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lunes, 19 de julio de 2021

TERESA: FUENTES Y ARCO DE PIEDRA (10/7/2021)

 

“Solo los niños saben lo que buscan. Pierden el tiempo por una muñeca de trapo y la muñeca se transforma en algo muy importante, y si se le quita la muñeca, lloran.” (Antoine de Saint-Exupery). Mi muñeca de trapo es la montaña, y si algo me impide disfrutar de ella, lloro como ese niño al que le quitan la muñeca.

Y por suerte, una semana más podemos disfrutar de esta importante y maravillosa muñeca de trapo para nosotros que es la montaña y, en general, caminar al aire, al sol, bajo las nubes, con lluvia, con viento, con frío, con cansancio...En esta ocasión nos vamos a Teresa, en el Alto Palancia, en busca del Arco de piedra, un gran agujero taladrado en la roca, muy similar al que vimos hace unas semanas en Azuébar.

Llegamos a Teresa y aparcamos nada más entrar, junto a la carretera.
El origen y nombre de la población procede, según nos informamos en la página web del Ayuntamiento, de la existencia en el lugar de una gran masía perteneciente a dos hermanas, María y Teresa, las cuales acordaron que le pondrían el nombre de la que más años viviera. Entendemos pues que Teresa es la que vivió más años.


Avanzamos por la carretera, Avda. Río Palancia.


Pasamos por el original Ayuntamiento, construido en la postguerra por el Servicio Nacional de Regiones Devastadas y Reparaciones. Detrás asoma la parte alta del campanario de la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Esperanza.


Encontramos enseguida un panel informativo que describe el PR-CV 467, que es el que seguiremos casi en su totalidad.


Bajamos por la calle del río en busca de éste.


Pasamos por el puente que lo cruza.


El Palancia a su paso por Teresa.


Tras cruzar el puente giramos a la izquierda en busca de la primera fuente que vamos a visitar.


Un amplio y corto camino junto al río nos lleva hasta allí.


Pero antes vamos disfrutando de pequeños detalles que vamos encontrando a nuestro paso y que también nos hacen disfrutar de las rutas, como esta bella y sencilla correhuela.


Y llegamos a este bonito paraje donde se encuentra la fuente del  Río.


Fuente del Río.


Elegimos este paraje par la foto de grupo.
De izq. a der. Rafa Lafuente, servidor y Carmen.



Tras disfrutar unos instantes del paraje de la fuente del Río, volvemos sobre nuestros pasos para girar enseguida a la izquierda por este camino muy cubierto de hierbas.


Y seguimos disfrutando de la belleza que vamos encontrando a uno y otro lado del camino y que hace detenernos para constatar que no precisamente lo más grande y aparatoso nos impresiona y nos impacta. Precisamente, lo pequeño, lo sencillo, lo minúsculo y lo aparentemente poco importante es lo que más nos atrae.
Escabiosa o viuda silvestre


Hemos cogido cierta altura que nos permite una vista general de Teresa, que aún no ha acabado de despertarse del todo. 

Y la naturaleza se nos muestra esplendorosa...


Preciosa en su forma, su color, su originalidad...

"Santa florecita, celestial renuevo,
que hiciste mi alma una primavera,
y cuyo perfume para siempre llevo:
¿cuándo en mi camino te hallaré de nuevo?"

                                              Amado Nervo


Las coscojas ya con sus bellotas...


...los ramilletes de centauras poniendo alegría y colorido entre el predominante color verde...


...la gata rabiosa (clematis flammula) no vemos que haga honor a su nombre. A nosotros no nos muestra esa rabia. Bueno, tampoco nos hemos metido con ella.


...los nogales también nos muestran sus frutos que acabarán de madurar cuando acabe el verano...


Y seguimos por los caminos de Teresa.


Pasamos junto a los restos de un corral, del que se mantiene en pie esa arcada que vemos en la foto. Estos vestigios son el testigo de un paisaje altamente humanizado en una época no muy lejana y hoy ya olvidada.


