Caminaremos un tramo por una especie de sendero botánico en el que encontraremos paneles que nos van informando de diferentes especies de flora que vamos encontrando. En este caso se trata de un monumental algarrobo.
Encontramos en el camino charcos que evidencian lluvias recientes que humedecen el terreno.
La silueta del Montcúdio también se hace evidente. Bordearemos su base un poco más tarde.
Nueva bifurcación. Izquierda.
Tampoco podía faltar la silueta del castillo de Serra, que vemos aún brumosos porque las primeras luces del día aún no asoman lo suficiente.
Caminamos por bonitas pinadas que la falta de luz no nos dejan disfrutar del todo.
"Pinar, tengo miedo
de pensar contigo;
miedo de acordarme,
pinar, de que vivo."
Gabriela Mistral
Seguimos aún por el PR CV 329.
Y seguimos encontrando información sobre diferentes especies vegetales de la sierra.
En esta bifurcación dejamos el PR CV 329 para continuar por la ruta de Satareña.
Mas que un sendero, esto parece una torrentera.
No en vano es un tramo del barranco del Fenassar.
El camino pasa junto a unas casas de recreo.
Y vemos ahora el Montcúdio más cerca con esta curiosa silueta de la umbría, con esos pinos en fila india que parecen dirigirse a la cima.
Nuevo cruce. Derecha.
Muestro ahora algunas de las especies de flora de esta sierra.
Zarzaparrilla.
Coscoja que ya presenta bellotas aunque verdes aún.
Lechetreznas con esos pequeños frutos rojos.
Cardo Azul.
"No podrá con la pena mi persona
rodeada de penas y de cardos:
¡cuánto penar para morirse uno!"
Miguel Hernández
Hemos alcanzado altura y podemos distinguir la cima de Rebalsadores.
Lo que por la mañana vimos como una silueta, ahora ya está más definido: "Crueta del Pinar".
"Nadie responde a mi lenguaje rudo:
¡Sólo una cruz al cielo se levanta
Donde la luna inmóvil reverbera!"
Manuel del Palacio
La Gorrisa recibiendo los primeros rayos del sol. En la base, el convento de las Carmelitas Descalzas de Serra
El castillo de Serra ahora más evidente gracias a la luz matinal.
Y la luna que se resiste a marchar.
"La luna viene con nosotros, grande, redonda, pura." ("Platero y yo", Juan Ramón Jiménez)
Otra especie de la flora de la sierra: olivarda (Dittrichia viscosa), con vistosas flores amarillas que nos detienen para disfrutar un instante de su belleza sencilla.
El lentisco también muestra sus rojizos frutos que contrastan con el verde predomiante.
Llegamos a este punto en un collado dominado por un bonito y solitario pino. Creemos que es un bonito punto para hacer la foto de grupo que no hicimos al principio por ser aún de noche.
“Ningún
árbol es fuerte sin contínuos vientos; pues con ello se fortifican sus raíces.”
(Lucio Anneo Séneca).
Bonito fondo para la foto de grupo.
El dúo sacapuntas: der. Rafa Lafuente, autor de la foto (bueno, su móvil), izq. un servidor.
En todo el recorrido predomina el color rojizo de la tierra y piedras, propio de zonas de predominio de areniscas rojas.
Una maravilla caminar entre pinos donde el silencio y los aromas de las plantas dominan el ambiente.
Castillo de Serra con ese cordal que hemos recorrido tantas veces.
La pista sale al camino de Serra a Segart y seguimos dirección Serra a nuestra izquierda.
Este camino bordea el cerro del castillo.
Enseguida vemos algunas casas de Serra.
Tampoco disimula su presencia el Sierro.
Ahora tenemos mejor vista de Serra. Es evidente que no nos queda nada para llegar.
Entramos a Serra cruzando este puente sobre el barranco del Azud.
Vemos que el barranco lleva agua.
Antes de proseguir nos entretenemos ante la explosiva belleza de estas trompetas rosáceas (Podranea ricasoliana). No lo podemos evitar.
"Voy camino de la tarde
entre flores de la huerta,
dejando sobre el camino
el agua de mi tristeza."
García Lorca
Entramos a Serra por la calle Plaza del Castillo. Encontramos este panel turístico,"La ruta de las esculturas", que invita al viajero a hacer un itinerario por la población descubriendo el rico patrimonio cultural, etnológico y monumental de la población a través de unas esculturas de metal que representan a diferentes personajes tanto históricos como populares.
Una de las siete esculturas es ésta del "Rey Yahia".
Giramos a la derecha por la carretera CV-310 buscando el centro urbano.
“Mirad bien estas casas: todas tienen ventanas;
pero entre todas habrá una con una ventana pequeña, misteriosa, que hará que
vuestro corazón se oprima un momento con inquietud indefinible…Yo no sé lo que
tiene esta pequeña ventana." (Azorín,
“Las confesiones de un pequeño filósofo”)
En este cruce, giramos a la izquierda siguiendo la señal de "Centro Urbano".
Pasamos junto a uno de los monumentos del pueblo. Se trata de la Torre del señor de la Villa.
