“No
hay nada original bajo el sol. Todo se ha hecho o escrito antes.” (Hopalong
Basil en “El problema final” de Arturo Pérez Reverte). Efectivamente, nada nuevo bajo el sol, como es el caso de esta bonita y sencilla ruta pero que seguro que vemos con una perspectiva distinta de otras ocasiones lo que le conferirá un cierto aire de novedad.
Ruta corta y sencilla desde Sueras que nos lleva en un cómodo paseo a visitar las ruinas del poblado morisco de Sueras Alta y a tres de las fuentes del término municipal, que son por orden la fuente de la Bocamina, la fuente de Castro y la fuente dels Ullals. El barranco de Castro es el denominador común de la ruta y el castillo de Mauz o castillo de Sueras un referente durante todo el recorrido.
A muy temprana hora aparcamos en el Bar Albergue en la zona habilitada para autocaravanas.
La luz aún no es total, pero nos permite iniciar la ruta sin problemas.
“Soy
contento de esperar que ría el alba, aunque yo llore lo que ella tardare en
venir.” (Don Quijote)
Iniciamos nuestra ruta junto al aparcamiento, en un pequeño paseo ...con plátanos que están perdiendo sus hojas. Aprovechamos para hacernos la foto de inicio. Rafa Lafuente y un servidor.
"Paisaje lento de mi poesía...
¿Otoño? no. Más bien, tras de la lluvia,
entre el líquido verde de las hojas,
amanecer sombrío de la luna."
Jaime Torres Bodet
Junto al punto de inicio corre el agua del arroyo del barranco del Palmeral. Las últimas lluvias han hecho correr el agua por cauces que se encontraban secos. El rumor del agua es rumor de alegría.
“Yo
nací libre, y para poder vivir libre escogí la soledad de los campos: los
árboles de estas montañas son mi
compañía; las claras aguas de estos arroyos, mis espejos; con los árboles y con
las aguas comunico mis pensamientos y mi hermosura.” (Pastora Marcela, “Don
Quijote”, Miguel de Cervantes)
Iniciamos pues nuestro sencillo recorrido de hoy pasando por el Albergue Municipal Pla del Riu.
Pasamos junto al lavadero público de Sueras.
Y subimos esta empinada cuesta, al final de la cual...
...giramos a la derecha para seguir por el "Paseo de Castro".
Seguiremos unos setecientos metros por este paseo. El regreso también lo haremos por aquí.
Desde el paseo contemplamos el punto donde aparcamos el coche y los colores ocres, amarillos y anaranjados de las hojas de los plátanos dan un toque otoñal al paisaje.
Apenas un kilómetro del inicio, junto a estos paneles y poste direccional, dejaremos el paseo de Castro para seguir el camino de la derecha.
Seguimos el camino en descenso por un bonito paisaje de campos. Nos detenemos a fotografiar el castillo de Mauz, que aunque no es nuestro objetivo de hoy (lo visitamos en febrero de 2013 "Castillo de Mauz") será un punto de referencia que nos acompañará durante toda la ruta. (foto de Rafa Lafuente)
Aquí lo vemos ampliado con zoom.
Bajamos hasta el cauce del barranco de Castro, que también lleva agua y lo cruzamos por este vado de cemento.
Nos alegra ver que los barrancos vuelve a tener agua. Durante la ruta notaremos que la tierra está muy húmeda, señal de que las lluvias del mes de octubre han venido de perlas a la montaña, las fuentes y los cauces de los barranco y ríos.
El camino se convierte en un bonito sendero empedrado en muchos tramos.
Obviamos este primer poste que nos desvía a la derecha para subir al castillo. Nosotros seguimos de frente porque el castillo no es nuestro objetivo de hoy.
Como decía, el sendero está empedrado en gran parte lo que es evidencia de su ...
"Así es mi vida,
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;"
León Felipe
Llegamos a una segunda bifurcación que esta vez sí vamos a seguir. Por aquí también podríamos subir hasta el castillo, pero no lo haremos. Únicamente nos vamos a cercar al poblado de Sueras Alta, antiguo poblado morisco en ruinas.
Junto al sendero, un fabuloso ejemplar de algarrobo nos llama la atención.
"Ya de su creación, tal vez, alhaja
algún sereno aparte campesino
el algarrobo, el haya, el roble, el pino
que ha de dar la materia de mi caja."
