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miércoles, 7 de diciembre de 2022

DE VALLAT A ARGELITA (3/12/2022)

No hace falta una gran orquesta para disfrutar de buena música. Tampoco hace falta una gran ruta para gozar de la montaña. La ruta que presento hoy tal vez peque de sencilla pero ya os digo yo que la he disfrutado centímetro a centímetro, palmo a palmo, metro a metro... como si de una gran travesía se tratara.

Se trata de una entretenida y cómoda ruta, en el Alto Mijares, que nos lleva desde la parte alta de Vallat, junto al polideportivo, hasta Argelita por el GR 333 (antiguo camino de Lucena). La ruta nos devuelve a Vallat por el camino de Argelita a Vallat. Entre otras cosas podremos disfrutar del excelentes vistas de Espadilla con la Peña Saganta de telón de fondo, o de Argelita desde el sendero que nos baja hasta ella.


Antes de que el día abra sus ojos, esperamos el momento de la partida a nuestro objetivo de hoy.

"Quedó la noche vacía
y no obstante estaba llena
de siluetas y misterios."

            José María Hinojosa


A primerísima hora estábamos en el punto de inicio. No oímos los gallos cantar. ¿Será que en los pueblos ya no hay gallos?
Al fondo, entre las nubes, asoma tímidamente la punta de la Peña Saganta.


Aparcamos el coche en la parte alta de Vallat, junto al Polideportivo.
Fue un recibimiento frío, unos 6º aproximadamente.


En esta ocasión para la foto de grupo somos el trío "el, el, el". 
De izq. a der. Rafa Lafuente, Jaime y un servidor.


Iniciamos nuestro recorrido siguiendo la carretera que nos había llevado hasta el punto de aparcamiento.


No tardamos en disfrutar de la vista que más nos va a acompañar durante todo el recorrido: Espadilla con la emblemática  Peña Saganta.


A trescientos metros del inicio encontramos esta bifurcación.
El camino de la izquierda es el antiguo camino a Vallat. Por la derecha también llegaremos a Vallat pero siguiendo el GR 333 (antiguo camino a Lucena). Nosotros seguimos por aquí y volveremos por el otro camino.


El camino es amplio y cómodo y está flanqueado por pinos.


Y seguimos disfrutando de esta bonita y espectacular vista.
Las nubes cubren el cielo provocando una atmósfera triste y gris.


Pero poco a poco el sol va ganando camino e ilumina la cima de la Peña Saganta. A la izquierda advertimos la redondeada meseta del Turio.


El sol naciente se hace notar en el espolón de la Peña Saganta.

"Y siempre habrá un sol también
un sol verdugo y amigo
que trueque en llanto la nieve
y en nube el agua del río."

                          León Felipe

“A la mitad de mi de ascensión a la montaña ha salido el sol. Los haces de luz han bañado los picachos y han corrido por los oteros acariciándolos. Trinaban los pajaricos. Todo era un profundo silencio. La montaña ha comenzado a vivir en esta hora. La montaña tiene sus hondos barrancos, sus salientes de roca erizada y pelada, sus laderas suaves, sus torrenteras, sus paratas o rellanos que el hombre ha formado y cultivado, entra la verdura, los bermejales y calveros ponen su nota roja y amarilla.” (Azorín, “Castilla”)


Nuestro camino va subiendo poco a poco y aunque salvamos desnivel lo hacemos de manera suave.


Hacia el oeste, en la lejanía, la silueta inconfundible y familiar para mi del Morrón de Campos.


La pista ha tomado altura, ¡pero que nos vengan con caminos así!


Aproximadamente a los dos kilómetros de ruta, dejamos la pista y seguimos un sendero que sale por la izquierda.


El sendero adquiere más pendiente, pero es más bonito que caminar por la pista.


Señal evidente de que seguimos el GR 333.


El romero, el tomillo, el cantueso, el hinojo, llenarán de un sutil y penetrante aroma el ambiente. De raro en raro, quizá haya un macizo de pinos olorosos, henchidos de resina, que susurran a ratos al blando viento. (Azorín, “El paisaje de España visto por los españoles”)


El empedrado nos confirma que pisamos un camino antiguo, en este caso el antiguo camino a Lucena.


El sendero desemboca en la carretera CV-193 a Lucena del Cid que seguiremos hacia la izquierda aproximadamente un kilómetro. Aquí alcanzamos el punto más alto de la ruta.


Impagables las vistas que podemos disfrutar desde aquí. ¿Entendéis ahora el por qué dije que disfruté centímetro a centímetro esta ruta?



"Una larga carretera
entre grises peñascales,
y alguna humilde pradera
donde pacen negros toros. Zarzas, malezas, jarales."

                                                 Antonio Machado


                                                             (foto de Rafa Lafuente)

"El rojo sol de un sueño en el Oriente asoma.
Luz en sueños. ¿No tiemblas, andante peregrino?
Pasado el llano verde, en la florida loma,
acaso está el cercano final de tu camino."

                                            Antonio Machado


Aproximadamente recorrido un kilómetro de carretera la dejamos para seguir por esta senda que sale a nuestra derecha.



