ARTANA: CAMINO DE REBÓ, PLANO DE MARCO (15/7/2023)
“Caminar
es un hecho constante en el hombre. Los motivos son diferentes en cada uno,
aunque hay un motivo que puede señalarse como común: la búsqueda de un fin que
suele ser la felicidad, la paz, y la tranquilidad con uno mismo, el encuentro
de sí mismo como fin del camino.” (“Los Caminos de Santiago. Arte, cultura y
leyendas”, José Fernández Arenas)
La cita de la presentación viene a cuento porque la ruta de hoy no tiene otra finalidad que el hecho de disfrutar caminando. Caminar implica muchas cosas, pero dos de ellas son importantes. Una, si caminas es que te gusta hacerlo. Y la que creo más importante, que mi físico me lo permite. Esta sencilla ruta de hoy cumple a la perfección con estas dos premisas.
Se trata de un cómodo paseo que parte de la C/ Castellón de Artana para llevarnos por caminos rurales entre campos de olivos, almendros, algarrobos...y por sendas de herradura que transcurren por bonitas pinadas.
Nunca sabemos lo que nos puede traer un nuevo amanecer. Pero hemos de ponernos en pie.
Queríamos empezar pronto para terminar pronto y evitar así las horas de más calor y tener tiempo para almorzar tranquilamente. Sobre las siete estábamos en la calle Castellón para empezar esta sencilla ruta.
Iniciamos la ruta en estas palas.
Nuestro callejeo por Artana está dirigido por más paletas direccionales.
A nuestra derecha, encaramado en un cerro dominando la población, como buen castillo que se precie, podemos contemplar los restos del castillo de Artana.
"Monstruo de piedra, elévase el castillo
rodeado de coposos limoneros,
que sombrean los húmedos senderos
donde crece aromático el tomillo."
Julián del Casal
Salimos del pueblo por un camino rural.
Los castaños muestran sus frutos aún verdes. El verano los acabará de madurar para que en el otoño se puedan recoger.
Las higueras también muestran los higos, a los que también les falta un tiempo para madurar.
Los pinos también acompañan el camino.
Pasamos junto a un abrevadero, aunque el agua no tiene muy buen aspecto. Se nota que ya no se utiliza.
"Esta agua medrosa y triste,
como un niño que padece,
antes de tocar la tierra
desfallece."
Gabriela Mistral
Cruzamos por este paso cementado el barranco de Eslida o rambla de Artana.
Seguimos por un camino en el que se solapan dos senderos locales: els Fonedors y el Pla de Marco.
Y mientras caminamos, vamos disfrutando de las bellezas que vamos encontrando en el camino, como esta sencilla y original flor de la zanahoria silvestre.
Artana es zona de olivos centenarios y encontramos bellos ejemplares que hacen que nos detengamos a disfrutar de algunos de ellos.
"Los olivos grises,
los caminos blancos.
El sol ha sorbido
la color del campo;
y hasta tu recuerdo
me lo va secando
este alma de polvo
de los días malos."
Antonio Machado
El camino está marcado con postes de madera en los que se indican los camino que se solapan.
Las adelfas también forman parte de este paisaje por el que paseamos. Sus flores también merecen nuestra atención.
"Voy camino de la tarde
entre flores de la huerta,
dejando sobre el camino
el agua de mi tristeza."
Federico García Lorca.
Algún alcornoque de gran porte también nos sorprende. Un simple paseo se convierte en un museo natural al aire libre.
¡Y qué decir de las mariposas que acompañan nuestro caminar!. Revolotean juguetonas haciendo giros y cabriolas complicadas, no sabemos si para sorprendernos o evitarnos. A veces se posan y nos permiten disfrutarlas de una manera más pausada que si están en pleno vuelo.
Hasta un árbol tan común como un algarrobo puede ser motivo de interés. En este caso, su altura y su aspecto desgarbado nos han llamado la atención.
¡Y qué decir de estas correhuelas! Parecía que nos llamaran con un leve campanilleo apenas perceptible, salvo para oídos sensibles y acostumbrados a escuchar los sonidos de la naturaleza.
"Entre las hierbas alguna humilde flor ha nacido,
azul o blanca. ¡Belleza del campo apenas florido,
y mística primavera!"
Antonio Machado
Cuando conocimos su nombre común, gata rabiosa, nos llamó la atención y averiguamos que se debía a la propiedad que tiene de provocar un intenso ardor en la piel si se frota en ella. Su nombre científico es mucho más serio: Clematis flammula.
