Con una semana de retraso contamos la crónica de esta entretenida ruta en la bellísima población de Vilafamés. Se trata de una de las ocho rutas ecoturísticas que figuran en la Web de la villa. En concreto, realizamos la ruta nº 3.
Aparcamos en el centro de la población, concretamente en la Avda. Ferrer Forns, detrás de la plaza de la Font que se encontraba en obras por lo que no pudimos aparcar allí.
Miramos hacia el cielo azul y la iglesia de la Asunción nos ponía en antecedentes de lo que nos esperaba hoy.
Hicimos la foto de inicio en la emblemática Font que da nombre a la plaza.
Ricardo, Emilio Romero, Rafa y servidor.
Iniciamos la ruta 3 callejeando por las calles de Vilafamés, disfrutando de los múltiples rincones que ofrece la villa. Siempre buscando la parte alta del pueblo, aunque no llegaremos hasta arriba del todo.
Nos topamos de lleno con este monumento natural en mitad de una bonita calle. Se trata de la "Roca Grossa".
Es bonito callejear por pueblos tan limpios y claros.
El silencio de la mañana resalta más sus encantos.
El silencio de la mañana resalta más sus encantos.
En escasos metros se va ascendiendo y podemos divisar la parte baja y más nueva de la población.
Nos entretenemos en fotografiar rincones con encanto.
Nos está costando un poco salir del pueblo ya que a cada paso encontramos un motivo para detenernos.
Nos está costando un poco salir del pueblo ya que a cada paso encontramos un motivo para detenernos.
Comprobad lo que digo.
Llegamos hasta la plaza del Ayuntamiento.
Aquí nos desviaremos por la calle de la izquierda.
Aquí nos desviaremos por la calle de la izquierda.
Y seguimos disfrutando del encanto de la villa.
Vamos a salir del pueblo y por encima de los tejados asoma uno de los alicientes y de los protagonistas de este recorrido: Penyagolosa.
Su impronta no deja indiferente a nadie.
Y por esta calle dejaremos el pueblo. Al fondo vemos una paleta direccional de las diferentes que iremos encontrando a lo largo del recorrido.
Seis de las ocho rutas ecoturísticas van por este camino.
Aquí comienza lo que bien parece una calzada romana por el perfecto empedrado que conserva.
Comprobamos que la primavera está llamando a la puerta. Los almendros son un excelente "timbre" que nos anuncia esa llamada. Están preciosos.
Seguimos por el bonito camino empedrado, disfrutando del paisaje.
Una nueva paleta y una nueva dirección a seguir.
Izquierda.
Izquierda.
Ahora nos toca subir un poco.
Desde aquí vemos perfectamente el castillo.
Llegamos a la fuente de la Triciola.
Esta fuente recoge agua de escorrentía del monte del Morral y la almacena en esta balsa para uso agrícola.
Esta fuente recoge agua de escorrentía del monte del Morral y la almacena en esta balsa para uso agrícola.
Y de nuevo la imponente imagen del macizo de Panyagolosa.
Una casa en ruinas y un giro a la derecha.
Ahora una ancha pista.
No nos cansamos de esta imagen.
Una alambre para el ganado corta la senda. Lo pasamos por debajo.
En la lejanía L'Alcora.
¿Un volcán en erupción?
Aquí una vista más general que la anterior de L'Alcora.
Y ahora, algunas cimas que nos resultan familiares.
Y ahora, algunas cimas que nos resultan familiares.
El Tis (1311 msnm).
Llegamos a otra de las fuentes de la Ruta nº 3. Se trata de la fuente de la Canal. Para llegar a ella debíamos desviarnos un poco del camino y decidimos no acercarnos, aunque el panel está junto a la senda.
En este poste, iniciamos una fuerte subida.
La senda es bonita. asciende entre carrascas.
Costur.
Excepcionales vistas que merecen la pena ser disfrutadas.
El Mas d'Avall, uno de los núcleos de población del municipio de Costur.
Les Useres.
Seguimos nuestro camino disfrutando del entorno.
En un punto del camino encontramos un poste que nos desvía a la izquierda por una senda en ascenso.
Vamos subiendo sin prisa pero sin pausa.
Cuando hemos alcanzado la altura suficiente, disfrutamos de una panorámica espectacular que bien vale el camino que hemos llevado hasta llegar hasta aquí.
Aprovechamos estas bonitas panorámicas para hacer una parada y almorzar con semejantes vistas. Con este panorama frente a nosotros, el almuerzo adquiere un valor incalculable.
La panorámica no tiene desperdicio.
Lucena y el Tis al fondo.
Tras el almuerzo seguimos nuestro camino. Hemos dejado la panorámica hacia el norte y ahora disfrutaremos de vistas hacia el este. De momento, caminamos por una amplia pista desde la que vemos las antenas de la Peña del Corn, que no visitaremos en esta ocasión.
