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jueves, 20 de enero de 2022

NÁQUERA: PUNTAL DELS MOROS, PENYA ROJA, MONTCÚDIO (11/12/2021)

 Dionisio, protagonista de "El camino del corazón" (Fernando Sánchez Dragó), “descubrió que hay, como mínimo, dos clases de seres humanos en el mundo: los que pasan por éste sin romperlo ni mancharlo, sin despeinarse, y los que buscan y a veces encuentran seres, hechos y cosas invisibles e impalpables detrás de las aspas de los molinos.” Para que nos entendamos, "los quijotes". Nosotros nos sentimos quijotes porque buscamos seres, hechos y cosas invisibles no detrás de las aspas de los molinos sino en la naturaleza. Allí volvemos siempre que podemos en busca de lo invisible.

Esta vez buscamos lo invisible nuevamente en La Calderona, a la que volvemos de vez en cuando y en la que descubrimos siempre nuevos senderos y matices que nos hacen disfrutar mucho de esta bonita sierra. Subiremos a tres puntales que ya conocíamos, enlazándolos en un recorrido en sentido contrario a las agujas del reloj. En esta ocasión subiremos al Montcúdio por un sendero por el que no habíamos subido antes. ¡Acompañadme en esta nueva búsqueda!


Iniciamos nuestra ruta a una hora temprana, como suele ser habitual, en el paraje de la Fuente del Oro de Náquera.


Antes de ponernos en marcha, nos hacemos la foto de grupo como es habitual.
De izquierda a derecha, Emilio Romero, Rafa Lafuente, servidor y Ricardo Vivó.


Comenzamos a caminar desde esta urbanización por la calle principal.


Enseguida salimos a un camino que transcurre paralelo al barranco de la Fonteta.


La ruta del Pi del Salt (PR-CV 329) y la de la Penya Roja se solapan durante un tramo.


A nuestra derecha el puntal dels Moros. La vez anterior subí allí de forma directa. En esta ocasión lo haremos de manera más civilizada.


En esta encrucijada seguimos de frente camino de la Penya Roja.


De camino vemos este panel y nos detenemos unos instantes para enterarnos de los diferentes tipos de canteras que encontramos en esta zona: de mármol, de rodeno y de yeso.


En este cruce seguimos por la derecha. Este camino nos llevara en una buena subida a la Penya Roja. Pero primero, en el collado que la separa del Puntal dels Moros, nos iremos hacia la derecha para subir a él.


En este panel al inicio de la subida, nos da información de cosas que vamos a ir viendo.


Otra bifurcación, pero la paleta nos guía.


Poco a poco el camino se empina y nos va exigiendo más intensidad.


Vamos por la umbría. A nuestra izquierda el sol ilumina las cimas próximas: Alt del Pi.


Llegamos a este collado que a la izquierda nos llevará a la Penya Roja, pero nosotros nos vamos a ir primero a la derecha para subir al Puntal dels Moros. En el collado nos tenemos que entretener obligatoriamente para disfrutar del horizonte que desde aquí se divisa.


Preciosas vistas hacia el Camp de Túria y hacia el Mediterráneo. Las vistas nos mueven a la reflexión, a la búsqueda de lo invisible...(foto de Emilio Romero)

"Desnuda está la tierra,
y el alma aúlla al horizonte pálido
como loba famélica. ¿Qué buscas,
poeta en el ocaso?"

                      Antonio Machado

También es un buen punto para hacer fotos e inmortalizar lo "visible".


Desde el collado nos encaminamos hacia el extremo del puntal dels Moros.
La Calderona ha sido esquilmada desde siempre por los incendios forestales que han influido en la escasa población de pinos en muchas zonas, proliferando el monte bajo básicamente. Algunos pinos solitarios emergen como islas en medio del monte bajo.

"En mis pagos hay un árbol,
que del olvido se llama,
al que van a despenarse, vidalita,
los moribundos del alma."

                      Fernán Silva Valdés


Hemos adquirido altura suficiente para que asome por la loma de la Penya Roja, la punta de la mola de Segart. Más tarde la veremos mejor.


Encontramos un montón de piedras que habremos de pasar. Este hito nos indica que vamos por el buen camino.


Vista atrás desde encima de la pedrera, con la Mola de Segart ahora plenamente visible.


Y este otro hito marca el extremo del puntal dels Moros. Las vistas, ¡impresio-nantes! En dos palabras como dijo el famosillo.

