“Alguien dijo que la literatura se nutre de la literatura.” (Fernando Navales en “Las máscaras del héroe”, de Juan Manuel de Prada). Llevando a nuestro terreno esta idea, diríamos que el senderismo se nutre de senderismo. Y eso hacemos una ocasión más, realizar una ruta que siga nutriendo nuestro acervo senderista.
Realizamos en esta ocasión una sencilla pero muy vistosa ruta en Montanejos que nos lleva hasta la cima del monte La Copa. Esta ruta se marcó hace muchos años con dos rayas blancas. Hace unos años se marcaron, por parte de una empresa de aventura, una serie de rutas no homologadas por la FEMECV (algunas ya existentes) y aparecieron los colorines. En este caso concreto se remarcó esta ruta con una línea blanca y otra marrón. Ruta corta pero de gran valor e interés por las extraordinarias vistas que tendremos durante todo el recorrido y, por supuesto, desde la cima de La Copa. Acompañadme.
Como es habitual en mis rutas por Montanejos, comenzamos en la Plaza de España de la población a una muy temprana hora de la mañana que evitará que estemos caminando en la horas de más calor.
El silencio llena la plaza, silencio únicamente roto minutos antes por un grupo de ciclistas antes de iniciar una salida.
Como hago habitualmente, realizo la foto de inicio antes de comenzar a caminar.
Las palomas ocupan tranquilamente la plaza y despiden mi salida.
"Peregrina paloma imaginaria
que enardeces los últimos amores;
alma de luz, de música y de flores
peregrina paloma imaginaria."
Ricardo Jaime Freyre
Salimos fuera de la población por la Avenida de la Fuente de Baños.
Pasamos, antes de salir, por la fuente del León.
Apenas hemos salido de Montanejos nos aparece la cima protagonista de esta ruta: La Copa.
Allí arriba estaremos en unos minutos.
Fuera ya de la población cruzamos el puente sobre el río Maimona, afluente del Mijares en el que confluye en este punto.
Al fondo, el Albergue El Refugio, en otro tiempo albergue de escaladores.
A nuestra izquierda, la Rosada empieza a recibir los primeros rayos de sol.
Apenas hemos pasado el puente sobre el Maimona, giramos a la derecha para cruzar otro. En este caso el puente cruza el río Mijares.
"El dormir es como un puente
que va del hoy al mañana.
Por debajo, como un sueño,
pasa el agua, pasa el alma."
Juan Ramón Jiménez
El Mijares a su paso por Montanejos.
Al final del puente sobre el Mijares nos topamos con este poste direccional. Giramos a la izquierda.
Apenas unos metros después seguiremos este camino de tierra por la derecha. Este tramo coincide con el GR-7.
Seguimos este camino unos cien metros.
A nuestra izquierda, esta bonita estampa del Cinglo de los Castillejos y el Morrón de Campos. Ambos espectaculares.
A unos cien metros, abandonamos el camino por este sendero que sale por la derecha.
El sendero transcurre por el interior de un bonito bosque.
Primeros momentos del día. El silencio propicia uno de esos momentos de reflexión habituales en la montaña.
“Los recuerdos son tiempo sagrado. El
peregrinaje por los lugares que evocan recuerdos (sobre todo si se lleva a cabo
a solas) tiene una riqueza purificadora para el alma, re-nueva.” (Mónica en “La Reina de las Nieves” de Carmen Martín Gaite)
Ayer una fuerte tormenta de granizo y agua cayó sobre Montanejos. El agua hace mucha falta al monte. Hoy, los senderos muestran claramente el correr caudaloso del agua arrastrando piedras y pinocha senda abajo, como se ve en la foto.
Aquí vemos los colorines que poblaron la montaña en Montanejos hace unos años. Hasta cuatro rutas confluyen en este tramo de senda.
Disfrutamos de algunos tramos empedrados que nos hablan de un sendero con muchos años a sus espaldas.
Salimos a una pista asfaltada que seguiremos hacia la izquierda.
Seguiremos la pista en ascenso durante unos ochocientos metros.
Las adelfas nos hacen compañía en la subida y dan colorido al camino.
"Me
miré en tus ojos
pensando en tu alma.
Adelfa blanca.
Me
miré en tus ojos
pensando en tu boca.
Adelfa roja.
Me miré en tus ojos.
¡Pero estabas muerta!
Adelfa negra."
Federico García Lorca
La pista da un rodeo por una larga curva, pero la podemos evitar cogiendo este corto atajo.
El atajo pasa junto a este corral en ruinas.
Enseguida nos devuelve a la pista que desde este punto deja de estar asfaltada.
Seguimos ahora por la derecha.
No podía faltar la presencia de una cabra. A estas horas no es difícil verlas merodear y es habitual encontrarnos con alguna.
