ARTANA: MINAS DEL INGLÉS, PLA DE MARCO (15/6/2024)
“…una obra sólo está completa cuando se alcanza el objetivo.” (El Alquimista, Paulo Coelho) Desde luego, tenemos una obra muy incompleta todavía porque aún nos quedan muchos objetivos por cumplir. Eso sí, tampoco sabemos si podremos cumplirlos todos. Al menos lo intentaremos.
Volvemos a Artana una vez más para conseguir un nuevo objetivo. Se trata de una entretenida ruta que nos lleva hasta las minas de cinabrio del Inglés o "dels Fonedors", vestigios de un pasado reciente de una actividad que tuvo ocupado a un sector de la población de esta zona que compaginaba los trabajos en la mina con la agricultura. Después de visitar las minas, regresaremos a Artana pasando por el Plano de Marcos, completando así esta ruta circular. Más de las dos terceras partes del recorrido transcurre por el término de Eslida, al que pertenecen las minas.
Es una ruta corta que nos permitirá terminar antes de que el sol apriete de lleno y que nos permitirá almorzar en el bar, un aliciente más a añadir a la ruta. Combina parte de la "Ruta dels Fonedors" y de la del "Pla de Marco". Conocemos parte del recorrido de otras rutas por la zona, pero nunca habíamos estado en las minas de cinabrio del Inglés. Este es el objetivo principal de la ruta de hoy. Allá vamos.
A muy pronta hora nos encontramos en el punto de partida de nuestra ruta de hoy.
Partimos de la calle Castellón, nº 13. Es un punto de inicio habitual de varias rutas por Artana. No es la primera vez que salimos desde aquí.
En un parque cercano nos hacemos la foto habitual de grupo. De izquierda a derecha Rafa Lafuente, Emilio Romero y un servidor.
Callejeamos por las calles de Artana buscando salir del pueblo.
Seguimos estas palas direccionales. Seguimos las indicaciones de "Pla de Marco" y "Camí de Rebó"
.
Salimos por un camino rural en bajada, con buena vegetación.
Pasamos junto a un abrevadero, aunque el agua no tiene muy buen aspecto. Se nota que ya no se utiliza.
"Esta agua medrosa y triste,
como un niño que padece,
antes de tocar la tierra
desfallece."
Gabriela Mistral
Y tras pasar el abrevadero pasamos el barranco de Eslida por este camino hormigonado.
Como se ve, la rambla está sequísima.
Apenas cruzada la rambla seguimos por la derecha en este punto y enseguida giraremos a la izquierda en la bifurcación que vemos al fondo. Seguimos las indicaciones de "Els fonedors" (marca azul) y "Pla de Marco" (marca amarilla).
Ya estamos en campo abierto. Aire puro, tranquilidad, vegetación...
(foto de Emilio Romero)
"!Aire! ¡más luz, una planicie verde
y un horizonte azul que la limite,
sombra para llorar cuando recuerde,
cielo para creer cuando medite!"
Manuel Gutierrez Nájera
Preciosa esta scabiosa o viuda morada, con pretendientes buscando el sí de tan bella dama.
"¡Qué pura, Platero, y qué bella esta flor del
camino! Pasan a su lado todos los tropeles- los toros, las cabras, los potros,
los hombres-, y ella, tan tierna y tan débil, sigue enhiesta, malva y fina, en
su vallado solo, sin contaminarse de impureza alguna." ("Platero y yo", Juan Ramón Jiménez)
En el camino encontramos campos de olivo, la gran riqueza de Espadán.
"Los olivos grises,
los caminos blancos.
El sol ha sorbido
la color del campo;
y hasta tu recuerdo
me lo va secando
este alma de polvo
de los días malos."
Antonio Machado
Durante todo el recorrido iremos viendo postes de madera como el de la foto que nos van guiando e indicando qué ruta seguimos. En este vemos que confluyen dos rutas como dije antes, la piña naranja marca la del "Pla de Marco" y el martillo y el pico en color azul la "dels Fonedors"
Seguimos nuestro camino entre olivos y pinos principalmente.
Entre los tonos de verde, nos entretenemos con las leves florecillas que vamos encontrando por el camino.
"Flor de un día es lo más grande
al pie de lo más pequeño.
Flor de la luz el relámpago,
y flor del instante el tiempo."
Miguel Hernández
Junto al camino una balsa suponemos quede riego.
Hemos dejado la ruta del Pla de Marco que retomaremos más adelante. Seguimos ahora la de la mina.
Camino amplio que transcurre por una bonita y tupida pinada.
Es la pista de Vilambuig.
Nuestra sombra siempre acompañándonos allá donde el camino nos lleve.
"La sombra de mi alma
huye por un ocaso de alfabetos,
niebla de libros
y palabras.
¡La sombra de mi alma!"
Federico García Lorca
A nuestra izquierda asoma entre los pinos el Pla de Marco, al que llegaremos más tarde.
Cómodo camino que llevamos en completa armonía disfrutando de la mañana.