"De tanto caminar por los alcores
agrios de mi vivir cansado y lento,
mi desencadenado pie sangriento
no gusta ya de ir entre las flores."
Juan Ramón Jiménez
Caminar cómodo, tranquilo, sereno...disfrutando de todos y cada uno de los pequeños detalles que el camino nos ofrece.
Comprobamos que la belleza tiene múltiples formas de manifestarse. Aquí vemos un olivo casi seguro que centenario, que muestra una belleza natural que es de admirar.
"Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento."
Miguel Hernández
En un desvío a la izquierda encontramos este original pino con tres largos troncos. Como no nos habíamos hecho foto de inicio de ruta, nos la hicimos en este pino tan especial.
De derecha a izquierda, Rafa Lafuente, Emilio Romero y un servidor. (foto de Rafa Lafuente)
Nuestro camino nos llevará hasta el Plano de Marco, máxima altura de la ruta.
Iniciamos aquí el tramo de más pendiente del recorrido, pero que no resulta nada pesado.
Caminaremos por un tramo empedrado. Ya sabéis que las piedras son testigos mudos de muchas historias. ¡Ojalá pudiéramos escucharlas! Pisar por caminos empedrados es todo un lujo.
Parecen unas niñas indefensas las centauras, todas apretadas unas a otras como para defenderse de un posible agresor que quisiera arrancarlas. Tranquilas, pequeñas, nuestra intención es únicamente disfrutar de vuestra sencillez.
Mientras disfrutamos de las centauras, un pequeño saltamontes se nos ha quedado mirando, reclamando su trocito de protagonismos, como diciendo..."¡y yo qué?"
Junto al camino, un antiguo aljibe construido en 1953 por la Hermandad Sindical de Agricultores y Ganaderos.
Interior del aljibe.
Vamos subiendo poco a poco. Únicamente alguna pequeña rampa nos hará esforzarnos un poco.
Unos tres kilómetros de ruta transcurren por término de Eslida. Este poste nos lo recuerda.
¡Qué pesada se hace a veces nuestra sombra!
"¡Y será vana mi inmortal porfía!
¡Y esta antigua tristeza roedora
jamás de tregua me dará una hora,
tras mí corriendo cual la sombra mía!"
Clemente Althaus
Creíamos que las autopistas eran invención humana. Nada más lejos de la realidad. Ésta que veis en la foto es obra de las hecendosas hormigas, que se aprovechan de ella para llevar más rápidamente a su hormiguero el alimento para el invierno.
No sólo las formas o los olores nos llaman la atención. Los colores también impregnan nuestros ojos y forman parte del conglomerado de cosas que nos hacen disfrutar de las rutas. Mirad sino este verde tan especial de estas hojas de higuera. ¿No es para detenerse un momento y disfrutarlo?
Momentos solitarios propicios a la reflexión. (foto de Emilio Romero)
"Bajo la curva del dolor, fatídica,
sobre el desierto de mi vida, trágica,
mi acongojada mente se conturba,
mi vacilante pie se despedaza;
y allá, en la curva del dolor, siniestra,
la luz de la esperanza;
y allá sobre el desierto de mi vida,
¡la resonante multitud de mi alma!."
Pedro Bonifacio Palacios
Caminar entre pinos, bajo la sombra que proporcionan sus ramas y a través de las que pasan leves rayos de sol, es también otro de los placeres de caminar por la montaña.
“Una
de las cosas más agradables de la vida: ver cómo se filtra el sol entre las
hojas.” (Martín Santomé en “La Tregua” de Mario Benedetti,)
Escuchamos muchas veces en nuestras rutas, en nuestros paseos...el canto de los pájaros, pero no resulta fácil fotografiarlos. Su canto también forma parte de las bellezas de caminar. Pero si además podemos contemplarlos de vez en cuando, mejor que mejor. En esta ocasión pudimos fotografiar lo que parece ser un pinzón común.
"En la higuera me haré, después de
muerto,
un higo blanco, amor,
y tú serás curruca o benteveo,
o calandria o pinzón."
José Pedroni
Preciosa esta constelación de florecillas moradas.
Las florecillas necesitan a la mariposa. La mariposa necesita a las florecillas.
Bonita necesidad.
