Seguidores

miércoles, 28 de septiembre de 2022

TALES, AÍN, TALES (24/9/2022)

“Me moriré en la barca un atardecer, bajo la luz del faro. Tiene que ser así. Me quedaré dormido contándome una historia, leyéndola en el agua. Y luego se acabó.” (Antonio Moura en “La Reina de las Nieves”, Carmen Martín Gaite). Yo me moriré en la montaña, bajo la luz del ocaso. Tiene que ser así. Me quedaré dormido contándome mi historia, leyéndola en los árboles. Y luego se acabó.

Nos desplazamos nuevamente a la Sierra de Espadán para realizar un entretenido recorrido que nos lleva desde Tales hasta el precioso pueblo de Aín por el antiguo camino de Aín a Onda que aún conserva el empedrado en muchos tramos (una parte del camino se corresponde con el PR-CV 161 y otra con el GR-36 y GR 333). Desde Aín volveremos por el mismo camino hasta el collado de la Basseta desde donde llegaremos de nuevo a Tales por el camino de la Peña Negra.

Hoy el día estaba gris y amenazaba lluvia. A partir de ahora habrá muchos días así, pero tendremos que hacernos a la idea: “El que quiere en esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos en la vida.” (Francisco de Quevedo)


A primera hora de la mañana (casi los gatos aún eran pardos) estábamos en Tales, frente al edificio de la Mancomunidad Espadán-Mijares.


En la salida un panel con dos rutas posibles desde aquí: la subida al Montí y el camino de la Peña Negra, que realizaremos nosotros añadiéndole la prolongación a Aín.


Comenzamos nuestra ruta callejeando por las aún silenciosas calles de Tales buscando la parte alta del pueblo, más concretamente el camino del cementerio (¡bueno, ese camino lo empezamos desde que nacemos!)


Pasamos las últimas casas antes de salir a campo abierto.


Ya en el camino del cementerio nos encontramos con la presencia del Montí, que llevaremos a nuestra izquierda durante un tramo.


Llegamos frente al cementerio, ese lugar de descanso eterno al que todos llegaremos algún día.

“¡A cuántos triunfos tienes que renunciar, pobre Platero!¡Tu vida es tan sencilla como el camino corto del cementerio viejo! (J.R. Jiménez, “Platero y yo”)


Justo a la derecha del cementerio, dejaremos el camino para seguir una senda a nuestra derecha. Muy adecuado el cartel que vemos en el inicio del sendero.


El sendero está bastante húmedo seguramente debido a las lluvias del día anterior. 
El cielo está muy gris.


Y el Montí de referente en este tramo inicial como dije antes.


¿Pensabais que no había foto de inicio? Pues estabais equivocados. Aunque esta vez no la hicimos al inicio buscando un sitio más adecuado. Y aquí está. Rafa a la izquierda y servidor al lado.


Preciosa y tranquila la senda. Silencio, frondosidad y humedad son nuestras compañeras de viaje.


Pasamos junto a un bebedero para animales que seguramente recibió agua de lluvia y presentaba buen aspecto.


Y a nuestra derecha la exuberante vegetación que cubre el barranco de Aín o de las Viñas.


En este punto encontramos una bifurcación que seguiremos por la izquierda junto a la casa.


"Otoño melancólico y lluvioso,
¿qué dejarás, otoño, en casa este año?
¿qué hoja te llevarás? Tan silencioso
llegas que nos das miedo."

                               Evaristo Carriego


El vistoso colorido de los frutos del palmito contrastaba con el verde de las palmas y el gris del cielo. Les falta madurar aún.


Una original y rústica valla rodeaba un terreno junto al camino.


No todo el camino fue un paseo. También subimos lo nuestro.
“Ascender por pendientes empinadas requiere paso corto al principio.” (Willian Shakespeare)


El brezo estaba especialmente verde.


Las coscojas se veían ya llenas de bellotas.


           Y a pesar de lo gris del día, era un lujo caminar por estas sendas (foto de Rafa Lafuente)

"Tarde lluviosa en gris cansado,
y sigue el caminar."

            García Lorca


¿Estas plumas evidencian una reyerta entre indios y vaqueros?


Caminar por antiguos caminos es un placer difícilmente expresable con palabras. (Foto de Rafa Lafuente)

"Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas! ...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—."

                Antonio Machado

“No sirve de nada ir deprisa si no sabes adónde vas. Lo importante es caminar en la dirección correcta.” (Saint-Exupéry)


Marcas del SL-CV 161.


El día gris no afeaba para nada la belleza de las sendas.


 Y llegamos al collado de Veo, enlace con el GR-36, GR-333 y el PR-CV 140 (Aín-Sueras por Benitandús)


A escasos doscientos metros del anterior cruce, viene éste que seguimos hacia la derecha. 


Otros doscientos metros y a la izquierda, siempre siguiendo los postes.


Las nubes grises tapan parcialmente el Benialí.

"Lejos, los montes duermen
envueltos en la niebla,
niebla de otoño, maternal; descansan
las rudas moles de su ser de piedra
en esta tibia tarde de noviembre,
tarde piadosa, cárdena y violeta."