Junto a la torre encontramos otra de las esculturas de este itinerario cultural. Se trata de "El Señor de la Villa".
Y vamos a parar a la plaza de la Constitución, en las proximidades de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles.
Aquí encontramos el sitio ideal para reponer fuerzas. En las fotos se ve que lo logramos con nota.
Tras el almuerzo volvemos sobre nuestros pasos para regresar a Náquera.
Seguimos los mismos pasos para salir de Serra que los que hicimos para entrar.
Tras volver a cruzar el puente sobre el barranco del Azud, subimos por el camino de Serra a Segart.
Nos giramos para despedirnos de Serra hasta otra ocasión.
Aproximadamente a setecientos metros dejaremos el camino a Segart para desviarnos a la derecha por el camino de las "rutas de las fuentes de Serra".
Junto al camino, entre unas piedras, la lluvia del día anterior seguramente dio origen al pequeño hongo que veis en la foto se trata de este sombrerillo cuyo nombre científico es: Parasola plicatilis.
Junto al camino un campo de olivos que llama nuestra atención entre tanto pino.
"Los olivos grises,
los caminos blancos.
El sol ha sorbido
la color del campo;
y hasta tu recuerdo
me lo va secando
este alma de polvo
de los días malos.
Antonio Machado
Acercamos la cima del Sierro con el zoom y podemos ver algo difuminada la cruz acristalada que domina la cima.
Pasamos justo debajo del castillo de Serra.
En este punto dejamos la cómoda pista pasa subir por este sendero que nos llevará hasta la torre de Satareña.
Aunque corta, la subida tiene una pendiente interesante que nos pone a prueba.
Unos doscientos metros después volvemos a seguir por el sendero de la izquierda. Al volver bajaremos hasta aquí y nos iremos por la senda que vemos a la derecha.
Cerca de la cima encontramos este refugio construido con la técnica de piedra en seco.
Y llegamos hasta la cima de este cerro donde se encuentran las ruinas de la torre de Satareña.
Este es el punto más ato de la ruta (394 m).
"Desde mi torre de marfil
miro la vida que discurre.
Mi alma romántica y sutil
suspira, sonríe y se aburre."
Disfrutamos de excelentes vistas desde el cerro de Satareña.
Aprovechamos el fondo tan extraordinario para hacernos otra foto,¡será por fotos!
(foto de Rafa Lafuente)
Inevitable detenerse unos minutos ante el panorama que tenemos frente a nosotros. (foto de Rafa Lafuente)
"...delante está el campo, ya verde. Frente al cielo inmenso y puro, de un incendiado añil, mis ojos-¡tan lejos de mis oídos!- se abren notablemente, recibiendo en su calma esa placidez sin nombre, esa serenidad armoniosa y divina que vive en el sin fin del horizonte..." ("Platero y yo",J.R. Jiménez)
Vistas hacia Náquera, de donde venimos y hacia donde vamos.
Las vistas hacia el Camp de Túria también son excepcionales. En la foto, Liria.
En esta otra, Benaguacil.
Descendemos de nuevos hasta el cruce de sendas y giramos a la izquierda para seguir nuestro camino hacia Náquera.
Pasamos junto a un par de pedreras.
En la vuelta volvemos a ver el Montcudio...
...el castillo de Serra...
El poste direccional señala el cerro donde se ubica la torre de Satareña de donde venimos.
Nuestro camino sigue entre pinos. Un camino muy agradable.
"Y adoro
ese verde con sol de los pinares
tan parecido al verde de tus ojos."
José María Pemán
En tramos los pinos dejan paso a algún campo de almendros.
Pero de nuevo volvían los pinos.
El sendero nos lleva hasta el barranco del Azud que está seco. Si llevase agua tal vez nos mojaríamos.
Pasamos por debajo del puente del Peucal.
Y salimos a esta calle que nos dejará en la carretera de Serra.
Por el paseo de las Delicias, volveremos al punto de inicio de la ruta.
Justo al salir al paseo encontramos el panel informativo de la "Ruta de Satareña" de la que hemos relizado una parte.
Caminamos por el paseo de las Delicias donde se alinean a una y otra parte caserones y casas de verano de poderío.
Ya estamos casi en el punto de inicio. Frente a nosotros la Creueta del Pinar.
Nos despedimos del cerro de Satareña. Hemos hecho infinidad de rutas por la zona y nunca habíamos estado allí. Siempre se ven cosas nuevas y nunca acabas de recorrer nuevas rutas.
Una lagartija tomaba plácidamente el sol.
La rotonda que rodeamos esta mañana a oscuras prácticamente ahora está llena de luz y de sol.
El edificio de la Biblioteca en cuyas cercanías aparcamos el coche esta mañana.
Y el punto de inicio que ahora es punto y final.
Pues aquí terminamos nuestra ruta de hoy. Hemos disfrutado de una sencilla mañana. No nos hace falta mucho más para pasarlo bien. Como decía Pearl S. Buck, "Muchas personas se pierden pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicicdad."
La ruta en el mapa.
La ruta en Wikiloc.
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