Esta semana nos trasladamos a Mira, en la provincia de Cuenca, muy cerca del límite provincial con la Comunidad Valenciana. Nos hemos acercado a esta localidad de la Serranía Baja para disfrutar de uno de los parajes más espectaculares de esta comarca: las hoces del río Mira.
A Mira se accede por la A3 hasta la salida 275 Utiel (oeste). Cruzaremos Utiel y buscamos la CV-470 que pasa por Los Corrales y Camporrobles. Pasamos Camporrobles y a unos ocho kilómetros, llegamos a Mira siguiendo la CM-2109. Allí buscaremos el edificio de la Cruz Roja, junto al puente que cruza el río Mira. Allí dejaremos el coche para empezar nuestra ruta.
El río Mira es un afluente del Cabriel, al que vierte sus aguas en el embalse de Contreras. Hasta llegar a la población de Mira, el río recibe el nombre de Ojos de Moya y , a partir de la población, toma el nombre de la misma.
El río recorre una zona de roca caliza donde ha moldeado las hoces que vamos a recorrer en esta ruta.
Recorreremos básicamente el SL-CU 06 "Paseo temático de la Hoz de Mira" y un tramo del GR-64 "Vuelta a la Manchuela", sendero de gran recorrido en proyecto, del que está marcado el primer tramo (Mira-Enguídanos) y el último tramo (Alarcón-Villagordo del Júcar). El tramo entre Enguídanos y Alarcón aún está en fase de marcado y homologación.
Básicamente, iremos y vendremos por el mismo camino, aunque en algún tramo cambiemos de orilla al volver.
Recomiendo realizar esta ruta en otoño, ya que como veréis, los tonos cromáticos que adquiere la vegetación en esta época del año le aportan un valor extra a la ruta. Y eso que la primera parte del recorrido no pudimos disfrutarlo del todo debido a una espesa niebla que nos lo impedía. Aún así, disfrutamos de lo lindo. Nos emborrachamos de otoño.
Comezamos aquí nuestra ruta.
Podremos ahorrarnos cuatro kilómetros de ruta si en lugar de comenzar aquí, vamos en coche hasta el molino de Fermín o de la Hoz, a dos kilómetros de Mira. allí comienza el SL-CU 06. Nosotros decidimos empezar aquí.
Foto de grupo antes de la partida.
Mira nos recibió con 3º de temperatura y una espesa niebla.
Comenzamos a caminar por el margen derecho del río, dirección al molino de la Hoz.
Salimos del pueblo y la niebla era más densa y contundente.
Aún así, nos dejaba entrever el otoño que vestía ya la vegetación en estas tierras.
La viña, uno de los cultivos predominante de la zona.
La humedad se hacía patente en las numerosas telas de araña, en cuyos finos hilos de seda se concentraban las gotas de rocío.
De momento, la niebla lo invade todo.
Nos salimos unos metros para observar este azud del río.
Como podemos ver, el otoño viste ya los chopos y otros árboles de ribera que nos ofrecen este espectáculo de color y melancolía.
Y llegamos al molino de la Hoz. Nos encontramos en la parte de atrás, junto a la toma de agua.
A la vuelta lo veremos por la parte de delante. Como comenté antes, podemos llegar en coche hasta aquí y empezar el recorrido en este punto.
Mirada hacia atrás. Bonito ¿eh?.
Seguimos unos metros hacia la derecha y enseguida encontramos el inicio del SL-CU 06.
El poste señalizador está en el suelo.
Pero este murete de piedra aguanta mejor el paso del tiempo.
Iniciamos la primera subida de la ruta. Luego lo haremos por segunda vez.
Marca de SL.
La niebla nos impide ver el fondo.
Y llegamos hasta el mirador del "Pozo de las Ánimas".
Y lo que vemos es esto.
Y esto. O sea, poca cosa.
Junto al mirador, paneles explicativos de flora y fauna que podemos encontrar en el recorrido de este SL.
Nombre del mirador.
Desconozco el porqué de este apelativo.
El mirador envuelto en la niebla, una vez nos alejamos de él.
Seguimos sin poder disfrutar de la belleza del barranco.
En algún tramo es más visible el fondo.
