el Batalla.
El bonito sendero sigue ascendiendo.
Llegamos a este pino con esta tabla clavada en su tronco que nos invita a visitar la caseta de Pere Joan en la Peña Lleixos. ¿Vamos a verla?
Buscamos la senda a la izquierda que nos va a llevar hasta la caseta y que pasa un tanto desapercibida.
Por una bonita y tupida pinada llegaremos a la Peña Lleixos en unos cien metros.
Antes de llegar a la caseta encontramos varios parapetos de la guerra civil.
Ésta es la caseta de Pere Joan, en piedra en seco, todo una construcción en piedra, levantada sin ningún tipo de mortero.
Ésta es una de las bóvedas que cierran el techo de la caseta. Hay otra similar en la habitación de al lado. Una verdadera obra maestra de la construcción.
Y se nos ocurrió hacernos una foto posando delante de la caseta. (foto de Emilio Romero)
Volvemos sobre nuestros pasos para seguir nuestra ruta.
Volvemos a atravesar la preciosa pinada.
Salimos al camino principal que llevábamos antes de desviarnos a la Peña Lleixos. Hacia el este reconocemos, entre algo de neblina, la silueta del cerro del castillo de la Vilavella.
Y también vemos, o tal vez mejor decir adivinamos, el mar, con la línea del horizonte marcada por la anaranjada luz del sol.
"En mi verso soy libre: él es mi mar.
Mi mar ancho y desnudo de horizontes..."
Dulce María Loynaz
El cartel de madera nos anuncia la siguiente construcción que veremos. Se trata del colmenar de Pasqualet-Menuda. En el mapa del IGN aparece como colmenar de Peña Lleixos. Habla también de trincheras.
Aquí tenéis el colmenar de Pasqualet o de la Peña LLeixos.
Efectivamente, apenas hemos dejado atrás el colmenar, vemos varios parapetos y restos constructivos de la guerra civil.
Seguimos por una estrecha senda entre pinos.
Disfrutando de pequeñas bellezas de las que también impregnan nuestras retinas, que están llenas no sólo de grandes paisajes y lejanos horizontes sino también de pequeñas cosas como esta flor de diente de león. Ese amarillo chillón es un buen reclamo para el senderista.
"Mi cuerpo estará amarillo,
y por la abierta ventana
entrará una brisa fresca
preguntando por mi alma."
y por la abierta ventana
entrará una brisa fresca
preguntando por mi alma."
Juan Ramón Jiménez
Y llegamos al primer clotxó (aljibe) de la ruta. Se trata del clotxó de la Gorreta. Ya estuvimos aquí almorzando en diciembre realizando otra ruta de Betxí a la Rápita. En esta ocasión tenía agua.
Foto para el recuerdo de nuestro segundo paso por aquí. (foto de Emilio Romero)
Obedientes al cartel, seguimos por la izquierda nuestra ruta.
Ahora caminaremos cómodamente por una ancha pista que coincide con el PR-CV 428. Lo haremos durante aproximadamente 1,3 km. (foto de Emilio Romero)
Dejamos el PR cuando desembocamos en el antiguo camino de Artana a Betxí. Este poste de la foto, nos marca la dirección del "Racó de la Gitana, al que nos dirigiremos ahora siguiendo el antiguo camino entre las dos poblaciones y por el que seguiremos ahora.
El camino pasa por delante de la ganadería de Pascual Alcalá. Tres perros nos ladraban desde la puerta pero nos dejaron seguir el camino. (foto de Emilio Romero)
Corral de la ganadería.
Tierna imagen de toros en la foto.
Pasamos junto a un pozo de riego, el pozo de San Vicente Ferrer.
Apenas hemos pasado el pozo, seguimos un camino hacia la izquierda y dejamos esta balsa junto al camino, a nuestra derecha. (foto de Emilio Romero)
Apenas avanzaremos cien metros por el camino, porque...
..se convierte en sendero. A partir de aquí realizamos el tramo más pesado de la ruta. Desde aquí comenzamos una fuerte subida, más suave hasta el refugio de piedra en seco que veremos un poco más arriba. A partir de este refugio, el desnivel se la senda se hace mayor y el terreno es algo inestable y resbaladizo hasta el punto de encontrar un tramo equipado con cadenas para ayudarnos en la subida. Tendremos que subir con precaución para no caer.
El sendero se empina y nos obliga a esforzarnos y tomar precauciones. Este tramo de ascenso es de aproximadamente algo más de quinientos metros.
Llegamos al refugio de piedra en seco del Racó de la Gitana.
Desde el refugio la senda se endurece y adquiere mayor verticalidad.
Pondremos los cinco sentidos en la subida y tendremos que redoblar esfuerzos.
Y llegamos a un tramo equipado con cadenas que nos ayudarán a pasar esta zona más vertical.
Gestionando el paso con cadenas. (foto de Emilio Romero)
Tras el paso de las cadenas nos detenemos unos momentos para retomar el aliento y disfrutar de lo que nuestras retinas ven para retener en nuestro recuerdo estos momentos inefables.
El sendero nos deja en el alto de la Rabosera. Nos detenemos en un mirador natural a disfrutar del paisaje. Al fondo, el puntal del Aljub.
Hacia el este, el Solaig y...
