ALBORACHE: VALLE FELIZ, CUEVA DE LAS PALOMAS, RÍO JUANES, MACASTRE (29/7/2023)
“Felicidad es una palabra desprestigiada y mal usada,
porque todas las felicidades son pequeñas y porque la felicidad completa no
existe. ¿Cómo puede existir si tenemos que morir y lo sabemos?” (Carmen Martín
Gaite). Nuestras rutas semanales son algunas de esas pequeñas felicidades que nos ofrece la vida e intentamos aprovecharlas lo máximo posible.
Una vez más volvemos a Alborache para hacer un recorrido que pasa por tres términos: Alborache, Yátova y Macastre. La ruta nos lleva por caminos rurales hasta la orilla del río Juanes en el paraje conocido como "Valle Feliz", para seguir el SL CV 163 durante un tramo que nos lleva hasta la Cueva de las Palomas. Después de disfrutar de este bonito paraje, seguimos el SL que nos lleva en paralelo al río Juanes hasta su nacimiento. Desde aquí, seguimos hasta las cercanías de Yátova, localidad en la que no entramos. Desde aquí, seguimos camino a Macastre, para volver a Alborache. Esta ruta que ya conocíamos tenía la finalidad de dar una sorpresa al final de la misma a nuestro buen amigo Emilio Romero en su setenta aniversario.
Las rutas de verano requieren salir muy pronto para evitar las horas de más calor.
Nos encontrábamos en Alborache para iniciar la ruta “...apenas
comenzó a descubrirse el día por los balcones del oriente.” (“Don Quijote”.
Miguel de Cervantes)
Tras el encuentro y los saludos iniciales, empezamos nuestra ruta caminando por algunas calles de Alborache.
Cerca de la salida del pueblo, este altar dedicado a San José.
Seguimos a nuestra izquierda por la arbolada calle de Blas Serrano Castelar.
Aprovechamos un banco junto a una balsa de riego para hacernos la foto de grupo.
Sentados, debajo y de izq. a der. Ricardo, Emilio Romero y Rafa Sornosa. De pie, de izq. a der. servidor, Jaime y Rafa Lafuente.
Esta es la balsa de riego que se encuentra a la salida de la población. Tiene un nivel más bajo que en otras ocasiones que hemos estado por aquí. Algunos patos nadaban tranquilamente.
A la salida de Alborache se encuentra el albergue Torres de Alborache.
Cruzamos la CV 425 frente al albergue para seguir un camino rural.
Los algarrobos y los olivos principalmente serán nuestros compañeros en estos primeros kilómetros.
Algunos algarrobos tenían un buen porte.
"Sé bien que soy tronco
del árbol de lo eterno.
Sé bien que las estrellas
con mi sangre alimento.
Que son pájaros míos
todos los claros sueños…
Sé bien que cuando el hacha
de la muerte me tale,
se vendrá abajo el firmamento.
Juan Ramón Jiménez
Entre los árboles, podemos ver la cercana población de Buñol.
Esferas casi perfectas estas flores del cardo erizo.
"Cardos y penas
por corona,
cardos y penas siembran sus leopardos
Y no me dejan bueno hueso alguno.
No podrá con la pena mi persona
rodeada de penas y de cardos:
¡cuánto penar para morirse uno!"
Miguel Hernández
Hacia el sur, podemos contemplar La sierra del Ave o de Dos Aguas.
“El aire es fino y transparente, se ven en toda la pureza de sus líneas los más distantes objetos. No tienen vegetación las montañas, aparecen grisáceas, terrosas, azules las más lejanas.” (Azorín, “España”)
Nuestro camino nos lleva hasta el paraje denominado "Valle Feliz", a orillas del río Juanes.
El panel nos informa de diferentes aspectos del paraje.
Cruzamos el río Juanes por encima de unas tarimas de madera.
Nos desviamos unos metros para visitar esta bonita cascada...
"De azul y plata adornada
está la rauda cascada;
azul el ancho horizonte;
verde la hermosa enramada,
y la pradera y el monte."
