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jueves, 10 de noviembre de 2022

HAYEDO DE TEJERA NEGRA, CANTALOJAS, GUADALAJARA (30/10/2022)

"Repasar la corteza de un árbol experimentado es como acariciar la crin de un caballo que uno monta a diario. Se establece una comunicación muy sobria pero lo bastante intensa como para que después uno la eche de menos cuando vuelve al trajín de la ciudad.” (Santiago en"Primavera con una esquina rota" de Mario Benedetti). En el hayedo de Tejera Negra íbamos a poder acariciar la corteza de muchos de esos árboles que te proporcionan esa comunicación tan especial que echamos de menos cuando volvemos a la rutina diaria.

En esta entrada mostraré una preciosa ruta en el hayedo de Tejera Negra, ubicado en Cantalojas, en la sierra de Ayllón, en el noroeste de Guadalajara, que ahora se encuentra en el mejor momento para ser visitado porque los colores del otoño están en su punto álgido. Forma parte del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara. Se trata de uno de los hayedos más meridionales de la península por encontrarse en una zona geográfica que ha mantenido las condiciones climáticas necesarias para la vida de las hayas y otras especies caducifolias (roble, arce, abedul...) en estas latitudes, ya que su hábitat se sitúa en zonas más al norte. Recibe el nombre de Tejera porque en tiempos el tejo fue una especie más numerosa. Hoy podemos ver solo algunos ejemplares. La masa forestal de hayas se ubica al fondo de los valles, en las cabeceras de los ríos Lillas y Zarzas. El hayedo ha sufrido dos talas a mata rasa al menos en dos ocasiones (1860 y 1960) por ello las que podemos ver ahora son relativamente jóvenes, aunque hay ejemplares más antiguos en zonas más inhóspitas. Su madera fue utilizada para la fabricación de carbón vegetal. No solo podemos disfrutar de las hayas, robles, abedules...sino de otras muchas especies vegetales (pinos silvestres...) y de una variada fauna que nosotros no pudimos apreciar desgraciadamente al no ver ningún animal.

En el hayedo podemos realizar dos rutas a pie que recorren el parque. Una más larga, la llamada "Senda del Robledal", con unos 17 km. Pero podemos realizar una más corta, la "Senda de Carretas" de 6 km de recorrido, que es la que describo en esta entrada. Existe también una ruta para bicicletas de 21 km que parte desde el Centro de Interpretación ("Senda del río Zarzas").


Para realizar la "Senda de Carretas" hemos de dirigirnos desde el Centro de Interpretación hasta el aparcamiento del Parque del Hayedo por una pista que a partir del Centro de Interpretación pasa a ser de tierra y dista unos 8 km de Cantalojas. Una vez allí, podemos comenzar el precioso recorrido. Un panel nos marca el itinerario, sin pérdida y muy fácil de seguir, y nos da información de la ruta y otras informaciones de interés sobre el Parque.


Otro panel nos da información del hayedo y la fauna que habita en él.


Más información en este panel sobre la importancia y valor ecológico de este Parque Natural.

A partir de aquí comenzamos el precioso y mágico recorrido que producirá en nosotros toda clase de emociones, sentimientos, sensaciones...que intentaré reflejar en mi descripción.


En un ambiente donde predominan los tonos verdes de los pinos y los amarillos, anaranjados, ocres, marrones... de hayas, robles, abedules...el rojo pasión de los escaramujos reclama nuestra atención.

"En la desnuda tierra del camino
la hora florida brota,
espino solitario,
del valle humilde en la revuelta umbrosa."

                                         Antonio Machado


En los primeros metros de ruta nos encontramos con una preciosa pinada de pino silvestre de repoblación de una altura y magnitud considerable.

"Érase un verde bosque de eterna primavera,
y érase un niño iluso que vagaba al azar...
El niño entró en el bosque siguiendo una quimera;
entró en el bosque... Y nadie lo ha visto regresar."

                                                                                                José Ángel Buesa


Este primer tramo es muy cómodo y además de los pinos encontramos zona de pasto. Pero ya vemos un adelanto de los tonos amarillentos del otoño que se multiplicarán más tarde cuando nos adentremos en el hayedo.


Como acabo de comentar, zona llana, con pasto para el ganado y muy verde.

El primer tramo transcurre junto al río Lillas, que no estaba en su mejor momento, con un caudal muy bajo.


Aquí se aprecia mejor la escasez de agua en el cauce.


La panorámica se abre y ya vemos las laderas de la montaña teñidas de los tonos del otoño. Un adelanto de lo que vamos a ver luego.

"Lejos, los montes duermen
envueltos en la niebla,
niebla de otoño, maternal; descansan
las rudas moles de su ser de piedra
en esta tibia tarde de noviembre,
tarde piadosa, cárdena y violeta."