                            Antonio Machado


Poco más adelante, le pasa lo mismo a la Peña Pastor, también semitapada por las nubes.

“El pasado es un sueño, el futuro un espejismo y el presente una nube que pasa.”  (Buda)


Y ya tenemos Aín a la vista.

"Si la niebla se esfuma
¿Qué otra pasión me espera?
¿Será tranquila y pura?"

                           García Lorca


   Quisimos hacernos otra foto con Aín al fondo rememorando la que hicimos en el año 2013 cuando realicé el GR-36 por vez primera. (Foto de Rafa Lafuente)


Recorriendo el GR-36 en marzo de 2013.



"Los olivos grises,
los caminos blancos.
El sol ha sorbido
la color del campo;
y hasta tu recuerdo
me lo va secando
este alma de polvo
de los días malos."

                  Antonio Machado

Como comenté en algún lugar de la entrada transitamos por el antigua camino de Aín a Onda y encontramos muchos tramos empedrados como el de la foto.



"Al higo de la higuera un picotero
le comió el corazón;
y ahora, sin querer, el higo negro
se parece a una flor."

                     José Pedroni


Junto a un campo de olivos, estos dompedros daban color a la austeridad del verde de los olivos.


Preciosos olivos centenarios de Espadán que dan ese aceite tan extraordinario.

"Sobre el olivar,
se vio la lechuza
volar y volar.
Campo, campo, campo.
Entre los olivos,
los cortijos blancos."

           Antonio Machado


Aín cada vez más cerca, envuelto por las nubes que entristecen el paisaje.

"La niebla cubre en silencio
el valle gris de tu cuerpo.
Por el arco del encuentro
la cicuta está creciendo.
Pero deja tu recuerdo
déjalo solo en mi pecho."

                    García Lorca


Seguimos el GR-36 que evita el camino asfaltado.


Nos acercamos a Aín por la parte alta del pueblo donde se encuentran viejos corrales la mayoría en ruinas.


El sendero sale a la carretera que recorreremos unos trescientos metros con cuidado.


Los gatos negros tienen fama de mal augurio. ¿Los blancos de fortuna?


Y entramos en Aín por la calle Morera. 
Nadie mejor que el maestro Luis Gispert para describir el pueblo.

“Ahín, topónimo de fuente, de agua, pueblo poético, notablemente cantado por el fluir de frescas y amables fuentes. Aureolado por una destacada estructura montañosa, por un interesante pintoresquismo que puede hacer la delicia de cualquier fotógrafo o pintor al hallazgo de paisajes donde la belleza se entronca con la apacible vida rural, con un silencio que parece acunarse entre el rumor del agua.” (Luis Gispert, “ Caminando por la sierra de Espadán”)


Me produce un placer inenarrable entrar en los pueblos andando viniendo de otro a muchos kilómetros de él. Andando se puede llegar a cualquier sitio y es uno de los grandes placeres para mí.(foto de Rafa Lafuente)

"Oh, calles de los pueblos.
A su vera duermen las niñas.
Tienen los ojos azules.
Tienen el cuerpo moreno.
Oh... Muros de los pueblos."

                              Liber Falco


                               “Yo amo las cosas: esta inquietud por la esencia de las cosas que nos rodea ha dominado en mi vida. ¿Tienen almas las cosas? ¿Tienen alma los viejos muebles, los muros, los jardines, las ventanas, las puertas?” (Azorín, “Las confesiones de un pequeño filósofo”)
































“Tiene calles de ascendencia moruna, retorcidas, estrechas, con planos donde se recrea el sol y juegan las sombras. Calles espléndidas de asfalto, en pendiente, que conservan su viejo sabor;...


... ramales en busca de la plaza Pintor Gimeno Barón, donde está la iglesia parroquial, del siglo XVIII de nave corintia, consagrada a San Miguel Arcángel. La torre es de sillería. El patrón del pueblo es San Ambrosio. Recrea la plaza el murmullo de una fuente.” (Luis Gispert, “ Caminando por la sierra de Espadán”)



"¡Verdes jardinillos,
claras plazoletas,
fuente verdinosa
donde el agua sueña,
donde el agua muda
resbala en la piedra!..."

            Antonio Machado

Llegamos a la plaza Nova. Allí está emplazado el bar del pueblo. Nos toca parar a almorzar.


Un almuerzo "sencillo", pero muy apetitoso que sació nuestro apetito y nos ayudó a reponer fuerzas.


No podían faltar "els cremaets".


Tras el reparador almuerzo, toca retomar la marcha. Volvemos a salir de Aín por donde vinimos, disfrutando de sus bonitos rincones.


Recorremos en sentido contrario los trescientos metros de carretera.


Subimos de nuevo por el sendero que pasa por la zona de corrales del pueblo y seguiremos el sendero hasta el collado de la Basseta.


"Arbolé, arbolé
seco y verdé.
La niña del bello rostro
está cogiendo aceituna.
El viento, galán de torres,
la prende por la cintura."

            Federico García Lorca


Seguimos disfrutando la vuelta tanto como lo hicimos en la ida, aunque ahora nos toca subir.


Seguimos pisando caminos con solera que han conocido muchas historias, muchas vidas, muchos momentos felices y tristes...y que ahora pisamos nosotros aportando algo también a las piedras que lo asfaltan.


Llegamos a los corrales de la Basseta, en ruina total como puede verse.


A escasos metros de ellos, el collado de la Basseta donde cogeremos la pista que sale a nuestra derecha.

Primero un camino que luego dejaremos y un sendero que saldrá más adelante a nuestra derecha y que recorre el cordal de la Peña Negra, nos devolverá de nuevo a Tales.

“Al aroma de los pinos se mezcla el aroma de las sabinas, del espliego, del romero, del enebro. En este aire sutil y fuerte de los paisajes levantinos y castellanos, los aromas se expanden con toda su libertad, todo el paisaje es aroma, todas las cosas que pasan por el monte, nuestras ropas, nuestros pies, se impregnan de un sentido olor.” (Azorín, “Castilla”)


El sendero transcurre totalmente entre pinos. Hoy, al no hacer sol, no le hemos dado tanta importancia. Pero igualmente bello y tranquilo caminar por aquí. No subimos hasta la cima de la Peña Negra, sólo la bordeamos.


                                                           (Foto de Rafa Lafuente)

"Voy camino de la tarde
Entre flores de la huerta,
Dejando sobre el camino
El agua de mi tristeza."

García Lorca


Al ir rodeados de pinos no somos muy conscientes de caminar por un cordal, pero en algún claro que dejan los pinos podemos disfrutar de vistas más amplias. En la foto podemos apreciar el abancalamiento de las laderas de las montañas para su aprovechamiento agrícola: ¡cuánto trabajo!

"¡Madre mía, tierra,
otra vez más verde,
más plena, más bella!"

                              Juan Ramón Jiménez


Pasamos junto a este pilón que delimita los términos de Tales y Aín.


El sendero, como camino antiguo que es, está bien trazado y zigzaguea para facilitar el tránsito.


En las proximidades de Tales se ensancha el sendero.


Salimos a la parte alta de Tales donde se encuentra una feísima (pero inevitable y necesaria en los tiempos que corren, ¿no?) antena de telefonía. 


Vamos bajando y pasamos junto al depósito de agua potable.


Ahora nos toca callejear tranquilamente por las calles de Tales hasta volver al punto de inicio.

"Volví a mi casa
bajo la niebla de la tarde triste.
Pasé por calles
junto a muros viejos.
Nadie lo vio
y mi corazón lloraba.
Mi corazón a veces se desviste."

                                        Liber Falco


Encontramos bonitos detalles en sus casas...


Y puertas que seguro que esconden muchas historias.


Una delicia pasear por las calles de Tales.


Pasamos junto a la iglesia de San Juan Bautista, patrón de la población.


También pasamos y nos refrescamos por la fuente de la Perera (el agua le viene desde el manantial natural en la orilla del río Veo).


Y, finalmente, volvemos al punto de inicio. Aquí ponemos punto y final hasta nuestra próxima caminata.

“…y compró un pasaje eterno en un tren que nunca acababa de viajar.” (Álvaro en “Cien años de soledad”, Gabriel García Márquez). Esto nos sucede a nosotros. Nunca acabamos de viajar.

La ruta en el mapa.


La ruta en Wikiloc.

Powered by Wikiloc

Película.

2 comentarios:

  1. Hola Emilio.

    Un recorrido precioso por una boscosa zona de Espadán que esconde muy buenos senderos. Algunos de los que recorristeis en esta ruta los tengo bastante pisados y se podría decir que hay alguno de ellos entre mis favoritos de esta sierra.
    ¿Qué el día y el paisaje estaban tristes?, qué más da, la tristeza también es necesaria en esta vida, y no sirve de nada esconderla. Las nubes entristecieron el paisaje, y este no quiso disimular esa tristeza.
    Y Aín, yo creo que somos unos cuantos los que lo consideramos como el pueblo más bonito de Espadán, y como bien dices, es una gozada entrar en sus blancas calles caminado viniendo desde otro pueblo vecino, y tenemos la suerte que podemos llegar desde Tales, Alcudia de Veo, Veo, Eslida o Almedíjar... yo incluso una vez llegué andando allí desde Betxí... Y luego, a parte de la belleza del pueblo está el aliciente de poder almorzar allí, que no sé que tienen esos almuerzos en Aín, pero saben mejor que en cualquier otro pueblo ;-)
    Muy acertado por tu parte incluir esas líneas de Luís Gispert junto a las de otros genios de las letras.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Dani! Precioso recorrido verdaderamente. Yo también conocía las sendas pero de diferentes recorridos. Hay tantas posibilidades...En cuanto al día, no fue ninguna preocupación. Lo llevamos bien. Efectivamente, la tristeza forma parte de la vida y viene con nosotros. En cuanto a Aín, sin duda el más bonito de la sierra. No nos cansamos de ir una y otra vez y nadie como el maestro Gispert para describir todos y cada uno de los pueblos de la sierra. Seguro que volvemos en breve y que no sea esta misma semana. Un abrazo.

      Eliminar