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miércoles, 21 de diciembre de 2022

DE NÁQUERA A SERRA (10/12/2022)

“Porque no vivo ni en mi pasado ni en mi futuro. Tengo sólo el presente, y eso es lo único que me interesa." (camellero en El Alquimista de Claudio Coelho). Efectivamente decía Buda que “El pasado es un sueño, el futuro un espejismo y el presente una nube que pasa.” Precisamente por eso, nos interesa el presente. Disfrutar de él en la medida de lo posible, que es lo único que tenemos y lo hacemos con una nueva ruta que paso a describiros.
Volvemos de nuevo a la sufrida sierra Calderona para realizar una entretenida ruta pasar una buena mañana senderista que nos lleva desde Náquera hasta Serra y vuelta a Náquera por pistas y sendas. Ruta sencilla y sin complicaciones pero que nos hizo disfrutar como siempre de nuestra pasión: la montaña.


Como es habitual llegamos a Náquera a primera hora de la mañana “…en el preciso instante en que los gatos dejaban de ser pardos.” (“La prueba del laberinto”, Fernando Sánchez Dragó)
Aparcamos en la calle Manuel Sánchez Navarrete, junto a la Biblioteca Municipal de Náquera.


Y como también solemos hacer habitualmente no podía faltar la foto de grupo. Pasamos de dúo "Sacapuntas" hace dos semanas a trío "el,el,el" la semana pasada y hoy somos los "cuatro jinetes del apocalipsis". De izquierda a derecha, Rafa, Jaime, Ricardo y un servidor.


Lo primero que vemos al empezar nuestra ruta es la "Creueta", enarbolada en un cerro que domina la población. Será uno de los referentes durante gran parte de la ruta. La veremos en diferentes momentos de la misma.


Salimos a la rotonda y buscamos la salida del camino del Salt.


Las paletas direccionales nos lo indican con claridad.


Subimos por el rojizo camino del Salt calentando las piernas.


Segunda bifurcación que nos encontramos y nos desviamos a la izquierda.


Un panel informa de la ruta del Salt que hemos hecho en varias ocasiones y que en este caso no vamos a hacer.


El tramo que recorremos presenta de manera didáctica, con pequeños postes informativos, la flora de la zona. En esta foto un ejemplar de algarrobo y su correspondiente ficha. ¡Pero ojo! había un pino con un poste sujeto con un alambre a su tronco en el que se decía que era un chopo blanco (populus alba)


Entre la flora del terreno encontramos junto al camino esta enorme pita, que medía más de uno setenta metros.


Este panel también nos informa de la variedad de la flora que abunda en la Calderona.


Y asoma la cima de otro de los referentes que vamos a encontrar en la ruta. Se trata del Montcúdio.


La luna nos recibió a nuestra llegada y nos va a acompañar durante una buena parte de la mañana. Como sucede siempre, ejerce en nosotros una atracción especial de la que no sabemos sustraernos. 

"Mira la luna: desgarrando el velo
de las tinieblas, a brillar empieza."

                                    Amado Nervo


Curiosa esa formación de piedras pintadas en forma de serpiente en este parque junto a la pista.


Seguimos camino por la bonita pinada. (foto Ricardo Vivó)

"¡Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito."

                                                       Pablo Neruda


El sol va tomando altura y va iluminando los lugares más elevados. En este caso, se trata del castillo de Serra, es otro referente que nos va a acompañar en este entretenido y sencillo recorrido.


Caminamos de manera distendida, sin prisa, sin pausa...


Nuevo desvío a la izquierda por esa estrecha vaguada.



Ahora sí que tenemos una visión completa del Montcúdio, con esa hilera de pinos subiendo a la cima.


Vista del inexpugnable castillo de Serra.


Seguimos subiendo en busca del collado del Montcúdio.


A nuestra izquierda, el sol también ha iluminado el cerro donde se ubica la torre de Satareña.


Y mientras vamos subiendo, nos entretenemos con esos pequeños, sencillos y sutiles detalles que hacen de las rutas toda una experiencia, todo un aprendizaje, todo un disfrute para los sentidos.
Por ejemplo, nos encanta detenernos unos instantes para disfrutar de la sencillez de las florecillas del brezo...

