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martes, 24 de mayo de 2016

MONTANEJOS-MONTÁN-MONTANEJOS (21/5/2016)


Esta semana decidí volver a hacer otra prueba para comprobar el estado de mi rodilla. En este caso, en solitario. Para ello, realicé una ruta que tenía prevista desde hacía tiempo y que reunía las características necesarias para intentar hacerla sin penalizar excesivamente su estado. El único punto negativo podía ser la distancia (algo más de 17 km) y más teniendo en cuenta mi inactividad durante tanto tiempo. Pero las ganas por volver a la actividad lo pudieron todo. Ésta es la crónica de la ruta.


Se trataba de ir y volver a Montán en una ruta circular utilizando tramos del GR 7, la antigua cañada de Rosada y el GR 160 o "Camino del Cid". La idea la concebí a finales del año pasado, pero no hubo ocasión de realizarla. Así pues, éste era el momento ideal para ello. 

Para ir utilizaría la senda limpiada hace poco que sube hasta la loma de Rosada. Desde allí, por pista, enlazaría más adelante con el GR-7 hacia Montán. Antes de llegar a Montán dejaría el GR-7 para acceder a la población por la senda de la Boscaja. Para la vuelta, utilizaría el novísimo GR 160 o "Camino del Cid" en su tramo desde Montán a Montanejos, todo él por pista, lo que no perjudica en exceso mi rodilla. Y ésta es, en líneas generales, mi ruta planeada. En un principio pensé realizarla por la senda de la Bojera, pero creo que así se alarga un poco el recorrido, y decidí cambiarlo.


Como en muchas ocasiones, comenzamos la ruta a una hora temprana (7,30 de la mañana) y desde la plaza de España de Montanejos.


En este punto cruzamos la CV-195 y nos dirigimos hacia la parte alta del pueblo para coger el tramo de senda que comparten el GR-7 y la senda de la Bojera. En la actualidad, otro camino se ha unido a estos dos y comparte parte del recorrido. Se trata del arriba citado "Camino del Cid" en su tramo Montanejos-Los Calpes.


Subimos por la empinada calle San José y en la esquina con la calle Campos de Arenoso, giramos a la izquierda.


Buscamos esta senda que da acceso hasta una carretera donde enlazaremos con la senda de la Bojera y demás.


Ahora seguimos por la derecha.


Pasamos junto a esta antena de telefonía.


Y encontramos enseguida este primer poste que nos dirige infaliblemente hacia el camino adecuado.


Tras el giro a la izquierda en el poste anterior, encontramos el edificio del antiguo depósito, donde se ubica ahora un centro emisor de TDT.


Seguimos nuestro camino y disfrutamos de cortos pero bien conservados tramos de camino empedrado.


Vamos en ascenso. El valle del río Montán se nos muestra tranquilo y sereno a estas prontas horas de la mañana.


LLegamos a una loma, llana, entre pinos, que siempre nos ha encantado. Ahora también que el silencio y el frescor de la mañana nos acompañan.


Al final de este bosquecillo y antes de que el GR-7 y la senda de la Bojera acometan un giro de 90º a la derecha, nosotros abandonamos el sendero que llevamos y seguimos de frente por esta antigua cañada o vereda que accede a la loma de Rosada por su vertiente este. Esta preciosa senda ha sido limpiada hace poco como ya comenté en una anterior entrada.


La senda asciende poco a poco. Está muy bien trazada, por lo que el esfuerzo de subir se hace muy llevadero. Además, este primer tramo transcurre por el interior de una pinada que nos protege del naciente sol que se va levantando por el este.


El calor del sol aún no es suficiente para disipar las neblinas de la noche, que aún cubre gran parte del valle y no nos dejan ver con nitidez la sobresaliente cima del Penayagolosa, aunque la intuimos fácilmente.


Poco a poco vamos dejando la pinada y pisamos terrenos algo más pedregosos y áridos.


Pero aún nos quedan tramos donde disfrutar de sombras.


Y tras una cadenciosa y sostenida ascensión, llegamos a un collado con vistas hacia el sureste. Desde aquí aún nos queda un repecho hasta la loma de Rosada.


Pero antes nos paramos un momento a disfrutar del paisaje, aunque las vistas aún están empañadas por la neblina.


