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sábado, 11 de septiembre de 2021

JÉRICA: VUELTA DE LA HOZ, ALTO DE SAYAS, LA TORRETA, TORRE MUDÉJAR (4/9/2021)


Cuando escribimos para transmitir algo a los demás nunca sabemos si nuestras ideas les llegan como a nosotros nos gustaría. Y entonces piensas que tal vez …“El silencio es siempre elocuente; es el fluir perenne del lenguaje . El silencio es elocuencia permanente; es el mejor idioma.” (Ramana Maharshi). Pero existe otra posibilidad: acompañar esas sensaciones y emociones que sentimos y queremos transmitir, con imágenes que visualicen mejor lo que sientes. Eso hacemos una vez más con esta entrada de una entretenida ruta en Jérica que ahora os paso a contar. Espero que la disfrutéis como yo lo hice.


En nuestra ruta de hoy, volvemos a Jérica cuatro años después para disfrutar de nuevo de bonitas vistas del valle del Palancia, de Jérica, de Viver ... rodearemos la Peña Tajada dos veces por la Vuelta de la Hoz, que el Palancia ha esculpido en la roca caliza durante siglos y por caminos entre almendros, olivos y algarrobos subiremos hasta el Alto de Sayas con su torre forestal. Volveremos a Jérica para subir hasta la Torre del Homenaje, que corona la Peña Tajada y visitaremos de cerca su emblemática y exclusiva Torre Mudéjar, símbolo de la población. Cerraremos la ruta volviendo a recorrer la Vuelta de la Hoz que nos devuelve al inicio de la ruta.


El paso del tiempo es inexorable. Un ejemplo claro son las estaciones. El verano toca a su fin y lo notamos en las mañanas. Son las siete y hace unas semanas nada más, el sol lucía radiante y hoy, aún no ha asomado por el orto. 
"Mas apenas comenzó a descubrirse el día por los balcones del oriente" (Don Quijote), nosotros nos disponíamos a comenzar una nueva aventura senderista.


Una luna menguante asomaba entre las nubes.

"A la luna venidera
el mundo se vuelve a abrir."

                   Miguel Hernández


Apenas una hora después de contemplar la luna, nos encontramos en el inicio de la ruta, en la calle del Río. El sol comienza a asomar tímidamente.


Antes de iniciar nuestra andadura, procedemos a la protocolaria foto de dúo en este caso.
Rafeta a la derecha y servidor a la izquierda.


Iniciamos el bonito y ahora tranquilo paseo que va paralelo al Palancia. En él encontramos mesas de madera para poder comer.


Y podemos leer los paneles informativos que muestran los elementos más destacados del municipio y de lo que podemos disfrutar en él.


El paseo de la vuelta de la Hoz se inauguró en septiembre de 2006. Es un recorrido cómodo para cualquier persona y rodea la espectacular Peña Tajada acompañando al Palancia, constructor de esta espectacular hoz con su constancia y empeño.


Esta paleta marca el inicio del recorrido que transcurre por la margen izquierda del río, aprovechando parte del recorrido de una de sus acequias.


Y éste es el espectacular inicio de la vuelta: los Chorradores, que se desploman por las paredes de un azud de origen árabe.


Frente a nosotros encontramos una de las zonas de escalada de la localidad.



El Palancia transcurre a estas horas tranquilo y sereno por su cauce. Horas más tarde verá interrumpida esta tranquilidad por el bullicio de algún que otro bañista que busca refrescarse del calor del estío.


El paseo se encuentra barandado y es cómodo y agradable de pasear. Presenta dos caminos paralelos.


El camino entra en una bonita y fresca pinada.


Y termina en una zona recreativa con mesas de picnic y un parque infantil.


Frente al parque infantil, podemos ver la zona conocida como "Las Cuevas de los Herreros", zona de difícil acceso. Se desconoce si se trata de antiguos abrigos prehistóricos (Fuente: folleto Ayuntamiento de Jérica). 


Nuestro camino continúa ahora bajando al cauce del río que tiene una bonita vista sobre la Peña Tajada y el Palancia.

Llegamos al cauce del río que cruzamos por este vado. y seguimos el camino en subida. 

"Quién pudiera como el río
ser fugitivo y eterno:
partir, llegar, pasar siempre
y ser siempre el río fresco..."

