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lunes, 9 de agosto de 2021

AL MOTROTÓN DESDE ALBORACHE (31/7/2021)

“No hay libro tan malo del que no se pueda aprender algo bueno.” (Cayo Plinio el Joven). Aplicado a la ruta de hoy, podríamos decir que de una ruta tan sencilla como ésta podemos disfrutar de muchos detalles que nos hagan pasar una excelente mañana. No es una gran ruta, pero "todo el mundo trata de realizar algo grande, sin darse cuenta de que la vida se compone de cosas pequeñas." (Frank Clark).
Ya subimos a esta modesta cima (612 m) allá por febrero de 2012, a tres grados y medio bajo cero. Ha llovido mucho desde entonces, pero nuestro espíritu sigue siendo el mismo: disfrutar de la montaña mientras podamos. “Nadie envejece por vivir años, sino por abandonar sus ideales. Eres tan joven como lo sea tu fe, tu confianza en ti mismo, tu esperanza. Eres tan viejo como tu temor, tus dudas, tu desesperanza.” (G. Douglas  MacArthur). Pues con ese mismo espíritu, ese mismo ideal de hace tantos años, hemos vuelto al Motrotón. En esta ocasión cuatro detalles hicieron la ruta diferente a la vez anterior: el primero, los participantes; el segundo, el tiempo veraniego que tuvimos a diferencia del frío de la vez anterior; el tercero, la subida por su cara norte y no por la cara sur como lo hicimos entonces; y, por último y más importante, íbamos a celebrar en su redondeada cima el aniversario de nuestro buen amigo Emilio Romero. Todo ello hizo que aún subiendo al mismo sitio, la experiencia fuera diferente aunque con los mismos resultados finales. Pinchando aquí "Motrotón" podéis ver la subida de 2012.


A una hora muy temprana estábamos en el lugar de inicio, en la avda. Valencia de Alborache.


Mientras esperaba al resto de la expedición, me entretuve con el alegre corretear arriba y abajo de una palmera (cosa que nunca había visto) de esta bulliciosa y juguetona ardilla.


Iniciamos nuestra ruta dirección a Buñol unos doscientos metros para girar a la izquierda por la calle de Blas Serrano Castelar.


Casi al final de la calle encontramos esta balsa de riego, habitada por diferentes especies de ánades.


Y llegamos a la puerta del albergue juvenil Torre de Alborache, el marco ideal para hacernos la foto de grupo. De izq. a der. Emilio Romero, Rafa Jr.; Rafa Lafuente, Ricardo y servidor.


Cruzamos la CV-425 para iniciar un camino hasta Yátova entre campos de olivos, almendros y algarrobos básicamente.


Esta va a ser la tónica de la ruta, los campos de secano.

"Vi un árbol a la orilla del camino,
y me senté a llorar mi desventura.
Así fue, caminante
que me contemplas con mirada absorta
y curioso semblante."

                          Luis Gonzaga  Urbina
 

Amplio y llano camino que dulcificaba el caminar y favorecía la conversación.


De camino, reconocemos cimas visitadas en otras ocasiones. En la foto la sierra del Ave, que visitamos en 2017


Y nuestro objetivo de hoy, el Motrotón.


Otro detalle que nos gusta de las rutas es poder disfrutar de la delicadeza de las florecillas silvestres, como esta flor de achicoria.

"Canto las flores que en los campos nacen;
cántolas para ti, que a ti te placen."

                                            Carolina Coronado

Antes de entrar en Yátova, pasamos por el área recreativa de...


...la fuente de Ntra. Sra. de la Salud.

"Dan vida a mi mediano pensamiento
el ver un pino y una fuente clara
en esta soledad que el alma adora."

                           Luis Carrillo y Sotomayor


Y Llegamos a Yátova.


Callejearemos por la población, pero por calles periféricas, sin llegar a entrar en el núcleo urbano.


Vimos esta bonita pintura mural que representa la cabeza de un águila, con el Motrotón de fondo.
Esta moda se está extendiendo y ya son varias las poblaciones en las que podemos ver este tipo de arte urbano, tal vez las más conocida sea Fanzara.


