Seguidores

martes, 2 de enero de 2024

TALES: SUBIDA AL MONTÍ POR EL SL-CV 142 (21/12/2023)

"Cada horizonte visto, al volver a subir es diferente y diferente la visión con que lo vemos. Y diferente el horizonte de bajada con lo visto en el de subida. Escalador de la montaña más alta ¿cuál es tu último horizonte?" (Juan Ramón Jiménez, “Cuentos de antología”). Esta es la tercera o cuarta vez que subimos al Montí. Hemos subido y bajado desde distintos puntos. Lo hemos vuelto a subir y, a pesar de haber subido varias veces, aún hemos tenido ocasión de conocer un nuevo tramo. ¿Cuál es nuestro último horizonte?
Queríamos una ruta corta que nos permitiera acabar pronto para poder almorzar en el bar y ésta era ideal para nuestros objetivos. Nos iríamos a Tales para realizar una clásica: subir al Montí por el SL-CV 142, que conocíamos en un alto porcentaje, pero del que nos faltaba por conocer un pequeño tramo. Lo cierto es que acertamos con la ruta.

Esperando la recogida contemplamos la noche que aún no quiere marcharse. Hemos madrugado como siempre porque es la mejor manera de alargar la mañana.

“Sea moderado tu sueño; que el que no madruga con el sol, no goza del día.” ( Miguel de Cervantes)


Llegamos a Tales, a la zona de aparcamiento frente al local de la Mancomunidad Espadán-Mijares donde en tantas ocasiones hemos aparcado y lo hacemos “…en el preciso instante en que los gatos dejaban de ser pardos.” (“La prueba del laberinto”, Fernando Sánchez Dragó)


No tardamos en estar dispuestos para iniciar la ruta. Aún no tenemos mucha claridad y por ello las primeras fotos salen muy mal. La falta de luz impide claridad y nitidez. Pero aunque de manera borrosa, podemos distinguir claramente nuestro objetivo frente a nosotros. Nos ponemos a caminar cuando el silencio aún reina en la población y la oscuridad se opone aún a dejar paso a la luz del día.


En el camino viejo de Tales nos detenemos en este abrevadero.


Decidimos hacernos aquí la foto de inicio. La mala calidad se debe, como comenté antes, a la falta de luz, pero...¡para lo que hay que ver!. Rafa Lafuente y servidor a su izquierda.


Con el Montí de frente nos desviamos por este camino a la derecha.


El camino pasa por la residencia de Carmelitas cuyo edificio veis en la foto.


Pasamos de largo la residencia y encaramos hacia el Montí.


En este punto dejamos el camino viejo de tales y tomamos contacto con el sendero marcado como SL-CV 142.


Empezamos a ver las marcas horizontales blancas y verdes de los sendero locales.

“Ascender por pendientes empinadas requiere paso corto al principio.” (Willian Shakespeare)


Ascenderemos al Montí por la vertiente oeste.


La senda tiene buena pendiente por lo que en muy poco espacio habremos alcanzado una buena altura que nos permite ver en primer plano las casas de Tales y en el fondo se aprecia la localidad de Sueras.


En la subida podemos ver hacia el suroeste, en el fondo, la punta del pico Espadán, que volveremos a ver durante gran parte de la ruta.


Seguimos cogiendo altura. Ahora vemos Tales y Sueras desde más arriba.


Tampoco se nos escapa poco después la Peña Pastor.


Junto al sendero, un madroño. Una pena que no tuviera los rojos frutos.


No podía falta en nuestra ascensión las vistas hacia el "Gegant de Pedra", omnipresente en prácticamente todas las rutas de Castellón.


La ascensión al Montí desde Tales tiene algo más de dos kilómetros, pero en ese corto espacio haremos prácticamente la totalidad del desnivel de la ruta, lo que indica que el sendero está empinado y que nos hará sacar lo mejor de nosotros mismos.