Seguimos por la pista ahora de tierra en busca del cruce que deberemos coger para subir a La Copa.
Hacer las rutas en soledad da lugar a muchos momentos de reflexión.
“No
hay mayor autoengaño e ilusión que pensar que los otros se mueren y uno
permanece. La Dama de la muerte es insobornable; no hay manera de seducirla
para que no repare en nosotros.” (Ramiro Calle, “Los mejores aforismos y
parábolas de Oriente.”,
En esta bifurcación dejaremos el camino para seguir el sendero que sale a nuestra derecha.
Iniciamos el empinado sendero entre pinos pequeños y muy juntos.
Mientras subimos disfrutamos de lo que nos rodea: el Morrón de Campos y su emblemático perfil.
Acercamos con el zoom su cima y vemos la nueva torre forestal que se está construyendo. Parece que también hemos pillado una cabrilla asomada a los riscos.
Tres preciosos montes. De izquierda a derecha, la Rosada, al fondo Santa Bárbara de Pina y el Morrón a la derecha.
Tampoco se nos escaparon las antenas de Santa Bárbara de Pina.
Y como vamos adquiriendo altura, tenemos bonitas vistas sobre Montanejos y...
...La Alquería de Montanejos.
En el monte aún vemos restos del incendio que en verano del 92 o 93, causado por una quema de rastrojos, asoló la zona.
El sendero llega a un collado en el Plano Gimeno aproximadamente un kilómetro después de coger la senda. Aquí vemos un poste direccional que vamos a seguir por la derecha. En este punto dejamos el GR-7 que continúa por la izquierda hacia San Vicente de Pedrahita.
El sendero recorre el cordal de La Copa y nos llevará hasta su cima.
En este tramo, después del incendio que comenté antes, los pinos empezaron a nacer de manera indiscriminada y éste es el resultado: un polvorín.
En esta piedra, la antigua señal aprovechada para ser repintada de nuevo pintando de marrón una de las rayas.
Aprovechando el bonito sendero que transcurre por una tupida pinada, nos vienen los pensamientos sobre lo humano y lo divino.
“Algún día en cualquier parte, en
cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa,
puede ser la más feliz o más amarga de tus horas.” (Pablo Neruda)
Es un placer caminar por senderos así. Todo influye para disfrutar: el entorno, la hora, el silencio, la soledad...
De nuevo la visión de la torre forestal en construcción en el Morrón. En mi opinión, algo excesiva.
Algún pequeño rincón que hemos de impulsarnos con nuestras manos porque nuestras piernas cada vez van a menos.
Sabíamos que tarde o temprano iba a aparecer el Gegant de Pedra, entre la bruma.
Entre las copas de los pinos, la poblada meseta del Cantón.
Y la Redonda que se asoma al embalse de Arenoso.
También acercamos con zoom el castillo de la Viñaza. Detrás los restos quemados del fatal incendio de marzo del año pasado que arrasó casi 5000 hectáreas después de veinte días activo.
Un sendero que se disfruta mucho. Es una gozada caminar por aquí. No es fácil explicarlo con palabras.
"En los bosques, perdido, corté una rama oscura
y a los labios, sediento, levanté su susurro:
era tal vez la voz de la lluvia llorando,
una campana rota o un corazón cortado."
Pablo Neruda
Aunque poco visible, también fotografiamos el campo de tiro de Montanejos.
Como dije al principio hace bastantes años se marcó esta ruta con estas señales blancas. Aún quedan algunas que no han sido repintadas.
Ya en la parte superior de la Copa encontramos este vetusto poste. Si queremos llegar al mirador hemos de seguir recto. Luego, tras disfrutar de las vistas, volveremos hasta aquí para bajar a Montanejos.
Llegamos hasta el extremo y nos encontramos con el mirador de La Copa.
Como conquistador de la cima, dejamos constancia con una foto de recuerdo.
Panorámica que podemos disfrutar desde el mirado de La Copa.
El panel explicativo del mirador ha perdido nitidez y es prácticamente ilegible.
Éste es el cartel anterior que fue cambiado posteriormente (año 2012).
En 2017 presentaba este estupendo aspecto recién cambiado el antiguo panel.
Pero el tiempo pasa para todo y para todos. Los años no pasan en balde.
Ahora toca relajarnos y disfrutar de las vistas excepcionales que podemos contemplar desde este fabuloso mirador.
Cómo no, Montanejos...
y La Alquería...
...y el castillo de Montanejos...
...la zona de tiendas del Camping La Granja...
...el Alto de las Palomas...
...la Rosada...
...Santa Bárbara de Pina...
...el Morrón de Campos...
...la Fuente de Baños...
...la casa de la Maimona.
...el Albergue El Refugio...