El paraje de la Fuente del Oro desde donde dejamos el coche...


...el mar Mediterráneo...

"Señor, me cansa la vida,
tengo la garganta ronca
de gritar sobre los mares,
la voz de la mar me asorda.
Señor, me cansa la vida
y el universo me ahoga.
Señor, me dejaste solo,
 solo, con el mar a solas."

                       Antonio Machado


      
...el Cabeç Bord...


...Valencia, con la silueta del Mondúver al fondo, semioculta por la neblina...


...Llíria y el monasterio de San Miguel encaramado en la colina de la Torreta, dominando la población...


...Benaguacil, con la ermita de la virgen de Montiel en la ladera de la colina...


...hacia el norte, l' Alt del Pi y sus inevitables antenas...


...hacia el noreste, asoma el Garbí...


...y el Montcúdio con sus larga loma, al que subiremos más tarde...


...y el Pi del Salt en su base...


...y de manera ostentosa, destaca la Mola de Segart...


...y la "casa de espiritualidad La Mallà", con sus formas gaudinianas...


Y nos hacemos otra foto de grupo en el puntal.


Tras disfrutar de las vistas, regresamos sobre nuestros pasos camino de la Penya Roja.


Y volvemos hasta el collado.

Un interesante panel nos permite saber qué es lo que estamos viendo desde esta portentosa atalaya.


La fotografía no refleja de manera veraz lo que es capaz de abarcar nuestra mirada.


Esta panorámica nos ofrece una visión más amplia y queremos captar con nuestra máquina todo lo que vemos. Una gran emoción nos embarga ante tal inmensidad. (Foto de Emilio Romero).

"Todo es luz, brisas, colores,
ambiente, dulzura, calma,
pájaros, notas y flores.
Sólo en mi pecho hay dolores
y desencanto en mi alma."

                     Manuel Reina

Desde el collado iniciamos la subida a la Penya Roja. El poste nos guía.


El sendero nos irá ascendiendo poco a poco.


Pasamos junto a este pilón que marca los términos de Náquera, Segart y Albalat dels Tarongers.


Vistas en el ascenso hacia el Montcúdio (derecha), el puntal de Mateo (izquierda) y la Gorrisa (al fondo).


Un último tramo más empinado y rocoso nos encaramará en la meseta de la Penya Roja.


Ya en la cima, observamos con sorpresa y satisfacción la presencia de dos paneles que visualmente nos indican todo lo que vemos en 360º. Excelente iniciativa que es de aplaudir. Este panel explica las vistas hacia el sur.


Este es el panel que había en enero de 2017. El pie de foto que escribí en su momento es el que reproduzco a continuación: "Este es el panel informativo, absolutamente ilegible y que merecería un recambio."
Sería presuntuoso por mi parte pretender que alguien me hubiera hecho caso, pero lo importante es que han colocado nuevos paneles que aportan una muy buena información para el senderista.


Este es el otro panel que nos informa de lo que vemos hacia el norte, el este y el oeste.


Las panorámicas desde esta meseta son espléndidas.
En esta foto, por ejemplo, la Mola de Segart y a la derecha el pico del Águila.


Tras el panel, vemos la cima más lejana, el Alt del Pi, al fondo. En el centro, más cercano, el Prat. Y a la derecha, el puntal de la Abella.



"Quiero ser inmortal, con sed intensa,
porque es maravilloso el panorama
con que nos brinda la creación inmensa;
porque cada lucero me reclama,
diciéndome, al brillar: «aquí se piensa,
también aquí se lucha, aquí se ama»."

                                      Amado Nervo

Vistas hacia la Gorrisa con el monasterio de las Carmelitas Descalzas de Serra.


El Montcúdio, hacia el que nos dirigiremos ahora.


Vistas hacia el Sierro u Oronet.


El Alt del Pi con zoom.


Recorremos longitudinalmente la loma de la Penya Roja. Al fondo, la Mola de Segart.



Como se puede apreciar, las panorámicas son excepcionales allá por donde miremos.



Un precioso ramillete de globularias o coronas de fraile nos alegra un poco de la monotonía de un invierno con pocas flores de las que disfrutar.

"La violeta enamorada,
la retama encaramada,
la madreselva mezclada,
la flor de lino celosa.
¿Cuál es la más hermosa?"

