Decía Petrarca que "quien puede decir cuánto ama, pequeño amor siente." Por eso, no sabría decir cuánto me gusta el Alto Mijares y más concretamente la zona de Montanejos. Sería incapaz de cuantificarlo. Realizar rutas aquí no tiene parangón, aunque las repitas una y otra vez. Por eso os muestro una ruta que diseñé hace tiempo y que no nos importa realizar de nuevo porque cada vez que la repetimos, nos gusta más.
El que suele leer mis crónicas, sabe que empiezo todas mis rutas en Montanejos desde la Plaza de España. Y ésta, no es diferente. Aquí estamos dispuestos a empezar enseguida Jaime, Rafa Lafuente y un servidor.
Salimos a buscar el río por la Avenida Fuente de Baños y bajamos por aquí.
Tras cruzar la carretera, descendemos hacia el río y llegamos al "pontet" o "machón", como también se le conoce. Hemos de cruzarlo, pero antes nos vamos a entretener un momento porque desde aquí hay una bonita vista...
La verdad es que vale la pena detenerse un momento y más a estas horas de la mañana en las que se respira silencio y tranquilidad. Sensaciones que percibimos nosotros .
"Y ver crecer la noche temblorosa de frío,
en esta sofocante plenitud del verano,
oyendo el melancólico monólogo del río
que dice dulcemente lo que callas en vano."
José Ángel Buesa
Tras cargarnos de paz mirando el río, subimos por este camino entre huertos, unos abandonados, otros aún laborados.
El camino va subiendo y nos permite ir disfrutando del entorno que rodea a Montanejos. En la foto, la población, el cinglo de los Castillejos y de fondo el Morrón de Campos.
En esta bifurcación, seguimos por la izquierda en una contundente aunque corta subida que precalentará nuestras piernas para la subida a la Copa.
Cruzamos la CV-20 a Zucaina y seguimos por esa pista asfaltada que vemos.
Montanejos y la Rosada.
Caminamos aproximadamente doscientos metros por la pista y vemos este poste a la derecha por el que nos tenemos que desviar.
Y, como habitualmente, la nota de color, belleza, sencillez, fragilidad...de las centauras.
La senda transcurre hasta que coge altura, entre una tupida y agradable pinada.
La senda adquiere altura y los pinos van desapareciendo, al menos en cantidad y el paisaje se nos abre permitiéndonos disfrutar de este entorno tan maravilloso.
La altura también nos permite vistas sobre el valle del Mijares aguas abajo. Aquí vemos las Alquerías de Montanejos.
"El valle es de oro amargo;
y el viaje es triste, es largo.
Oyes? regaña una guitarra. Calla!"
César Vallejo
Estos escalones rústicos no estaban la última vez que pasé por aquí. Siempre hay novedades. Son para acceder a la fuente de los Tres Hermanos.
Llegamos a la fuente, que han arreglado. Hace unos años se cayó un ribazo y han retirado las piedras que cayeron, aunque no lo han reconstruido pero al menos las piedras no están por el medio.
Unas bonitas matas de culantrillo adornan la fuente.
"La risa de la fuente me parece ser lloro;
el aire perfumado tiene aliento de lirios;
añoranzas me llegan de unos viejos martirios
y a mi mente se asoman unos ojos que adoro..."
Arturo Borja
Ésta es la balsa donde desagua la fuente, que aparece más limpia que antaño, aunque los junco la hayan invadido por dentro.
Seguimos el camino y cerca de la fuente, nos encontramos con las ruinas de esta masía, la masía de los Tres Hermanos.
Seguimos subiendo. Hasta llegar a la Copa es el tramo más duro de la ruta porque es una subida contínua y sostenida sin apenas tramos de descanso. Pero la altura se traduce en vistas como ésta.
Bajo el cielo de oro
hay en la montaña
una encina negra
que hace negra el alma:
subiremos juntos
a tocar sus ramas
y oler el perfume
de sus mieles ásperas...
Jaime Torres Bodet
Hay una sencilla trepada que hemos de sortear, pero no requiere nada especial.
Y nada más superada esta pequeña dificultad, nos detenemos unos instantes para disfrutar de este fabuloso panorama.
Y alcanzamos un pequeño llano antes de acceder a la cima con esta vista de la Rosada, el cinglo de los Castillejos y el Morrón de Campos. En el fondo del todo aparece Santa Bárbara de Pina.
Pico Santa Bárbara de Pina aproximado con el zoom.
También podemos ver el paraje de la Fuente de Baños.
Tras una pequeña subida, encontramos este poste. Haremos un recorrido de ida y vuelta para acercarnos al mirador de la Copa.
Aquí está el mirador de la Copa (843 m), máxima altura de la ruta.
Una vez aquí, nos dedicamos a mirar lo que nos rodea en 360º.
Y vemos, por ejemplo, la sierra de Gúdar, con Peñacalva y el Cabezo de las Cruces...
