Un paseo para mí no es únicamente un ejercicio físico y por supuesto no el objetivo primordial. Es más bien un ejercicio de aprendizaje contínuo, de fascinación permanente ante la belleza y la perfección natural...y por todo ello, un momento de disfrute inenarrable, insustituible, necesario...
En este caso un sencillo paseo nos llevará desde Montanejos hasta la fuente del Cubillo, que abastece, junto a la fuente de los Baños, el agua potable de la población. Se trata de un recorrido prácticamente por pista salvo dos cortos tramos de senda, pero que nos va a permitir disfrutar de ese aprendizaje contínuo del que os he hablado antes.
Iniciamos nuestra ruta desde el centro neurálgico de la población, la Plaza de España.
Callejeamos por el pueblo buscando la salida al puente de San José.
Y llegamos al puente-acueducto de San José, construido en 1803 que salva el río Montán.
Apenas cruzado el puente acometemos un tramo empinado empedrado. La altura alcanzada nos ofrece esta perspectiva de Montanejos.
En esta encrucijada se nos ofrecen tres posibilidades. Como suele decir la sabiduría popular, tiramos por la del medio.
Poco más adelante, la pista nos ha subido un poco y podemos ver las Alquerías de Montanejos casi a vista de pájaro.
Dejaremos la pista para seguir la senda de subida al castillo, aunque no llegaremos a él.
La senda es bonita, zigzagueante, empinada y mantiene el empedrado en algún tramo.
Y la naturaleza nos sigue maravillando. Todo tiene su sentido y su finalidad, nada se deja a la improvisación. Un mecanismo misterioso lo mueve todo. ¿A nosotros también?
Cuando estamos casi en la base del cerro del castillo, dejaremos la senda para seguir otra por la izquierda.
Dejamos el castillo para otra ocasión, aunque vamos a seguir viéndolo durante la ruta.
El año pasado, se limpió de vegetación toda la zona que comprendía el castillo. Ahora son más visibles los restos del mismo.
Esta foto de 2017 nos permite ver la diferencia.
No se nos pasa por alto la presencia del pico Santa Bárbara de Pina.
Ni tampoco la belleza y delicadeza de cualquier florecilla que vemos en la cuneta.
Encontramos también insectos "Pop Art" atraídos por la belleza sublime de una flor y la rondan a ver quién se queda con su amor.
Encontramos junto al camino algunos rebollos afectados por agallas, producidas por insectos.
También tuvimos ocasión de observar multitud de matitas de las diminutas flores de gata rabiosa.
La abundante uña de gato aparecía también por todas partes.
El camino estaba rebosante de mariposas, revoloteando alrededor sin rumbo, de aquí para allá, curiosas ante nuestra presencia, tal vez temerosas y por ello incapaces de posarse por más de un segundo en cualquier flor, o planta, o piedra...
También me maravillan las flores de perfecta forma esférica de las flores del cardo azul. Geometría natural.
La pista transcurre por una cota cercana a los setecientos metros de altura, lo que nos permite tener vistas bastante interesantes. En la foto, el cerro del castillo en primer plano. Detrás, el Morrón de Campos. Más al fondo, la Redonda de Campos. A la derecha la Copa...
Los insectos también son interesantes y atractivos. Esta araña es una muestra de ello.
"Surgió enorme la luna en la enramada;
las hojas agravaban su sigilo,
y una araña en la punta de su hilo,
tejía sobre el astro, hipnotizada."
Leopoldo Lugones
Junto al camino el pozo seco del corral del Manco.
Y pocos metros más adelante, el corral del Manco.
"¡Mariposa montés y campesina,
mariposa serrana,
nadie ha pintado tu color; tú vives
tu color y tus alas
en el aire, en el sol, sobre el romero,
tan libre, tan salada!"
Antonio Machado
El día no es diáfano y no permite buenas vistas, pero acertamos a ver en la lejanía, por su peculiar forma, el perfil de Peñacalva...
...y algo más a la derecha, otro perfil familiar, el Cabezo de las Cruces.
El camino también estaba muy concurrido de abejorros inquietos que revoloteaban de flor en flor.
Estos preciosos helechos revelan la proximidad de una fuente.
Efectivamente, pocos metros después nos encontramos con el paraje de la fuente del Cubillo. El paraje ha sido acondicionado como veis en la foto con motivo de la creación de la "ruta de la fuentes".
Este panel nos informa sobre la historia y curiosidades de la fuente y cómo se decidió llevar sus aguas al pueblo.
El nacimiento está un poco más arriba, guardado por una caseta.
Tras la visita a la fuente del Cubillo seguimos nuestro camino, disfrutando de estupendas vistas.
Este montoncito de tierra rojiza evidencia la laboriosidad de las hormigas.
" ¿Es verdad que en el hormiguero
los sueños son obligatorios?
¿Sabes qué meditaciones
rumia la tierra en el otoño?
Pablo Neruda
Seguimos por pista. En este cruce giraremos a la izquierda, dirección fuente la Canalica, aunque no pasaremos por ella porque nos desviaremos por una senda.
Algo vuelve loco a estos insectos que no dudan en invadir las flores de esta planta: "¿Atracción fatal?
Abandonamos la pista y cogemos este sendero que nos ahorrará un buen tramo de camino.
Disfrutamos ahora de un sendero con bastante vegetación y que es factible de cerrarse si no se pasa con asiduidad por él.
Unos hongos yesqueros tienen cobijo en el tronco de este árbol caído.
El sendero nos devuelve a la pista que ya seguiremos a la izquierda sin dejarla hasta Montanejos. Justo al lado del poste, nace otra senda que nos llevaría hasta las Alquerías, pero hoy nos viene mejor seguir la pista a Montanejos.
Esta fuente nos vino de perlas para refrescarnos y beber un buen trago.
La fuente del Cubillo está canalizada para llevar el agua al pueblo. A lo largo de la canalización se construyeron unas casetas que funcionan como respiraderos y decantadores para que el agua llegue depurada. Ésta es una de esas casetas.
Y nos vamos fijando en pequeños detalles que fácilmente nos pueden pasar desapercibidos, como este pequeño escarabajo que vimos casi buceando en el interior de la flor.
Ya cerca de Montanejos encontramos esta fuente, situada anacrónicamente junto al camino.
De nuevo pasamos por las cercanías del castillo, al que echamos un último vistazo.
Nueva vista de las Alquerías.
Nos acercamos ya a Montanejos, punto y final de la ruta.
Cruzamos de nuevo el puente de San José, pero ahora en sentido inverso al de la ida.
"Yo soy un puente inmóvil entre
tu corazón y la eternidad.
Si me muriera de repente
!no dejaría de cantar!"
Pablo Neruda
El callejeo que horas antes nos sirvió para bajar al puente de San José, ahora nos sirve para volver al inicio del paseo.
Pasamos por delante de la iglesia parroquial de Santiago Apóstol, patrón de Montanejos.
Y se cierra el círculo donde comenzó. Aquí ponemos fin a este agradable paseo que nos muestra la belleza, sencillez y precisión de la naturaleza que nunca deja de asombrarnos. La presencia de las nubes ha favorecido las condiciones del paseo porque a no ser por ellas, el sol habría causado mella en nosotros.
La ruta en el mapa.
La ruta en Wikiloc.
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Hola Emilio, bonita ruta ideal para una mañana de verano en que normalmente aprieta el calor.
ResponderEliminarY es que, Montanejos y sus alrededores ofrecen múltiples posibilidades a cual de ellas más bella.
A seguir disfrutando. Un abrazo.