A la vuelta, recorreremos el sendero por debajo.
En este cruce, dejaremos momentáneamente el SL-CU 06, que retomaremos a la vuelta, y seguimos ahora por la derecha siguiendo del GR-64 que lleva hasta Enguídanos.
El sendero desciende hasta la parte inferior del cañón y transcurre paralelo al río.
La niebla aún persiste, pero podemos ver la altura que adquieren la paredes en el cañón.
El suelo empieza a alfombrarse de hojas.
Marca evidente de GR.
Miramos también por encima de nuestras cabezas. La altura de las paredes también nos impresiona. Descubrimos este puente natural en la roca, que volveremos a ver a la vuelta con mayor luz.
El río Mira, cuyo recorrido vamos siguiendo.
Otro rincón del río.
Encontramos algún abrigo natural en la roca.
Los cruces están bien marcados.
No tenemos perdida.
Alguna seta de chopo encontramos en el camino.
Recolectando setas.
Y disfrutando de un entorno espectacular.
Recolectando moras.
Uno de los abrigos que encontramos en la ruta, aprovechado para corral.
Y paisajes otoñales para disfrutar.
En alguna zona, el cañón se ensancha.
El otoño se apodera poco a poco de la vegetación, que no pudiendo escapar a su acción, amarillea poco a poco.
La niebla se difumina y apreciamos que la altura aún es mayor de la que veíamos en un primer momento.
Y el grandioso paisaje nos sigue envolviendo.
Un deleite para los sentidos.
Algunos chopos caídos forman puentes naturales sobre el cauce del Mira.
Un recodo del río hemos de salvarlo dando un pequeño rodeo que nos hace emprender la segunda subida de la ruta.
En el punto más alto de la subida, en un mirador natural, un amplio valle se abre ante nuestros ojos.-
Cavidad inaccesible en una de las paredes.
Aquí el sendero gira a la derecha, pero antes vamos a hacer un descanso para almorzar.
El río forma aquí un remanso.
Bonito rincón para un almuerzo tranquilo.
El grupo durante el relajante almuerzo.
Tras el almuerzo, seguimos nuestro camino por este valle que presenta algún terreno cultivado de viñas.
Definitivamente, la niebla nos ha dejado.
El ambiente ahora es limpio y nítido. Los colores se intensifican.
Y pasamos junto a este pino centenario, digno de pararse en él para disfrutar de su tortuosa belleza.
Su tronco nos habla de la edad del ejemplar.
Otra pala que dirige nuestros pasos sin equívoco.
Ahora transcurrimos por un espacio más amplio.
Y llegamos al viaducto de Villa Paz o de Mira. Se trata de un puente de la línea de ferrocarril Madrid-Aranjuez y constituye uno de los más altos de la línea.
Desde luego, es espectacular.
Nada más pasar el viaducto, vemos este corral que no indica que estamos cerca de Villa Paz.
Nada más pasar el corral, giramos a la izquierda y cruzamos el río.
Enfrente a nosotros, vemos este grupo de casas en ruinas que formaban Villa Paz.
El estado de ruina es total.
Este es el punto de inflexión. Aquí nos volvemos hacia Mira.
Regresamos sobre nuestros pasos a desandar lo andado.
En el punto donde almorzamos, nos desviamos por la derecha para seguir ahora por la orilla izquierda del río.
Pasamos junto a un viñedo.
Y seguimos envueltos en otoño.
La cámara echa humo.
No sé si me creeréis, pero hice 448 fotografías.
Cruzamos de nuevo a la otra orilla por este puente para seguir por otro tramo que ya hicimos al ir.
Siempre cerca del río.
Y de nuevo, bajo el puente natural en la roca.
Ahora lo vemos con mayor nitidez.
Y llegamos de nuevo al punto en el que abandonamos el SL. Ahora, por la derecha, lo retomamos para terminar este recorrido circular en el molino de la Hoz. Ahora discurriremos por la parte baja de la hoz.
Señal del SL.
Este tramo también tiene su encanto.
Otro de los paneles explicativos de flora y fauna que podemos encontrar en todo el recorrido.
Este tiene un desliz ortográfico muy evidente y grave: "Los mamíferos carníboros".