Miguel Hernández
El sendero que nos lleva hasta el despoblado de Sueras Alta es de apenas cien metros.
Y llegamos a Sueras Alta, donde paseamos por sus destruidas calles y arruinadas casas.
Restos de casas del despoblado.
Restos de casas del despoblado.
Entre las copas de los pinos asoma la imponente imagen del castillo de Mauz, a cuya sombra se construyó la aldea de Sueras Alta.
Tras la visita al despoblado, volvemos sobre nuestros pasos para retomar el camino. Frente a nosotros esa espectacular formación rocosa. A sus pies el camino por el que volveremos a Sueras.
El monte está muy húmedo, verdísimo, exuberante...los helechos han reverdecido adquiriendo una bonita tonalidad.
Es tal la humedad que ni las telas de araña se libran de conservar transparentes lágrimas en su red.
"¡Oh, cuán hermosa y llena de dulzura
brillar te miro, lágrima querida,
del párpado entreabierto suspendida,
blanda, elocuente, cristalina y pura!"
Julián Romea
Tras haber vuelto al camino y recorrer casi un kilómetro, encontramos esta nueva bifurcación. La senda de la izquierda nos llevaría, bajando al cauce del barranco de Castro y siguiendo su curso, hasta la fuente de la Bocamina. Por la derecha seguiríamos hacia la fuente de Castro. Nos vamos por la izquierda para ir a la fuente de la Bocamina.
Llegamos al barranco, rebosante de agua limpia y cristalina y lo cruzamos por unas piedras.
Seguimos el sendero que sigue el curso de las aguas durante unos metros.
Pero llegamos a este punto y un gran árbol caído y una exuberante vegetación impedía e imposibilitaba el paso. Tocaba pues volver atrás.
De vuelta al camino, no dudamos en entretenernos con pequeños detalles que nos ofrece la naturaleza, como esta vinca menor, que destaca sobremanera por su color levemente azulado entre tantos diferentes tonos de verde.
Volvemos al cruce por el que habíamos bajado y seguimos por el camino.
A seiscientos metros encontramos esta otra senda a la izquierda que nos va a llevar, esta vez sí, a la fuente de la Bocamina.
El sendero de bajada, estaba también muy húmedo. Y nos dejará también en un bonito paraje en el que domina el agua, agua que rezuma por todas partes como se aprecia en la foto, destacando la cantidad de agua que lleva el barranco de Castro, verdadero eje vertebrador de esta ruta.
Fuente de la Bocamina.
"Río arriba voy buscando
fuente donde descansar.
Chopo, y tú ¿qué harás?
No quiero decirte nada.
Yo... ¡temblar!"
Federico García Lorca
Y esta es la cueva de la Bocamina cuya galería fue excavada en la segunda mitad del S. XIX para encauzar las aguas de varios manantiales que surgían de este lugar para suministrar de agua potable a la población de Sueras.
La Bocamina en marzo de 2018 que tuvimos ocasión de pasar por aquí.
No pudimos evitar hacernos una foto en el bonito paraje de la fuente, con el agua mojando nuestras botas rebosando por todas partes.
Volvemos al camino tras la visita a la fuente de la Bocamina para dirigirnos hasta la fuente de Castro.
Junto al camino encontramos esta original escultura digna de figurar en la feria internacional de ARCO. He visto cosas peores allí. Está algo destartalada en relación a cuando la vimos con anterioridad en marzo de 2018.
Aquí la tenéis cuando la vimos en marzo de 2018.
Otra de las consecuencias de las últimas lluvias son los desprendimientos, de los que vimos bastantes en el camino.
Nuevamente, omnipresente, el castillo de Mauz.
"Monstruo de piedra, elévase el castillo
rodeado de coposos limoneros,
que sombrean los húmedos senderos
donde crece aromático el tomillo."
Julián del Casal
En esta bifurcación, por la derecha podríamos subir hasta el castillo de Mauz, pero nosotros seguimos de frente directos a la fuente de Castro a la que según el poste nos quedan cuatro minutos.
Ruinas de los Corrales de Castro, junto al camino.
Ya vemos frente a nosotros el paraje de la fuente de Castro, aunque nos lo tapan esos tres cipreses.
