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martes, 14 de junio de 2022

CAUDIEL: BCO DE JUÉSAR, VIADUCTOS DE LA FUENSANTA, EL CASTILLEJO, TORRE DEL MOLINO (11/6/2022)

“El paso de la normalidad al deterioro puede producirse en un aparente abrir y cerrar de ojos. Lo he aprendido en algunas novelas. Precisamente en las que más me gustan: que la ruina no avisa, que el que tiene que estar perpetuamente sobre aviso es uno mismo, al menos para no llevarse un susto cuando eso pase.” (“La Reina de las Nieves", Carmen Martín Gaite,). Conscientes de esto, hacemos lo posible por aprovechar los momentos de bonanza y disfrutar de la actividad que más nos gusta para que cuando ese deterioro, que seguro que ha de llegar, nos llegue con los bolsillos llenos de vivencias y experiencias. Y una nueva ruta en Caudiel viene a llenar esos bolsillos.

Nos hemos desplazado a Caudiel para realizar una ruta que no por su sencillez deja de ser entretenida. Se trata de una ruta por los términos de Caudiel, Benafer y un corto tramo por término de Viver que nos lleva a disfrutar de diferentes elementos naturales y humanos que podemos encontrar en el camino. El recorrido está sacado de la Web del Club Excursionista Alto Palancia, que se dedica tanto a recuperación de antiguas sendas como a crear nuevos recorridos por zonas de la comarca. En este caso se trata de una ruta que ellos nombran como ruta Nº 8. El recorrido usa caminos rurales, tramos de senderos, tramos de vía verde y algún tramo campo a través.

Cuando los calores aprietan es necesario salir pronto para evitar las horas de máxima insolación. A primera hora de la mañana nos saludaba la localidad de Caudiel.

“El sol va remontándose en los horizontes. En la ciudad comenzaría ahora a amanecer. Aquí parece ya la hora meridiana. Todo lo llena el sol, todo irradia, esplende de luz. La luz hace resaltar de un modo maravilloso las líneas.” (Azorín, “Castilla”)


Justo en el punto de inicio de la ruta, fotografiamos este puente sobre el barranco de Juésar. El primer tramo de la ruta que vamos a iniciar transcurre paralelo a este barranco. 


Nuestra ruta comienza en el lavadero del Puente. En él nos hacemos la foto de inicio. De izquierda a derecha, Rafa, servidor y Emilio Romero. (foto de Emilio Romero)


Iniciamos el recorrido por este camino...


...que nos lleva al inicio del Parque Forestal "La Grieta". (foto de Rafa Lafuente)


Se trata de un frondoso recorrido a modo de jardín botánico con ejemplares de la flora de distintos ecosistemas de la península que bordea el barranco de Juésar.


Encontramos postes de madera con el nombre de las diferentes especies que podemos ver.


Pasamos por una primera fuente, la de la Teja.


Éste es uno de los dos puentes de mampostería que salvan el barranco y por donde circula el agua de una acequia.


El camino que traemos desemboca en el Parque Forestal "El Barrio", con zona de picnic y juegos infantiles.


En el extremo del parque encontramos esta fuente, la de la Grieta.


Atravesamos la carretera CV-195, que lleva a Montanejos.


Y tras bordear unos chalets, nos encontramos ya en plena naturaleza.


Ahora comenzamos a disfrutar de esas pequeñas cosas que vamos a ir encontrando a nuestro paso y que enriquecen las rutas. En la foto, estas flores de achicoria silvestre tomando el sol matinal.



"Me abismo en una rara ceguera luminosa,
un astro, casi un alma, me ha velado la Vida.
¿Se ha prendido en mí como brillante mariposa,
o en su disco de luz he quedado prendida?"

                                                     Delmira Agustini


Belleza, perfección, sencillez, humildad...
La escabiosa o viuda morada es ajena a estas cualidades que ostenta y no le hace falta presumir porque sus cualidades están a la vista y no necesita hacer alarde de ellas.