Salimos de Yátova en dirección a su camposanto.


El camino pasa por el cementerio de Yátova, ese lugar que a todos nos iguala.

"En el viejo camposanto
hay sepulcros fanfarrones
criptas/ nichos /panteones
todo en mármol sacrosanto
de harto lujo/ pero en cuanto
a desniveles sociales/
en residencias finales
como éstas /no hay secretos
y los pobres esqueletos
parecen todos iguales"

                            Mario Benedetti


Y la presencia del Motrotón es ya más que evidente.
La zona ha sufrido varios incendios que la dejaron huérfana de arbolado y vegetación.


Tal vez no se aprecie bien en la foto, pero algún senderista ya se nos había adelantado y poco mas arriba del último pinito vimos dos personas subiendo a la redondeada meseta de la cima.


Ampliando la imagen, aunque perdiendo calidad, se puede apreciar mejor.


Un caminejo torcido y pedregoso subirá por una montaña sin árboles, matizada de rastreras plantas olorosas. El romero, el tomillo, el cantueso, el hinojo, llenarán de un sutil y penetrante aroma el ambiente. De raro en raro, quizá haya un macizo de pinos olorosos, henchidos de resina, que susurran a ratos al blando viento. Desde lo alto de la montaña se divisará el panorama extenso, magnífico, de una vega.(Azorín, “El paisaje de España visto por los españoles”)


Deleitarse con las florecillas del camino es otro de los encantos de las rutas.

"Mi corazón alegras
con tu flor diminuta y tu silencio.
¡Cómo llenas las horas en abismo
de mi pasar sediento!"

                                Antonio López Baeza


Junto al camino, el pocico Ventura.

"Yo no sé si tú esperas todavía
el gran amor con que soñaste en vano,
que era un pozo en la tarde de verano
y era la sed que el pozo calmaría."

                                  José Ángel Buesa


llegamos a este poste  direccional que nos señala el SL-CV 164 al Motrotón, que utilizaremos en un tramo. La otra paleta corresponde al PR-CV 115 que no es nuestro objetivo.


Iniciamos el ascenso por este sendero que no es el mismo por el que lo hicimos la vez anterior.
Subiremos por la zona de los Castillejos tras superar un collado, seguiremos un zigzagueante sendero que nos dejará en la cima del Motrotón.


Mientras ascendemos, nos vamos fijando en pequeños detalles de la flora, como estas bolas del cardo azul.

Encaramos la subida por la vaguada de los Castillejos.


Hasta el cardo corredor tiene pretendientes. No debemos despreciar a nadie por su aspecto.


Llegamos a un collado que en el que pasamos junto a un campo. Y desde aquí emprendemos la subida final al Motrotón.

 
El sendero zigzaguea y nos va llevando poco a poco a la cima. Alcanzamos altura enseguida y vemos algunas casas de Yátova, un anticipo de lo que vamos a encontrar en la cima.


Subimos poco a poco, sin prisas pero sin pausas.


Hemos dejado atrás el collado y vemos el campo de almendros por el que pasamos.


Tanto las jaras blancas...


...como las jaras negras han pasado ya su mejor momento. El verano las ha agostado y hecho perder sus flores.


Es una cima de poca altura, pero no tiene otras a su alrededor que le hagan sombra y las vistas, incluso antes de llegar a su cima, son estupendas. La Hoya de Buñol ante nuestros ojos.


Casas de Yátova en primer plano y la cementera de Buñol al fondo.


Vimos muy pocos ramilletes de centauras, éste es uno de ellos.


Alcanzamos altura y nos detenemos a contemplar la lejanía y a tomar aliento, que nos viene bien, puesto que la subida nos obliga a realizar un esfuerzo extra.


Algún tramo está acondicionado con pequeños escalones de madera.


Se nos hace un poco largo llegar a la cima.


Desde luego, vale la pena el esfuerzo. Las excepcionales vistas se ven recompensadas con creces.


