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miércoles, 1 de noviembre de 2023

DE HIGUERAS A PAVÍAS (28/10/2023)

 ”A nosotros que hemos nacido poetas entre todos los hombres, nos ha hecho poetas la vida junto a todos los hombres” (Dedicatoria de Miguel Hernández en “Viento del pueblo” a Vicente Aleixandre) Nosotros no hemos nacido poetas, pero nos sentimos así y en la ruta de hoy hemos disfrutado mucho de la poesía, esa manera especial, delicada y diferente de ver y sentir lo que nos rodea. En la ruta de hoy, nos hemos deleitado con dos de las cosas que más nos llenan: la naturaleza y la poesía. Si leéis la entrada sabréis porqué lo digo.

La ruta de hoy nos lleva al Alto Palancia, concretamente a la localidad de Higueras, para hacer una ruta dentro de los límites del Parque Natural de la Sierra de Espadán que nos llevará hasta Pavías, también dentro de estos límites del Parque Natural. Ambas poblaciones pertenecen a la recientemente denominada "Ruta 99" que está formada por los veinticuatro pueblos de la Comunidad Valenciana con menos de 100 habitantes (Higueras 46 hab., Pavías 74 hab.).

Se trata de una ruta circular desde Higueras a Pavías pasando por la fuente de Maricalva, para desde ahí en fuerte subida llegar hasta el corral del Abejero. Desde éste, bajaremos en dirección a Pavías visitando un alcornoque centenario y un peral de monte. Accederemos a Pavías por la zona de la depuradora y el antiguo molino. Tras el almuerzo en un bar del pueblo seguiremos nuestra ruta por la denominada senda de los poetas. Se trata de un bello y curioso tramo de un kilómetro y medio aproximadamente en el que cada cien metros vamos encontrando paneles con un poeta junto a un poema emblemático e identificativo de ese poeta. A continuación seguiremos por un sendero que recorre un bonito cordal que nos llevará hasta la entrada de la "cueva de la Peseta". Desde aquí bajamos hasta el cauce de la rambla de Aguanaz, ya cerca del final de recorrido y que una vez en la carretera, nos dejará de nuevo en Higueras.

Llegamos a Higueras por una estrecha carretera y aparcamos en una zona habilitada junto a la carretera en la entrada del pueblo.

Aún no había amanecido y ya nos disponíamos a caminar.

"El gallo canta... Y la mañana impía
despierta con su luz a los humanos,
haciéndoles trocar delirios vanos
por el forzoso afán de un nuevo día."

                   Pedro Antonio de Alarcón


Pero como siempre, la inicial foto de grupo antes de comenzar: Emilio Romero (izq) y servidor.


La primeras luces pugnan por vencer a la oscuridad cada vez menor.
El pueblo duerme aún y no seremos nosotros los que alteremos este silencio. Empezamos a caminar por la calle Solana.


Pasamos por la replaceta de la Fuente. Es evidente el porqué se llama así.


Los bonitos rincones siempre nos llaman la atención y dicen mucho de las personas que lo tienen así.


En la misma replaceta, además de la fuente, se encuentra un restaurado abrevadero...


... y el lavadero municipal, también en perfecto estado de conservación.


Seguimos callejeando y encontrando rincones singulares. (foto de Emilio Romero)

"Pintada, no vacía;
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias."

      Miguel Hernández

Nuestro camino nos saca del pueblo por la Calle Fuente.


Otro bonito, cuidado y curioso rincón adornado con este bonito macetero escoltado a ambos lados con un gato pintado en una piedra y en la otra parte, un ratón con su porción de queso


Seguiremos ahora por el camino de la Fuente de la Maricalva, que nos llevará hasta el manantial de dicha fuente.


A nuestra derecha olivos y carrascas poblando la ladera de la montaña.


Y seguimos viendo bonitos detalles que reflejan el buen gusto de las gentes de Higueras, además de reutilizar objetos que ya no se usaban.


Encontramos estas palas que nos marcan la dirección.


Y...¿qué me decís de este laaargooo macetero? ¡Precioso!


Hemos salido ya de la población y los pinos y carrascas son ahora nuestros compañeros.


El camino, a unos ochocientos metros del inicio, nos deja en la fuente de la Maricalva. Aquí nace el 
manantial de la Maricalva que abastece al pueblo desde 1948.
"El agua de la fuente proviene directamente del manantial y no está clorada. El sobrante va a parar al Abrevadero y de éste pasa al Lavadero en un ejemplo de aprovechamiento de este bien tan preciado." (fuente del texto: web municipal)

"La fuente vieja, Platero, donde tantas veces me has visto parado tanto tiempo, encierra en sí, como decir, el sentimiento de la vida verdadera." (J.R. Jiménez, "Platero y yo")


Junto a la fuente empieza un sendero con fuerte y constante subida hasta el corral del Abejero, situado en el punto más alto de la ruta. Con esfuerzo y buenas piernas se sube sin problemas. Salvaremos un desnivel de unos doscientos metros en poco más de un kilómetro.