La altura alcanzada nos permite ver apenas el campanario de la iglesia de San Juan Evangelista de Vallat.


El sendero zigzaguea buscando Argelita.


Salimos a la carretera. La cruzamos e iniciamos el tramo final que nos dejará en las orillas del río Villahermosa.

Las eses de este último tramo de sendero nos ofrecen una perfecta panorámica de Argelita.


Acercamos con zoom la cima de la muela del Buey Negro, donde se encuentran los restos del castillo.


Se nos hace larga la bajada hacia Argelita porque hace ya tiempo que la vimos y las revueltas del sendero alargan la llegada.


El sendero desemboca en las orillas del río Villahermosa, en una zona que en verano es utilizada para el baño. Ahora ha cambiado el bullicio estival por el silencio y la tranquilidad, vestido ya casi de invierno.


Nos entretenemos unos instantes en este precioso paraje. (foto Jaime Ballester)


El agua se remansa en este punto y nos deleita con este efecto de espejo que refleja la Peña Saganta que vemos al fondo.

"En mi patria hay un monte.
En mi patria hay un río.
Ven conmigo.
La noche al monte sube.
El hambre baja al río.
Ven conmigo."

                 Pablo Neruda


"Tú, espejo milagroso
que no reflejas mis tinieblas
y reflejas la luz que ya no es mía..."

                         Dulce María Loinaz


Los chopos apenas conservan unas pocas hojas que el otoño se llevó ya hace algún tiempo y ahora esperan impasibles, resignados...que el invierno pase pronto y la nueva luz de la primavera les devuelva la vitalidad perdida.


"¡Chopos del camino blanco, álamos de la ribera,
espuma de la montaña
ante la azul lejanía,
sol del día, claro día!
¡Hermosa tierra de España!"

                    Antonio Machado


Desde la orilla del río vemos las dos torres, una de planta rectangular y la otra de planta circular, que pertenecieron al castillo-palacio Zeit Abu Zeit, hoy desaparecido.

"Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza
del cielo se abre como una boca de muerto.
Tiene mi corazón un llanto de princesa
olvidada en el fondo de un palacio desierto."

                                                  Pablo Neruda

Subimos hacia el pueblo y pasamos por este lavadero reformado.


Disfrutamos del silencio, la paz, la sencillez, la limpieza...de las calles de Argelita.


Y llegamos a la plaza de la iglesia, donde se ubica el templo dedicado a Santa Ana y la torre circular del antiguo castillo-palacio, que en la actualidad contiene un museo etnológico.


Seguimos callejeando buscando la plaza de Pío XII (o de las palmeras) para almorzar y disfrutando de paisaje urbano de Argelita.


"Todas las casas son ojos
que resplandecen y acechan.

Todas las casas son bocas
que escupen, muerden y besan.

Todas las casas son brazos
que se empujan y estrechan.

De todas las casas salen
soplos de sombra y selva.

En todas hay un clamor
de sangres insatisfechas."

                   Miguel Hernández


En nuestro paseo, pasamos por delante del sencillo (esperamos que también eficiente) Ayuntamiento.


Y llegamos a la plaza de Pío XII. Aquí repondrán fuerza los guerreros.


Mientras llega el almuerzo a la mesa nos entretenemos con esos pequeños detalles que a veces pasan desapercibidos y que a nosotros tanto nos gustan, como es la belleza y sencillez natural, sin artificios, de esta rosa. 

“Parece, Platero, que esta vida nuestra pierde su fuerza cotidiana, y que otra fuerza de adentro, más altiva, más constante y más pura, hace que todo, como en surtidores de gracia, suba a las estrellas, que se encienden ya entre las rosas.” (J.R. Jiménez, “Platero y yo”)


Un sencillo pero contundente almuerzo en la panadería de Argelita nos recuperó enseguida (bueno... tampoco estábamos muy cansados)


Tras el almuerzo, tenemos que volver a Vallat. Para eso, volvemos sobre nuestros pasos...


...y volvemos a bajar al paraje del río.


Junto al frontón se encuentra este otro lavadero y la piscina municipal.


Volveremos a cruzar el río Villahermosa.


Ahora volvemos a Vallat por el antiguo camino. Se trata de un camino que transcurre básicamente entre campos de cultivo, llano y sin complicaciones. Lo que viene a ser un paseo.


El primer tramo nos ofrece bonitas panorámicas de Argelita.


Como dije, camino amplio, cómodo...pero no por ello menos interesante, al menos para nosotros.


Pasamos junto a este peirón con la imagen de la Virgen de los Dolores.


Y sigue nuestro caminar tranquilo, ameno...

"Blanca senda, camino olvidado,
¡Bullicioso y alegre otro tiempo!
del que solo y a pie de la vida
va andando su larga jornada, más bello
y agradable a los ojos pareces
cuanto más solitario y más yermo."

                            Rosalía de Castro


Junto a la carretera, este "setón" tipo champiñon de un tamaño más que considerable.

Uno nunca deja de ver cosas nuevas, de aprender...En apariencia, un simple árbol en medio de un campo. Pero si nos fijamos bien...