Camino sereno, fresco aún a estas tempranas horas de la mañana, se presta a la tranquila conversación.


Una charca recoge agua de alguna acequia o arroyo.


El camino pasa paralelo prácticamente al barranco de Juésar. Es un tramo muy fresco y frondoso.


El barranco no lleva agua.


Mata de asteriscus aquaticus, comúnmente joriada menuda.


Las hormigas nos pasan muchas veces desapercibidas por su tamaño, pero hemos de valorar su esfuerzo, constancia y cooperativismo, puestos en valor por Esopo en su famosa fábula. Deberían ser un ejemplo para nosotros. Nada que tenga valor se tiene sin esfuerzo.


Espectacular el color amarillo del abrótano hembra y una flores verdaderamente originales y perfectas.


El Alto de las Palomas va a ser un referente durante toda la jornada. Lo veremos prácticamente desde cualquier punto de la ruta.


La Calderona se hace visible hacia el sur y acercamos dos de sus cimas más emblemáticas: el pico del Águila y...


...el Gorgo.


Decenas de juguetonas y nerviosas mariposas revoloteaban alrededor nuestro haciendo de improvisadas anfitrionas mostrándonos su casa.

¡Cómo está la mañana! El sol pone en la tierra su alegría de plata y de oro; mariposas de cien colores juegan por todas partes, entre las flores, por la casa -ya dentro, ya fuera-, en el manantial. Por doquiera, el campo se abre en estallidos, en crujidos, en un hervidero de vida sana y nueva". (J.R. Jiménez, "Platero y yo")


Y seguimos caminando plácidamente en esta luminosa mañana.


Pasamos junto al pozo de Santa Úrsula.


Ésta es la imagen de Santa Úrsula que se encuentra en la capilla aneja al pozo.


Una matita de nevadilla nos hace detenernos unos instantes.

 
Y de nuevo, el Alto de las Palomas.


El recorrido pasa por una zona rural, por lo que encontramos corrales y casas de campo durante el recorrido, casi todas en estado de ruina.


La variedad botánica es enorme. En la foto una candilera (Phlomis lychnitis), de propiedades diuréticas y que recibe ese nombre por ser utilizadas sus hojas en la antigüedad para fabricar mechas.


La sierra de Espadán también es visible en casi todo el recorrido con algunos de sus picos más emblemáticos en primer plano.


Peñascabia también destaca en el horizonte.
 

También nos percatamos de la presencia de la localiddad de Sacañet, hacie el sur.


Precioso amarillo de la Fumana. 
De estos pequeños detalles también se disfruta. El camino no es únicamente andar, sino empaparnos de todo lo que vamos encontrando a nuestro paso y disfrutar de ello.


Campos de olivos y almendros son los que predominan en la zona. En la fotografía, un olivar.

"Sobre el olivar,
se vio la lechuza
volar y volar.
Campo, campo, campo.
Entre los olivos,
los cortijos blancos.
Y la encina negra,
a medio camino
de Úbeda a Baeza."

                            Antonio Machado



"Por el camino,
junto a mi sombra,
el mediodía pinta el vuelo
de una mariposa.
Pienso en tu recuerdo
que va conmigo."

                      Meira Delmar


A veces el camino transcurre paralelo a la Vía Verde de Ojos Negros, pero por la parte superior del talud. En este punto la atravesaremos...


...por este puente de piedra y, a continuación,...


...atravesaremos éste más moderno sobre la línea de Renfe.


Llegamos a los dos viaductos de la Fuensanta.


Hemos de subir al viaducto por el que transcurre la Vía Verde, pero antes nos detenemos en el manantial de la Fuensanta.


Los viaductos de la Fuensanta.


Preciosa la campanilla blanca..."tilín, tilín, tilín..." oímos al tiempo que se mece movida por el viento.


Pasamos por debajo de los viaductos y seguimos por la derecha para subir a la parte superior.


Llegamos a la parte superior donde se encuentra la fuente de la Fuensantilla, de fresca y reconfortante agua.