Como antiguo camino que es, tiene una buena trazada que facilita el ascenso. En la foto podemos observar los muretes que soportan el camino en algunos tramos.


Y llegamos por fin a la loma de Rosada. El aire fresco de la mañana no da en el rostro y lo agradecemos.

Mientras tomamos aire nos deleitamos con el paisaje y nos entretenemos en buscar lugares conocidos. Por ejemplo el Pinar o Alto de la Santa.


Hacia el otro lado, nos acercamos al borde, con precaución, para asomarnos al barranco de la Maimona, el Morrón de Campos y la sierra de Gúdar en la lejanía.


Nos entretenemos también en acercar con el zoom la caseta forestal del Morrón.
Estas vistas de por sí, justifican una ruta.


Una vez llegados arriba, encontramos una pista. Llegados aquí, nos vamos por la derecha siguiendo la pista que nos enlazará nuevamente con el GR-7 tras pasar por el corral de los Navarros.

Aunque nos gustan más las sendas, tenemos que decir que hay pistas y pistas. Ésta en concreto, es muy agradable. Tiene sombra, los pinos conviven con las carrascas. Además valoramos los aromas; el silencio; el canto de algún pajarillo que lo rompe; nuestra soledad, compañera en muchos caminos; el revoloteo nervioso de las mariposas, que parece que nos quieren acompañar; el viento que nos golpea la cara en ráfagas intermitentes y alivia nuestro calor...Todo esto hace que caminar por esta pista, no se nos haga monótono.


Caminamos por esta pista, agradable de caminar y en el tramo en el que más altura alcanzamos (sobre la cota 900) podemos disfrutar de buenas vistas. Enfrente de nosotros, las inconfundibles antenas del pico Santa Bárbara de Pina.


También en la lejanía, la altura a la que nos encontramos nos permite visualizar la ermita de Santa Isabel, entre las poblaciones turolenses de Fuentes de Rubielos y Mora de Rubielos.


Llegamos al corral de los Navarros. A su alrededor aún hay campos de almendros cultivados. La primera vez que estuve aquí, hace más de veinte años, en la puerta aún había un trillo apoyado en la pared. 


Unas decenas de metros después de pasar el corral, encontramos un cruce que seguimos por la derecha. Y enseguida nos encontramos con este otro, balizado con este poste de madera de una ruta de btt. Este es el enlace, de nuevo, con el GR-7 que seguiremos durante un buen trecho.


Ahora transcurriremos también básicamente por pista forestal que a mi rodilla le va bien. También nos gusta esta pista por su frondosidad y belleza. Iremos descendiendo poco a poco. Hay tramos de sendero que se desvían de la pista para acortar las curvas. Creo que alguno nos lo pasamos, bien por escasa o nula marca, bien por el despiste propio del que va ensimismado disfrutando y metido en sus pensamientos.



La soledad como único acompañante. Es algo que no nos desagrada.


Al ser consciente de haberme saltado una de las salidas del GR-7, estuve atento para no volverlo a hacer. Encontré esta salida de la pista y no fue muy afortunada la decisión de haberla seguido. En primer lugar vi señales del GR muy borradas y difusas que me hicieron dudar un poco, pero el encontrar dos marcas blancas me animó al pensar que la senda estaría en buenas condiciones. Error. A los pocos metros la senda se perdía por una tala de pinos con mucha leña amontonada. Menos mal que era un tramo corto que me permitió bajar a un campo de almendros junto a la pista. 


Junto a este almendro me reincorporé a la pista de nuevo. A pesar de todo, me ahorré un rodeo.


Encontré luego otros tres desvíos de la pista que estaban en mejores condiciones y que valía la pena coger, pues además de transcurrir entre pinos, te ahorraban algunos metros.


Bonitos y tranquilos rincones que recorridos en soledad adquieren una inusitada belleza.  


El sendero pasa por esta apartada casa.


Y nos devuelve de nuevo a la pista.


Seguimos por ella, y un nuevo tramo de senda. A por él.


Las bajadas y con piedra suelta, no son muy buenas para mis rodillas. Las gestiono con calma y buenos apoyos del bastón.


Pero la verdad es que se disfrutan mucho.


