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lunes, 10 de junio de 2024

ARTANA: PLA DE MARCO, CASTILLO DE ARTANA DESDE ERMITA DE SANTA CRISTINA (8/6/2024)

 

Decía William Faulkner que “Un paisaje se conquista con las suelas del zapato, no con las ruedas del automóvil.” Venimos esta semana a Artana para conquistar con nuestras suelas paisajes a los que no se puede acceder en automóvil. Ese es uno de los encantos del senderismo, alcanzar lugares a los que sólo podemos llegar con nuestro esfuerzo.

Artana dispone de una numerosa red de senderos que permiten disfrutar del entorna del pueblo. Nuestra ruta está basada en parte en una de esas rutas, denominada "Pla de Marco, ermita de Santa Cristina", le hemos añadido la subida al castillo y a la ermita del Cristo del Calvario. Esta ruta recorre tramos de sendas por tupidos bosques y caminos rurales donde los olivos son los principales protagonistas. Por lo tanto es una ruta en la que se integran elementos puramente naturales con otros relacionados con la labor humana en agricultura, aprovechamiento del agua...También tiene un componente cultural ya que la ruta parte de la ermita de Santa Cristina, pasa luego por el castillo de Artana y por la ermita del Cristo del Calvario. Por todo ello se trata de una ruta muy completa para pasar una buena mañana en la montaña.


En verano madrugamos más y a primera hora de la mañana estábamos en el punto de inicio de nuestra ruta: la ermita de Santa Cristina de Artana (S. XVIII) junto a la rambla de Eslida, a unos dos kilómetros de Artana. A esta temprana hora apenas el leve piar de algún pajarillo rompe el silencio del lugar. (foto de Emilio Romero)

"La tarde todavía
dará incienso de oro a tu plegaria,
y quizás el cenit de un nuevo día
amenguará tu sombra solitaria.
Mas no es tu fiesta el Ultramar lejano,
sino la ermita junto al manso río."

                            Antonio Machado

Antes de iniciar la ruta, posamos ante los periodistas para inmortalizarnos en la foto de grupo. De derecha a izquierda, Emilio Romero, Ana, Rafa Lafuente y un servidor.


Nuestro camino comienza bordeando la ermita por la izquierda para salir a campo abierto. Allí encontramos unos cipreses, típicos junto a ermitas y cementerios. No podemos evitar acordarnos de alguna cita  literaria, en este caso un poema ("El ciprés de Silos"), dedicado a estos árboles asociados a ritos funerarios.

"Cuando te vi señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales,
como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos."

                         Gerardo Diego


Detrás ya de la ermita nuestro camino pasa por campos de olivos, que serán protagonistas también en la última parte de nuestra ruta.

Pasamos junto a la casa del Rosso.


Cien metros después de pasar la casa tomamos este sendero hacia la derecha marcada con ese destartalado poste.

Apenas iniciado el sendero pasamos junto a las ruinas del colmenar del Rosso, edificio que se dedicaba al almacenamiento de las colmenas orientada hacia el sudeste para que entrara el sol la mayor parte del día.


Este sendero de subida hasta el Pla de Marco es el tramo de mayor desnivel y el que nos supondrá el mayor esfuerzo de la ruta. (foto de Emilio Romero)


El desnivel nos hace tomar altura enseguida. Desde esta posición vemos la ermita de Santa Cristina de donde venimos.

En la subida, hacemos paradas para tomar aire y disfrutar de las flores de una adelfa.

"Flor de un día es lo más grande
al pie de lo más pequeño.
Flor de la luz el relámpago,
y flor del instante el tiempo."

                Miguel Hernández


Seguimos subiendo hacia el Pla de Marco. El sendero no nos da trgua.


La senda está marcada con hitos y es fácil de seguir. Rafa las va punteando con nuevas piedras.


En un pequeño claro, junto a un pilón de término a unos metros del sendero, acertamos a ver entre las ramas de los pinos la población de la cercana Eslida.


Ha sido un sendero alegrado por mariposas juguetonas que revoloteaban a nuestro alrededor, dicharacheras, alegres, nerviosas...haciendo bucles y como enseñándonos el camino. Pero les costaba detenerse para que las fotografiáramos. Esta saltacercas sí lo hizo.

"Tras una mariposa,
cual zagalejo simple,
corriendo por el valle
la senda a perder vine."
  
Juan Menéndez Valdés


Siempre hay algún obstáculo que salvar. Unos son más fáciles y otros más difíciles.
(foto de Emilio Romero)


En el kilómetro 1,3 de ruta nos detenemos en el mirador del Pla de Marco. 
(foto de Emilio Romero)


Vistas sobre Artana desde el mirador.


Vistas de la ermita de Santa Cristina desde el mirador.


Panorámica desde el mirador del Pla de marco. Nos detenemos unos instantes para disfrutar de las vistas. Tras unos minutos retomamos la subida.
(foto de Emilio Romero)


Siempre nos emocionan las florecillas en tan inhóspitos lugares. ¿Será su colorido? ¿Será su sencillez?¿Será su delicadeza y fragilidad?...No lo sé, pero nos encantan.