Tras el almuerzo seguimos nuestro camino. Hemos dejado la panorámica hacia el norte y ahora disfrutaremos de vistas hacia el este. De momento, caminamos por una amplia pista desde la que vemos las antenas de la Peña del Corn, que no visitaremos en esta ocasión.
Las antenas de esta cima con zoom.
Nos vamos acercando a las antenas, pero las bordearemos sin llegar hasta su cima.
Precisamente, hacia el este, destacan las antenas del Bartolo.
Caminamos entre campos de almendros que muestran su mejor imagen.
También observamos curiosas formas de recoger agua, tan necesaria para el campo.
En estos postes, además de indicarnos un desvío, también podemos leer la distancia que nos falta para el final.
La Vall d'Alba.
A la izquierda en esta bifurcación.
Un poste nos ayuda a decidirnos.
Un poste nos ayuda a decidirnos.
Se estrecha la pista.
Y en este poste dejaremos el sendero que llevábamos para desviarnos a la izquierda e iniciar el tramo final de la ruta.
El sendero nos acercará a Vilafames en un buen descenso y nos proporcionará una excepcionales vistas de Vilafamés.
Durante toda la bajada disfrutaremos de estas bonitas vistas.
Casco histórico de Vilafamés desde la senda.
Y su castillo acercado con zoom.
Y la robusta iglesia de la Asucnión.
Pasamos junto a este refugio de piedra en seco.
Y seguimos disfrutando de la vista y sacando foto tras foto.
Las vistas se lo merecen.
Salimos a una carretera que entra a Vilafamés desde la parte de arriba junto al depósito de agua.
Y enfilamos la entrada a la villa, con la renovada ilusión de repetir el bonito callejeo que nos espera hasta llegar al punto de inicio.
Ya a la entrada se cumple nuestra previsión.
Es un placer callejear por cualquier calle.
Pasamos junto a la ermita de San Ramón (S. XVIII).
Pasamos también bajo las rojizas y robustas murallas del castillo.
Seguimos para abajo por la calle de la Iglesia, de la que vemos su torre.
Estas gárgolas laterales nos llamaron la atención.
Estas gárgolas laterales nos llamaron la atención.
Y pasamos por delante de la fachada de la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora.
Ahora el sol inunda las calles y la luz realza mejor todos los detalles.
Y de nuevo en la Avenida Ferrer Forns. Punto y final de esta entretenida ruta.
Al terminar la ruta, disfrutamos de la comida en el Rte. Germán II a escasos kms de Vilafamés dirección a la CV-15.
Como veis, comimos bien, a buen precio y con cremaet de remate final.
Ruta y mañana completa.
Aunque la ruta tiene largos tramos por pista, se perdonan por las maravillosas vistas hacia el Penyagolosa y la Plana Alta durante una buena parte del recorrido y las vistas espectaculares al final de la ruta mientras nos acercamos a la población.
Vilafamés bien vale una visita. Prometemos volver con más calma y tranquilidad a disfrutar de esta preciosa villa, no en vano es uno de los pueblos más bonitos de España.
La ruta en el mapa.
La ruta en Wikiloc.
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Hola Emilio...
ResponderEliminarPues de las Peñas Aragonesas,me he pasado a ver tu anterior entrada y la verdad es que solo ese inicio por las calles de Vilafames,ya invita a realizar cualquiera de esas rutas ecoturisticas que comentas.
Magnificas vistas,por supuesto con ese coloso Peñagolosa dominando el panorama,no es para menos.
Lo que nos has ofrecido en tu crónica,desde luego merece acercarnos a Vilafames y disfrutar de todo su entorno y si ademas rematamos con una comida como la vuestra,el día pasa a ser redondo...
Un abrazo.
¡Hola, Juane! Una bonita ruta que os hará pasar una entretenida mañana de senderismo. Desde luego hay otras variantes que tienen también muy buena pinta y con distintas dificultades a gusto de todos. Vale la pena.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio.
ResponderEliminarUna excursión de nota alta, conseguida en buena parte por esos callejeos del principio y del final por la fantástica Vilafamés (no me canso nunca de visitar esta población), aunque no quiero decir con ello que el resto de la ruta desmerezca, todo lo contrario, caminar por esos empedrados tan bien conservados es toda una delicia, y las vistas durante todo el recorrido son extraordinarias.
Un abrazo.
¡Hola, Dani! Pues sí, una ruta más que decente de la que disfrutamos mucho en líneas generales. Buenas vistas en todo momento que satisficieron nuestra sed de grandes paisajes. Volveremos a Vilafamés.
EliminarUn abrazo.