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domingo, 20 de octubre de 2024

SOT DE FERRER: POBLADO ÍBERO DE LA ROCHINA (16/10/2024)


“Leyó con aliento agitado, volviendo atrás en varias páginas para retomar el hilo perdido, y cuando terminó parecía regresar de muy lejos y de mucho tiempo.” (“El amor en los tiempos del cólera” Gabriel García Márquez)
En este caso, no ha sido leyendo que nos pareció regresar de muy lejos y de mucho tiempo atrás, sino de contemplar los restos de lo que fue el poblado íbero de La Rochina que hemos venido a conocer en Sot de Ferrer.

Sencilla ruta en Sot de Ferrer que nos lleva en un camino de ida y vuelta desde el aparcamiento público que se encuentra a la entrada de la población, hasta el poblado íbero de La Rochina, que se encuentra en buen estado de conservación debido a las intervenciones que se han realizado en él. La ruta transcurre paralela al río Palancia, por lo que caminamos por una senda con exuberante vegetación. Una gran parte transcurre por una acequia en desuso rellena de tierra en prácticamente su totalidad. El tramo más pesado es el de subida hasta el cerro donde se encuentra el poblado, que es corto pero con desnivel. En el extremo del cerro han colocado un mirador al que nos podremos asomar si no tenemos vértigo. Algún tramo de la ruta corre el riesgo de cerrarse debido al rápido crecimiento de la vegetación, por lo visto ya ha pasado alguna vez. Es preciso que se mantenga limpia y abierta la senda.


Al cruzar el puente que lleva a Sot de Ferrer, a la derecha, encontramos un gran aparcamiento público ideal para dejar el coche. El día es ya más que evidente. Hoy no empezamos a oscuras.

"Paisaje lento de mi poesía...
¿Otoño? no. Más bien, tras de la lluvia,
entre el líquido verde de las hojas,
amanecer sombrío de la luna."

              Jaime Torres Bodet


Subimos a la carretera desde el aparcamiento y cruzamos el largo puente sobre el Palancia en dirección contraria a Sot de Ferrer. (foto de Emilio Romero)


Frente a nosotros, en tonos rojizos debido a las primeras luces, vemos el pico del Águila en la Calderona.


Cruzando el puente, vemos el puente viejo por el que se accedía a Sot antes de que la riada de 1957 lo destruyera parcialmente.


Seguimos hasta el final del puente.


El Palancia lleva agua. El recorrido que vamos a hacer va paralelo al río, aunque no lo vamos a ver prácticamente en todo el recorrido. Eso sí, oiremos el rumor del agua junto a nosotros y la esuberante vegetación que origina su paso.

"Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río."

             Antonio Machado


Nada más termina el puente giramos a la izquierda por aquí.


Este panel nos muestra tres posibles rutas a realizar desde este punto. Nosotros vamos a hacer la primera: Ruta al poblado íbero de La Rochina.


El camino es ancho. El suelo muestra la humedad debida a la lluvia del día anterior.
(foto de Emilio Romero)


Desde el camino vemos ahora la perspectiva del puente nuevo que hemos cruzado hace un momento.


Y también, el puente viejo.

"El dormir es como un puente
que va del hoy al mañana.
Por debajo, como un sueño,
pasa el agua, pasa el alma."

        Juan Ramón Jiménez

Desde el camino también vemos el zigzagueante calvario tan visible desde la autovía y que llama tanto la atención de los automovilistas al pasar. El calvario culmina con la ermita de San Antonio de Padua del S. XVII.


El camino llega a un campo abandonado que está vallado, pero está abierta la puerta. Lo cruzamos entre la hierba que al parecer crece rápido y ha tapado el camino en alguna ocasión. Hoy podemos pasar fácilmente.


Desde aquí, el camino que era ancho, se estrecha y se convierte en una senda donde abunda la vegetación de ribera que amenaza con tapar el camino.


Aprovechamos este frondoso rincón para hacernos la foto de grupo que no nos hicimos al partir.
De derecha a izquierda; Rafa Lafuente, Emilio Romero y un servidor.


Hay setas que tienen un buen tamaño. (foto de Rafa Lafuente)


La mayor parte del camino transcurre por una acequia cegada en casi todo el recorrido.
(foto de Emilio Romero)



En algún punto el sendero está equipado con una sencilla barandilla que agradecemos hoy por la humedad que hay y que hace resbaladizo el terreno.


Es tan espesa la vegetación que hace imposible ver el Palancia a pesar de estar cerca.


En las bajadas agradecemos más la barandilla. Es más fácil resbalar bajando que subiendo.


Es un sendero muy bonito y después de haber llovido tiene un ambiente muy especial

Un pequeño puente de troncos cruza una zanja, pero la humedad y la redondez no nos dan confianza. Preferimos cruzarlo atravesando la zanja.


“Es que el bosque tiene ruidos extraños, modulaciones misteriosas que a veces semejan llanto de niños, a veces risotadas de muchachas que anduvieran volando entre el ramaje.” (Conde de Laín en “El abuelo”, Benito Pérez Galdós) (foto de Emilio Romero)


De repente, un rayo de sol iluminó algo. Enfocamos nuestra cámara.
(foto de Emilio Romero)


Esto es lo que iluminaba el sol. Una increíble telaraña.


Y ésta era la tejedora.

"En alto teje,
en alto mora, 
en alto teje la tejedora."

Un claro del bosque nos dejaba ver parcialmente la Sierra de Espadán. En la foto, dos de sus cimas más emblemáticas.


Una bajada que hacemos con cuidado para no resbalar nos lleva hasta un tramo de acequia colgado sobre el barranco del Carrasquillo.


Cruzando por la acequia. 
Este es uno de los escasos tramos de acequia que no estaba cegado.