El sol ilumina ya las partes más alta de las montañas. A nosotros aún no nos llega su luz.

"Ladra al silencio un perro como alma en pena;
y agorero a lo lejos un gallo canta;
van corriendo las nubes y el sol empieza
a sonrojar los lindes de la distancia."

                                             Emilio Bobadilla.


En la foto se puede apreciar el desnivel del sendero (foto de Emilio Romero)

"Un caminejo torcido y pedregoso subirá por una montaña sin árboles, matizada de rastreras plantas olorosas. El romero, el tomillo, el cantueso, el hinojo, llenarán de un sutil y penetrante aroma el ambiente."(Azorín, “El paisaje de España visto por los españoles”)


La altura alcanzada nos va permitiendo disfrutar de horizontes más anchos.

“Yo veo las llanuras dilatadas, inmensas, con una lejanía de cielo radiante y una línea azul, tenuemente azul, de una cordillera de montañas. Nada turba el silencio de la llanada, tal vez en el horizonte aparece un pueblecillo, con su campanario, con sus techumbres pardas. Una columna de humo sube lentamente.” (Azorín, “España”)


Encontramos un primer pilón que separa los términos de Higueras y Pavías.


Y seguimos subiendo y disfrutando de espectaculares vistas como ésta de Peñascabia.

“El espectáculo de lo que es bello, en cualquier forma que sea presentado, eleva la mente a nobles aspiraciones” (G. A. Bécquer)



En la lejanía también reclama protagonismo el pico Santa Bárbara de Pina, que acercamos con el zoom.


La altura también nos ofrece una panorámica de la sierra de Espadán con algunas de sus cimas más emblemáticas.


Ya muy cerca del Corral del Abejero, encontramos otro pilón de término.


Y prácticamente junto al pilón, encontramos este poste direccional, máxima altura de la ruta y que nos marca el camino a seguir. 

Panorámica desde el punto más elevado de la ruta. (foto de Emilio Romero)


A escasos metros del poste, está este panel informativo sobre el corral del Abejero, que tenemos al lado.

Junto al panel, las ruinas del corral del Abejero, utilizado para cobijar el ganado que realizaba largas travesías. 

En la foto, Bejís y Torás.

“El paisaje se hace más amplio, se dilata, se pierde en una sucesión inacabable de altibajos plomizos. Hay en esta campiña bravía, salvaje, nunca rota, una fuerza, una hosquedad, una dureza, una autoridad indómita que nos hace pensar en los conquistadores, en los guerreros, en los místicos, en las almas, en fin, solitarias y alucinadas, tremendas, de los tiempos lejanos.” ("La ruta de Don Quijote", Azorín)


Bejís ampliado con zoom.


Bajamos por un bonito sendero. En la foto, carrascas, pero encontramos también aromáticas como el romero, el tomillo y ajedrea (hierba de olivas) en abundancia.


El brezo también hacía acto de presencia como se aprecia en la foto.


Viejas piedras, viejo camino. ¡Cuántas historias nos podrían contar!


Llegamos a un amplio collado con cuatro opciones. Elegiremos la segunda pista por la izquierda.


El poste nos ayuda a tomar esta decisión.


Mientras caminamos vamos disfrutando de las pequeñas (o grandes, según se mire) cosas que la montaña nos ofrece, como estos rojos escaramujos de este rosal silvestre...


... o ésta nívea, delicada y preciosa escabiosa blanca.

“La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica.” (Jorge Luis Borges)


Una de las agradables sorpresas del camino es la presencia de un alcornoque centenario que según nos informa el panel es de los más grandes de Espadán.


Aquí lo tenéis. ¡Mirad qué porte! Me fascinan los árboles. ¿Cuántos caminantes se habrán sentado a descansar bajo su sombra? ¿Cuántas alegría y penas ha podido escuchar a lo largo del tiempo? Si pudiera hablarnos...

No me puedo reprimir hacerme una foto junto a él. Ahora son dos alcornoques juntos.

"A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas."

               Mario Benedetti

Seguimos nuestro camino y pocos metros después encontramos otro alcornoque, pero a éste aún le queda mucho por aprender.

Otra bifurcación. Otra duda. Menos mal que la señal nos guía.

“Nunca desistas de tus sueños. Sigue las señales.” (Melquisedec en "El Alquimista", Claudio Coelho)


Otra sorpresa grata que además nos muestra que uno no deja nunca de aprender. Según el panel estamos ante un "peral de monte", una especie rara de encontrar.


