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martes, 21 de marzo de 2023

CAUDIEL: FUENSANTA, CASA BIELSA, BCO. DE LA VAQUERA (18/3/2023)

 

He escuchado decir a Arturo Pérez Reverte en alguna entrevista que “Todo Titánic tiene su iceberg esperando.” Estamos de acuerdo con esta idea y por ello, mientras podamos, estaremos al pie del cañón para que cuando ese iceberg nos llegue nos pille llenos de vivencias y experiencias que nos ayuden a llevar mejor ese naufragio que nos espera y que seguro llegará un día tal vez no muy lejano.

Nos desplazamos una vez más hasta Caudiel para recorrer una sencilla ruta por caminos rurales y sendas de su término y del vecino de Benafer. Acompañadme.


Iniciamos la  ruta en la estación de Adif, en las afueras de Caudiel. Las estaciones son lugares "especiales". Lugares de paso, de inicio o final de muchas cosas, de esperanzas o derrotas...¿cuántos trenes hemos perdido en esta vida?...¿a cuántos nos hemos subido a ver qué pasa?

"Te he sentido llorar: no sé a quién lloras.
Hay un humo distante,
un tren, que acaso vuelve, mientras dices:
soy tu propio dolor, déjame amarte."

                                  Luis Rosales


Junto a la estación, esta curiosa silla tallada en el tronco de un árbol por el Taller de Empleo Activa Caudiel.


Comenzamos a caminar por el Camino Real de Aragón, que transcurre junto a la vía del tren.


Vías del ferrocarril que nos llevan y nos traen en ese ir y venir de la via.


En nuestro camino cruzaremos varias veces la vía del tren y la Vía Verde. Unas veces por debajo, otras por arriba. Esta primera vez, lo hacemos por debajo.


Nuestro camino se encuentra salpicado por campos de olivos, de almendros...

“Acaso en una distante ladera alcanzáis a descubrir un cuadro de olivos, cenicientos, solitarios, simétricos. Y no tornáis a ver ya en toda la campiña infinita ni un rastro de arboledas”.

                                                                                                      (Azorín, “La ruta de Don Quijote”)


En nuestro apacible caminar, echamos un vistazo al Alto de las Palomas, que hemos tenido ocasión de recorrer en varias ocasiones.


Así mismo, no nos pasan desapercibidos los modernos molinos del Alto de la Porra y el Alto de Cerdaña.


También disfrutamos de algunos ejemplares de olivo, que tan buen aceite dan en esta zona,


Encontraremos también muchas bifurcaciones. Habremos de elegir la correcta.
En ésta concretamente seguiremos por la izquierda.

“Cuando tengas que elegir entre dos caminos, pregúntate cual de ellos tiene corazón. Quien elige el camino del corazón no se equivoca nunca.” (Popol Vuh)


Segundo paso por debajo de la Vía Verde.


A continuación por debajo de la vía de Adif.


El camino pasa junto a una gran balsa de riego que refleja el Alto de las Palomas a modo de un espejo de agua.

"Tú, espejo milagroso
que no reflejas mis tinieblas
y reflejas la luz que ya no es mía..."

                               Dulce María Loynaz

Junto al camino las ruinas de Casa de Aguilar. Encontraremos en el camino varias de estas casas en ruina, que en un tiempo no muy pretérito estuvieron plenas de actividad y que hoy quedan únicamente como vestigios silenciosos de un pasado irreversible.


Otra elección. Nuevamente, izquierda.


El camino nos lleva parsimoniosamente hacia el viaducto de la Fuensanta, que ya visitamos en otra ruta por esta zona.


Casi en la base del viaducto se encuentra el manantial de la Fuensanta.

"Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Di: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?"

            Antonio Machado


Como no nos habíamos hecho la foto de inicio, decidimos hacerla en este acuoso paraje.


El agua fluye mansamente del manantial, limpia y clara.

"Así te quiero, fluida y sucesiva,
manantial tú de ti, agua furtiva,
música para el tacto perezosa.
Así te quiero, en límites pequeños,
aquí y allá, fragmentos, lirio, rosa,
y tu unidad después, luz de mis sueños."

                                     Gerardo Diego


Viaductos de la Fuensanta.


Proseguimos nuestro camino acompañados de una ligera brisa y de las blancas nubes que tapaban parcialmente el cielo.


Como comenté antes los campos de almendros también forman parte importante del paisaje que hoy disfrutamos. Algunos de ellos aún conservan la flor, que hace de ellos verdaderas obras de arte natural al aire libre.

 La ruta tiene forma de raqueta. Justo en este cruce está la bifurcación donde termina la parte común de esa "raqueta". Seguiremos por la izquierda ahora. Volveremos por la derecha.


