MONTANEJOS: LOS CASTILLEJOS-LA BOJERA (3/8/2019)

Pasar el verano en Montanejos no tiene únicamente el aliciente de bañarse en las conocidas aguas de la Fuente de Baños, sino que además ofrece la posibilidad de disfrutar de un entorno privilegiado con oportunidad de realizar múltiples rutas senderistas de las que os he ofrecido alguna en las anteriores entradas y os ofreceré otras en posteriores entregas. Ésta es una de ellas.

En esta ocasión realizaremos una combinación sencilla pero preciosa por partida doble. Se trata de la unión de la senda de los Castillejos con la conocida de la Bojera. La espectacularidad de la ruta está garantizada ya que vamos a tener una visión aérea del barranco de la Maimona en su tramo final antes de desembocar en el Mijares.

 Como es preceptivo en verano, se ha de salir a hora temprana para evitar en lo posible las horas de mayor calor. También es preceptivo en todas mis rutas en Montanejos, empezar en la Plaza de España. En esta ocasión me acompañan mis amigos Paco (derecha) y David ("A una chapa del cielo") en el centro. Pues aquí nos tenéis dispuestos a mostraros esta entretenida ruta.

 Salimos de la localidad buscando la carretera CV-20 que lleva a la Puebla de Arenoso.

 A nuestra derecha, la Copa.

 Seguimos por la carretera y a nuestra izquierda, aproximadamente a trescientos metros de la salida del pueblo, encontramos esta paleta direccional que nos marca el lugar por el que seguir.

 Enfilamos la senda y a veinte metros encontramos otra paleta que nos indica la dirección a los Castillejos.

 Seguimos a la izquierda por el sendero que va ascendiendo de manera muy suave y nos va dejando bonitas perspectivas del río.

 Vista aérea de la casa de la Maimona, donde pasé los tres primeros veranos en Montanejos hace ya muchísimos años.

 El sendero es bonito y tiene tramos distraidos.

 Esta primera parte transcurre por una bonita pinada.

 Acercándonos con cuidado al borde del precipicio, podemos ver el fondo del barranco. Esta vista no es apta para los que padecen de vértigo.

 El sol asoma y va iluminando la Rosada, que adquiere esa tonalidad.

 Desde hace algunos años, es habitual cruzarse con alguna que otra cabra montesa e incluso con algún rebaño o algún grupo familiar.

 El sendero asciende haciendo eses por una deshecha senda de piedra suelta.

Alcanzamos el punto más alto de la ruta. Este es uno de los puntos estratégicos de Montanejos desde el que es posible disfrutar de una de las vistas más espectaculares del término. En la foto, el Morrón de Campos y a la derecha el estrecho de Chillapájaros que apreciamos en todo su esplendor. Lo dicho, una de las vistas más privilegiadas del término. 

Aquí por separado, el Morrón de Campos.

El estrecho de Chillapájaros. Al fondo, la Redonda y el Cantón.

Tampoco están mal las vistas hacia el fondo del barranco que aquí alcanza una gran altura como es posible ver en la foto. En el fondo apreciamos un dique de contención de posibles riadas, bastante frecuentes por cierto.

Aquí, aumentado con zoom, se ve mejor el dique. En el cauce de este barranco, desde su nacimiento hasta aquí hay alguna presa más de este tipo para contener la furia del agua, que ha labrado en este tramo una profundo y espectacular tajo en la piedra caliza.

Tras disfrutar del paisaje, seguimos por el cordal, deleitándonos con las vistas hacia el barranco,.

En un punto del cordal, un hito nos señala un sendero en descenso que seguiremos.

Se trata de un bonito y tranquilo sendero que transcurre por una silenciosa pinada.

El sendero desemboca en el Colladillo, cruce de senderos. A la derecha enlazamos con el sendero de los estrechos. De frente, en la foto, la subida hacia el Morrón de Campos. A la izquierda, el sendero desciende hacia el cauce del barranco, lo cruza y nos lleva a Montanejos por el sendero de la Bojera. Esta es la opción que elegimos en esta ocasión.

El bonito sendero zigzaguea por la ladera del Morrón en busca del cauce del Maimona.

Ya cerca del cauce, oímos el rumor del agua y somos capaces de ver el discurrir del caudal entre grandes bloques de piedra.

Llegamos al cauce y lo cruzamos sin excesiva dificultad, ya que a pesar de que el barranco lleva agua, no lo hace en exceso y permite cruzarlo con comodidad sin necesidad de descalzarse.

Tras cruzar el cauce, el sendero se empina a base de bien y pone a prueba nuestras piernas y nuestros pulmones. Nuestro corazón se acelera.

Tras una buena subida, llegamos a este nuevo cruce de senderos. Aquí conectamos con el PR-VT 126 que va a Rubielos de Mora (por la derecha) y con el Camino del Cid (GR-160). Seguimos a la derecha dirección a Montanejos. Apenas cinco kilómetros nos separan de allí.

Ahora avanzamos por una amplia pista, flanqueada de pinos a ambos lados, nos proporciona una excelente protección del sol, por lo que no sufrimos en exceso sus inclemencias. 

La pista avanza siempre en ascenso con algún repecho algo más fuerte y nos deja en este cruce, donde se enlaza con el GR-7 en dirección a Montán. Nosotros dejaremos la pista hacia Montán y seguiremos en dirección a Montanejos comenzando aquí el espectacular sendero de la Bojera.

Iniciamos el sendero que desciendo en un primer momento suavemente y luego transcurre por un tramo más llano.

Además de arbustos de boj, que dan nombre a esta bonita senda, encontramos otras especies vegetales singulares, como arces de Montpellier, carrascas, etc.

El sendero, durante un buen tramos, transcurre colgado sobre el barranco de la Maimona, con espectaculares vistas sobre el mismo. En la foto, al frente, el cordal de los Castillejos donde estuvimos antes.

En este sendero, nuestra vista se va por defecto hacia el fondo del barranco, pero si miramos hacia arriba también nos quedaremos boquiabiertos ante la altura que alcanzan estas paredes calizas por encima de nuestras cabezas.

A medida que avanzamos por el estrecho sendero, se nos abre la vista y podemos disfrutar de excelentes panorámicas.

Aquí apreciamos la línea que marca el sendero que transcurre por la ladera de la montaña.

Las personas con problemas de vértigo pueden pasarlo mal en un tramo donde el sendero es sumamente estrecho y a nuestra izquierda, un canchal con gran inclinación nos avisa de que un mal paso podría ser fatal. Observad en la foto la inclinación de la pared.

Salvado este tramo, el sendero desciende y se introduce en un bonito bosque que dulcifica de nuevo el calor del sol y llanea ahora en dirección a Montanejos.

Enseguida tenemos Montanejos a vista de pájaro. Lo que nos queda es coser y cantar.

Última paleta direccional que encontramos en el recorrido.

Vemos ya las primeras casas en la parte alta del pueblo.

Descendemos por sus aún tranquilas calles dirección a la plaza de España.

Y por fin, llegamos a la plaza de España.
Aquí ponemos punto y final a esta sencilla, bonita, entretenida y espectacular ruta.


La ruta en el mapa.

La ruta en Wikiloc.

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