...o de los rojos frutos del madroño.


Seguimos nuestro ascenso hacia el collado sin excesivo esfuerzo.


“El sol va remontándose en los horizontes. En la ciudad comenzaría ahora a amanecer. Aquí parece ya la hora meridiana. Todo lo llena el sol, todo irradia, esplende de luz. La luz hace resaltar de un modo maravilloso las líneas.” (Azorín, “Castilla”)


El sendero que llevamos nos deriva a una pista que seguimos hacia la izquierda.


La pista transcurre por la cota de 350 m lo que nos permite una amplia visión de la comarca del Camp de Túria. En la foto, Ribarroja en el llano. Al fondo apreciamos la redondeada forma del Motrotón.


La "creueta" de nuevo, vigilando nuestros pasos.


Y alzamos la mirada al cielo (implorando no sabemos muy bien qué cosa) y nos encontramos que la luna sigue ahí desde que la vimos esta mañana. Seguramente nos agradece nuestra compañía. Debe encontrarse tan sola allí arriba...

"Como el alma tiene
su música oculta,
parece que el alma
llora con la luna!..."

           Jaime Torres Bodet


Otra cima iluminada por el incipiente sol naciente es el emblemático Rebalsadors.


El pico del Montcúdio encima de nuestras cabezas. 
Tenemos el collado más cerca.


Vemos también parcialmente la población de Serra, nuestro objetivo.


También tenemos a la vista frente a nosotros las antenas del Alt del Pi.


“El alma es un hermoso y delicioso castillo en el cual hemos de ver cómo podemos entrar.” (Santa Teresa de Jesús)


La pista que llevamos da un gran rodeo y tratamos de evitarlo cogiendo un sendero que ataja y evita esa vuelta.

Hemos pasado muchas veces por ese sendero y cada vez que pasamos encontramos algún tramo más estropeado que la vez anterior que dificulta el tránsito por él.


El atajo nos devuelve a la pista, que seguimos a la derecha en busca del collado del Montcúdio.


Vemos ahora de nuevo Serra pero desde otro ángulo.


Y llegamos al collado del Montcúdio.



Desde el collado del Montcúdio tenemos vistas al mar, que refleja con fuerza, deslumbrándonos, la luz del sol. (foto de Ricardo Vivó)

"No luce el sol en el oriente un día
sin que nazca en mi pecho una esperanza;
mas ese bien de la ilusión no alcanza
a dar consuelo a mi desgracia impía."

                          Ignacio María de Acosta

Después de disfrutar del mar, seguimos camino para enlazar enseguida con el camino de Serra a Segart. Seguimos por la izquierda. (foto  Ricardo Vivó)


No encontramos muchos alcornoques en la Calderona, pero algunos hay, como éste a la orilla del camino.


El camino nos ofrece también una buena vista sobre las instalaciones del puerto de Valencia.

“Cada vez que miraba el mar o el fuego era capaz de quedarse horas callado, sin pensar en nada, sumergido en la inmensidad y la fuerza de los elementos.” (El Alquimista, Claudio Coelho)


El camino, en cómodo paseo, nos acercará hasta la base del cerro del castillo.


En este collado podemos seguir por la derecha para subir al castillo. O seguir de frente dirección hacia Serra. Como al castillo hemos subido en varias ocasiones, seguimos de frente.


Bonita imagen desde el castillo desde este ángulo.


Seguimos el rojizo camino que nos llevará hasta Serra en pocos minutos.


Y seguimos bajo la atenta mirada de la "Creueta" que no nos quita ojo de encima.



"La fortaleza nombrada
está en los altos alcores
de una cuesta,
sobre una peña tajada,
maciza toda de amores."

            Jorge Manrique


Vistas hacia Náquera, que vemos parcialmente entre los pinos, con Bétera detrás.


También distinguimos en la lejanía la población de Benaguacil.


"Entre el dudoso cortejo
de sombras, peregrinando
voy una sombra buscando."

                     Amado Nervo


Avistamos Serra, nuestro principal objetivo del día.


Y entramos en la población por el puente que cruza el barranco del Azud.