Llegamos a este cruce que seguiremos hacia la derecha. Pero enfrente vemos otro pilón de término que separa los términos de Eslida y Artana.


Como suele ser habitual, nuestro buen amigo Rafa no puede dejar de hacer de las suyas. Es el niño grande del grupo.


A escasos doscientos metros del pilón de término alcanzamos el punto más alto de la ruta. En el mapa del IGN aparece como puntal de Artana, pero el puntal que conocemos nosotros es otro.


Frente a nosotros, la Sierra de la Cruz.


Esta Pyronia bathseba, de nombre común lobito de banda blanca, nos dejó fotografiarla.

"¡Quién fuera mariposa!
Flor del aire, luciente y fugitiva;
envidio esa existencia temblorosa,
que siempre en pago de la miel que liba,
deja un polvo de oro en cada rosa."

                                  Julio Flórez

Tras pasar el punto más elevado de la ruta el sendero comienza a bajar moderadamente y llegamos al clotxó del Pla de Marco.


El clotxó es un aljibe que recoge las aguas de lluvia por el agujero que presenta en la parte superior.


Posando en el clotxó del Pla de Marco.
(foto de Emilio Romero)


El sendero sigue descendiendo por una tupida pinada.

“A mí me gusta más la sombra de los árboles, porque tiene manchitas de sol y además se mueve.” (Beatriz, Mario Benedetti, “Primavera con una esquina rota”

La bajada es ideal para el momento de reflexión que siempre suele haber en todas las rutas. Ésta no iba a ser menos.
“También está la idea de la muerte. Viene y se va. A veces coincide con el miedo y otras no, en mí por lo común no coincidía. Al final el dolor provoca más miedo que la muerte, incluso puede avizorar la muerte como un definitivo analgésico pero siempre hay un pedacito de primavera que se resiste.” (Santiago en “Primavera con una esquina rota” de Mario Benedetti)

Desde el clotxó apreciamos que bajamos por un antiguo camino de herradura, bien trazado para suavizar el desnivel y calzado con piedras.

"Así es mi vida,
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas"

    León Felipe

Que suave tintineo el de esta pareja de campanillas que a nuestro paso nos saludaron con su dulce campaneo.

"Flor de un día es lo más grande
al pie de lo más pequeño.
Flor de la luz el relámpago,
y flor del instante el tiempo."

               Miguel Hernández

La pendiente se acentúa en el último tramo, pero se baja bien.


Dejamos el sendero unos metros para asomarnos y ver Artana, que ya la tenemos cercana.


También fotografiamos el cerro del castillo de Artana, en el que estaremos en breve.


El sendero desemboca en el camino de la umbría de Sardá que seguimos por la derecha dirección a Artana.

El camino es amplio y cómodo.


Tras dos cruces que seguimos de frente en ambos casos, desembocamos en un camino más ancho, el azagador de Rebó que seguimos por la izquierda junto a este poste.


A escasos cien metros del cruce nos encontramos con los restos de la Noria de los Nanos, uno de los muchos vestigios que quedan para el aprovechamiento del agua en tiempos pasados..


Seguimos por el camino hasta llegar a este cruce que seguimos por la derecha.


El camino pasa junto al molino y la balsa de Torres


Balsa de Torres.


Seguimos por el camino con tramos de buena sombra que se agradecen.


Los olivos toman protagonismo en este tramo.

"Sobre el olivar,
se vio la lechuza
volar y volar.
Campo, campo, campo.
Entre los olivos,
los cortijos blancos."

    Antonio Machado


Algún que otro níspero cargado hasta los topes de nísperos, también tienen su protagonismo.


Una tranquila zona para sentar y descansar si lo necesitáramos.


Junto al camino, los restos del molino de Serreta.


Entramos en Artana.


apenas llevamos unos metros subimos por esta calle por la derecha donde vemos un poste que nos dirige hacia el castillo.


Enseguida volvemos a girar hacia la derecha y siguiendo el camino en ascenso llegaremos hasta el castillo. (foto de Emilio Romero)


Panel informativo sobre los restos del castillo de Artana.


Nosotros seguimos ascendiendo. La cuesta se las trae. 
(foto de Emilio Romero)


Los demás subiendo también con esfuerzo.


En la subida hacia el castillo obtenemos unas estupendas vistas sobre Artana.


Llegamos a la explanada del cerro donde se levantas los restos del castillo.
No se puede acceder a su interior porque el monumento está siendo reformado.

"¡Cuántos castillos levanté en la playa!
Derribólos el viento
Con sus torres y cúpulas altivas
De oro, y cristal, y argento."

                       Jacinto Verdaguer


Panorámica desde el castillo de Artana. (foto de Emilio Romero)


Aquí, para seguir la ruta tenemos la opción de volver por el mismo camino por el que hemos subido o buscar una alternativa campo a través por la ladera del cerro que nos lleve hasta la ermita del Cristo del Calvario que tenemos unos metros más abajo. Vemos junto a una de las puertas metálicas que cierran la entrada al castillo por la izquierda, no un sendero propiamente dicho, pero un reguero por el que iniciar el descenso y bajamos buscando el mejor paso hasta llegar al calvario (lo recomendable sería bajar por donde subimos). Vistas del castillo desde la ladera por la que bajamos.