                            Dulce María Loynaz

El camino sube hasta llegar al puente de Navarza, pero ahora no pasaremos por él. Lo haremos a la vuelta para entrar en Jérica y visitar la Torreta, su ermita de San Roque y ver la torre de las Campanas, imagen de la población.

"El puente es un atleta:
de un vigoroso salto
cruza el arroyo manso
con el camino a cuestas."

                      Alfredo Mario Ferreiro

En lugar de cruzar el puente, seguimos de frente este camino.


Y enseguida tenemos ya una vista parcial de Jérica.


Encontramos en una pequeña área recreativa esta fuente, la fuente de la Gota, por si nos fuera necesario beber o refrescarnos.

"Leyendo un libro, un día, de repente,
hallé un ejemplo de melancolía:
un hombre que callaba y sonreía,
muriéndose de sed junto a una fuente."

                     José Ángel Buesa

Para evitar una curva cogemos este corto atajo que nos devuelve a ella en pocos metros.


Desde la lejanía, ahora además de Jérica, tenemos ocasión de ver la torre del Homenaje en lo alto de la Peña Tajada, dominando la población.


Los campos de almendros encuadran la emblemática torre mudéjar ("Torre de las Campanas")


Por cierto, campos de almendros cuajados del fruto que les es propio jalonan el camino.

"Estoy hambriento de tu risa resbalada,
de tus manos color de furioso granero,
tengo hambre de la pálida piedra de tus uñas,
quiero comer tu piel como una intacta almendra."

                                                      Pablo Neruda

Las vistas hacia la sierra de Espadán están empañadas por una neblina que diluye los perfiles. A la neblina se le suma el contraluz que produce el sol.


En la pista, un poco por debajo de la misma, vemos los restos de uno de los diferentes corrales que veremos a lo largo del recorrido. Tal vez el corral de Morca.


En una curva a nuestra derecha, cuando ya hemos adquirido cierta altura, nos acercamos a este mirador, ilustrado con un panel que va perdiendo nitidez y que nos asoma a la Peña Tajada con su torre del Homenaje en su cima.


Aquí, ampliada con el zoom, la vista que podemos disfrutar desde este mirador. (Foto de Rafa Lafuente)

“Lo repetiremos: el paisaje somos nosotros; el paisaje es nuestro espíritu, sus melancolías, sus placideces, sus anhelos, sus tártagos. Un estético moderno ha sostenido que el paisaje no existe hasta que el artista lo lleva a la pintura o a las letras. Sólo entonces-cuando está creado en el arte-comenzamos a ver el paisaje en la realidad.” (Azorín, “El paisaje de España visto por los españoles”).

Bonita estampa de Caudiel, con la Torreta en primer plano en la cima de la Peña Tajada.

“Yo extiendo la vista por esta llanura monótona; no hay ni un árbol en toda ella; no hay en toda ella ni una sombra; a trechos, cercanos unas veces, distantes otras, aparecen en medio de los anchurosos bancales sembradizos diminutos, pináculos de piedra; son los majanos; de lejos, cuando la vista los columbra allá en la línea remota del horizonte, el ánimo desesperanzado, hastiado, exasperado, cree divisar un pueblo.” (Azorín, "La ruta de Don Quijote")



Con el zoom conseguimos localizar esta ermita del término de Jérica, se trata de la ermita del Calvario.

“El ambiente es de una limpidez soberbia. Allá en la inmensidad remota, ¿no se ve pura, limpia, destacándose en el cielo, la ermita puesta sobre un cerrillo? No hay ningún estrépito que turbe el silencio. Este sosiego, o mejor, esta seguridad en el sosiego,  esta certidumbre de que nuestra paz y la paz del paisaje no será turbada, ¿no vale más que todos los placeres que pueden ofrecernos las ciudades? Oigo a lo lejos el tintineo de una esquila. Ya ha cesado, no se oye nada. Una abeja zumba sobre unas florecillas de romero, una araña que tiene su tela entre un lentisco, sale lenta, muy lentamente, de su agujero.” (Azorín, “Castilla”)


Como dije más arriba, una ligera neblina nos impide disfrutar bien de la sierra de Espadán, pero el valle también está inundado por ella y vemos en cuanto apenas, una mancha en el centro: es el embalse del Regajo.


El camino nos abre amplios horizontes en varios frentes. Disfrutamos de todos ellos porque además el día nos acompaña.


Y en el horizonte, el Alto de Sayas cuya torre forestal, con el zoom, es más evidente. Hacia ella nos dirigimos.