Disfrutamos también de tramos donde los pinos son nuestros compañeros.


¡Hombre, la Rápita!


Y nuestra compañera habitual: la sombra.

“El hombre no es más que un soplo y una sombra.” (Sófocles de Colono)


Hemos recorrido tantos kilómetros durante tantos años y hemos caminado por tantos sitios que es difícil no toparnos con antiguos conocidos. En la foto, Peñascabia.



Y no nos olvidamos tampoco de las carrascas, que aunque en esta ruta no abundan, también encontramos algunos bonitos ejemplares.


En un punto del camino, vemos a unos cincuenta metros, panales de abejas. Hoy no hemos tenido ningún problema, pero en épocas de calor habremos de tener precaución.

"Miniatura del bosque soberano
y consentida del vergel y el viento,
los campos cruza en busca del sustento,
sin perder nunca el colmenar lejano.

De aquí a la cumbre, de la cumbre al llano,
siempre en ágil, continuo movimiento
va y torna, como lo hace el pensamiento
en la colmena del cerebro humano.

                         Enrique Álvarez Henao


Junto al camino, estos montones de rocas que nos parecieron mineral de limonita.


Otro cruce de la Vía Verde a nivel.


Y, a continuación, la vía del ferrocarril por debajo.


Solemos asociar los cipreses a los cementerios y por eso nos sorprende a veces verlos en campo abierto. También nos gustan los cipreses.


Otro precioso campo de almendros alegró nuestros ojos.

"Almendro de la gracia sorprendida,
regalo de un invierno;
almendro que haces puente esta mañana
entre mi alma y lo eterno."

                       Antonio López Baeza


Nos detenemos para disfrutar más detenidamente de la sencilla belleza de la flor del almendro.


La primavera no ha llegado aún a todas las especies, pero ya no tardará mucho en hacerlo.

“Lo repetiremos: el paisaje somos nosotros; el paisaje es nuestro espíritu, sus melancolías, sus placideces, sus anhelos, sus tártagos. Un estético moderno ha sostenido que el paisaje no existe hasta que el artista lo lleva a la pintura o a las letras. Sólo entonces-cuando está creado en el arte-comenzamos a ver el paisaje en la realidad.” (Azorín, “El paisaje de España visto por los españoles”)


Otro corral en ruinas, restos de un duro pasado donde la supervivencia era el objetivo principal.


Uno de los numerosos pilones de término que encontramos en muchas de nuestras rutas. En este caso separa los término de Benafer y Viver.


Paso elevado sobre la vía del tren sin barandillas. Aunque tiene buena anchura es posible que las personas con vértigo sufran un poco.
 

El paso tiene una buena altura por lo que es susceptible de que a alguien le pueda resultar difícil pasar por aquí.


Apenas superado el paso sobre la vía del ferrocarril, pasamos por otro puente sobre la Vía Verde


Este paso sobre la Via Verde también tiene buena altura, pero un buen pretil nos protege.


Otro bonito y fresco tramo entre pinos.

"El verde es gala y ornato
del bosque en la primavera;
entre sus siete colores
brillante el iris lo ostenta;
las esmeraldas son verdes;
verde el color del que espera,
y las ondas del océano
y el laurel de los poetas."

         Gustavo Adolfo Bécquer


El sendero nos pasará por debajo de los Cerros de la Porra y de Cerdaña ambos con casi 1200 m.


Y nos encontramos a este precioso ejemplar de carrasca precediendo a la casa Bielsa.

“Ningún árbol es fuerte sin contínuos vientos; pues con ello se fortifican sus raíces.” (Lucio Anneo Séneca)


No podíamos dejar pasar la ocasión de hacernos una foto ante tan ilustre ejemplar.


A escasos metros de la carrasca encontramos la casa Bielsa, con una parte reconstruida (aunque en desuso)...


...y las ruinas de la masía antigua.


Seguimos nuestro que combina zonas de monte y campos de almendros.


Nos alejamos de los molinos.


Vamos a buscar el camino de la Vaquera.


Mientras, nos entretenemos con la belleza que el monte nos enseña de manera generosa y desinteresada.

Un ruido contínuo nos ha acompañado toda la mañana: las incansables abejas libando las moradas flores del romero. Un ser tan pequeño y, sin embargo, tan importante.

“La Naturaleza es grande en las grandes cosas, pero es grandísima en las más pequeñas.” (Jacques Henri Bernardin de Saint Pierre)


Encontramos las ruinas de otra masía y como tenemos hambre, encontramos en ella un rincón para almorzar.