...la población de Betxí y la comarca de la Plana Baja.
No pude evitar detenerme tras el esfuerzo de la subida para contemplar nuevamente otro bello ejemplar de diente de león.
"Mi labio, está dolorido...
tiene una herida adorada.
Mira: esa flor... me ha mordido."
Julio Flórez
Caminamos por la loma de la Rabosera, entre jóvenes pinos.
Tocaba detenernos para el esperado momento del almuerzo. Encontramos el lugar ideal en el punto más alto de la Rabosera. (foto de Emilio Romero)
Tras el almuerzo toca seguir nuestro camino. (foto de Emilio Romero)
“Mi sombra está en la infancia, en unos árboles
que se movían mientras cantaba mi madre. Es una historia de las que no tienen
arreglo, por mucho que se lo busques. Andar sin sombra da vértigo.” (Mónica en “La Reina de las Nieves" de Carmen Martín Gaite)
Poco después del almuerzo encontramos este pilón de término que separa los de Betxí y Artana.
¡Mirad qué vistas desde aquí! (foto de Emilio Romero)
Pasamos por un tramo llano en el que encontramos una línea de parapetos o puntos de vigilancia de la guerra civil, de la línea XYZ.
Dos de los parapetos que encontramos en este tramo.
Mientras caminamos, siempre reflexionamos. Ambas cosas suelen ir en compañía durante gran parte de las rutas.
“Ahora, después de una vida impetuosa y febril,
lo que gravita sobre mí dulcemente son dos vocablos: sosiego y reposo. No cabe
confundirlos. No son similares. El sosiego es una cosa y el reposo otra. Pero
las dos implican idea de quietud y de meditación." ("Valencia", Azorín)
Seguimos avanzando hasta el "colladet del Parrús", curioso el topónimo por cierto.
Desde aquí nos desviaremos unas decenas de metros para acercarnos al segundo clotxó que veremos, el del Parrús.
Éste es el clotxó del Parrús. No tenía agua.
Desde el collado empezaremos a bajar, recorriendo bonitos tramos de senda.
Tramos por bosque que nos encantan y que intentamos que impregnen nuestras retinas para que cuando, ya ancianos, nuestra mirada esté perdida, alguien pueda pensar que esos ojos están evocando momentos y lugares que nos hicieron disfrutar de nuestra pasión.
Llega a uno esa edad en la que empiezan los achaques y los dolores por todas parte, pero pensándolo bien creemos que “Siempre hay alguien que está peor, como
concluía Esopo. Y hasta peorísimo, como concluyo yo.” (Mario Benedetti,
“Primavera con una esquina rota”)
La senda desemboca en el antiguo camino de Artana a Betxí y se hace más cómodo.
Caminando, caminando...siempre caminando.
Llegamos al collado de Betxí. Seguimos por la derecha.
Ya cercanos a Artana volvemos a tener esta preciosa vista sobre el castillo de Artana con el puntal del Aljub al fondo.
Encontramos este coqueto rincón. En Google Maps aparece como "banquito de reunión".
Justo por la derecha de este bonito rincón, baja la senda que tenemos que seguir.
Ya desde el inicio de la senda, oíamos el desesperado ladrido de tres perros que habían olido nuestra presencia. A medida que nos acercamos la inquietud y desesperación de los canes fue en aumento. Finalmente nos enfrentamos a los canes. Menos mal que estaban detrás de la cerca y se fueron calmando a medida que pasábamos, más corriendo que despacio. Aquí los tenéis, ¡qué hermosos!
Salimos de nuevo al camino del Pinar y sólo nos queda llegar de nuevo al punto de inicio que, como podéis imaginar, también es el punto final de la ruta.
Pero antes volvemos a disfrutar de algunos ejemplares de olivos de las "oliveras del Pinar".
Mirad este ejemplar de cuatro troncos.
"En lo alto de aquel monte
hay un arbolillo verde.
Pastor que vas,
pastor que vienes.
Olivares soñolientos
bajan al llano caliente.
Pastor que vas,
pastor que vienes."
hay un arbolillo verde.
Pastor que vas,
pastor que vienes.
Olivares soñolientos
bajan al llano caliente.
Pastor que vas,
pastor que vienes."
Federico García Lorca
Oliveras del Pinar.
"Sobre el olivar,
se vio la lechuza
volar y volar.
Campo, campo, campo.
Entre los olivos,
los cortijos blancos."
se vio la lechuza
volar y volar.
Campo, campo, campo.
Entre los olivos,
los cortijos blancos."
Antonio Machado
Y damos los últimos pasos camino del final.
Y ponemos punto y final a la ruta de hoy en el punto donde lo iniciamos.
Como dije al principio, hemos intentado una vez más impregnarnos de belleza, de la belleza que vemos en la montaña y que queremos que se quede en nuestra memoria para recordar cuando nuestras circunstancias no nos permitan verlas in situ. Entonces nuestra mirada estará perdida evocando esas vivencias que tanto nos aportaron.
Pincha en el enlace para ver las fotos de la ruta.
Debemos disfrutar de la montaña siempre de la manera más segura posible para evitar riesgos y accidentes. Para ello es importante que leas estos consejos sobre "Seguridad en la práctica de senderismo y emergencias en montaña".
La ruta en el mapa.
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