Atravesamos este puente de madera sobre el río, justo debajo del mirador del pozo de las ánimas.
¡Ojo! tiene una barandilla que se mueve mucho.
Y el mirador desde el que no vimos mucho horas antes.
Seguimos avanzando junto al río, que ofrece bonitos rincones.
Tras pasar este machón que parece de un antiguo puente sobre el río, encontramos a la derecha unos agujeros en la pared...
...que son refugios de pastor.
Y llegamos al punto de inicio y final del SL-CU 06, junto al molino de la Hoz.
Este panel nos ilustra sobre el recorrido.
En este punto hubiéramos podido iniciar la ruta y ahorrarnos cuatro kilómetros de recorrido.
El molino de Fermín o de la Hoz, esta vez en su parte delantera.
Ya sólo nos queda regresar a Mira, entre campos de cultivo (viñedos sobre todo) y por la orilla contraria (izquierda) a la que lo hicimos por la mañana para conocer ahora esta parte.
Mira a lo lejos (o a lo cerca, que estamos muy próximos).
Y encontramos esta señalización del Camino de Santiago. En este caso se trata de una de las etapas del "Camino de la Lana", en el ramal que empieza en Valencia y que llega hasta Monteagudo de las Salinas para continuar hasta Burgos y enlazar allí con el "Camino Francés".
Pasamos por esta estación meteorológica.
También junto a esta fuente.
Y ya estamos en la entrada de Mira, escalonada en la loma de la montaña.
Un paseo agradable junto al río nos lleva hasta el inicio (y fin) de la ruta.
De nuevo, el edificio de la Cruz Roja local.
Fin de la ruta.
Y, como es habitual, una buena ruta necesita de una buena comida posterior.
En este caso en el Restaurante Carlos, en Mira. La foto que nos hizo la cocinera no está muy nítida (¿o es que nosotros nos movimos mucho?).
Aquí veis dos primeros y dos segundos que pudimos degustar en la comida. ¡Para qué contaros cómo estaba de apetitoso!
Tras la comida, un pequeño paseo por Mira, para facilitar la digestión.
Y con esta instantánea de Mira, nos despedimos hasta otra oportunidad, que seguro que la hay.
La ruta en el mapa.
La ruta en Wikiloc.
Hola Emilio
ResponderEliminarEstupenda elección para esta época de otoño, además con esa niebla que aunque en algún momento estropea un poco las vistas, pero le da un toque muy chulo y que por lo menos a mí me gusta.
Esta ruta aunque vayas y vuelvas por el mismo sitio, no pasa nada, simplemente disfrutas dos veces de esos tonos y ese ambiente.
Ya veo que el grupo empieza a marchar de nuevo.
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
¡Hola Jose! Ruta tranquila e interesante y como dices, disfrutando igualmente a la ida que a la vuelta. Parece que la marcha vuelve a la normalidad, toquemos madera.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio!! Estupenda ruta, de lo más bucólica en esta época y además con recolecta incluida...Un disfrute!!!. La tengo guardada en pendientes, a ver si sale a la luz alguna vez. Lástima de la niebla en algunos puntos, aunque también le da un toque mágico.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola Álex! Bonita ruta otoñal de esas que obligan a la cámara a un trabajo extra. Al final, agradecimos la niebla matinal que creó un ambiente misterioso y mágico en la primera parte del recorrido.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio.
ResponderEliminarMenuda preciosidad de ruta, me ha encantado, como bien dices el otoño es la época más propicia para realizarla, sin ninguna duda. También coincido con Jose, vale que la niebla os privó de algunas vistas, pero hizo que bastantes de esas 448 fotos, madre mía, y yo que pensaba que era de gatillo fácil jeje, quedasen dignas de postal.
Un abrazo.
¡Hola Dani! Bonita ruta otoñal. La disfrutamos mucho. Como dije a Álex, al final agradecimos esa niebla que nos brindó momentos mágicos y misteriosos que le añadieron encanto a la ruta, ya de por sí interesante.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio
ResponderEliminarUna de las buenas rutas de otoño. Bonito sendero salpicado de colores
Saludos!
¡Hola Jesús! Sí, buena ruta otoñal. Ya vi la variante que hiciste tú. Hubiera sido otra posibilidad. Repetiremos.