Asímismo, encontramos dos mesas que nos vienen de maravilla para posar nuestras viandas y dedicarnos al prosaico pero necesario menester del almuerzo.


Dispuestos al sufrimiento.


En plena acción. (foto de Emilio Romero)


Tras almorzar, seguimos el camino que transcurre ahora por un tramo de Vía Verde.
Cruzamos el viaducto de la Fuensanta.


La sierra de Espadán desde el viaducto.


Tras el viaducto este tramo entre estos taludes donde se encajona la vía. (foto de Emilio Romero)


Otro área recreativa junto a la vía.


A los pocos metros de pasar el área recreativa abandonamos la Vía Verde por un camino rural que sale a nuestra izquierda.


Caminamos entre campos de almendros.


"Pues repítelo, ingrata, cada día;
que el cierzo frío es tu rigor injusto,
y el triste almendro, la esperanza mía."

                                            Juan Bautista Arriaza

                                                             (foto de Emilio Romero)
“Me gusta el viento. No sé por qué, pero cuando camino contra el viento, parece que me borra cosas. Quiero decir: cosas que quiero borrar.” (Gabriela en “Primavera con una esquina rota” Mario Benedetti,)
 

Junto al camino, un colmenar; aunque no se apreciaba mucha actividad de las abejas. Tal vez estaban abandonadas las colmenas.

"Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel."

                 Antonio Machado


Como dije al principio, el Alto de las Palomas vigila nuestros pasos durante toda la ruta.


En este punto nos dirigimos a otro hito de la ruta de hoy: se trata del poblado íbero del Castillejo, en término de Benafer.


El poblado se encuentra ubicado en lo alto de un cerro. Este panel nos da una pequeña información del lugar.


Como muchas de las ruinas que hemos encontrado en nuestras andanzas, éstas también se encontraban algo descuidadas.


Las espinas del cardo no restan un ápice de belleza a sus flores.

"Cultivo una rosa blanca,
en julio como en enero,
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni oruga cultivo:
cultivo la rosa blanca."

                                  José Martí


Descendemos del cerro del Castillejo por una senda que bajaremos con cuidado de no resbalar.
(foto de Rafa Lafuente)


En el centro de la imagen, Benafer. La sierra de Espadán al fondo.


Poco más adelante, Caudiel.


Preciosas  y delicadas flores, tal vez, falso jazmín.


“Ahora, por primera vez, al doblar una loma distinguís en la lejanía remotísima, allá en los confines del horizonte, una torre diminuta y una mancha negruzca, apenas visible en la uniformidad plomiza del paisaje.” (Azorín, "La ruta de Don Quijote")
Es la torre del Molino o Torre de Aníbal, nuestro próximo objetivo.


Las centauras tomando el sol que tal vez avive el precioso color rosado de sus pétalos.


Urospermum dalechampii.
Vistos los nombrecitos que se gastan las plantas “La Botánica no es una ciencia; es el arte de insultar a las flores en griego y latín.” (J.B. Alphonse Karr)


Atravesamos el barranco de la Fuensanta con algo de agua por un pequeño azud. (foto de Emilio Romero)


Semillas de diente de león en espera de que una fuerte ráfaga de viento las esparza.


“Son las doce de la mañana; el campo es pedregoso; flota en el ambiente cálido de la primavera naciente un grato olor de romero, de tomillo y de savia.”

                                                                                                  Azorín, "La ruta  de Don Quijote"


El cardo corredor también se merece atención. 


Y la solitaria campanilla a la espera de alguien que le quiera.


Aún quedan amapolas, que con su intenso color rojo destacan sobre otras flores silvestres.

"Novia del campo, amapola
que estás abierta en el trigo;
amapolita, amapola,
¿te quieres casar conmigo?"

                                           Juan Ramón Jiménez


Cruzamos la Vía Verde, a la que entraremos poco después de nuevo. Podríamos muy bien haber seguido por ella en lugar de bordearla.


Seguimos campo a través.


Y seguimos disfrutando de la belleza sencilla de las flores silvestres en un lugar tan apartado.