                           Antonio Machado


En este tramo el río Lillas presenta un mejor aspecto.

"No vas tú por el río:
es el río el que anda
detrás de ti, buscando en ti
el reflejo, mirándose en tu espalda.
Si vas deprisa, el río se apresura.
Si vas despacio, el agua se remansa.

                               Ángel González


Como en la vida convivimos personas de todas las edades y colores, así también sucede en el haya. En su copa hojas de las distintas tonalidades conviven. Las más viejas irán cayendo y las demás lo irán haciendo después, siendo sustituidas en la primavera por nuevas hojas: es la vida tal cual, unos nacen y otros mueren. Una de las enseñanzas de la naturaleza.
 
"Otoño melancólico y lluvioso,
¿qué dejarás, otoño, en casa este año?
¿qué hoja te llevarás? Tan silencioso
llegas que nos das miedo."

                                   Evaristo Carriego


Aproximadamente al kilómetro y medio del inicio, cruzamos el arroyo de las Carretas. Hasta aquí el camino ha sido más o menos llano y fácil. A partir de aquí iremos subiendo poco a poco y nos iremos adentrando en el hayedo.

"Cuaja el otoño las espigas de oro,
y las mocitas en alada ronda
vuelcan su risa en manantial sonoro."

                          Javier del Granado


Bonito contraste de tonos en la ladera de la montaña.

"No temas al otoño, si ha venido.
Aunque caiga la flor, queda la rama.
La rama queda para hacer el nido."

                              Leopoldo Lugones


 Martín Santomé, el protagonista de "La Tregua" de Mario Benedetti decía...“Una de las cosas más agradables de la vida: ver cómo se filtra el sol entre las hojas.” En esta ocasión no hay sol, pero nos imaginamos un día de sol con sus rayos filtrándose entre estas hojas de haya.

"Mi alma es hermana del cielo
gris y de las hojas secas.
¡Sol interno del otoño,
pásame con tu tristeza!"

   Juan Ramón Jiménez

Puente de madera que salva el arroyo de Carretas.


A los dos kilómetros del inicio llegamos a esta reproducción de una carbonera. Como dijimos al principio, la madera de las hayas de este bosque fue utilizada para la fabricación de carbón vegetal que era transportado en carros por esta senda. De aquí el nombre del sendero que estamos recorriendo: "senda de Carretas".


Recreación del interior de la carbonera.


Este panel nos explica el proceso de fabricación del carbón. Hoy en día es un oficio y una actividad desaparecidos.


A partir de la carbonera realizaremos el tramo con mayor desnivel y dificultad de la ruta hasta llegar a la pradera de Mata Redonda. Es un kilómetro apenas, pero de un fuerte desnivel. Pero hacerlo por este precioso bosque nos hace olvidar del esfuerzo que estamos realizando.

"De nosotros quedará la misma huella,
la semilla del viento en el agua,
el esqueleto de las hojas en la tierra."

                                        Jaime Sabines


Otro puente de madera que salva otro arroyo sin agua.



"Y esa luz de bruma y oro,
que pasa las hojas secas,
irisa mi corazón
no sé qué ocultas bellezas."

          Juan Ramón Jiménez


Mágico realmente este precioso bosque. Cada rincón nos invitaba a detenernos y disfrutar de él.

"Las pupilas enormes
de las frondas resecas
heridas por el viento,
lloran las hojas muertas."

           Federico García Lorca


Tras la corta, aunque intensa subida, llegamos a la pradera de Mata Redonda, donde nos tomaremos un respiro. Cuando lleguemos a ella nos dirigiremos hacia la derecha hasta el mirador donde podremos disfrutar de las vistas.


Desde aquí empezamos a tener una visión global y externa del hayedo por el que hemos caminado hasta aquí arriba.

"Para siempre el Otoño se ha posado en tus
ojos.
Tus ojos,
¿desde dónde se mueven?
¿desde dónde crucifican mi anhelo?"

                                          Liber Falco


Nos detenemos en esta pradera a más de mil seiscientos metros para disfrutar en trescientos sesenta grados del paisaje que nos rodea.

"El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste."

                                             Ángel González

En el mirador un panel nos informa sobre la topografía, toponimia, geología y vegetación de la zona.


El panel nos ayuda a localizar e identificar...


...las cimas que tenemos enfrente. 
La Buitrera es la cima que vemos a la izquierda y que con sus 2044 metros es la más elevada de la zona.