El poste, educado y serio cual guardia urbano con su brazo extendido, nos indica el camino a seguir.


Uno más de los numerosos corrales y corralizas que tiene el término de Jérica, algunos de los cuales se pueden ir visitando recorriendo la ruta local de "La senda de los corrales".
Tal vez sea el corral de Gallego.


En todo el camino abundan los almendros, ya granados y con las almendras a punto para ser recogidas.


Los corrales son los vestigios más numerosos en estas tierras de la humanización del terreno y que tuvieron una importancia capital para la economía de superviviencia de tiempos pasados.


Nos acercamos al Alto de Sayas y ya vamos encontrando algún pino protector.



"Ni árboles que te den sombra,
ni sombra que preste aliento…
llanura y siempre llanura,
desierto y siempre desierto…"

                                    Rosalía de Castro


En el camino de subida, este pino con la raíz totalmente aérea. No es habitual.


Esta última bifurcación nos llevará a la cima.


Es un repecho que nos hará esforzarnos un poco.

"Y vi que te alejabas por un camino que ascendía
hacia un inhóspito confín.
Y quise acompañarte o detenerte,
no sé... Pero el camino se fue borrando en pos de ti."

                                                    José Ángel Buesa


Nuestro horizonte ha cambiado de orientación. Ahora miramos al oeste. El paisaje nos sigue hechizando igualmente. Nos gusta la tierra, todos su rincones, la belleza que encierra. Por eso no nos cansamos de mirar, otear el horizonte una y otra vez y llenarnos de naturaleza. En la foto, Bejís empequeñecida por la magnitud y la grandeza de Peñascabia.


Con el telón de fondo de Santa Bárbara de Pina, se dibuja la estampa de Viver de las Aguas.
En la foto tenemos a esta bonita localidad del Alto Palancia, con su gran cantidad de fuentes y manantiales. 


Y alcanzamos la cima del Alto de Sayas, con su esbelta torre forestal estratégicamente emplazada porque desde aquí se divisa un amplio panorama en 360º por lo que se puede divisar cualquier conato de incendio que se produzca.


Y aprovechamos la estratégica atalaya para disfrutar pausada y gratificantemente el frugal almuerzo que llevamos hoy. Aunque sin faltar de nada, no es tan abundante como en otras ocasiones.


Un panel informativo nos marca lo que nuestra mirada abarca en el horizonte.


Destaca al fondo la cima de Santa Bárbara de Pina, escoltada por gigantes con aspas.


Tras disfrutar del almuerzo y de las vistas, regresamos por donde vinimos. Volveremos a Jérica por el mismo camino pero con  una pequeña variante.


El Alto de las Palomas al fondo marca el horizonte mientras volvemos a Jérica.


La variante que hemos tomado nos lleva hasta unas balsas . En el mapa  de "Tossal cartografies" aparecen con el nombre de Navajo de la Villa.


Junto al navajo vemos un ya algo deteriorado panel que pertenece al recorrido de un sendero promovido por el Ayuntaiento de Jérica en 2009, "el sendero de los corrales". En él, además de explicaciones técnicas sobre el tipo de construcción, se pone en valor su utilidad e importancia en tiempos no tan pretéritos aunque ya prácticamente olvidados, para que seamos conscientes del valor cultural como reflejo de una época pasada que no debemos olvidar.


Enfrente prácticamente del navajo, encontramos uno de estos corrales: el corral de Quico.En su fachada vemos en piedra el año de construcción, 1897. Ha llovido un poco ya.


Y muy cerca del anterior, otro de estos corrales que recorre esta ruta: el corral de Camarero.


Vamos bajando de la Muela pero aún mantenemos la altura suficiente para tener esta bonita vista con el Alto de las Palomas al fondo, Caudiel delante.


Un bebedero de animales junto al camino.


Ya avistamos la localidad de Jérica.



"Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río."

                      Antonio Machado


La Peña Tajada, nuestro siguiente objetivo, con la Torreta en su cima.


Y de nuevo el puente de Navarza, pero ahora sí que lo cruzaremos.


El Palancia que pasa bajos sus ojos.


Y entramos en Jérica por la calle de la Cueva Santa.


"La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica." (Jorge Luis Borges)
La campanilla azul es un claro ejemplo de esta definición.


Nos adentramos por callejas de Jérica.