...el castillo de la Viñaza...
...el vacío embalse de Arenoso...
Tras disfrutar de las vistas seguimos con nuestro camino de vuelta a Montanejos. Ha valido la pena el esfuerzo de subir hasta aquí. Volvemos al cruce.
De nuevo en el cruce. Ahora seguiremos el sendero en bajada que encontramos hacia la derecha.
El primer tramo hasta la fuente de los Tres Hermanos presenta una mayor pendiente con tramos con bastante piedra suelta por lo que bajaremos con precaución.
Los pinos serán nuestros compañeros prácticamente hasta Montanejos.
Hay varios puntos, a modo de miradores naturales, en los que nos detenemos para disfrutar del amplio paisaje que se divisa.
Aproximadamente en el kilómetro 4,3 tenemos un pequeño destrepe que sorteamos por la izquierda.
Las manos nos serán de ayuda.
El destrepe desde abajo.
Llegamos al corral de los Tres Hermanos.
A escasos metros encontramos la fuente de los Tres Hermanos.
Se trata de una fuente usada para el riego por lo que el agua se recogía en esta balsa ya en desuso.
No es potable el agua que mana de ella. Siempre que he pasado por aquí, manaba agua y con el mismo caudal.
"... Sigue fluyendo pena de
la fuente sonora...
Ha llegado la noche... Pobre alma mía, ¡llora!"
Arturo Borja
Desde la fuente de los Tres Hermanos el sendero pierde pendiente y se suaviza.
En la bajada seguiremos teniendo buenas vistas. El cerro del castillo de Montanejos de nuevo.
Montanejos y detrás la Rosada.
La pendiente se suaviza y permite que mi mente se relaje haciendo que algún pensamiento asome.
"Bajo la curva del dolor, fatídica,
sobre el desierto de mi vida, trágica,
mi acongojada mente se conturba,
mi vacilante pie se despedaza;
y allá, en la curva del dolor, siniestra,
la luz de la esperanza;
y allá sobre el desierto de mi vida,
¡la resonante multitud de mi alma!."
Pedro Bonifacio Palacios
Bonitas vistas hacia Montanejos, nuestro destino.
Las mariposas, con sus vuelos nerviosos y juguetones a nuestro alrededor dan alegría y jovialidad y parecen querer que juguemos con ellas. Nos encanta ver mariposas en nuestras rutas.
"¡Quién fuera mariposa!
Flor del aire, luciente y fugitiva;
envidio esa existencia temblorosa,
que siempre en pago de la miel que liba,
deja un polvo de oro en cada rosa."
Julio Flórez
La senda desemboca en la pista asfaltada que subimos por la mañana, pero más abajo de donde nosotros la cogimos.
La seguimos doscientos metros hacia la izquierda.
La pista desemboca en la CV-195 (a Zucaina), que cruzamos y seguimos de frente.
Tomamos un camino, que yo denomino "el caminito", que dando un rodeo por las huertas, nos llevará hasta Montanejos pasando por el río.
Montanejos desde "el caminito".
Nos dirigimos a Montanejos entre...
...higueras,
"Como la higuera
joven
de los barrancos eras.
Y cuando yo pasaba
sonabas en la sierra."
Miguel Hernández
...nogales,
"Miro al pie de los nogales
encima del alto cerro,
el pastor que a breves pasos
va meditando y sonriendo."
Clemente Zenea
...olivos,
"Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento."
Miguel Hernández
...perales, ...
"Cantan las hojas,
bailan las peras en el peral;
gira la rosa,
rosa del viento, no del rosal."
Octavio Paz
Llegamos al río. Lo cruzamos por el puente.
Lo bueno que tiene venir por aquí es que en épocas de calor como ahora, podemos darnos un baño y quitarnos el calor que llevamos.
Si no queremos bañarnos, podemos disfrutar de la belleza del paisaje, del río, del cielo azul...
Aquí el río espejea y refleja en sus limpias aguas lo que ve con sus ojos.
“Es en las caras de los demás y no en el espejo
donde uno ve el paso del tiempo. (Julio Máiquez en “No te veré morir”, de Antonio
Muñoz Molina)
Antes de seguir, miramos el correr del río hacia el mar que lo recibirá en el término de Almazora.
De nuevo llegamos a la Plaza de España donde terminamos nuestra ruta de hoy.
Las palomas no vinieron a recibirme. Suele pasar que quien te saludó en algún momento dejó de hacerlo de repente sin saber el porqué.
Pincha en el enlace para ver el álbum de fotos de la ruta.
Debemos disfrutar de la montaña siempre de la manera más segura posible para evitar riesgos y accidentes. Para ello es importante que leas estos consejos sobre "Seguridad en la práctica de senderismo y emergencias en montaña".
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