Manuel Reina
...con su correspondiente poza, con un agua transparente que invita al baño.
Volvemos al sendero y seguiremos un tramo del SL-CV 163.
Desde el sendero, vemos frente a nosotros el paraje de la cueva de las Palomas, hacia donde nos dirigimos.
Hacia el sur tampoco se nos escapa la redondeada meseta del Motrotón.
Y de nuevo la sierra del Ave.
En la sierra del Ave destaca en su parte más elevada el pico que da nombre a la sierra: el pico del Ave, don de podemos ver antenas de telefonía y una caseta forestal.
Pasamos junto a las ruinas de la casa del Tío Toro.
En la base de la cueva de las Palomas una poza hacía las delicias de algunos bañistas que a esta temprana hora tomaban el baño.
Este panel en el paraje informaba tanto de la formación y geología de esta cavidad, como de la flora y la fauna del paraje.
Posando en la cueva de las Palomas para la posteridad. (foto de Emilio Romero)
Volvemos hasta un cruce anterior para seguir en busca del nacimiento del río Juanes.
El sendero pasa por encima de la cueva de las Palomas y la altura nos permite observar el paraje desde lo alto.
La pala nos guía hacia nuestro siguiente destino: nacimiento del río Juanes.
El sendero va prácticamente paralelo al río Juanes.
Las adelfas adornan todo el sendero. Sus rosadas flores destacan entre el intenso verde de las hojas.
"Me miré en tus ojos
pensando en tu alma.
Adelfa blanca.
Me miré en tus ojos
pensando en tu boca.
Adelfa roja.
Me miré en tus ojos.
¡Pero estabas muerta!
Adelfa negra."
Federico García Lorca
Es un bonito paseo junto al río, que presenta bonitos tramos.
(foto de Emilio Romero)
“Algún día en cualquier parte, en
cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa,
puede ser la más feliz o más amarga de tus horas.” (Pablo Neruda)
El sendero tiene también mucha vegetación.
En varias pozas se podría tomar el baño.
Y llegamos hasta este punto donde hubo hace años una fonda y un merendero. Ahora se encuentra en completa ruina como puede apreciarse.
"No vas tú por el río:
es el río el que anda
detrás de ti, buscando en ti
el reflejo, mirándose en tu espalda.
Si vas deprisa, el río se apresura.
Si vas despacio, el agua se remansa."
Ángel González
Esta fuente se encuentra a los pies de una caseta.
Es curiosa la pila en la que cae el agua. Se trate de una bañera.
“Los ríos
profundos corren en silencio, los arroyos son ruidosos.” (Proverbio hindú)
"Y así, como un arroyo que se convierte en río,
y que en cada cascada se purifica más,
voy cantando este canto tan ajeno y tan mío,
con la simple palabra que no muere jamás."
José Ángel Buesa
Nos vamos acercando al puente sobre el río por el cauce del río.
Llegados al puente, pasamos por debajo de su arco central para seguir el curso del río. Una cadena en el pilar del puente nos ayuda a sortear el paso.
Debajo del puente, se encuentra el denominado charco de las Carboneras.
Seguimos el sendero. Este tramo que estamos siguiendo se corresponde con el recientemente homologado SL-CV 163.
El sendero transcurre por una vieja acequia y nos lleva a un punto del barranco.
El tramo transcurre por una zona de exuberante vegetación, que en ocasiones nos dificulta el paso y en el que encontramos abundante mirto, con la flores en pleno apogeo.
"Pobre verso condenado
a mirar tus labios rojos
y en la lumbre de tus ojos
quererse siempre abrasar;
colibrí del que se aleja
el mirto que lo provoca
y ve de cerca tu boca
y no la puede besar."
Manuel Gutierrez Nájera
Llegamos a este punto del río donde en 2018 había un poste que marcaba el nacimiento del río Juanes.
Éste era el poste que encontramos en 2018 y que indicaba "Nacimiento del río Juanes". En la actualidad el poste no está. Y no es que dudemos de que sea así, pero lo cierto es que el barranco viene de mucho más atrás, como veremos luego desde la senda que asciende por una ladera y permite una visión aérea del cauce.