Tampoco nos pasa desapercibida la cima del Puntal del Aljub, inconfundible por sus antenas.
En este tramo, y en otros después, nos encontramos con varios grupos de ciclistas de montaña.
Pasamos junto a un pilón de término. Hemos entrado en el término de Eslida.
Hay tramos de bosque en los que se nota que han limpiado. Además de estar más bonito así el bosque, está más protegido en caso de incendio.
“Es que el bosque tiene ruidos
extraños, modulaciones misteriosas que a veces semejan llanto de niños, a veces
risotadas de muchachas que anduvieran volando entre el ramaje.” (Conde de Laín
en “El abuelo”, Benito Pérez Galdós)
Este poste de madera que vemos en la foto marca el inicio del camino que nos llevará hasta las minas de cinabrio, mineral del que se extraía el mercurio.
Troncos apilados indican lo que comenté antes referente a la limpieza de esta pinada.
Comenzamos el sendero que irá adquiriendo desnivel enseguida.
a doscientos metros del inicio de la senda encontramos unas ruinas de lo que fue una gran casa. Es el chalet del Inglés, llamado así porque es donde vivía el ingeniero de esa nacionalidad que estaba el frente de la explotación minera.
El chalet del Inglés.
Unos metros más arriba encontramos otra construcción perteneciente al mismo conjunto.
El sendero va adquiriendo altura y desnivel.
Nuevamente el protagonismo del Puntal del Aljub claramente visible desde la subida.
El sendero presenta el empedrado original en algunos tramos.
Las mariposas acompañan nuestra subida alegres, inquietas, dicharacheras, juguetonas...revoloteando a nuestro alrededor como mostrando alegría por nuestra presencia, pero muy remisas a detener su elegante y rápido vuelo tal vez temerosas de recibir algún daño. Esta saltacercas, sin embargo, nos premió con este posado que agradecimos sobremanera.
... ¡Oh, sí!, llevad, amigos,
su cuerpo a la montaña,
a los azules montes
del ancho Guadarrama.
Allí hay barrancos hondos
de pinos verdes donde el viento canta.
Su corazón repose
bajo una encina casta,
en tierra de tomillos, donde juegan
mariposas doradas...
Antonio Machado
La altura adquirida nos permite una vista excepcional sobre la sierra de Espadán.
“¡Qué
hermoso día!...Aire manso y tibio; cielo claro; las nubes replegadas sobre el
horizonte; el mar, azul, tendido, adormilado…, el bosque en silencio. ¡Qué
solemne tranquilidad! El paso del hombre no ensucia este cuadro grandioso y
puro.” (Conde de Laín en “El abuelo”, Benito Pérez Galdós
A ochocientos metros del inicio de la senda encontramos este poste con la inscripción "Galeries" y dos flechas, una marca hacia la derecha, la otra hacia la izquierda. Y es que la mina tiene varios niveles de galerías. Hacia la derecha subimos a las galerías de la parte superior. Hacia la izquierda accedemos a la de la parte inferior. Nosotros iremos por la derecha para ver las de la parte superior, luego, por un sendero un tanto cerrado e incómodo, bajaremos a la inferior.
Emilio Romero subiendo a las galerías de la parte superior.
Aquí tenemos la entrada de dos galerías. Recordad que las minas pertenecen a Eslida.
En el exterior encontramos ruinas de algún edificio anexo a la explotación, tal vez los hornos.
En las fotografías siguientes podemos ver el interior de las galerías.
Tras unos minutos en el interior de la mina, salimos de las galerías y unos metros más adelante encontramos otra boca. (foto de Emilio Romero)
Ésta es otra boca de entrada a otra galería.
En esta galería hemos de ir con cuidado. Este cartel nos avisa del peligro de caída en el pozo de ventilación de la mina.
Las siguientes fotos pertenecen al interior de esta galería.
Salimos de la galería y seguimos por un sendero en bajada casi imperceptible, sobre todo al principio y algo cerrado por la vegetación.
Y llegamos hasta la galería de la parte inferior de la que vemos aquí la entrada.
Entramos unos metros en ella.
Algún habitante de la mina nos saludó.
Y volvimos a salir.
Bajamos ahora por el mismo camino de subida.
(foto de Emilio Romero)
Salimos de nuevo a la pista de Vilambuig. Ahora seguiremos unos doscientos metros hacia la derecha.
Seguiremos por la izquierda.
Seguimos caminando entre pinos.
En medio de la vegetación estas rosas silvestres destacan por su blanca corola.
"Cultivo una rosa blanca,
en julio como en enero,
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni oruga cultivo:
cultivo la rosa blanca."
José Martí
Es agradable caminar entre pinos, su sombra nos protege del sol y se agradece.
(foto de Emilio Romero)
Salimos del bosque y avanzamos entre campos de olivos.
Restos de una acequia.
Llegamos a este cruce donde vamos a conectar de nuevo con la "ruta del Pla de Marco". Seguiremos por la izquierda como señala el poste.
Este original pino de tres brazos está enfrente del camino.