Ya avistamos el poblado de La Rochina ubicado en una colina.
Allí tenemos que subir.


Llegamos a un pequeño collado. Hemos de seguir por la izquierda.


Pero apenas unos metros después encontramos el poste que nos señala el camino de subida al poblado, de nuevo hacia la izquierda.
A partir de aquí empieza el tramo más pesado del corto recorrido por el desnivel que hemos de salvar.


A medida que ascendemos los restos del poblado se aprecian mejor.


Empezamos a subir aplicando más esfuerzo que el que hasta ahora habíamos empleado.
(foto de Emilio Romero)

“Ascender por pendientes empinadas requiere paso corto al principio.” (Willian Shakespeare)


El último tramo aún se empina más.


Vemos a lo lejos el edificio del Centro de Interpretación de La Dehesa de Soneja.


Alcanzamos la puerta de entrada al poblado. 
(foto de Emilio Romero)


Vemos que tiene una estructura muy parecida al de otros poblados íberos que hemos visitado.
Al parecer, por los estudios realizados, tuvo actividad humana entre los Siglos. III a I a.C.




Tos Pelat (Moncada)




Vista de Sot de Ferrer desde La Rochina.

Desde el poblado íbero también tenemos vistas hacia la Sierra de Espadán hacia el norte y a la Calderona hacia el sur.

Hacia la Sierra de Espadán vemos tres de sus cimas más emblemáticas:



Pico Espadán.



De la Calderona también destacaremos tres de sus cimas:

El Sierro.






Los guerreros que conquistaron incruentamente el poblado se hicieron una foto para la posteridad.


En el extremo de la colina han instalado un mirador sobre el valle.
Nos acercamos a él por una rústica escalera.


Éste es el mirador.


Sot de Ferrer desde el mirador.


Ermita de San Antonio de Padua de Sot de Ferrer que culmina el calvario.
Detrás vemos la ermita de San Cristóbal de Castellnovo y un poco más abajo la ermita de San Antonio.


Tras disfrutar de las vistas desde el mirador volvemos al poblado para iniciar la vuelta.
En el camino de vuelta, nos detenemos ante una mata de brezo llena de florecillas.


Nos despedimos del poblado y nos disponemos a volver sobre nuestros pasos.


Volvemos a la exuberante senda que nos llevó hasta el poblado.


Ahora podemos ver desde abajo el mirador metálico en el que estuvimos hace un momento.


Volvemos a pasar por la acequia colgada sobre el barranco del Carrasquillo.


Desde la senda vemos otra cima de la Sierra de Espadán que no vimos desde el poblado. Se trata del Puntal del Aljub, con sus antenas.


Los tramos equipados nos ayudan a bajar los tramos más delicados.


Encontramos algún tramo que es muy posible que si no pasa mucha gente se cierre en breve.


Llegamos al campo vallado que nos devuelve al camino ancho.
(foto de Emilio Romero)


Seguimos ahora más anchos de vuelta a Sot.


Pasamos junto a un granado lleno del encarnado fruto.

"Manitas de los niños
que al granado se tienden,
por vosotros las frutas
se encienden."

      Gabriela Mistral


Ya tenemos a la vista las casas de Sot de Ferrer.

"Todas las casas son ojos
que resplandecen y acechan.
Todas las casas son bocas
que escupen, muerden y besan.
Todas las casas son brazos
que se empujan y estrechan.
De todas las casas salen
soplos de sombra y selva.
En todas hay un clamor
de sangres insatisfechas."

          Miguel Hernández


Antes de acabar la ruta, nos acercamos al puente viejo (S. XVIII). Leemos este panel que nos cuenta que fue el puente carretero por el que se entraba en Sot hasta que la riada de 1957 se llevó una parte y ya no se reconstruyó.


Como pasa con todo lo viejo, el puente ha quedado como una pieza de museo.

“Porque la experiencia es buena cuando viene de la mano del vigor; después, cuando el vigor se va, uno pasa a ser una decorosa pieza de museo, cuyo único valor es ser un recuerdo de lo que se fue. La experiencia y el vigor son coetáneos por muy poco tiempo. Yo estoy ahora en ese poco tiempo. Pero no es una suerte envidiable” (Martín Santomé, Mario Benedetti, “La Tregua”

Saludamos de nuevo a las aguas del Palancia, que siguen su camino ineludible hacia el mar.

"Soy vuestro padre el río. Mis cabellos
son de la luna pálidos destellos,
cristal mis ojos del cerúleo manto."

                    Manuel José Othón



El puente nuevo por el que actualmente se accede a Sot y que vamos a cruzar de nuevo en un momento.


Cruzamos el puente dirección al aparcamiento. Frente a nosotros el calvario y la ermita de San Antonio de Padua.


Y llegamos al aparcamiento para terminar esta corta aunque entretenida ruta.


Al ser una ruta corta, nos dio la posibilidad de almorzar en el pueblo.
Fuimos al bar Tema, situado en la plaza de España.


Esperando el almuerzo.
(foto de Emilio Romero)



Repusimos las pocas fuerzas gastadas con este buen almuerzo.

A continuación dimos una vuelta por las calles aledañas en busca de dos de los edificios monumentales de la población.

Palacio del Señor, de estilo gótico, de Sot de Ferrer (S.XIII).


La monumental iglesia parroquial de la Concepción (S. XVIII), cuyo altar mayor es obra de Juan de Juanes.

Pincha en el enlace para ver las fotos de la ruta.

Debemos disfrutar de la montaña siempre de la manera más segura posible para evitar riesgos y accidentes. Para ello es importante que leas estos consejos sobre "Seguridad en la práctica de senderismo y emergencias en montaña"


La ruta en el mapa




 La ruta en Wikiloc

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