Cuando nos parece que alcanzamos la meseta, vemos que aún nos queda un trecho.


Pero el que la sigue, la consigue y llegamos al vértice geodésico del Motrotón.

Desde la cima tenemos vistas en 360º y nos entretenemos en mirar a nuestro alrededor.

La sierra de las Cabrillas.


El Alto Gordo






El embalse de Forata. 


Macastre y los restos del castillo en el cerro que domina la población.


Junto al vértice geodésico, un poste marca la distancia y la dirección desde el Motrotón a cimas y lugares lejanos emblemáticos: New York, Moscú, Polo Norte, Polo Sur, Aconcagua, Everest, Kilimanjaro, Mckinley, Cabo de Hornos...Desgraciadamente, el poste ha perdido muchas de sus palas bien por vandalismo u otras razones que se nos escapan.


Este es el poste direccional en 2012. Parecía nuevo.


Tras el esfuerzo, viene la recompensa del almuerzo, que hoy tenía características especiales. Una mesa muy particular en la que no faltó de nada. No en vano íbamos a celebrar el aniversario de Emilio Romero. 


Antes de empezar, una foto de grupo en la cima.


¿Veis cómo no faltó de nada?

Y rematamos, para celebrar el aniversario de Emilio Romero, con el cava que veis en la foto. ¿Se puede pedir más?



La luna fue testigo mudo de nuestra celebración. Con una luna tan evidente, se nos planteó una duda...¿Era de día, o de noche?

"La luna está muy cerca,
quieta en el aire nuestro.
El que yo fui me espera
bajo mis pensamientos."

                               Jorge Guillén


El grupo dando buena cuenta de las viandas.


Y éste es el buzón de firmas del Motrotón.


En 2012 presentaba este aspecto.


Emilio Romero, el homenajeado, escribió estas palabras como recuerdo del evento.


Tras el almuerzo, con las vistas sobre Yátova, seguimos la ruta.


Ahora bajaremos por una senda que desciende por su cara sur.


El sendero desemboca en un pista que...


...desemboca en el collado del Motrotón.


Desde el collado, dejamos la pista para evitar algunas curvas y cogemos un sendero bastante inclinado que ataja y acorta el recorrido. Tendremos cuidado de no resbalar en algún tramo de sendero más descompuesto.

 
El sendero nos devuelve de nuevo al camino de Yátova, que volvemos a seguir de vuelta.


De vez en cuando, un vistazo atrás hacia el Motrotón.

"Bajo el cielo de oro
hay en la montaña
una encina negra
que hace negra el alma:
subiremos juntos
a tocar sus ramas
y oler el perfume
de sus mieles ásperas..."

                           Jaime Torres Bodet 


Volvemos a bordear Yátova por las mismas calles periféricas.


Y pasamos de nuevo por la fuente de la Virgen de la Salud que nos viene de perlas para refrescarnos y beber ya que el calor aprieta de lo lindo.



"Cada día que pasa,
cada día,
es más corto el camino
de regreso."

                         Meira del Mar

Cruzamos la carretera y nos encontramos de nuevo en el albergue juvenil.


La balsa de riego de nuevo.


La entrada a Alborache por este peirón dedicado a San José.


Y de nuevo, en el punto de inicio, donde ponemos punto y final a la entrañable ruta de hoy.

La ruta en el mapa.




La ruta en Wikiloc.

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1 comentario:

  1. Hola Emilio, bonita y gratificante mañana la que pasamos, especialmente para mí pues hacía como dos años que no volvía a la cumbre del Motrotón.
    Hacerlo en una fecha conmemorativa de cumpleaños y además arropado con la compañía y el cariño de tan buenos amigos tiene un distintivo y significado que imprime un valor añadido a la ruta visitando esta emblemática atalaya donde si bien la altura no es excesivamente elevada, al no tener competencia (monte aislado) las vistas en el horizonte son espectaculares especialmente en los días claros.
    Gracias por plasmar y compartir esta jornada en un día memorable.
    Un fuerte abrazo.

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