"Blanca senda, camino olvidado,
¡Bullicioso y alegre otro tiempo!
del que solo y a pie de la vida
va andando su larga jornada, más bello
y agradable a los ojos pareces
cuanto más solitario y más yermo."

              Rosalía de Castro

El esfuerzo vale la pena porque nos permite obtener excelentes vistas.
En la foto, Sueras. Al fondo, el Alto del Pinar.


En ésta foto, Tales en primer plano. Sueras al fondo.


Aquí vemos todo el cordal desde la Peña Pastor, el Gurugú (Finestra) hasta el Espadán.


No se nos escapa la visión de los Órganos de Benitandús ni de la Rápita al fondo.


Y seguimos subiendo. 


Los últimos metros son tal vez los más empinados de la subida, pero es una delicia subir entre alcornoques y encinas que nos hacen olvidar el esfuerzo realizado.


A pocos metros de la cima, esta mesa de rodeno parece un lugar adecuado para un pequeño refrigerio, pero no será nuestro caso hoy.


Este poste marca la cima del Montí. 
Será la mayor altura que alcancemos hoy en nuestra ruta, 612 m.


Éste tosco hito era la marca anterior al poste.


Como solemos hacer al coronar una cima nos emblematizamos con una foto que inmortalice el momento.



Tras reponernos algo del esfuerzo de la subida, seguimos nuestra ruta. Ahora de bajada prácticamente todo lo que nos resta.

"Al bosque me llevó mi fantasía,
y en su fondo erizado de retamas,
hallé un gigante pino, cuyas ramas
eclipsaban la luz del medio día."

                          Manuel del Palacio


Sin ser una cima muy elevada, lo es lo suficiente para permitirnos ver el cercano Mediterráneo.

“¡Qué hermoso día!...Aire manso y tibio; cielo claro; las nubes replegadas sobre el horizonte; el mar, azul, tendido, adormilado…, el bosque en silencio. ¡Qué solemne tranquilidad! El paso del hombre no ensucia este cuadro grandioso y puro.” (Conde de Laín en “El abuelo”, Benito Pérez Galdós


También vemos con facilidad el largo polígono, prácticamente de fábricas de cerámica, que lleva hasta la cercana población de Onda.


Buscamos con el zoom las antenas del Puntal del Aljub. Aquí están.


Fotografiamos también el pico Batalla.


Nuevamente todo el cordal del Espadán que ya mostré antes.


El sendero desemboca en lo que se conoce como Montí Menor, con estas banderitas tibetanas que lo identifican. Desde aquí disfrutamos de excelentes vistas, por lo que vale la pena entretenernos unos instantes.


Hacia el norte, la cima del Bartolo, también con las antenas que la ocupan.


El Font de Cabres de Vall d' Uixó.


El Espino.


Como no teníamos mucha prisa, un amable corredor de montaña nos hizo esta foto. Menos mal porque el viento nos impedía poner la cámara con el disparador automático.


Tras la foto y una última mirada al paisaje, seguimos con la bajada hacia Tales.


En algún claro aparecía Onda con su castillo en el cerro dominando la población.


A Rafa le gusta hacer alguna que otra gansada y en esta rústica bancada de piedra hizo una de ellas, a modo de "los lunes al sol". 


Un cruce en el que siempre nos surge la duda de por dónde seguir, aunque en esta ocasión y dado que seguimos un SL, la cosa estaba clara. Pero en caso de duda... “Cuando tengas que elegir entre dos caminos, pregúntate cuál de ellos tiene corazón. Quien elige el camino del corazón no se equivoca nunca.” (Popol Vuh)


Entre las ramas de los árboles, alcanzamos a distinguir el Museo del Carmen de Onda.


Y acercamos con zoom el castillo de Onda.


El sendero por el que transcurrimos transita una zona de exuberante vegetación.


Llegamos a la fuente del Retor. Desgraciadamente no manaba agua.

"Ya no mana la fuente, se agotó el manantial;
Ya el viajero allí nunca va su sed a apagar."