Nuevamente volvemos a la pista. Esta es una constante de este tramo de GR-7.


A la izquierda.


Y aquí, otro bonito tramo de senda nos espera.


Salimos por aquí a la pista y ahora no encontramos más atajos. Siguiendo la pista llegaríamos a Montán.


Hacemos una bajada pronunciada y pasamos junto a este corral.


En este cruce, tenemos la opción de acercarnos, por la derecha, hasta la fuente Amarilla, de muy buenas aguas. Se encuentra muy cerca del cruce. Pero yo no lo hago porque no quiero alargar en demasía la ruta. Así pues, nos dirigimos hacia Montán siguiendo el camino de la izquierda.


Ahora transcurrimos entre campos de cultivo.


Y en este punto, dejaremos el GR-7 y llegaremos a Montán por la llamada senda de la Boscaja. Me decidí por esta variante al transcurrir primeramente por un tramo de pista entre pinos y por la sombra que se disfruta y después sigue por una bonita senda, también a resguardo del sol, que nos acerca a Montán por el barrio de las Eras. El GR transcurre por pista y no tiene prácticamente sombra hasta su llegada a Montán.


Me llamó la atención este almendro atrapado por el asfalto.



Nos dirigimos por pista a través del llamado paraje de la Boscaja, que es el nombre del barranco que llevamos paralelo a la pista por nuestra izquierda.


Ascendemos por la pista y en un punto estamos atentos al desvío de la senda, que como veréis, esta marcada con originales hitos.


Uno de los originales hitos que jalonan la senda. Son obra, al parecer, de un vecino de Montán.


Pasamos también por el paraje de la Pedrera. Estos bloques corroboran el nombre. Al parecer, de esta zona se extrajeron piedras para la construcción del monasterio Servita de Montán. Estos bloques serían restos que quedaron sin utilizar.


Y avistamos la tranquila población de Montán. Un notable silencio envuelve esta plácida mañana en el Alto Mijares. Únicamente el estruendoso rugido de las motos, camino de Montanejos, interrumpe este tranquilo momento.


Aquí termina la senda de la Boscaja y entramos en Montán por el barrio de las Eras.


Las primeras callejuelas del pueblo me reciben con un silencio y una pulcritud dignas de mención.


Al pasar junto a la iglesia de la Virgen de los Dolores, del antiguo convento servita, ni un ruido, ni un movimiento, nada que delate actividad humana. ¡Qué calma!¡Qué paz!.


La limpieza de sus casas y la blancura de las fachadas llaman la atención del viajero que disfruta de un entorno rural tan tranquilo y silencioso.


Nos detenemos en la fuente de las Eras. Un trago y un lavado de cara nos hará mucho bien.


Seguimos cruzando Montán. Pasamos junto al horno, pero no nos detenemos. Lo dejamos para otra ocasiòn.


Buscamos la bajada a la fuente de Bajo Castillo. Una amable vecina nos informa y encontramos el acceso.


Por el camino de la izquierda, llegaremos en un periquete a la fuente.


A medida que nos acercamos al lugar, una espesa vegetación nos corrobora que hay mucha agua en este lugar.


Y llegamos a este frondoso y tranquilo rincón. La fuente Bajo Castillo.


Un centenario chopo plateado  da sombra al caminante que aquí se detiene en busca de una sombra y un refrescante trago de agua. Lo de centenario lo atestigua esta placa a los pies del tronco.


A la sombra de este chopo daremos cuenta de nuestro frugal almuerzo: una empanadilla de tomate. He de confesar que mi primera intención era haber ido al bar del pueblo y almorzar allí, con una fresca cervecita. Pero, como dije anteriormente, no quería alargar en exceso la ruta y almorcé en la fuente. No me arrepiento. 


Tras el almuerzo y unos buenos tragos de esta fresca agua, un ratito de sosiego y foto para el recuerdo.


Las aguas de la fuente van al río Montán, que corre unos metros más abajo.


Proseguimos nuestro camino y salimos dirección a la CV 195 por la rampa de acceso a esta fuente desde la carretera.


Cruzamos la carretera en este punto y seguimos de frente.