Peñacalva con zoom.
El Cabezo de las Cruces con zoom.
Montanejos resbalando por la ladera de la Rosada y mojándose los pies en las aguas del Mijares.
Al fondo, el Alto de las Palomas...
La desembocadura del barranco de la Maimona...
El castillo de la Viñaza, en término de Puebla de Arenoso...
El embalse de Arenoso, por el que luego pasaremos...
Por supuesto, el Morrón de Campos...
La caseta forestal del Morrón de Campos con zoom.
Y tras este breve repaso de o que nos rodea, toca recuperar las energías gastadas en la subida.
Desde aquí, con estas vistas impresionantes, seguro que el almuerzo nos sienta mejor.
Y nos hacemos la foto inevitable en la cima.
Tras almorzar con tranquilidad y buenos alimentos, rehacemos el camino hasta el poste direccional, y vemos frente a nosotros, cómo no, el "gegant de pedra".
Una vez en el poste, ahora seguiremos de frente.
El sendero transcurre ahora por la vertiente norte. Vemos un claro en el llano. Se trata del campo de tiro de Montanejos: "Chillapájaros".
Es un bonito tramo que transcurre por una bonita pinada y que se disfruta mucho.
Llegamos a esta bifurcación donde enlazamos con el GR-7 que viene de San Vicente de Piedrahita.
Lo seguimos hacia la derecha por esta ancha pista que nos llevaría hasta el campo de tiro, pero que nosotros vamos a dejar enseguida para seguir el GR-7.
Mientras tanto disfrutamos de infinidad de cosas que aquí no podemos describir porque no acabaríamos nunca. Como muestra esta correhuela o campanilla, que nos entretiene unos momentos. Nos gusta lo vivo y en su ambiente.
"Quien prefiere lo vivo a lo pintado
es el hombre que piensa, canta o sueña."
Antonio Machado
Apenas unos metros y nos desviamos por la izquierda siguiendo el GR-7.
Y seguimos por la pista que nos va a llevar hasta el embalse de Arenoso.
En un punto del camino, nos salimos de la pista y nos acercamos hasta un resalte para obtener estas vistas del embalse y la loma del Morrón a la izquierda.
Seguimos en descenso, cómodamente.
El Morrón de Campos es el referente de este tramo.
Y en otro punto del camino, nos desviamos uno metros a la derecha por esta senda que nos lleva hasta un pequeño abrigo.
Ésta es la boca del abrigo
Aquí Rafa haciendo sus pinitos de escalador. El abrigo, a pesar de su pequeño tamaño, tiene varias vías de escalada.
Ésta es una de ellas. Me abstengo de opinar sobre el nombre.
También es visible la Redonda, que da justo encima del embalse.
Caminar proclive a la conversación amena y distendida. El esfuerzo es mínimo y eso predispone a la conversación y a las confidencias.
El cardo corredor, como planta que necesita poca agua, se adapta bien en este terreno más seco y árido.
La pista nos deja en otra que cruza y que seguimos hacia la izquierda en busca del embalse.
El temporal de enero de 2017 azotó sobremanera esta zona. Esta pista se vio muy afectada con la caída de multitud de pinos y grandes rocas que cayeron desde la ladera de la montaña cortando muchos tramos de la misma.
Para evitar que eso sucediera en futuros temporales, se construyó este muro con grandes rocas. Pero vemos que la efectividad no es del cien por cien.
La pista nos lleva hasta aquí. En este punto entramos en la zona del embalse...
Es un camino llano y por la ribera del embalse.
Desde el camino podemos ver las aguas del embalse y en este caso, las actividades de aventura que pueden realizarse aquí.
Y en un cerro que se eleva sobre las aguas del pantano, los restos del castillo de la Viñaza, morada del último gobernador almohade de Valencia Zayd Abu Zayd.
"La fortaleza nombrada
está en los altos alcores
de una cuesta,
sobre una peña tajada,
maciza toda de amores."
Jorge Manrique
Vista del embalse que presenta muy buen aspecto.
"¡Mi vida es como un lago taciturno!
yo he sabido formar, gota por gota,
mi fondo azul de ver el universo.
Cada nuevo rumor me dio su nota,
cada matiz diverso
me dio su ritmo y me enseñó su verso.
Mi vida es como un lago taciturno...."
Salvador Novo
Aquí vemos ahora mejor la Redonda y a Rafa encaramado en esa torreta.
Y entramos de lleno en las instalaciones del pantano. Estos son los nuevos aliviaderos, construidos hace unos años para suplir los viejos, con problemas estructurales.
Mariposa y lavanda, una preciosa combinación, ¿verdad?
"Tiene la mariposa cuatro alas;
tú tienes cuatro versos voladores;
ella, al girar, resbala por las flores;
tú por los labios, al girar, resbalas."