En un punto encontramos este panel con diferentes rutas de Teresa que podemos realizar:
- Teresa-Ventas de Bejís (PR-CV 80)
- De Sacañet al mas de los Toros (PR-CV 63.2)
- Del mas de los Toros a la Palanca (Teresa)
- De Teresa a Torás (PR-CV 63.2)
- De Teresa a Viver
- De Teresa al refugio del agua.
- Sendero del arco.



Tras el panel enfilamos un camino enmarcado por cipreses.


Y quinientos metros después giramos a la derecha por la colada (terreno por donde pueden transitar los ganados) de Gambalia.


La uña de gato o raïm de pastor (Sedum sediforme) arraiga en cualquier simple agujero.


Y, en ocasiones, encuentras hechos inexplicables. Ante la visión de este 4L en ese terreno, nos preguntamos cómo fue a para allí, porque no encontramos alrededor ningún camino lo suficientemente ancho y apto por el que pudiera pasar un vehículo. Caso Iker Jiménez.


Bonitos tramos con antiguo empedrado, que tanto nos gusta.


Empedrado hollado por tantos y tantos pies, con tantas cosas que contar,¡ qué sólo te has quedado!

"Blanca senda, camino olvidado,
¡Bullicioso y alegre otro tiempo!
del que solo y a pie de la vida
va andando su larga jornada, más bello
y agradable a los ojos pareces
cuanto más solitario y más yermo."

                                    Rosalía de Castro


Las zarzaparrillas, rebosantes de flores.


Y llegamos a la segunda fuente de la ruta, la fuente del Royo.


Desgraciadamente, esta fuente está seca desde hace mucho tiempo. Esta es la balsa que recogía el agua y que se encuentra totalmente vacía. 


Apenas vemos agua en esta pila, tal vez restos de alguna lluvia caída recientemente. Nos apena que las fuentes no manen. 


En el siguiente poste direccional nos desviaremos a la derecha.


Y seguimos con las plantas que pueblan esta sierra y que son habituales en nuestras rutas: lechetreznas (euphorbia sp), de las que evitaremos tocar el látex que segrega si rompemos su herbáceo tallo, dada su toxicidad; aunque también se han utilizado sus propiedades terapéuticas sobre todo dermatológicas.


O estos hongos yesqueros en el tronco caído. Como vemos, la muerte produce también vida.


Y mi compañera habitual.

"Entre el dudoso cortejo
de sombras, peregrinando
voy una sombra buscando."

                                Amado Nervo

Infinidad de mariposas revolotean a nuestro alrededor, pizpiretas, inquietas, juguetonas, parando aquí y allá sin detenerse en ningún sitio, coquetas, infantiles...



"¡Mariposa montés y campesina,
mariposa serrana,
nadie ha pintado tu color; tú vives
tu color y tus alas
en el aire, en el sol, sobre el romero,
tan libre, tan salada!"

                              Antonio Machado



"Por el camino,
junto a mi sombra,
el mediodía pinta el vuelo
de una mariposa.
Pienso en tu recuerdo
que va conmigo."

                                    Meira Delmar


Y seguimos nuestro camino disfrutando del entorno.


Un corto sendero nos llevará hasta una pista.


Nos encontramos con estos postes que nos han hecho sonreir y hemos pensado enseguida..."Papá y su hijito", o "mamá y su hijita", o "papá y su hijita", o "mamá y su hijito"...Así no se enfada nadie.
Seguimos hacia la izquierda en busca de la tercera fuente del día: la fuente del Berro.


En este punto, nos desviamos del camino para acercarnos a ver la fuente. El poste está caído. Rafa lo puso en pie. Pero su equilibrio era inestable.


El camino delata que vamos hacia una fuente porque el suelo está bastante inundado. Nos llamó la atención el color rojizo del agua.


Este cartel nos indica que vamos por el buen camino.


Y éste es el paraje de la fuente del Berro. No vemos ningún caño.


Tras la breve visita, volvemos sobre nuestros pasos hasta el cruce donde nos desviamos para seguir nuestra ruta. Ahora seguimos por la izquierda, en ascenso.


Y seguimos disfrutando de la flora. Aquí vemos este cardo azul, adaptado a terrenos áridos.