A partir de aquí quedan poco más de siete km hasta Montanejos. Esta sería la segunda parte de la ruta que transcurre en su totalidad por pista. Es la parte más monótona de la ruta, pero no por ello exenta de interés y menos para quien le guste caminar. El calor empieza a apretar y no encontraremos casi sombras. Por eso, no conviene realizar este recorrido en épocas de calor. O bien hacerlo en sentido contrario a como yo lo hice pasando este tramo a primeras horas de la mañana cuando el calor no es tan fuerte.
Ahora marcharemos por un tramo del Camino del Cid (GR 160) hasta Montanejos.



El camino desciende un poco y nos lleva hasta el cauce del río Montán.


Como veis, no es un río muy caudaloso, pero al menos lleva agua, que para el tiempo que estamos ya es de agradecer.


El camino sube por este pequeño repecho y sale a la pista que ya no dejaremos.


Salimos a la pista.


Avanzamos entre campos de cultivo, olivos sobre todo, con un gran colorido debido a la multitud y variedad de florecillas silvestres que florecen en primavera.



Esta amapola es un ejemplo de lo que digo.


Pasamos junto al ecoparque de Montán.


En el interior de este florido campo de olivos, nos detuvimos para acercarnos a la ermita de Santa Bárbara.


El aspecto de la zona es de no estar muy cuidado. Una lástima que no se cuide un poco más el lugar.


Este porche cerrado precede la sala de la ermita. La puerta estaba cerrada.


Santa Bárbara en la parte superior de la puerta.


Interior de la ermita. Apenas pude obtener ninguna imagen del interior.



Proseguimos la marcha y podemos ver la vertiente este de La Rosada que nos va a acompañar durante todo el recorrido.


Junto al camino encontramos esta fuente que nos alivia los calores del mediodía.


En esta bifurcación seguiremos por la derecha.


Otro bello ejemplo de florecillas silvestres.



Algún corto tramo podemos disfrutar de la sombra de los pinos. Pero ésta no es la tónica general.


Como veis, también tiene rincones y tramos bonitos de caminar. 


El arroyo del barranco de Juan Roya también llevaba agua. Eso está muy bien.


Nos vamos a encontrar con varios cruces, todos ellos bien señalizados que harán que no nos equivoquemos. En este enlazamos con el GR-36, recorrido de gratos recuerdos para mi.


Otros tramos son más áridos y se llevan peor. Además el calor ya aprieta un poco, aunque aún no es el calor sofocante del verano. Éste es aún llevadero.


La pista va girando y volvemos a tener contacto visual con el pico Santa Bárbara.


Llegamos a este otro cruce, como dije antes, bien señalizado. Seguimos de frente.


Ya divisamos Montanejos en la lejanía. Un par de kilómetros y llegaremos.


Pasamos también junto a la base del cerro del Castillo.


Echando mano de zoom fotografiamos restos de la muralla o una torre exterior.


Restos de uno de los muros del castillo.



Parece que no llegas nunca. Los últimos kilómetros empiezan a pesar un poco. El calor aprieta y ya tenemos ganas de llegar.




A la otra parte de la carretera, a nuestra izquierda, el Camposanto.


Y también el helipuerto.


La Rosada, por donde anduvimos horas antes.


Pasamos junto al reciente camping de La Granja, afrontando ya la recta final.


Aquí nos desviamos a la izquierda. El cruce se encuentra debidamente señalizado.


Y ya Montanejos a nuestro alcance. 



Entramos a Montanejos por el restaurado puente-acueducto de San José.


Tras recorrer la calle San Vicente, pasamos por la calle Manuel Pradas que nos lleva hasta la plaza de la Iglesia. En Montanejos también reina el silencio. Tal vez la cercana hora de la comida apacigua los ruidos al recogerse los lugareños en sus hogares.


Pasamos por delante de la iglesia de Santiago Apóstol, patrón de Montanejos.


Y por el callejón salimos a la Plaza de España, donde iniciamos la ruta. Es el punto y final de esta bonita ruta. Es la una aproximadamente.