Y ponemos todo nuestro empeño en dar buena cuenta de las viandas que llevamos.
Para nosotros, éste es el mejor lugar para almorzar, mejor que el comedor de cualquier lujoso restaurante.


Y celebramos el evento con una foto para el recuerdo.



Tras el almuerzo, seguimos nuestro camino. Junto a él, estas cárcavas en la ladera de un monte.


Nuevo cruce. Derecha siguiendo el pequeño poste de madera.


Estamos atentos a este hito con la marca de GR. que hemos de seguir.


Ahora tenemos un tramo de sendero entre coscojas básicamente.

Un caminejo torcido y pedregoso subirá por una montaña sin árboles, matizada de rastreras plantas olorosas. El romero, el tomillo, el cantueso, el hinojo, llenarán de un sutil y penetrante aroma el ambiente. De raro en raro, quizá haya un macizo de pinos olorosos, henchidos de resina, que susurran a ratos al blando viento. (Azorín, “El paisaje de España visto por los españoles”)


Pasamos junto a un nuevo corral. Se trata del corral de la Vaquera, que aún conserva esas arcadas típicas de los corrales de la zona.


Vamos combinando tramos de sendero...


...con caminos más anchos, como el camino de la Vaquera.


Campos de almendros nuevamente ponen la nota de color.


En este punto retomamos la "empuñadura" de la raqueta. El tramo que nos queda ya lo hicimos de ida. Ahora lo disfrutaremos de vuelta.


Nos queda el mismo paisaje que vimos esta mañana, pero ahora lo veremos en sentido contrario.
De nuevo, pero desde el otro lado, los viaductos de la Fuensanta.


Ahora tenemos la sierra de Espadán frente a nosotros. Por la mañana la teníamos detrás.

“¿No amáis las montañas? ¿No son vuestras amigas las montañas? ¿No produce su vista en vuestro espíritu una sensación de reposo, de quietud, de aplacamiento, de paz, de bienestar?” (Azorín, “España”)


De nuevo otra vez el Alto de las Palomas, del que nos despedimos hasta otra ocasión.


Nos volvemos a asomar, como a la mañana, a la balsa de riego. 
Ahora su reflejo es menor.


Ya cerca del final nos encontramos de frente con otra antigua conocida de una anterior ruta. Se trata de la Torre del Molino o de Aníbal porque hay versiones que aseguran que el general cartaginés acampó en este lugar antes de emprender el ataque a la romana ciudad de Sagunto. Aunque parece más probable que la torre defensiva sea de origen medieval. A la mañana nos pasó desapercibida porque la teníamos detrás.


Los pasos por debajo de la Vía Verde ahora en sentido contrario.


Y ya vemos las vías del ferrocarril y las primeras casas de Caudiel. Ya estamos.


Nuevamente los campos de olivos y ese cielo azul salpicado de nubes del que también nos gusta disfrutar.

"¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!"

                    Miguel Hernández


Recta final y llegamos.


Y de nuevo en la estación de Adif ponemos punto y final a la ruta de hoy, larga en longitud (16,5 km), pero tranquila y que hemos disfrutado como tantas otras.

“A veces es imposible detener el río de la vida.” (El Alquimista, Claudio Coelho)

La ruta en el mapa



La ruta en Wikiloc.


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Película

4 comentarios:

  1. Hola me gustan mucho tus vídeos como ya te lo dije en uno de ellos y ahora accedo al blog y también lo veo muy interesante. Quería preguntarte si no tienes ningún problema de derechos de autor con la música y cómo lo consigues. Te lo pregunto porque yo también hago vídeos y en alguna ocasión he tenido problemas y no sé cómo solventarlos porque la música que hay libre de copyright es bastante floja

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    1. ¡Hola, Virtu! Me alegro que te gusten mis vídeos y mi blog. En cuanto a tu pregunta, yo no tengo ningún problema de derechos de autor, imagino que porque yo no tengo monetizado mi canal y por lo tanto no genera ninguna ganancia para mí. En alguna canción concreta me ha llegado la notificación de estar bloqueada en algún país, pero nada más. No te sé decir nada más.
      Saludos.

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  2. Hola me gustan mucho tus vídeos como ya te lo dije en uno de ellos y ahora accedo al blog y también lo veo interesante. Te quería preguntar si tienes algún problema con los derechos de autor en la música que pones y como lo consigues porque yo también hago vídeos y la música libre disponible de copyright es bastante mala. Gracias.

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  3. Vale gracias yo tampoco lo tengo monetizado, pero ha habido ocasiones en que me han enviado correos y algun como tú dices aviso de algún otro país pero igual como tú dices la sangre no llegaría al río y no me lo bloquearían al no estar monetizado. Gracias un saludo

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