"... ¡Oh, sí!, llevad, amigos,
su cuerpo a la montaña,
a los azules montes
del ancho Guadarrama.
Allí hay barrancos hondos
de pinos verdes donde el viento canta.
Su corazón repose
bajo una encina casta,
en tierra de tomillos, donde juegan
mariposas doradas..."
Antonio Machado
Pasamos junto al pilón que marca los términos de Eslida y Artana. A partir de aquí volvemos a entrar en término de Artana.
Llegamos al punto más alto de la ruta, el Plano de Marco. El mapa del IGN lo marca como Puntal de Artana.
Llegamos al clotxó de Marco. Se trata de una construcción de piedra que recoge agua de la lluvia por un agujero superior.
Entrada del clotxó de Marco.
Nuestro camino sigue por una bonita pinada que nos protege del calor, aunque como aún es pronto, no aprieta demasiado.
Tramo empedrado que habla de haber sido camino de herradura en tiempos pretéritos.
Entre las copas de los pinos, se deja ver la silueta del castillo de Artana. Hemos venido muchas veces aquí, pero aún no hemos subido hasta sus ruinas. Tiempo al tiempo.
Artana frente a nosotros. Ya queda menos.
Los pequeños frutos de la zarzaparrilla esperan también su maduración. El verano tiene que hacer su función para que maduren cantidad de frutos.
"Tras una mariposa,
cual zagalejo simple,
corriendo por el valle
la senda a perder vine."
Juan Menèndez Valdés
Cruzamos el camino de la Solana y seguimos de frente.
Entre cañas y vegetación...
..salimos al barranco de Eslida, que cruzamos.
Nos paramos siempre ante ese amarillo fluorescente, que casi ciega, de la flor de diente de león.
"Mañana
me vestirán con cenizas al alba,
me llenarán la boca de flores,
aprenderé a dormir
en la memoria de un muro,
en la respiración
de un animal que sueña."
Alejandra Pizarnika
El camino enlaza en este punto de nuevo con el que llevamos esta mañana y nos devolverá a Artana en poco tiempo.
Entramos en Artana y callejeamos ahora hasta llegar al punto de inicio, pero ahora lo hacemos en sentido inverso a la mañana.
Aquí ponemos punto y final a la ruta, sencilla pero repleta de pequeñas cosas que hacen que en su sencillez, encontremos el encanto, la belleza o espectacularidad de otras más vistosas.
Sirva esta sencilla ruta como homenaje a mi madre, una mujer también sencilla, trabajadora, fuerte, luchadora... que se ha marchado sin pedirme permiso, pero no se lo tendré en cuenta. Ahora has empezado el camino más
largo. Estoy seguro que me esperarás en algún recodo, descansando bajo un árbol
centenario de esos que tanto me gustan, aguardando mi llegada para continuar
contigo eternamente. Mientras tanto, yo te llevaré en mi corazón por todos los
caminos y senderos que pisen mis pies, hasta que ese esperado día pueda
acompañarte. Siempre en mi corazón, querida mamá.
Qué bonitas las líneas que le has dedicado a tu madre, me han parecido muy emotivas, de hecho me he emocionado cuando las he leído. Tu la llevarás en tu corazón en todas y cada una de tus rutas, y ella seguro que guiará todos y cada uno tus pasos por la montaña a partir de ahora.
¡Hola, Dani! Gracias por tus palabras. Se me fue el sábado 22 de julio, sin pedirme permiso, a los 98 años, en plenas facultades mentales. La disfruté a diario desde enero de 2020 y se marchó en dos días. Ahora nos queda su recuerdo y su compañía que como dices, guiará todos mis pasos desde ahora. Un abrazo.
Hola Emilio.
ResponderEliminarQué bonitas las líneas que le has dedicado a tu madre, me han parecido muy emotivas, de hecho me he emocionado cuando las he leído. Tu la llevarás en tu corazón en todas y cada una de tus rutas, y ella seguro que guiará todos y cada uno tus pasos por la montaña a partir de ahora.
Un fuerte abrazo.
¡Hola, Dani! Gracias por tus palabras. Se me fue el sábado 22 de julio, sin pedirme permiso, a los 98 años, en plenas facultades mentales. La disfruté a diario desde enero de 2020 y se marchó en dos días. Ahora nos queda su recuerdo y su compañía que como dices, guiará todos mis pasos desde ahora.
EliminarUn abrazo.