Resumiendo, bonita ruta circular que recorre antiguos caminos y parte de tres GRs: el 7, el 160  o Camino del Cid y un corto tramo del GR 36. Han sido algo más de 17 kilómetros en los que he puesto a prueba mi rodilla. Parece que ha respondido bastante bien. Estoy contento de la prueba. Evitaremos los días de calor para realizarla y aunque hemos de llevar agua, al pasar por Montán tenemos la posibilidad de recargar con lo que tampoco tendremos problemas de abastecimiento. Recomiendo realizar la ruta en sentido levógiro como la he hecho yo, creo que así es más llevadera.

Otras entradas relacionadas:

De Montán a Fuente la Reina.


La ruta en el mapa.



La ruta en wikiloc. 



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Película.


12 comentarios:

  1. Hola Emilio !!! veo con agrado que te vas reincorporando poco a poco, bueno, lo de poco a poco es un decir........ la distancia y el desnivel acumulado lo desmienten, como siempre una cronica que engancha y hace que quieras estar ahi.

    Sigue con la recuperación y saludos.

    Francesc

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    1. ¡Hola Francesc! Poco a poco a ver si cogemos ritmo, siempre con el handicap de no tener nunca la rodilla al 100%.Pero bueno, en esta ocasión he podido disfrutar de nuevo de una ruta que ha cumplido con mis expectativas. Gracias por tu comentario y tus deseos.
      Un abrazo.

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  2. Hola Emilio
    Muy bien, muy bien!!!! Me gusta que las sensaciones hayan sido buenas y que la cosa siga por buen camino.

    Yo cuando salgo de ruta también soy de almorzar en una fuente o debajo de un pino o donde sea, pero sin entrar en un bar, para eso tenemos otros días y un almuerzo en la montaña es lo más...

    Un abrazo y a seguir adelante
    Jose
    TROTASENDES BENICALAP

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    1. ¡Hola Jose! Me encontré bastante bien. Las bajadas siguen penalizando la rodilla; pero, en general, buenas sensaciones que espero que al menos se mantengan así. Como bien dices, la sombra del chopo y el agua fresca de la fuente son aliciente suficiente para disfrutar de un buen almuerzo.
      Un abrazo y gracias por tus palabras.

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  3. Hola Emilio,

    Me alegra ver que poco a poco vas tomando contacto de nuevo con la montaña, y que mejor lugar que Montanejos.
    La crónica, como siempre, impresionante.
    Ya me llevarás por esta nueva ruta de La Rosada este verano, que seguro qye para agosto ya estás más que recuperado.

    Un abrazo

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    1. ¡Hola David! Después de tantos meses en el dique seco ya tenía ganas. Aunque siempre te queda algo de temor ante la incertidumbre de saber lo que va a pasar. Pero bueno, esta prueba no ha ido mal del todo. Espero poder acompañarte este verano a esta bonita senda de subida a La Rosada. Te gustará.
      Un abrazo.

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  4. Hola Emilio

    Qué bueno tenerte de nuevo por aquí! Seguro que te morías de ganas de salir a la montaña. Ahora, poco a poco

    Buena ruta la que te has marcado para probar

    Saludos!

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    1. ¡Hola Jesús! Estaba deseando pastear sendas y caminos. Han sido casi cinco meses de paro forzoso que se hacen pesados, con la incertidumbre añadida de no saber cuando podrás volver y en qué condiciones. Pero vamos poco a poco y esperemos que vaya bien.
      Saludos.

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  5. Ya se echaba de menos... aunque en silencio, sigo el blog puntualmente.
    ¡gracias por estas crónicas, ánimo y con cuidado!

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    1. ¡Hola François! Muchísimas gracias por tus palabras y por tu seguimiento. Espero no defraudarte y seguir escribiendo y publicando más crónicas.
      Un saludo.

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  6. Hola Emilio.

    Me alegro un montón que vayas recuperando buenas sensaciones, aunque quien no las recupera con una ruta tan bonita como esta. Una crónica muy completa, muy bien detallada y rica en detalles, como siempre.

    Un abrazo.

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  7. Otra ruta,para recuperar sensaciones en tu entorno favorito de Montanejos...¡¡Genial Emilio!!
    Las sensaciones mientras disfrutabas de ese entorno,valen todo...
    Creo que con la infinidad de variantes que he visto tuyas alrededor de Montanejos,tengo en mi agenda,para ir y vender...jajaja...Alguna caerá la próxima temporada...

    Un abrazo.

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