Entramos en Serra por la Plaza del Castillo. En ella nos encontramos con una de las siete esculturas repartidas por la población que explican y representan el patrimonio cultural de Serra. En la foto el rey Yahia.


Y este panel nos muestra todas las esculturas que explican este patrimonio y el itinerario que hemos de seguir para encontrarlas.


Nos gusta ver también en zonas urbanas flora que acostumbramos a ver en la montaña, como es el caso de esta lavanda dentada. Tal vea si pudiéramos preguntar a la lavanda nos diría que prefería estar en su hábitat.


Nuestro camino nos lleva a pasar por la Torre del Señor de la Villa.

"Mi alma es una princesa en su torre metida,
con cinco ventanitas para mirar la vida.
Es una triste diosa que el cuerpo aprisionó."

                                               Amado Nervo


Y llegamos al punto que queríamos llegar. La plaza de la Constitución. Nuestro objetivo: almorzar aquí.




“No te impacientes. Como dijo el camellero, come a la hora de comer.Y camina a la hora de caminar.” (El Alquimista, Claudio Coelho)


Tras almorzar volvemos sobre nuestros pasos.


Salimos otra vez por el puente sobre el barranco del Azud.


Y seguimos disfrutando con esos sencillos y pequeños detalles que tanto nos agradan.

“No te entretengas en arrancar flores para guardarlas; sigue caminando y las flores alegrarán tu camino.” (Rabindranath Tagore)


El barranco del Azud llevaba un poco de agua en este punto por debajo del puente.


Nos despedimos de Serra hasta otra ocasión.


Seguimos ahora por pista, camino del cerro donde se ubica la torre de Satareña.


Disfrutamos también de bellos y monumentales árboles que siempre encontramos allá por donde vamos. En este caso se trata de otro monumental algarrobo.


Dejamos la pista para seguir por la senda que bordea el cerro de Satareña.


Más brezo, que adorna con profusión toda la sierra poniendo una nota de color y alegría.


En esta ocasión no subiremos a la torre. La bordearemos por su base recorriendo un bonito sendero.


Desde el sendero obtenemos una bonita vista general de Serra.


Pasamos por una pedrera en la que se levanta gallardo este pino.


El sendero desciende hacia una pista.


El Montcúdio, que también nos ha seguido toda la mañana como si de un guardián de la sierra se tratase.


Salimos a la pista y la seguimos a la derecha unos cien metros para dejarla enseguida por un sendero que sale a nuestra izquierda.


El sendero transcurre por una bonita pinada, muy agradable de ser caminada.

"Y adoro
ese verde con sol de los pinares
tan parecido al verde de tus ojos."

                          José María Pemán


Pasamos junto a un campo de almendros.


Y el sendero nos lleva hasta el barranco del Azud, que hemos de cruzar. En esta ocasión no llevaba agua y no tuvimos problemas.


Seguimos nuestro camino y cruzamos por debajo del puente del Peucal.


Pasado el puente, seguimos por un sendero paralelo al barranco por la izquierda y a la carretera de Náquera a Serra por la derecha.


Y nuevamente la "Creueta", que junto con el Montcúdio y el castillo de Serra han sido referentes durante gran parte de la ruta.

"Nadie responde a mi lenguaje rudo:
¡Sólo una cruz al cielo se levanta
Donde la luna inmóvil reverbera!"

                            Manuel del Palacio


Salimos al paseo de las Delicias, que nos devolverá al inicio de la ruta.


Nada más salir al paseo, nos encontramos con el panel informativo de la ruta de Satareña, de la que hemos realizado algunos tramos.


El paseo de las Delicias está flanqueado a ambos lados por casas de verano de ...


"Santa florecita, celestial renuevo,
que hiciste mi alma una primavera,
y cuyo perfume para siempre llevo:
¿cuándo en mi camino te hallaré de nuevo?"

                                                     Amado Nervo


De nuevo en la rotonda.


Y, finalmente, llegamos al punto de partida donde aparcamos por la mañana, en la calle Manuel Sánchez Navarrete.

"La vida se nos va tan rápido... No hay tiempo de sentir el vértigo. A veces duele más que un látigo. Vivimos bajo un cielo hermético."("Cielo hermético", Fito & Fitipaldis)

La ruta en el mapa



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