...vemos que de sus ramas cuelgan una largas y cilíndricas vainas. No había visto nunca un árbol así. Pudiera ser un candelero o palo de velas, árbol exótico y de origen panameño. Pero ahí queda la duda.


Este precioso algarrobo ya me es más familiar.


Y más camino ancho y llano. 
¿Entendéis por qué dije al principio que lo podíamos tildar de ruta sencilla?


A pesar de todo, si caminando podemos disfrutar de paisajes como éste, bienvenidos sean estos caminos. En la foto el río Villahermosa camino del Mijares. Espadilla en el valle y de telón de fondo la imponente Peña Saganta.


Aquí el río Villahermosa ampliando con zoom.

"Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua."

                               Jorge Luis Borges



"Mil amigos tengo;
di con un camino,
di con un camino que saben los pájaros,
camino que lleva del alma a lo íntimo."

Vicenta Castro Cambón



Un oportuno banco situado en un punto estratégico del camino nos vino bien para disfrutar de las vistas.


Una vez más el leitmotiv de la ruta, aunque no el único.


En el último tramo los campos de naranjos acompañan nuestro camino.
¡Qué maravilla crecer con estas vistas tan impresionantes!


Últimos metros ya antes de terminar la ruta.


Llegamos al inicio. Parte alta de Vallat junto al polideportivo de la población. Destaca sobre el caserío del pueblo la esbelta torre de la iglesia de San Juan Evangelista.


Punto y final a una ruta más.

Concluimos con la misma idea del inicio: la sencillez de una ruta no menoscaba para nada su interés. Tal vez la edad tenga bastante que ver con ello. Tal vez para un joven, esto sea un simple paseo. Pero ya os digo yo que la edad y la experiencia te enseña a no desdeñar nada. Como decía Víctor Hugo, “En los ojos del joven arde la llama; en los del viejo brilla la luz.” 

La ruta en el mapa


La ruta en Wikiloc
 

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Película.

6 comentarios:

  1. Hola Emilio.

    Con estos recorridos que estáis haciendo últimamente yendo de unos pueblos a otros, además de pegaros unos buenos almuerzos en el bar 😉, os están sirviendo para recorrer buenos tramos del GR-333 y descubrir, o re-descubrir, muchos de sus encantos. En esta ruta en concreto yo destacaría esas magníficas hacia Peña Saganta (qué bonita iluminada por los primeros rayos matutinos del sol) y los pueblos que están bajo su influjo (Vallat, Espadilla y Toga). Escapa de ese influjo Argelita, que, además de ser una población realmente bonita, también está ubicada en un rincón realmente bello.
    Te entiendo perfectamente cuando dices que disfrutaste pisada a pisada de esta ruta, no es para menos.

    Un abrazo.

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    1. ¡Hola, Dani! Sí, gracias a estos recorridos vamos haciendo tramos del GR 333 aunque esa no es la finalidad, pero sí un medio para realizar las rutas que planeamos. Y luego el aliciente de poder almorzar en el bar que le da un plus que nosotros valoramos mucho. Disfruté hasta el mínimo centímetro de la ruta.
      Un abrazo.

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  2. Me apropio de la ruta porque estamos entrando en un período en que el cuerpo ya no pide guerra..más bien una tregua. Tenemos a gente que necesita rutas así para seguir el "tratamiento psicológico" de las salidas a la montaña, a pesar de la edad.
    Gracias por compartir. Soy Carlos de Caminando con Carlos.
    Un abrazo

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    1. ¡Hola, Carlos! Me parece muy bien la apropiación. Todos vamos llegando sin prisa, pero sin pausa, a ese estado en el que el cuerpo aguanta menos y necesita tregua (no sé si sabrás que yo tengo también dos prótesis de cadera que me permiten salir a la montaña, pero que evidentemente tenemos que cuidar). Llevamos un buen puñado de rutas que podemos llamar "más suaves" y que además tienen el aliciente de poder almorzar a mitad de camino en el bar que corresponda. Lo importante es seguir matando el gusanillo montañero. Y ya sé que eres Carlos. Yo también sigo tus correrías.
      Un abrazo.

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  3. Hola Emilio,

    Ya iba siendo hora que me pasara por tu blog a comentar, que hacía demasiando que no lo hacía...

    Muy bonita ruta, con unas vistas de la preciosa Peña Saganta espectaculares.

    No hay rutas bonitas o feas, lo que importa es disfrutar de ellas al 100%, y tú sabes muy bien como hacerlo, cosa que nos has demostrado con esta gran crónica.

    A ver si podemos coincidir en Montanejos y compartimos senderos o birras, que tanto una cosa como la otra hace demasiado que no lo hacemos.

    Un abrazo.

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    1. ¡Hola, David! No te preocupes, la vida nos va cambiando y nos adaptamos a ella. Si se puede visitar los blogs amigos, pues bien. Pero si no nos es posible, pues haremos lo que podamos. Efectivamente, nos da igual la ruta. Lo importante es poder realizarla y disfrutar de ella en la medida de nuestras posibilidades. Pues eso, a ver si es posible vernos en Montanejos para lo que surja.
      Un abrazo.

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