Y encontramos rincones verdaderamente antiguos, restos de las antiguas murallas, como la puerta de San Roque, que daba acceso a la ermita de ese nombre.


Y ésta hornacina dedicada al santo, que evidencia nuestra proximidad a la ermita.


Como vamos al castillo, las callejuelas tienen pendiente.


Y llegamos a un tramo ya cercano a la explanada de la Torreta facilitado con una escalera de madera, aunque no llega hasta el final.


Antes del último repecho encontramos este panel informativo con información sobre la "Ruta de las ermitas".


El último tramo tiene su pendiente y hay que echar el resto.


Y la verdad es que se coge altura. En la foto se puede apreciar.


Y aún nos queda un tramo y el calor ya apretaba de lo lindo.


El esfuerzo ha valido la pena porque las vistas son espectaculares y Jérica a nuestros pies.


Al llegar a casa y descargar las fotos, vi con sorpresa ésta que os muestro. Tiene ese efecto óptico que no sé a qué es debido: ¿efecto debido al calor?


Y ya tenemos a un paso la Torreta o Torre  del Homenaje. Se encuentra en la parte superior de la Peña Tajada y formaba parte del último reducto del castillo que disponía de distintos recintos amurallados.


Éste panel no sirve para informarnos de detalles referentes a su estructura y su historia.


Y además de disfrutar del paisaje y las vistas, aprovechamos para hacernos una foto en el monumento.


Tras la visita a la Torreta, toca volver a bajar.


Volvemos a la población y pasamos junto a los restos de la inacabada ermita de San Roque.


En la foto vemos la ermita integrada en la alcazaba.


Y en frente, la Torre mudéjar de las Campanas. Imagen típica de la localidad dado que es visible desde lejos debido a lo alto de su situación.

Ahora toca callejear para buscar de nuevo la Vuelta de la Hoz. Un disfrute pasear por estas callejuelas llenas de silencio y tranquilidad, como detenidas en el tiempo (foto de Rafa Lafuente)


“No hay dos puertas iguales: respetadlas todos. Yo siento una profunda veneración por ellas; porque sabed que hay un instante en nuestra vida, un instante único, supremo, en que detrás de una puerta que vamos a abrir está nuestra felicidad o nuestro infortunio…” (Azorín, “ Las confesiones de un pequeño filósofo”)


Cruzamos una de las antiguas puertas de la muralla: Portal de la Sala.


Y seguimos disfrutando de sus callejuelas y rincones.


Pasamos frente a la iglesia arciprestal de Santa Águeda.


Y salimos a la calle Cuesta de Zalon. Desde aquí, volviendo la vista atrás, divisamos una vez más, el emblema de la población: su torre mudéjar.


Buscamos la Calle de la Cueva Santa, más bien camino.
Su inicio lo veis aquí en la foto. Desde este punto iniciamos nuestro regreso al inicio de la ruta volviendo a pasar por la vuelta del Hoz ahora en sentido contrario al de la mañana.


Volvemos a cruzar el puente de Navarza. Vemos la imponente pared de la Peña Tajada de donde venimos y en cuya cima se aprecia la Torreta.


Y volvemos al cauce del Palancia, que corre dirección al mar como cumpliendo una orden imposible de desobedecer.


Junto al camino, un membrillero.


A lo largo de la vuelta de la Hoz el río presenta algunas pequeñas cascadas que rompen la monotonía del recorrido.


Y de nuevo nos acoge la pinada, que nos protege de la fuerza del sol, que ya empezamos a padecer.


El Palancia haciendo surco en la caliza.
Este tramo me recuerda mucho al del Pou Clar en Ontinyent.


También vemos gente practicando la escalada en las verticales paredes de la Peña Tajada.


Y pasamos de nuevo por el azud de los Chorradores que nos indica que estamos llegando al final de la ruta (foto de Rafa Lafuente).


Y ya estamos de nuevo donde aparcamos por la mañana. Terminamos esta recomendable ruta, aunque mejor en épocas de poco calor. Aunque en verano exista la posibilidad de darse un baño al terminarla.

La ruta en el mapa.

 


La ruta en Wikiloc.

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Película


1 comentario:

  1. Bonito reportaje ex-compañero. La próxima vez que vuelvas a la localidad de mis suegros no dejes de visitar las trincheras de la Guerra Civil. Están bastante bien conservadas. Un saludo y mucha salud.

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