Llegando a la fuente nos detenemos unos instantes para leer la información sobre el castillo de Mauz, uno de los más espectaculares de toda la Sierra de Espadán.
El paraje es una zona tranquila y hoy además nos acompaña el rumor del agua que ha llenado el cauce del barranco.
"Dan vida a mi mediano pensamiento
el ver un pino y una fuente clara
en esta soledad que el alma adora."
Luis Carrillo y Sotomayor
La fuente de Castro se encontraba pletórica con sus dieciséis caños desbordantes de agua.
No podía faltar la foto en esta segunda y emblemática fuente de la ruta.
la Fuente de Castro (415 m) es una bonita zona recreativa, con paellero y mesas y con una excepcional fuente, objeto de visitas para cargar su excelente y abundante agua.
Tras disfrutar del bonito, tranquilo y silencioso paraje retomamos el camino ya para volver a Sueras.
La recientes lluvias han reverdecido los musgos y la vegetación en general. Mirad, por ejemplo, el precioso verde que muestran estas hojas de ombligo de venus.
El camino de vuelta es comodísimo. Trasncurre paralelo al cauce del barranco de Castro.
El castillo de Mauz no ha dejado en ningún momento de vigilarnos.
Junto al camino, este enhiesto ciprés reclama nuestra atención. (foto de Rafa Lafuente)
"Encogida a ratos y a saltos después
sangraron mi vida y a sangre maté.
Sé que, ya paloma, pesado ciprés,
o mata florida, lloré y más lloré."
Alfonsina Storni
Seguimos caminando plácidamente. Difícil explicar las sensaciones que nos produce poder caminar ya sea por sendas, por camino, por pistas, por carreteras...lo importante es andar y andar.
“Si me caí, es porque estaba caminando. Y caminar vale la
pena, aunque te caigas.” (Eduardo Galeano)
Fijaos los helechos. Parece que hayan resucitado con la lluvia de estos días.
"No sois vosotras, ricas aguas
de oro, las que corréis
por el helecho, es mi alma."
Federico García Lorca
Llegamos a este poste junto al camino que nos marca la tercera de las fuentes que visitaremos hoy: la fuente "dels Ullals"
Ésta es la fuente dels Ullals. Apenas un hilillo salía por su caño
Posando el rincón en el que se encuentra la fuente. (foto de Rafa Lafuente)
Paraje anejo a la fuente dels Ullals.
Seguimos caminando y desde nuestra posición vemos, en el fondo del barranco, la fuente de la Bocamina.
Otra mata de Vinca minor nos obliga a detenernos. ¿No creéis que vale la pena disfrutar de esta belleza?
"Orgullo de la enramada,
blanca y leve florecilla,
más que todas delicada,
y más que todas sencilla."
Carolina Coronado
El barranco, a nuestra izquierda. Como dije al principio es el denominador común de la ruta.
Estas setitas son otra muestra de que la lluvia es beneficiosa para toda la montaña.
A la otra parte del barranco, en lo alto de la montaña, podemos ver una gran oquedad que llama nuestra atención.
Vistas del paisaje que nos rodea.
Junto al camino, en una oquedad en la roca, lo que en su día sería un Belén como indica la tabla, pero que en la actualidad no es tal cosa.
Llegamos al punto donde nos desviamos esta mañana. El tramo que nos queda hasta Sueras es el mismo que hicimos en la ida.
De nuevo, desde el camino, podemos ver la zona de aparcamiento donde aparcamos a la mañana.
Los colores del otoño ponen un bonito toque al aparcamiento para autocaravanas.
"Mi alma es hermana del cielo
gris y de las hojas secas.
¡Sol interno del otoño,
pásame con tu tristeza!
Juan Ramón Jiménez
Lo que antes subimos, ahora hemos de bajarlo para terminar la ruta de hoy.
El barranco del Palmeral puso fin a nuestra ruta como fue protagonista en el inicio. De esta manera cerramos el círculo.
Tras la ruta, decidimos darnos un pequeño homenaje almorzando en el bar Palas, ya que en el Bar Albergue, donde habíamos aparcado, no pudimos hacerlo por estar lleno hasta la bandera.
“Es
el otoño. Las arboledas se tiñen de un amarillo pálido; luego, el amarillo es
más intenso; luego, el matiz es de oro viejo.” (Azorín. “Pasos quedos”)
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