                  Tirso de Molina

Al final de la meseta de la Penya Roja encontramos este hito. Hemos de buscar por su izquierda un sendero algo desdibujado que nos lleva al collado del Meliquet, al que en esta ocasión no subiremos y lo bordearemos por la derecha.


Éste es el puntal del Meliquet que obviamos subir en esta ocasión. Vamos a seguir un sendero muy cerrado y estrecho por la derecha que transcurre a media ladera.


El monte bajo, la coscoja, las aliagas...cierran el estrecho sendero por lo que iremos con cuidado.


Nos podemos detener a disfrutar de las vistas que podemos disfrutar desde él y tomar un respiro.


El tramo no es muy largo, apenas unos trescientos metros, y desemboca en un terreno más amplio que está también muy cerrado. La vez anterior que pasé por aquí estaba mucho más despejado y mucho más claro el camino. Pero nos guiaremos teniendo de referencia un olivo.


Justo al llegar al olivo, giraremos a la derecha saliendo junto a un campo de naranjos que bordearemos por la derecha.


Este madroño también es otra buena referencia junto al olivo.


Desde aquí un corto y más claro sendero nos devuelve a una pista.


Salimos al camino del Salt y seguimos de frente.


El camino es ancho.


Nos detenemos en un mirador junto al camino desde el que se puede observar el sinclinal del Salt. Este panel nos lo explica.

Éste es el mirador 
del Salt con vistas al barranco del mismo nombre. Junto a la valla de madera nace un "sendero" que baja hasta la fuente del Salt. Pongo sendero entre comillas porque no es nada cómodo de bajar por su tortuosidad y algún desprendimiento que lo dificulta, aunque no es muy largo. En esta ocasión pospusimos la bajada para otra ocasión.


En enero de 2017 bajamos a la fuente y encontramos este hilo de agua, que no siempre sucede así.


Dejamos el camino de Salt y seguimos de frente. Nuestro próximo objetivo es subir al Montcúdio.


Justo en la bifurcación que hemos de tomar para subir al Montcúdio, hay un corral en ruinas que pensamos que sus muros nos servirían a modo de barra de bar para dejar las viandas que traemos para almorzar. Tenemos que coger fuerzas para la subidita que nos espera. Y eso lo digo a toro pasado porque desconocía la subida.


Y dicho y hecho, nos dedicamos a hincarle el diente al almuerzo.


Y después del yantar, a posar de satisfacción por el deber cumplido.(foto de Ricardo Vivó)


Tras el frugal pero completo almuerzo, nos dirigimos hacia el Montcúdio, en cuya base nos encontrábamos.


El camino se convierte enseguida en senda y cada vez más empinada.


En pocos metros adquirimos altura a base de forzar nuestras piernas, pulmones y corazón.


Hay bonitos tramos con rojiza piedra de rodeno.


La altura alcanzada nos permite acercar con la cámara el paraje del Pi del Salt, que se encuentra en la misma base del Montcúdio.


Estos dos hitos a modo de "arco triunfal" (al menos eso nos pareció a nosotros) nos recibieron al llegar a la planicie del Montcúdio.


Una vez arriba sólo nos queda recorrer la explanada y llegar hasta el extremo para disfrutar de las vistas. Aunque de camino ya podemos hacerlo porque las panorámicas son excelentes.


Por ejemplo, esta vista de Rebalsadors.


LLegamos a este cruce donde nos unimos al itinerario oficial de subida al Montcúdio que vienes por la derecha. Ahora seguiremos a la izquierda para llegar a su extremo. Volveremos tras dsifrutar de las vistas hasta aquí y bajaremos por el sendero más habitual.


Seguimos recorriendo la parte alta del Montcúdio que nos regala con excelentes vistas: Serra a los pies de Rebalsadors.


Aún nos queda un trecho hasta llegar al extremo del Montcúdio.


Ya estamos más cerca del final.


Y por fin, llegamos al extremo del Montcúdio.
Ahora nos vamos a entretener un buen rato disfrutando de horizonte que nos rodea en trescientos sesenta grados.


El Pinar de Náquera....


...la Mola de Segart...


...el puntal de la Abella...


...el Alt del Pi...


...El Sierro y el castillo de Serra...


...Serra...


...Náquera...


...hacia el este, el Cabeç Bord y el luminoso Mediterráneo.

"En mi verso soy libre: él es mi mar.
Mi mar ancho y desnudo de horizontes..."