En este punto seguiremos un tramo por la Vía Verde.


Pasaremos bajo el puente que vemos en la foto y por el que cruzaremos después, pero antes saldremos de la Vía Verde por la izquierda para visitar un precioso ejemplar de carrasca.


En la foto se puede ver la magnificencia de esta carrasca monumental.
Experiencia y sabiduría acumuladas en su tronco. Los árboles nos hablan.

"Ví un árbol a la orilla del camino,
y me senté a llorar mi desventura.
Así fue, caminante
que me contemplas con mirada absorta
y curioso semblante."

                                Luis Gonzaga Urbina


Tras la interesante visita, seguimos caminando y cruzamos ahora la Vía Verde por el puente por el que pasamos por debajo instantes antes.


El camino pasa por un bosquecillo de jóvenes carrascas, tal vez hijas del que acabamos de visitar y a las que aún les queda mucho por llegar a ser lo que es "su padre".


Pasamos junto a los restos de lo que fue un nido de ametralladoras de la guerra civil.


Tras un tramo por el monte...


... salimos a la carretera que seguiremos unos centenares de metros.


Nos saldremos unos metros de la carretera para visitar un serbal, no tan monumental como la carrasca, pero nos gustó igualmente.


Junto a ella, un nogal lucía sus frutos aún verdes, madurando para ser recogidos en otoño.


Y un membrillero cuyos frutos darán lugar al empalagoso postre.


Abandonamos la carretera y seguimos por una bonita senda cuyos pinos nos protegen del tórrido sol que ya empieza a imponer su ley.


De nuevo nos fijamos en Sacañet, en lo alto de la montaña.


Y acercamos con zoom Peñascabia.


Pasamos junto a otro nido de ametralladoras.


Desde el nido de ametralladoras hasta la Torre del Molino tenemos que hacer un breve tramo atravesando unos campos de almendros. Como vemos en la foto, pasamos cerca de la balsa del Molino.


Y llegamos al paraje de la Torre del Molino enclavado en una pequeña elevación del terreno.
En él podemos encontrar mesas, paellero, juegos infantiles...


Y posamos en la Torre del Molino o de Aníbal porque hay versiones que aseguran que el general cartaginés acampó en este lugar antes de emprender el ataque a la romana ciudad de Sagunto. Aunque parece más probable que la torre defensiva sea de origen medieval.


Y vemos nuevamente Benafer.


A nosotros nos quedan aproximadamente unos quinientos metros para llegar de nuevo a Caudiel.


Pasamos por un camino rural entre campos de cultivo y casas de campo y chalets donde los cerezos adquieren protagonismo en estas fechas (el fin de semana pasado se celebró la tradicional "Fiesta de la cereza") con su rojizo y dulce fruto.



"El alma vuela y vuela
buscándote a lo lejos,
rosa tú, melancólica
rosa de mi recuerdo."

                                Nicolás Guillén 

Entramos a Caudiel por la Avenida de Montán.


El sol está en pleno apogeo. El termómetro marca 34º. El calor empieza a derretirnos (los bombones al sol lo hacen). Menos mal que hemos terminado.


El Barrio, al que llegaremos en unos minutos y donde terminaremos la ruta.


Pasamos por uno de los lavaderos municipales de Caudiel, restaurado recientemente porque se cayó el techo.

Y acabamos en el lavadero del Puente, donde empezamos cinco horas antes.


Y para que quede constancia de que verdaderamente hacía calor, aquí tenéis la prueba. (Foto de Emilio Romero)

La ruta en el mapa.



La ruta en Wikiloc.

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Película.

2 comentarios:

  1. Muy bonito el comentario e la ruta. Acompañado de versos de Machado y transmitiendo vuestro amor por la naturaleza.
    Gracias !

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    Respuestas
    1. ¡Hola, Mabel! Gracias por tus palabras tan amables. Me alegro que mis crónicas puedan gustar a al guien, al mismo tiempo que informar y describir las rutas que vamos haciendo.
      Un saludo.

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