En julio de 2023 pasamos por aquí y nos hicimos esta emblemática foto.
(foto de Rafa Lafuente)
Seguimos pues por el camino del "Pla de Marco".
Parecen unas niñas indefensas las centauras, todas apretadas unas a otras como para defenderse de un posible agresor que quisiera arrancarlas. Tranquilas, pequeñas, nuestra intención es únicamente disfrutar de vuestra sencillez.
Dejamos el camino más ancho para seguir por esta senda.
Momentos solitarios propicios a la reflexión. (foto de Emilio Romero)
"Bajo la curva del dolor, fatídica,
sobre el desierto de mi vida, trágica,
mi acongojada mente se conturba,
mi vacilante pie se despedaza;
y allá, en la curva del dolor, siniestra,
la luz de la esperanza;
y allá sobre el desierto de mi vida,
¡la resonante multitud de mi alma!."
Pedro Bonifacio Palacios
Seguimos entre olivos nuestro camino.
Junto al camino, un antiguo aljibe construido en 1953 por la Hermandad Sindical de Agricultores y Ganaderos. Se trata del aljibe del collado de Vilambuig.
Interior del aljibe.
Otra encrucijada. En este caso seguimos la indicación del poste.
Seguimos nuestro camino con alegría.
De vez en cuando hemos de detenernos no sólo para descansar un poco sino también para disfrutar del paisaje. Frente a nosotros la sierra de la Cruz.
Una curva de las muchas que vamos a subir para llegar al Plano de Marco y que nos va a costar un buen esfuerzo.
El poste nos indica que seguimos la ruta del "Pla de Marco".
“Una de las cosas más agradables de la vida: ver cómo se filtra el sol entre las hojas.” (Martín Santomé en “La Tregua” de Mario Benedetti,)
La marcha, a veces sosegada, nos da tiempo para la reflexión.
"Yo no sé lo que busco eternamente
en la tierra, en el aire y en el cielo,
yo no sé lo que busco, pero es algo
que perdí no sé cuándo y que no encuentro,
aun cuando sueñe que indivisible habita
en todo cuanto toco y cuanto veo."
Rosalía de Castro
Caminar entre pinos, bajo la sombra que proporcionan sus ramas y a través de las que pasan leves rayos de sol, es también otro de los placeres de caminar por la montaña.
(foto de Emilio Romero)
Preciosa esta constelación de florecillas moradas.
Se trata de la flor de la viuda o alfileres (Trachelium caeruleum)
Casi todas las mariposas tienen su encanto, su belleza, pero algunas son más llamativas que otras, como esta chupaleches (Iphiclides feisthamelii).
"¡Mariposa que fuiste entre las flores
dejando tus bellezas y tus galas,
yo volveré a poner el polvo de oro
sobre tus leves alas!"
Luis Gonzaga Urbina
En este poste iniciamos el tramo del Plano de Marco. Desde aquí volvemos a entrar en el término municipal de Artana.
Metros después del poste vemos el mojón de término que así lo corrobora.
Llegamos al punto más alto de la ruta, el Plano de Marco. El mapa del IGN lo marca como Puntal de Artana.
Tras superar el punto más alto de la ruta, el sendero tira para abajo y nos lleva hasta el clotxó del Pla de Marco. (foto de Emilio Romero)
Clotxó de Marco.
Se trata de una construcción de piedra que recoge agua de la lluvia por un agujero superior.
Seguimos descendiendo por el bien marcado sendero, con tramos empedrados que hablan
de haber sido camino de herradura en tiempos pretéritos.
Nos separamos unos metros del sendero para obtener esta panorámica de Artana y su castillo.
El final cada vez más cerca.
Salimos al camino de la umbría de Sardá.
¿Oís el tenue tintinear de la campanilla?
Cruzamos el camino de la Solana y seguimos de frente.
Entre cañas y vegetación...
...salimos al barranco de Eslida, que cruzamos por aquí.
Tras cruzar el barranco ya sólo nos queda un último tramo hasta Artana.
Junto al camino un granado nos hace detenernos. El rojo tan intenso de sus flores ...a modo de un semáforo. Inevitable detenerse.
"Almendros
en flor.
La primavera
se acerca.
Cerezos en flor.
La primavera
está plena.
Granados en flor.
Ya se aleja
la primavera."
José María Hinojosa
Antes de hacer la entrada triunfal en Artana, último vistazo a su castillo.
Entramos definitivamente en Artana.
Y ponemos punto y final donde empezamos unas horas antes. A partir de ahora el sol comenzará a apretar fuerte, pero a nosotros ya no nos afectará.
Una ruta más pero nuestra obra aún no está acabada. Nuevos objetivos nos esperan. Cuántos, cuándo y cómo y dónde son preguntas que sólo el tiempo responderá. Por nuestra parte pondremos todo lo que esté en nuestras manos para conseguirlos.
Tras la ruta, nos tocó almorzar (nosotros no queríamos). Lo hicimos en el Bar Artalia "Ca malincho", con buen servicio y género, como se puede apreciar en las fotos.
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