                                   Dulce María Loynaz


Hemos disfrutado de lo lindo con las panorámicas y no perdemos la ocasión de posar ante este fabuloso escenario.

"Sentirás en la inmensa muchedumbre
de seres y de cosas tu ser mismo;
serás todo pavor con el abismo
y serás todo orgullo con la cumbre."

                              Enrique González Martínez


Y al equipo tampoco le pareció mala idea posar aquí.


Hacia el Camp de Túria también tenemos excelentes vistas.


Ribarroja. 
Al fondo, notamos la redondeada forma del Motrotón que visitamos hace poco.


Benaguacil.


Lliria.


De regreso seguimos disfrutando de lo lindo.


Y regresamos al punto donde enlazamos en la subida para bajar por el sendero oficial.


Preciosa vista de Serra, su castillo Rebalsadors, el Sierro...


El Alt del Pi. En el fondo vemos un grupo de colmenas.


El sendero va descendiendo hasta un collado. Únicamente encontramos un pequeño grupo de pinos en la bajada.


Y llegamos al collado del Montcúdio y seguimos por la pista a la izquierda.


“Ya llevamos caminando cuatro horas; son las once; hemos salido a las siete de la mañana. Atrás, casi invisible, ha quedado el pueblo…; sólo nuestros ojos, al ras de la llanura, columbran el ramaje negro, fino, sutil, aéreo de la arboleda que exorna el río; delante destaca siempre, inevitable, en lo hondo, el azul, ya más intenso, ya más sombrío de la cordillera lejana.” (Azorín, "La ruta de Don Quijote")

Para acortar distancia evitando una gran curva de la pista, cogemos a la izquierda un sendero, muy estropeado desde la última vez que pasé por él, con un profundo surco que dificultaba mucho el paso. Pero es corto y nos evita un buen tramo de pista.


La pista va rodeando el Montcúdio por su base.


Seguimos disfrutando de buenas vistas. 


Llegamos a un cruce que seguiremos a la izquierda. Aquí enlazamos de nuevo con el PR-CV 329.


Recorremos ahora un tramo de este PR hasta llegar de nuevo a la Fuente del Oro.


El camino está jalonado de paneles sobre la flora del entorno.


No se nos escapa la "Creueta" del Pinar, que ampliamos con el zoom.


Llegamos al collado del Puntal de Mateo junto a un depósito, que seguimos en la dirección que nos marca el poste direccional a "La Font de l'Or".


Vistas de despedida hacia la Mola de Segart.


El paraje de la cantera del Salt.


Y frente a nosotros, el Puntal de Mateo, que en esta ocasión tampoco subiremos.


Pasamos junto a la caseta del Pozo de la Fonteta antes de llegar al cruce.


Y en el cruce, giramos a la derecha para retomar el camino que nos llevará de nuevo al paraje de la Fuente del Oro.


Y volvemos de nuevo al punto de partida. Ponemos punto final a la ruta y a las rutas hasta no sabemos cuando. Todo llegará.
“El pasado es un sueño, el futuro un espejismo y el presente una nube que pasa.” (Buda)

La ruta en el mapa.



La ruta en Wikiloc.

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Película.


4 comentarios:

  1. Hola Emilio: Una magnífica mañana, un día estupendo compartiendo aficiones convergentes. A seguir disfrutando en breve de la Naturaleza, de tus documentales, de tus narraciones... Un regalo (lo sigo sin pasión). Un abrazo.

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    1. ¡Hola, Emilio! Bonita ruta que voy a recodar muy especialmente por dos motivos; uno, la excelente compañía y al buena mañana que pasamos; y dos, por ser la última ruta antes de mi intervención de cadera. Ya queda menos para volver a reunirnos y disfrutar de esta pasión que nos une y que tanto nos gusta. Un abrazo, amigo.

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    2. Hola Emilio es un placer escribirte para decirte que vaya pronta y bien la recuperación de tu cadera y a seguir ayudándonos a descubrir nuevas rutas. Gracias a ti he seguido varias, has sido una inspiración y una motivación para que saliera de casa aún sin ganas! Salu2

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    3. ¡Hola, amigo anónimo! Gracias por tus palabras. Ya estoy recuperado y he vuelto a salir a la montaña. Me alegro mucho que mis publicaciones te hayan motivado a salir y disfrutar de la naturaleza como yo lo hago. Ese es mi principal objetivo.
      Un saludo.

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