Habremos de dejar la ancha pista para coger este sendero que ataja y nos llevará hasta la pista que hemos dejado, pero algún kilómetro más arriba.


Éste proyecto de árbol nos pareció un rebollo.

"Su alma del infinito parece espejo;
son sus cansados hombros dignos del manto;
y con arpa labrada de un roble añejo,
como un profeta nuevo canta su canto."

                                  Rubén Darío



El sendero tiene una buena pendiente que pondrá a prueba nuestras piernas y nuestros pulmones y nos llevará al punto más alto de la ruta bordeando esta formación rocosa.



Y esta solitaria flor de lino nos atrajo tal vez por su belleza, tal vez por su soledad.

"La violeta enamorada,
la retama encaramada,
la madreselva mezclada,
la flor de lino celosa.
¿Cuál es la más hermosa?"

             Tirso de Molina
 

“A la mitad de mi de ascensión a la montaña ha salido el sol. Los haces de luz han bañado los picachos y han corrido por los oteros acariciándolos. Trinaban los pajaricos. Todo era un profundo silencio. La montaña ha comenzado a vivir en esta hora. La montaña tiene sus hondos barrancos, sus salientes de roca erizada y pelada, sus laderas suaves, sus torrenteras, sus paratas o rellanos que el hombre ha formado y cultivado, entre la verdura, los bermejales y calveros ponen su nota roja y amarilla.” (Azorín, “Castilla”)


No menos original y curiosa es el diente de león, a punto de volar en busca de nuevos horizontes en cuanto un ráfaga de viento la motive y la anime a ello.


Llegamos al punto más alto de la ruta en este punto donde retomamos la pista que dejamos más abajo, aunque caminaremos por ella muy poco, apenas cien metros. Seguimos por la derecha.


Seguimos unos metros por el camino, pero hemos de estar atentos porque hemos de girar a la izquierda. La comodidad del ancho camino nos hace continuar por él por inercia y no siempre el camino fácil es el que hay que seguir. Esto sirve tanto para la montaña, como para la vida.


Estaremos atentos porque el senderillo pasa desapercibido al estar medio tapado por las hierbas. Esas piedras no sirven de referencia.


El sendero nos lleva por una bonita y fresca pinada hasta el fondo de un barranco para luego, en fuerte subida, llevarnos hasta el arco de piedra.


En algún punto aclara la vegetación y se abre el horizonte. 
Bejís.




Otra corral, muestra de lo humanizado que estuvo este paisaje en tiempos pretéritos.


Las matas de la siempreviva (helichrysum stoechas) alegran con su amarillo las zonas más áridas.


Hemos bajado una vaguada, ahora toca cruzarla y subir por la otra parte.


Y una carxofeta de Sant Joan o cuchara de pastor (leuzea conífera).


El camino por la pinada es gratificante.


Adquirimos altura y asoma de nuevo Peñascabia.


Hemos alcanzado altura y tenemos vistas hacia Teresa en el fondo del valle y la sierra de Espadán detrás.


Teresa con zoom.



Después de llegar a una zona de rocas, hemos de buscar una bajada que nos llevará hasta el arco y que bajaremos con cuidado por su desnivel y piedras sueltas.


Enseguida vemos aparecer el enorme agujero ante nosotros.



Nos asomamos al enorme agujero que la naturaleza ha perforado durante miles de años.
Espectacularidad garantizada.


Junto al arco, encontramos un sitio perfecto para almorzar y con una buena sombra. Nos vendrá bien después del esfuerzo que ha supuesto llegar hasta aquí.


Tras el almuerzo, toca bajar. Esta bajada es, sin duda, el tramo más complicado de la ruta. Habremos de extremar la precaución por el desnivel de la senda y lo descompuesta que está. 

Con cuidado no tendremos problemas en bajar. Pero si es necesario, no pasa nada si ponemos cuerpo a tierra.


El primer tramo de bajada es el más estropeado e inclinado. Luego se suaviza.



El Arco de piedra empequeñecido por la distancia.
¡Espectacular!


Desde el último tramo de senda divisamos el paraje de los Hornos, nuestro siguiente objetivo.