Tras disfrutar un buen rato del paisaje que nos rodea hemos de continuar. Nos dirigimos hasta el cruce al que llegamos antes y que ahora seguiremos dirección "Senda Carretas". Lo que nos queda desde aquí hasta volver al inicio de la ruta son unos tres kilómetros llaneando entre hayas, robles y pinos lo que nos hará seguir disfrutando de preciosos y mágicos rincones.


Seguro que gnomos, trasgos, duendes...nos veían desde sus escondites. Nosotros intuíamos su presencia y nos sentíamos vigilados.

"Otoño nos cita
con su son de flautas:
vámonos al bosque
de la sien de plata,
besaré tu boca
con mi boca amarga:
vámonos cantando
por la tarde clara."

          Jaime Torres Bodet


“Voces, ruidos, gente, olores, tiranía del reloj dejaban aquí de tener sentido.” (Arturo Pérez Reverte, “La carta esférica”). Viendo lugares así entendemos de sobra esta frase,¿verdad?

"¡La otra tarde, se ha llevado
el viento más hojas secas!
¡Qué pena tendrán los árboles,
esta noche sin estrellas!"

                      Juan Ramón Jiménez


“La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica.” (Jorge Luis Borges) Nos extasiamos ante tanta belleza y no intentamos explicarnos el misterio de por qué es bello. Nos limitamos a disfrutarlo.

"Oyes en medio del otoño
detonaciones amarillas?
por qué razón o sinrazón
llora la lluvia su alegría?"

                         Pablo Neruda



"Hoy da el otoño suelta a sus manadas.
¿No sientes a lo lejos sus pisadas?
pasan, dejando el campo amarillento."

                                                José Hierro


A unos cuatro kilómetros y medio de ruta encontramos este tosco panel que nos advierte de la presencia de un tejo.


A escasos metros del panel, este tejo milenario que bien merece detenerse un momento, aunque no podamos acercarnos a él. 
En tiempos pretéritos la presencia de los tejos era más abundante. Es por ello que a este Parque Natural se le conoce con el nombre de "Tejera Negra".


El sendero llega a una bifurcación que hemos de seguir por la izquierda. Por la derecha enlazaríamos con la "Senda del Robledal".


Este panel nos da información de la "senda del Robledal" que enlazaría con la "Senda de Carretas" en esta bifurcación.


Esta placa de pizarra marca la distancia aproximada hasta el aparcamiento.


Cada rincón merece un poema.

"Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma."

                                                 Pablo Neruda


Junto al sendero este haya centenaria muerta, que nos puede dar una idea del tamaño que tendrían las actuales de no haber sido taladas.


Poco a poco el bosque se aclara. Los robles también nos obsequian con colores de otoño.

"(Atravesando hojas,
el sol ya cobre viene
a herirme el corazón.
¡Yo quiero ser eterno!)"

                    Juan Ramón Jiménez

En el último tramo de descenso a la zona de aparcamiento los claros del bosque nos permiten observar el Hayedo de la parte alta del río Lillas.

"¿Es que están soñando, así,
con sus pobres hojas secas?
Yo les digo: «No lloréis;
vendrán con las hojas nuevas»."

                           Juan Ramón Jiménez



De nuevo los esbeltos pinos silvestres que flanquean el sendero nos indican que estamos próximos al final.

"Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas! ...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—."

                     Antonio Machado


Finalmente, tras algo más de seis kilómetros llegamos al aparcamiento donde empezamos esta preciosa ruta. Nuestras pupilas quedarán impregnadas para siempre de la belleza de este mágico hayedo así como todas las sensaciones. emociones, sentimientos...que la ruta nos ha producido.

Decía Gustavo Adolfo Bécquer que “El espectáculo de lo que es bello, en cualquier forma que sea presentado, eleva la mente a nobles aspiraciones.” Es una frase con la que estoy totalmente de acuerdo. La belleza del hayedo desde luego que eleva nuestra mente a estadios superiores.

La ruta en el mapa 



La ruta en Wikiloc

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Película

2 comentarios:

  1. Hola Emilio.

    Qué maravilla, poco más puedo decir. Cuando se trata de bosques como este, con variedad arbórea que en otoño muestran una impresionante paleta cromática, es muy difícil atinar cuando se producirá el cenit de esa bella explosión otoñal. Pues bien amigo, tu acertaste de lleno con este Hayedo de Tejera Negra, y a las fantásticas fotos que nos has mostrado me remito.
    Ojalá cuando lo visite yo, que lo tengo en la agenda desde hace mucho tiempo, tenga la misma suerte y pueda disfrutar del mismo espectáculo del que disfrutaste tu.

    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. ¡Hola, Dani! Realmente es un precioso y mágico bosque que resalta mucho más en otoño. Toda una delicia para los sentidos que vale la pena visitar.
      Un abrazo.

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