Cruzaremos el río y seguimos por un sendero que irá en ascenso pronunciado por una amplia senda.
Estos escalones de madera nos ayudan en esta fuerte pendiente.
Como comenté arriba, desde esta altura del sendero, vemos el cauce seco de lo que se supone sería el río Juanes.
El sendero deriva en un camino rural que nos lleva hasta las proximidades de Yátova.
Desde aquí vemos Yátova, con el Motrotón detrás y la sierra del Ave al fondo.
Pasamos junto a este corral.
Yátova cada vez más cerca. El Motrotón destaca detrás con esa redondez tan particular y característica.
Andamos por caminos entre campos con diferentes cultivos: algarrobos, olivos, higueras...
Preciosas esta flores de la Lantana o "bandera española" comúnmente.
"Todo es luz, brisas, colores,
ambiente, dulzura, calma,
pájaros, notas y flores.
Sólo en mi pecho hay dolores
y desencanto en mi alma."
Manuel Reina
No entramos en Yátova. Pasamos por la glorieta de entrada a la población.
Y enseguida, cogemos el camino de Macastre que nos marca este poste direccional.
Más camino rural que se presta a la amena conversación.
“La conversación enriquece la
comprensión, pero la soledad es la escuela del genio.” (Edward Gibbon)
También encontramos algún granado junto al camino. Los granados nos atraen y nos hacen detenernos siempre. Este intenso, céreo y rojo color de la flor del granado nos atrae sobremanera. Es de una intensidad verdaderamente sobresaliente.
El fruto aún no está granado. Le falta un poco para madurar.
"Debajo del granado
de mi pasión
amor, amor he llorado
¡ay de mi corazón!
Al fondo del granado
de mi pasión
el fruto se ha desangrado
¡ay de mi corazón!"
Miguel Hernández
El sol empieza a apretar a pesar de que la mañana aún no está muy avanzada.
El pico del Ave ha dominado, con su imagen persistente, todo el recorrido.
El castillo de Macastre domina la población desde un cerro, aunque se encuentra en ruinas.
Entramos a Macastre por una zona con campo de cultivo y pasamos junto a un campo de manzanos.
"Aún no se fue el invierno,
y el manzano aparece
convertido de pronto
en cascada de estrellas olorosas."
Pablo Neruda
Un bonito rosal se enredaba en una alambrada.
"El alma vuela y vuela
buscándote a lo lejos,
rosa tú, melancólica
rosa de mi recuerdo."
Nicolás Guillén
Entramos en Macastre, que celebraba ese día una curiosa fiesta:"Macastre en vela"
En la foto, la iglesia de la Transfiguración del Salvador.
En diferentes calles del centro urbano, encima de dibujos realizados en el suelo, se encontraban velas. Al parecer, a la noche, a la luz de estas velas, se realizan actuaciones musicales y la gente se traslada de unas calles a otras para presenciar estas actuaciones. Se trata de una fiesta reciente, concretamente en verano del 2020 tuvo lugar su primera edición.
Salimos de Macastre por la Avenida del País Valenciano.
Rodeamos una gran rotonda.
Y seguimos un camino rural que nos llevará a Alborache en breves minutos.
Dejamos el camino por un atajo que cruza el barranco de San Vicente y...
... desemboca en la Avenida Valencia.
Escasos doscientos metros después terminamos nuestra ruta en el mismo punto donde empezamos.
Con un estupendo almuerzo homenajeamos a Emilio Romero en su setenta aniversario. Excelente final para esta entretenida ruta.
Nos
iremos de este mundo únicamente con nuestros recuerdos, nuestras vivencias,
nuestras soledades, nuestras verdades, nuestras mentiras, nuestros buenos
momentos, nuestras malas experiencias…todo nuestro mundo interior. Nada
material vendrá con nosotros ni nos serviría tampoco en ese hades al que podamos marchar.
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