"Nunca te acostarás sin saber una cosa más".


A cien metros del peral el camino desemboca en la carretera. Aquí tenemos dos opciones. Seguir por la izquierda hasta llegar a Pavías, o por la derecha para entrar a Pavías por el antiguo molino. Nosotros tomamos esta segunda dirección.


Seguimos la carretera y nos desviamos para rodear la depuradora.


Justo detrás encontramos el pequeño poste que nos indica el camino a Pavías.


Y entramos triunfalmente a Pavías junto al viejo molino y este bonito arco "triunfal". (foto de Emilio Romero)


Pocos metros después el lavadero de Pavías. Data de 1956.


Junto al lavadero esta sencilla fuente, la fuente de la Cueva Santa.


Callejeamos un poco por Pavías porque tenemos pensado almorzar aquí.


“Yo amo las cosas: esta inquietud por la esencia de las cosas que nos rodea ha dominado en mi vida. ¿Tienen almas las cosas? ¿Tienen alma los viejos muebles, los muros, los jardines, las ventanas, las puertas?” (Azorín, “Las confesiones de un pequeño filósofo”)


Caminamos por la calle Mayor. Pasamos por delante del Ayuntamiento de Pavías.


Y unos metros más adelante nos sentamos en la terraza del Bar Trinquete. Es el momento del almuerzo. Normalmente almorzamos en la montaña, pero de vez en cuando no viene mal.


Tras el almuerzo, toca seguir nuestro camino. Nos dirigimos a la plaza de la Iglesia y nos vamos por el lateral derecho para buscar el barranco de Pavías.


         
Justo detrás de la iglesia se encuentra el antiguo lagar del pueblo, que se puede visitar.
Esta placa no explica todo el proceso de fabricación del vino.


Estas son las cubas donde se recogía el zumo de la uva pisada.


Por un sendero poco definido, bajamos hasta el fondo del barranco para cruzarlo a la otra parte. Esto lo hacemos para ahorrarnos algún centenar de metros.
Pasamos el barranco y subimos por el talud que nos deja en una pista. Se trata de la que se conoce como "senda de los poetas". Nunca habría imaginado una cosa tan original. Combinar el disfrute de la montaña con la poesía me parece una brillante idea. Disfruté mucho de este bonito e interesante tramo. En un kilómetro y medio nos iremos encontrando cada cien metros con paneles dedicados a un poeta (la mayoría son poetas de la Generación del 27) con uno de sus poemas. Os recomiendo leer uno a uno y disfrutarlos.


En algunos casos, encontramos un banco para sentarnos si lo deseamos.

A continuación pondré las fotos de los poetas y poemas en el orden en el que los encontramos en la senda. No comentaré nada. Los poemas se comentan solos. Leedlos.


Antonio Machado


Rubén Darío


Rosalía de Castro


San Juan de la Cruz


Dámaso Alonso


Federico García Lorca


Miguel Hernández


Rafael Alberti


Gerardo Diego


Luis Cernuda


Vicente Aleixandre


Jorge Guillén

Doce poetas y un poema de cada uno para disfrutar en este entorno natural tan agradable. Mi admiración por los poetas, que son capaces de hacernos ver las cosas desde otro punto diferente al cotidiano y normal, creando belleza donde muchas veces hay vulgaridad o monotonía.
No lo comenté antes, pero nada más enlazar con la senda de los poetas nos encontramos con un cazador, que nos preguntó a dónde íbamos y si no habíamos visto el cartel que avisaba de la batida que se estaba realizando. La verdad que al acceder a la senda cruzando el barranco en vez desde su inicio, no vimos nuestro cartel. Le explicamos hacia dónde íbamos e informó a los demás cazadores apostados en distintos puntos de la senda para que nos tuvieran en cuenta y por suerte pudimos seguir nuestro camino sin más incidencias.

En el panel de Jorge Guillén termina la senda de los poetas y seguimos una bonita senda entre pinos.


Se trata de una bonita senda, con sombra y altos pinos que acompañaban nuestro caminar.


“Hay veredas escurridizas, otras cuajadas de espinos y otras secas, como las hay más verdes pero más largas o menos pronunciadas pero que exigen más tiempo para recorrerlas. Toma la que se avenga contigo y no desfallezcas. Si estás tratando de llegar, a cada momento ya estás en la meta. Como le denominemos a esa meta también es lo mismo, es irrelevante.” (Ramiro Calle, “Los mejores aforismos y parábolas de Oriente.”) foto de Emilio Romero


¡Qué delicadas estas centauras!


"-¿Por qué te miro así tan abatida,
pobre flor?
¿En dónde están las galas de tu vida
y el color?
Díme, ¿por qué tan triste te consumes,
dulce bien?"