Llegamos a la ermita del Cristo del Calvario.

"Y fue como un ¡amén! en ese instante
el toque de oración que alzó vibrante
la rítmica campana de la ermita."

                Juana de Ibarbourou



No teníamos prisa, otra foto delante del monumento.


Ahora bajamos por el calvario hasta Artana.


Una delicia callejear por Artana. Calles limpias, silenciosas, recogidas...


El buen gusto prevalece en callejuelas y rincones de la población.

"Por las calles voy dejando
algo que voy recogiendo:
pedazos de vida mía
venidos desde muy lejos."

           Miguel Hernández

Preciosa, enrejada, adornada, misteriosa ventana...¿qué secretos guardas en tu interior que nunca sabremos? ¿Qué vidas amables o vidas tristes se esconden tras tu reja? Tal vez las flores que te adornan quieran embellecer los malos momentos.

"Una ventana abierta. La lluvia. Y un lejano recuerdo.
Una calle vacía. Nada más que una calle y el viento."

José Ángel Buesa


Precioso balcón adornado con gran cantidad de flores.

"Mi sien, florido balcón
de mis edades tempranas,
negra está, y mi corazón,
y mi corazón con canas."

       Miguel Hernández

Pasamos por la plaza del Ayuntamiento. 
En la foto, el edificio del consistorio.


Como andábamos sin comer nada desde muy pronto, buscamos donde solucionar ese problema. 


Y almorzamos bastante bien.


Tras almorzar, nos quedaba volver al punto de inicio. Este poste nos sirvió de guía.


Diversas calles nos sacarán de la población...


...y nos llevan a la rambla de Eslida.


La hemos de cruzar buscando un paso entre las cañas que nos dejará en el camino de la Solana.


Al llegar al barranco hemos de estar atentos para buscar la salida porque está algo oculta por las cañas. Hay un hito que lo marca, pero hay que estar atento para verlo.

“El hombre no es más que una caña, el ser más débil de la naturaleza. Pero es una caña que piensa.” (Blaise Pascal)


Salimos al camino de la Solana que seguiremos hacia la izquierda y que no dejaremos ya hasta llegar a la ermita.

Antes en esta bifurcación, seguiremos por la izquierda.

“Cuando tengas que elegir entre dos caminos, pregúntate cuál de ellos tiene corazón. Quien elige el camino del corazón no se equivoca nunca.” (Popol Vuh)


Junto al camino nos topamos con la fuente de San Isidro, con unas mesas para descansar, pero a pleno sol no es muy agradable.

"Ya no mana la fuente, se agotó el manantial;
Ya el viajero allí nunca va su sed a apagar."

                                      Rosalía de Castro

Nos queda poco más de un kilómetro para acabar nuestra ruta.


Pero antes nos toca disfrutar de este fabuloso ejemplar de olivo. Se trata del olivo centenario de José Rico Seba, que ha visto pasar transeúntes durante cientos de años de los que muchos se habrán detenido para contemplarla.

“Ningún árbol es fuerte sin contínuos vientos; pues con ello se fortifican sus raíces.” (Lucio Anneo Séneca)



A nuestra izquierda, el seco barranco de Eslida.

Los olivos han sido los protagonistas de estos últimos kilómetros. Y Artana tiene gran cantidad de olivos centenarios en su término que hemos tenido la oportunidad de disfrutar.


Esta joven higuera está a punto de dar su fruto en cuanto el calor del verano la ayude a madurar sus vástagos.

Último y tranquilo tramo del final de ruta.
"El buen compañerismo consiste muchas veces en callar, en respetar el laconismo del otro, en comprender que eso es lo que el otro necesita en esa precisa y oscura jornada, y entonces arroparlo con nuestro silencio, o dejar que él nos arrope con el suyo, pero, y este pero es fundamental, sin que ninguno de los dos lo pida ni lo exija, sino que el otro lo comprenda por sí mismo en una espontánea solidaridad.” (Santiago en “Primavera con una esquina rota” de Mario Benedetti)

Pasamos junto a la caseta de Planet a quinientos metros del final.


Y terminamos de nuevos en el aparcamiento de la ermita de Santa Cristina, donde comenzamos esta entretenida ruta. No hay testimonio gráfico, pero hubo una cervecita para finalizar la ruta.

“Mientras vamos hacia algo o huyendo de algo, por quimérica que parezca la meta, estamos vivos. Lo otro es vegetar.” (Casilda Iriarte en “La Reina de las Nieves” de Carmen Martín Gaite)

Pincha en el enlace para ver el álbum de fotos de la ruta.

Debemos disfrutar de la montaña siempre de la manera más segura posible para evitar riesgos y accidentes. Para ello es importante que leas estos consejos sobre "Seguridad en la práctica de senderismo y emergencias en montaña".


La ruta en el mapa


La ruta en Wikiloc

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