EliminarSaludos.
Estupenda ruta Emilio no me extraña que hicieras tantas fotos, me la apunto.
ResponderEliminarLa verdad es que debe dar gusto disfrutar de un tiempo otoñal de verdad como lo hicisteis vosotros con esa niebla y todo. Que si bien es cierto os privó de algunas vistas sin duda le dio un encanto especial a la ruta.
Un abrazo
¡Hola Ramón! Bonita ruta, sin duda. Ahora, un par de semanas después, seguro que los tonos amarillos y ocres se han acentuado. Vale la pena. Al final agradecimos esa niebla que nos recibió por la mañana.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio
ResponderEliminarPreciosa ruta, una de esas rutas otoñales en las que como te paso, no puedes soltar la camara ni un momento. Coincido con comentarios anteriores en que la niebla, mas que molestar, da a esas rutas ese tono tan magico que al menos a mi, me daja sin palabras.
Un abrazo!!
¡Hola Francesc! Sí, al final agradecimos la niebla, porque tuvimos ambas cosas: niebla y sol. Desde luego, la cámara estuvo todo el tiempo en funcionamiento. Tuve que cambiar el carrete varias veces, je,je.
EliminarUn abrazo.
¡Hola Emilio!
ResponderEliminarVaya una pasada de ruta.
Esos contrastes y colores que se pueden observar en otoño son espectaculares.
Como dicen todos, la niebla os privó de unas mejores vistas, pero también le dio un toque especial.
Para variar, vaya comilona que os pegasteis.
Un abrazo.
¡Hola David! Bonita ruta. Te gustaría. Creo que el otoño es la mejor época para disfrutar de este bonito entorno. Acertamos con la fecha y además, esa niebla le puso un encanto especial que no esperábamos. La comida, un buen complemento a la ruta, el otoño y la niebla.
EliminarUn abrazo.
Un abrazo.
La verdad es que disfrutamos enormemente de los paisajes tanto de los visibles como de los misteriosos envueltos en un halo de ocultismo.
ResponderEliminarEl otoño es una época ideal para visitar estos hermosos parajes.
Un abrazo.
¡Hola Emilio! Coincidimos totalmente, como lo hicimos el día de la ruta. Disfrutamos de lo lindo. Siempre hay que saber sacar lo positivo. Y recomendamos el otoño para recorrer este bonito paraje.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio.
ResponderEliminarCuando llega el otoño,estas rutas,aun siendo lineales,tienen un encanto especial.La niebla como comenta Jose,le da un ''toque'' diferente y bueno en este caso,en la vuelta os resarcisteis...jejeje.Lo de las fotos,te creo,yo el otro día en la ruta de la Buitrera,tuve que dejar ''descansar'' la cámara un ratito...jajaja.En este caso el paisaje daba para ''apretar el gatillo'' unas cuantas veces..y si no llega haber niebla,pues no veas...jejeje.En definitiva gran ruta que tendremos en cuenta para próximos otoños.
Un abrazo.
¡Hola Juane! Disfrutamos mucho la ruta. Tanto al principio, con la niebla y ese halo de misterio, como al final con ese sol radiante que intensificaba los tonos otoñales de la vegetación.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio! IMPRESIONANTE!.
ResponderEliminarBuena ruta, buena compañía, un paisaje fantástico, las fotos geniales y la comida (buena pinta tenía).
Felicidades.
La dejo en tareas pendientes.
Un abrazo.
JOSE VICENTE (MONTAÑA PARA TODAS LAS EDADES).
¡Hola José Vicente! Ruta que reunía los alicientes de una gran ruta: entorno fantástico, compañía excelente, comida de
Eliminarhermandad... Pues eso, disfrutando a tope. No dejes de hacerla.
Un abrazo.
Pinta muy bien..me la copio para hacerla en breve...por cierto, me encanta la foto de la telaraña con gotas de rocío. Latelaranyaverde@blogspot.com.es
ResponderEliminar¡Hola, Silvia! Muy bonita la ruta. Te gustará. Pienso que el otoño es la época más bonita para hacerla. Anímate. Echaré una ojeada a tu blog.
EliminarSaludos.