Este panel da acceso al paraje de los Hornos, un área recreativa que se denomina así por haber dos hornos de fabricación de yeso, ya en desuso y restaurados.


Fuente del paraje de los sHornos.


Uno de los hornos con mesa de madera en su interior.


Éste es el paralelo.


Tras refrescarnos y beber en la fuente, continuamos hacia Teresa por este camino.


Este poste direccional, también nos señala la antigua fábrica de la luz.
Seguiremos dirección Teresa.


Fábrica de la luz.


El resto del recorrido va a ser muy ameno porque el río nos va a  acompañar, con su corretear alegre.


En este punto podemos optar por ir por la derecha o cruzar el puente y seguir por la izquierda, que fue nuestro caso.


El rumor del agua siempre es agradable y da sensación de frescor y paz.


En tramos se vuelve más juguetón y corre más aprisa.


Cruzamos a la otra orilla para seguir su curso, cogidos de la mano, por la senda del río.


Este último tramo es muy agradecido por la sombra y por la cercanía del río. La proximidad del río hace que en algunas zonas la senda se encuentre embarrada.


Y acometemos la última parte del recorrido por un camino junto al río que nos ofrecerá bonitas perspectivas de la corriente de agua. Ahora os muestro una serie de fotografías que muestran lo que acabo de decir. Aprovecho las mismas para ilustrar estos conocidos versos de Jorge Manrique , de su poema "Coplas a la muerte de su padre".

Nuestras vidas son los ríos


que van a dar en la mar,


que es el morir;


allí van los señoríos


derechos a se acabar


y consumir;


allí los ríos caudales, 


allí los otros medianos


y más chicos,


y llegados, son iguales


los que viven por sus manos


y los ricos.


¡Cuánta razón en estos versos! 
El agua del Palancia también se dirige al mar, que es su morir; pero en su naturaleza está, como si de un  ser vivo se tratase, "nacer, crecer y morir".


Este poste de madera, nos indica cómo se llama el tramo que acabamos de hacer.


Y llegamos al paraje de la fuente del Batán. Se trata de una pequeña playa fluvial que vecinos y visitantes utilizan y aprovechan para refrescarse de los calores estivales bañándose en las frescas aguas del Palancia. Un chiringuito completa el paraje. 


Panel informativo del término de Teresa y de su flora y su fauna.


Este destartalado poste de madera nos dice el lugar donde estamos. Creemos que merece una renovación que haga honor al bonito paraje.


Y ya seguimos cómodamente hacia el pueblo.


Giramos a la izquierda y...


...volvemos a cruzar el puente sobre el río Palancia.


Y salimos de nuevo a la Avda. Río Palancia. Últimos metros para acabar.


Y como es habitual en nuestras rutas, se acabó lo que se daba.
Punto final donde empezamos a esta entretenida ruta.

La ruta en el mapa.




La ruta en Wikiloc.

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2 comentarios:

  1. Hola Emilio...
    Bueno otra más que interesante ruta la que nos has mostrado y que anoto para hacer.Justamente,un amigo y compañero del grupo es de Teresa y pendiente teníamos alguna ruta por allí,de las varias opciones que hay como nos has mostrado en ese panel informativo.
    Mucha variedad en ese recorrido por Teresa(curioso lo del nombre) y por supuesto ese Arco de Piedra es todo un reclamo para disfrutar de una buena mañana senderista.
    Por lo que apuntas,quizá sea mejor hacerla en sentido inverso por esa bajada "culo a tierra"...jejeje,aunque he visto también el track de Jose Luis(Fos Films) y si es en época mas estival,la recomendación es hacerla como vosotros.Sin duda la parte final por ese ribera del Palancia,es otro buen reclamo,en esta ocasión,para refrescarse...

    Un abrazo.

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  2. Hola Emilio.

    Personalmente mee encantan estos arcos o puentes de piedra, para mi que una ruta tenga uno ya es razón suficiente para ir a hacerla, y esta de Teresa no será la excepción. Nada más mengüen los calores estivales nos acercaremos a conocer este arco de piedra de Teresa, amén de todos los encantos, sobre todo fluviales, que posee esta ruta que tan amenamente nos has narrado.

    Un abrazo.

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