                                           Rosalía de Castro


A pesar de la pertinaz sequía a vegetación es exuberante a más no poder. Parece que caminemos por una selva tropical.


Asoma también la icónica ermita de Santa Bárbara.


Llegamos a este cruce con una pista. Aquí enlaza el SL-CV 142 con el SL-CV 107.
Seguimos hacia la izquierda. Desde aquí hasta el camino viejo de Tales ambos se solapan y coinciden.


El tramo nos permite esta visión general de Onda.


Y esta visión de la ermita de Santa Bárbara, hacia donde nos dirigimos, aunque no subiremos hasta ella.


Llegamos hasta este poste que nos dirige hacia la derecha si deseamos visitar los restos de la ermita. Pero como ya la hemos visitado, hoy no forma parte de nuestros objetivos y lo obviamos. Seguimos hacia la izquierda.


Seguimos por la pista.


Desde lo alto de la montaña –en que se yergue una ermita-se divisará el panorama extenso, magnífico, de una vega. (Azorín, “El paisaje de España visto por los españoles”)


La pista termina en este punto. A partir de aquí seguiremos por este sendero que aparece en la foto. Este tramo hasta el camino viejo de Tales es el tramo que no conocíamos. 


El sendero desciende con cierta pendiente entre abundante vegetación.


Pero en algunos claros nos permite disfrutar del paisaje.


Debemos ir con cuidado con la piedra suelta. Es muy traicionera.


En un punto donde la vegetación se despeja vemos perfectamente la pedanía de Artesa.


El último tramo antes de llegar al camino viejo de Tales transcurre por un bonito bosque de alcornoques.


En este bosque de alcornoques encontramos algún ejemplar verdaderamente monumental. No podemos evitar hacernos una foto ante tal impresionante ejemplar.

“Por lo general el viento era suave y quizá por eso los grandes árboles no discutían, sino simplemente intercambiaban comentarios, cabeceaban con buen humor, me hacían señales de complicidad. A veces me apoyaba en alguno de los más viejos y la corteza rugosa me transmitía una comprensión casi paternal." 

(Santiago en “Primavera con una esquina rota” de Mario Benedetti, )

Bonito alcornocal para terminar la ruta.


El SL-CV 142 se desvincula aquí del 107 que sigue hacia la derecha hacia Artesa, mientras que nosotros nos vamos a la izquierda en dirección a Tales.


Ahora transcurrimos por un amplio y tranquilo camino.


El camino pasa junto al azud de Tales. El SL-CV 142 oficialmente parte de este punto, pero nosotros lo hicimos desde la población porque queríamos almorzar en el bar.


Y entramos de nuevo en Tales, en el lugar donde aparcamos horas antes.


Nos despedimos por hoy del Montí, pero no para siempre. Seguramente habrá más veces y seguro que en una nueva ocasión volveremos a encontrarnos con lugares y tramos nuevos que harán de ella una ruta diferente a las anteriores.



Tras terminar la ruta, el deseado almuerzo al sol.

“Nos gustaría vivir y morir como las brevas: caernos del árbol de la vida sólo después de habernos puesto morados.” (Anónimo)

Decía Claudio Coelho en "El Alquimista" que “… una obra sólo está completa cuando se alcanza el objetivo.” No hemos terminado nuestra obra. Aún no hemos alcanzado nuestro objetivo. Lo seguiremos intentando mientras el cuerpo nos lo permita.

Debemos disfrutar de la montaña siempre de la manera más segura posible para evitar riesgos y accidentes. Para ello es importante que leas estos consejos sobre "Seguridad en la práctica de senderismo y emergencias en montaña"

La ruta en el mapa



La ruta en Wikiloc

Powered by Wikiloc

Película

1 comentario:

  1. Hola Emilio, y feliz año nuevo!!!

    Veo, y leo, que habéis cogido carrerilla con las rutas por Espadán, me alegro por ello!!
    Algunas más que otras, pero todas las variantes de subida al Montí tienen su punto de dureza, así que el almuerzo en tales os lo ganasteis 😉.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar