DE CALLES AL ÁREA RECREATIVA PUENTE ALTA (21/10/2023)
“Sintió de repente que él podía contemplar el mundo como una pobre víctima de un ladrón o como un aventurero en busca de un tesoro.” ("El Alquimista", Claudio Coelho). De nosotros depende ver una ruta de una manera o de otra. Podemos verla como una ruta sin interés o como una gran aventura. En nuestro caso, intentamos verla siempre como una ruta interesante. Sea cual sea la ruta seguro que le sacamos partido.
La ruta de esta semana es una ruta sencilla que transcurre toda ella por carreteras y caminos forestales y nos lleva desde la población de Calles hasta el Área Recreativa de Puente Alta, pero que se compensa con el paisaje y el entorno que nos rodea en todo momento. Tal vez por esto pueda verse como una ruta monótona o de escaso interés para los senderistas más exigentes. Pero como he dicho antes, intentamos siempre ver las rutas como una nueva experiencia que seguro que algo interesante nos ofrecerán.
El único punto de "dificultad", sin tener en cuenta la distancia que puede ser un hándicap para algunos, es el tramo de algo más de tres kilómetros desde el área recreativa hasta el punto más alto de la ruta por la carretera CV-3980, que se hace pesado por el desnivel que tenemos que salvar.
Como habitualmente, estamos a primera hora en el lugar de inicio para aprovechar mejor la mañana.
La ruta sale del aparcamiento junto al río Tuéjar a la entrada de Calles.
Como hacemos siempre (¡qué pesados!) nos gusta inmortalizarnos antes de salir. De izquierda a derecha: Jaime, servidor, Rafa Lafuente y Emilio Romero.
Nuestro camino sigue esta bonita chopera paralela al río Tuéjar que llevamos a nuestra izquierda.
El río nos sigue mientras caminamos. ¿O somos nosotros los que seguimos al río?
El Tuéjar desemboca un poco más abajo en el Turia.
Acabada la chopera el camino transcurre por la antigua carretera entre campos de cultivo.
Por ejemplo, este campo de membrillos.
En este punto que vemos en la foto dejamos la carretera por la izquierda para coger una senda...
...que a los pocos metros cruza el río Tuéjar por un puente de cemento. (foto de Emilio Romero)
El sendero, paralelo a la carretera, continúa junto a una hilera de eucaliptus. (foto de Emilio Romero)
Las aguas del Tuéjar recorren ya sus últimos metros antes de llegar a su destino final, que es engrosar el caudal del Turia.
Seguimos por la antigua carretera, sin tráfico, viendo cómo el sol va subiendo poco a poco iluminado la mañana.
Pasamos por un puente al otro lado del río. (foto de Emilio Romero)
Nos encontramos enseguida de frente con la silueta del inexpugnable castillo de Domeño.
Una bifurcación. Nuestra ruta sigue por el camino de la izquierda.
Pasamos por un primer azud en la cola del embalse de Loriguilla.
Y la silueta del castillo, cada vez más cercana.
Aquí vemos el muro del azud.
El camino rodea la colina donde se ubican los restos del castillo. Se aprecian algunos andamios que sugieren que tal vez estén restaurando alguna parte del castillo.
Sigue nuestro camino sin alteraciones importantes, por la vieja carretera, junto a los chopos y los plátanos.
Pasamos por un segundo azud. Éste con un bonito contraluz que pone de manifiesto que el sol no acaba de despuntar todavía.
“Ya el
sol, Platero, empieza a sentir pereza de salir de sus sábanas, y los labradores
madrugan más que él. Es verdad que está desnudo y hace fresco.” (“Platero y
yo”, Juan Ramón Jiménez
Dejamos este segundo azud a nuestra izquierda y seguiremos ahora un camino durante unos siete kilómetros que transcurre paralelo al Turia hasta el Área Recreativa de Puente Alta. (Foto de Emilio Romero)
Hemos rodeado completamente el montículo del castillo que ahora nos ofrece esta perspectiva. Desde este ángulo son más evidentes los andamiajes en su estructura.
Seguimos caminando y enseguida otro elemento interesante de la ruta. Se trata de la denominada cascada de Domeño, que aunque de origen artificial, da el pego y gusta ver.
Un poco más abajo de la loma del castillo, vemos una construcción que intuímos como el antiguo cementerio de Domeño.
Podemos considerar el camino hasta el área de Puente Larga como un camino botánico porque vamos a encontrarnos diversos postes como el de la foto informando sobre diferentes especies vegetales de ribera que nos vamos encontrando a lo largo del camino; como éste, que por ejemplo nos informa sobre el Taray (Tamarix canadiensis), arbusto que abunda en la ribera del Turia por la que vamos.
Aquí veis un taray.
De nuevo la cascada de Domeño, ahora más cerca, pero por la que no pasaremos.
Seguimos el camino paralelo al río que a ratos veremos y por momentos dejaremos de verlo por la abundante vegetación de la orilla.
“El
río se abre su cauce y luego el cauce esclaviza a río.” (José Ortega y Gasset)
Frente a nosotros, a la otra parte del río, la subestación eléctrica de Domeño.
Prácticamente este tramo de unos siete kilómetros, además de la compañía del río, tiene la particularidad de discurre entre altas paredes que forman un cañón que encajona la corriente del Turia.
¡Oh, maravillosa! esta Scabiosa es sencilla pero nos encanta su perfección.
"Voy camino de la tarde
entre flores de la huerta,
dejando sobre el camino
el agua de mi tristeza."
Federico García Lorca
Algún algarrobo de gran porte también llamó nuestra atención.
"Ya de su creación, tal vez, alhaja
algún sereno aparte campesino
el algarrobo, el haya, el roble, el pino
que ha de dar la materia de mi caja."
Miguel Hernández
Camino apacible, cómodo, sencillo...propicio a la conversación tranquila y rememorativa.
“Entre los individuos, la amistad
nunca viene dada, sino que debe conquistarse indefinidamente.” (Simone de
Beauvoir)
La bardana común es esta curiosa hierba que presenta este fruto espinoso que podéis ver en la foto.
Las cañas, especie invasora por excelencia, no podía faltar en la ribera del Turia. En ocasiones forma verdaderos túneles.
“El
hombre no es más que una caña, el ser más débil de la naturaleza. Pero es una
caña que piensa.” (Blaise Pascal)
Altas paredes bordean ambas partes del recorrido.
A tramos el Turia nos saluda y nos detenemos a devolverle el saludo. Cortesía y educación ante todo.¡Hola, Turia! (foto de Emilio Romero)
Los frutos del lentisco llenan las ramas y le dan este colorido tan particular al arbusto. Las bolitas rojas aún están verdes, las negras ya están maduras. No son comestibles para el hombre, pero a las aves les encanta.
Precioso el color rojo de estos escaramujos de este rosal silvestre.
"¡Vaya hermosura!
¡vaya el color!
rojo manso y rojo bravo
rosa y clavel reventón.
Cuando los verdes se rinden,
él salta como un campeón."
Gabriela Mistral
Siempre es agradable la compañía del agua en las rutas.
“A veces es
imposible detener el río de la vida.” (El
Alquimista, Claudio Coelho)
En lo alto de uno de los paredones, a nuestra izquierda, en las caprichosas formas de esta roca nos pareció ver la cabeza de un gorila.
Junto al camino y antes de cruzar el río por un puente a nuestra izquierda, queda un área recreativa con torradores y mesas de picnic al que nosotros no nos acercamos.
Cruzamos el río y nos miramos en el espejo del Turia.
“Es
en las caras de los demás y no en el espejo donde uno ve el paso del tiempo. (Julio
Máiquez en “No te veré morir”, Antonio Muñoz Molina)
Los pinos también jalonan ambos lados del camino, como no podía ser de otra manera.
"Del sol que vieron mis años mozos
a gatas quedan tibios reflejos
que en el recuerdo buscan ansiosos
mis pobres ojos, sin luz, de viejos."
José Alonso y Trelles
Vimos también madroños, pero tenían aún muy verde los frutos.
Caminar entre pinos es muy agradable.
“No
sirve de nada ir deprisa si no sabes adónde vas. Lo importante es caminar en la
dirección correcta.” (Saint-Exupéry)
Las mariposas suelen revolotear a nuestro alrededor alegrando las rutas. En esta ocasión esta Vanessa atalanta está muerta, lo que nos entristece sobremanera. Nos gusta más verlas volar ligeras haciendo remolinos.
Este fino y estilizado ciprés nos llamó la atención en mitad de los pinos.
"Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño."
("El ciprés de Silos", Gerardo Diego)
Caminar en plena naturaleza es uno de los mayores placeres que podemos disfrutar.
(Foto de Emilio Romero)
Uno más de los postes informativos sobre la flora de ribera. En este caso se trata de una sabina.
En un recorrido tan sencillo encontramos rincones tan bucólicos como el de la foto.
Las aguas del Turia no llevan un fuerte corriente por este punto.
Mirad que tramo más preciosos.
"Pinar, tengo miedo de pensar contigo; miedo de acordarme, pinar, de que vivo."
Gabriela Mistral
"Tú, espejo milagroso
que no reflejas mis tinieblas
y reflejas la luz que ya no es mía..."
Rosa María Loynaz
Llegamos al Área Recreativa de Puente Alta. Vemos un refugio, unas mesas a cubierto y algún asador.
Aprovechamos las mesas para hacer la parada del almuerzo. Como siempre, no suele faltar de nada. En una mesa contígua había un grupo senderista haciendo lo mismo que nosotros: el noble arte de almorzar.
El almuerzo es también un momento para inmortalizar. (foto de Emilio Romero)
Tras el almuerzo, seguimos cruzando el área recreativa, que tiene bastante superficie. Imaginamos que en verano o cuando hace buen tiempo, habrá mayor afluencia de gente.
Encontramos otro asador con una fuente para lavar platos porque es agua no apta para el consumo humano.
Pocos metros después, otra fuente con una curiosa forma de dique de embalse. En esta sólo nos avisa de que no está clorada.
Seguimos nuestro paso por el área recreativa y nos acercamos hasta este espectacular puente sobre el Turia, conocido como la Puente Alta, que es el que da nombre al área recreativa. Al parecer es de época medieval, restaurado en el S. XIX. A nuestro paso, estaban practicando puenting.
"lloren los ojos del puente
las aguas de treinta ríos;
que el puño de la corriente
rompa en el mar los navíos."
Rafael Alberti
Tras ver algún deportista saltando al vacío, seguimos nuestro camino por la carretera que llega hasta aquí desde Calles, se trata de la CV-3980. Desde aquí, viene una fuerte subida de algo más de tres kilómetros hasta alcanzar el punto más alto de la ruta en un cambio de rasante.
Este puente más moderno es paralelo a la Puente Alta.
Ambos puentes paralelos forman esta sombra sobre las aguas del Turia en este estrecho que salvan ambos ríos.
El Turia a su paso por debajo de la Puente Alta.
La Puente Alta vista desde arriba.
“Recuerda
que la vida es un puente y que nadie en su sano juicio construye nada sobre los
puentes.” (Fernando Sánchez Dragó, “El sendero de la mano izquierda”
Tal vez la subida por la carretera pueda parecer monótona, pero el paisaje que nos rodea nos hace desviar la vista para disfrutar de él y nos hace olvidar el esfuerzo que nuestras piernas, pulmones y corazón se ven obligados a hacer.
¡Mirad si el paisaje vale la pena!
Vista hacia el puntal de la Cerrada desde la carretera.
Los pinos adornan algún tramo de carretera y agradecemos su sombra.
Justo en la curva alcanzamos el punto más alto de la ruta. Desde allí, sólo nos queda bajar hasta Calles.
Vistas del valle desde la carretera. Destaca en la imagen el pico del Remedio de Chelva.
"...delante
está el campo, ya verde. Frente al cielo inmenso y puro, de un incendiado añil,
mis ojos-¡tan lejos de mis oídos!- se abren notablemente, recibiendo en su
calma esa placidez sin nombre, esa serenidad armoniosa y divina que vive en el
sin fin del horizonte..." ("Platero y yo",J.R. Jiménez)
En el kilómetro quince de ruta nos detenemos en este mirador con amplias vistas.
“Cuando he estado en lo alto me he sentado y me
he dispuesto a contemplar largamente el panorama. Se descubría una porción
inmensa de terreno. Desde aquí veo las piezas de labranza y los viñedos. Los
caminos, los viejos caminos, hacen revueltas y eses entre los bancales. Viejos
caminos, caminos angostos y amarillentos ¿cuántas veces nos han llevado de niños
por vosotros?¿Cuántas veces, ya hombres, hemos ido por vosotros, y por vosotros
hemos llevado nuestra tristeza, nuestras ansias y nuestros desengaños?
Para evitar una larga curva de la carretera que alargaría bastante la distancia, nos salimos por un atajo.
El atajo nos devolverá a la carretera pasando por campos de olivos y viñas.
Viñedo.
Olivar.
"Los olivos grises,
los caminos blancos.
El sol ha sorbido
la color del campo;
y hasta tu recuerdo
me lo va secando
este alma de polvo
de los días malos."
Antonio Machado
Y de nuevo en la carretera que nos dejarán de nuevo en Calles.
Antes de entrar en Calles, un felino al que sorprendimos en un mal momento (o bueno, según se mire).
Caserío de Calles. Destaca sobre los tejados la iglesia parroquial de la Purísima Concepción, alrededor de la que se arremolinan las casas.
"Es el pueblo. Por encima
de los oscuros tejados,
verde, lloroso de grillos
y de esquilas, está el campo."
Juan Ramón Jiménez
Callejeamos por Calles para buscar el lugar de aparcamiento.
“Unas
calles del pueblo son estrechitas, otras son más anchas, se ve también algún
callejón sin salida. En una de las plazas se levanta el Ayuntamiento; hay otra
plaza también ancha, en su centro se yergue una fuente de mármol bermejo, que
arroja el agua por cuatro gruesos caños”. (Azorín, “España”)
Y nuestros pasos nos devuelven al punto de partida, ahora más concurrido de vehículos.
Y mirando correr las aguas del Tuéjar, nos despedimos de Calles y damos por finalizada la sencilla pero muy entretenida ruta de hoy. Para nada nos ha defraudado y nos hemos alegrado mucho de haberla realizado.
“La
mitad de la belleza depende del paisaje y la otra mitad del hombre que lo
mira.” (Lyn Yutang) Como dije al principio, nuestra mirada puede hacer que veamos como vulgar una ruta o que la veamos como una nueva y emocionante experiencia con muchas cosas que aportarnos.
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