           Manuel Acuña


El sendero transcurre por la ladera de la Peña Blanca y luego por un bonito cordal en medio de una bonita pinada.


La altura por la que transcurre el cordal nos proporciona esta vista de Higueras, como si resbalara por la ladera.

"Todas las casas son ojos
que resplandecen y acechan.
Todas las casas son bocas
que escupen, muerden y besan.
Todas las casas son brazos
que se empujan y estrechan.
De todas las casas salen
soplos de sombra y selva.
En todas hay un clamor
de sangres insatisfechas."

           Miguel Hernández


Encontramos un tercer pilón de término.


El cordal está marcado con algunos hitos.


Pasamos junto a las ruinas de un pequeño corral.


Y junto al sendero, vemos este pedazo de corcho clavado en un tronco que nos señala la cueva de la Peseta.


Ésta es la entrada a la cueva. Como se aprecia, es muy estrecha y requiere reptar para entrar en ella y tener una figura más o menos esbelta. Nosotros no entramos.


El cordel empieza a bajar en busca del barranco de Aguanaz.

"Mi ser fluye en tu música,
bosque dormido en el tiempo,
rendido a la nostalgia de los lagos del cielo."

                                            Vicente Gerbasi


Una maravilla poder disfrutar de la naturaleza.

“Es que el bosque tiene ruidos extraños, modulaciones misteriosas que a veces semejan llanto de niños, a veces risotadas de muchachas que anduvieran volando entre el ramaje.” (Conde de Laín en “El abuelo”, Benito Pérez Galdós)


Higueras cada vez más cerca. (foto de Emilio Romero)


“Un paisaje se conquista con las suelas del zapato, no con las ruedas del automóvil.” (William Faulkner)
foto de Emilio Romero


Llegamos al cauce seco del barranco. A partir de aquí durante unos quinientos metros encontramos el tramo más confuso de la ruta, sin un camino muy definido y que busca salir a la carretera que nos devolverá a Higueras.

Cruzamos el barranco y seguimos por la otra ribera.


Pasamos junto al balsón de la Zorra.


Y cruzamos por segunda vez el barranco.


Seguimos una senda poco definida que nos lleva cerca de una casa que dejaremos a la izquierda para buscar este punto en un bancal que habremos de subir.


Apenas hemos subido el bancal nos topamos con una antigua acequia que vamos a seguir unos trescientos metros.


En algún punto la acequia equipada con una tubería de plástico.


Dejamos la acequia que nos deja en la carretera de acceso a Higueras. Sólo nos queda caminar hasta el aparcamiento.


Y llegamos al aparcamiento donde dejamos el coche esta mañana. Ahora hay más vehículos. Hay gente que no madruga tanto.

Y aquí ponemos punto y final a esta ruta que nos ha sorprendido gratamente, con árboles monumentales o raros, o con esa senda de los poetas que nos ha maravillado y es que  “La creación poética es un misterio indescifrable, como el misterio del nacimiento del hombre. Se oyen voces, no se sabe de dónde, y es inútil preocuparse de dónde viene.” (Federico García Lorca)

Debemos disfrutar de la montaña siempre de la manera más segura posible para evitar riesgos y accidentes. Para ello es importante que leas estos consejos sobre "Seguridad en la práctica de senderismo y emergencias en montaña"

La ruta en el mapa




La ruta en Wikiloc

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2 comentarios:

  1. Hola Emilio.

    Me encanta este formato, tan habitual en vosotros, de unir pueblos en las rutas. En esta nueva entrega nos muestras dos pequeñas poblaciones que conservan ese genuino encanto serrano, aderezado con esos toques decorativos que siendo de carácter más moderno no desentonan con el ambiente rural. Luego me ha parecido muy original la iniciativa poética, y que durante ese tramo de sendero puedas ir parándote e ir leyendo los versos de esos doce poetas. Seguro que, conociendo tu pasión por la poesía disfrutaste un montón. Y conociendo también tu pasión por Espadán seguro que disfrutaste mucho también de la ruta, ya que esta posee mucho de los ingredientes que hacen tan especial a esta sierra.

    Me uno al club de los alcornoques con barba jeje.

    Un abrazo.

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    1. ¡Hola, Dani! El formato de unir pueblos tiene la ventaja de permitirnos almorzar en mitad de la ruta, lo que viene bien al pueblo donde almorzamos y a nosotros porque nos evita llevar peso. Y en este caso, nos vimos sorprendidos gratamente por "una senda de los poetas" que la verdad, dado mi gusto por la poesía, disfruté mucho. Y por supuesto, disfruté de una ruta por montaña y en este caso por Espdán. ¿Se puede pedir más?
      Un abrazo.

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