Salvador Rueda
Y entramos en la carretera que corona el dique de escollera que forma la pared del embalse. Hace unos años pusieron esta puerta metálica y estaba cerrada, lo que impedía el paso de senderistas. Me alegra verla abierta porque ofrece muchas posibilidades para realizar rutas y sería una pena que estuviese cerrada.
Y nos extasiamos unos momentos con esta bella panorámica del embalse de Arenoso.
"La rosa temblorosa
se desprendió del tallo,
y la arrastró la brisa
sobre las aguas turbias del pantano."
Ricardo Jaimes Freyre
Hace calor y tenemos sed. Bajamos a la fuente del pantano, que se encuentra unas decenas de metros bajando por una pista que sale de un lateral del embalse. Si el año ha sido propicio, la encontraremos con agua, muy fresca y fina. En esta ocasión hemos tenido suerte y mana agua, no en cantidad como otros años, pero suficiente para lo que necesitábamos.
"La sed es larga, la cuesta es aviesa;
pero en un lirio se enreda el mirar."
Gabriela Mistral
Tras refrescarnos, seguimos carretera abajo unos doscientos metros...
...y buscamos un senderillo por la derecha.
El sendero nos sube hasta esta zona de troncos caídos en el temporal de 2017.
Y lo seguimos por la izquierda, junto al poste que vemos en la foto.
Es un sendero muy agradecido. Se trata del antiguo camino de Montanejos al desaparecido Campos de Arenoso.
Disfrutamos del sendero y de lo que nos vamos encontrando mientras lo recorremos.
"¿Te quiere?
¿No te quiere?
¡Dichoso el tiempo de saberlo siempre!"
Vicente Aleixandre
"Santa florecita, celestial renuevo,
que hiciste mi alma una primavera,
y cuyo perfume para siempre llevo:
¿cuándo en mi camino te hallaré de nuevo?"
En los claros que dejan los pinos, tenemos también impresionantes panorámicas, como ésta del dique del pantano, que es del tipo "de escollera" como dije antes, formado con grandes bloques de rtocas sacado de una cantera en las faldas del Morrón y el interior de arcilla, extraída también de una zona cercana.
Y también, perfectamente visible , el chorro del aliviadero que en verano sale con fuerza, tan conocido por senderistas y visitantes que se acercan a él a observar la espectacular y potente cascada que forma.
También observamos el punto de inicio de la actividad de rafting que realizan algunas empresas de turismo activo.
El sendero enlaza en esta bifurcación con la senda de los Estrechos.
Seguimos por la derecha.
El sendero transcurre también entre pinos y a cierta altura. Aquí vemos el corte de Los Estrechos.
Y podemos observar algún que otro escalador en las verticales paredes del estrecho de Chillapájaros.
Pasamos junto a este Peirón.
El sendero es bastante agradable. Durante todo el recorrido podremos observar la gran cantidad de pinos que tronchó el temporal de 2017. Y en algún tramo, observamos la Copa, donde estuvimos horas antes.
Y llegamos al Colladillo, donde escogemos la opción más corta y sencilla: a la izquierda dirección Montanejos.
Caminamos a la sombra gracias a la pinada que nos portege del sol.
Hace unos años marcaron el llamado "Sendero familiar" que coincidía en parte con este tramo de senda de los Estrechos y pusieron paneles informativos tanto de fauna como de flora del entorno.
Y este arco iris de señales es nuevo, pero como hice antes con el nombre de la vía de escalada del abrigo que visitamos, me reservo mi opinión al respecto.
Antes de llegar al enlace con la subida a la cueva negra, podemos ver la fuente de Baños. y podemos escuchar la algarabía que producen los bañistas que disfrutan de sus templadas aguas.
Este poste marca la subida a la cueva Negra, en esta ocasión no vamos a subir, pero es una posibilidad.
Un parón y un vistazo atrás: impresionante estampa del Morrón de Campos.
"Aquí hay una montaña.
No saldré nunca de ella."
Pablo Neruda.
Los claveles silvestres, con sus deshilachados pétalos, parecen flores desgarbadas.
Y me encanta el empedrado de los viejos caminos que han sentido la huella de tantas y tantas personas y animales, por lo que conocen mil y una historias de dichas y desdichas, de amores y desamores, de risas y llantos... pero que siempre permanecerán en secreto.
Y llegamos a otro enlace, en este caso con la ruta que sube hasta el cinglo de los Castillejos, que dejamos también para otra ocasión y bajamos hasta la carretera.
Acabamos el sendero aquí, bajando a la carretera y siguiendo a la derecha hacia Montanejos.
Cruzamos el puente sobre el río Maimona, que aquí vierte sus aguas en el Mijares, y ya no nos queda nada.
Avenida de la Fuente de Baños.
El calor ya aprieta. Eso se nota en la falta de ambiente en la calle. No es para menos. Doscientos metros y habremos acabado.
Y la Plaza de España, inicio y fin de nuestra ruta. Ahora a pleno sol.
La ruta en el mapa.
La ruta en Wikiloc.
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Película.
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