"No es posible bañarse dos veces en el mismo río, porque nuevas aguas corren siempre sobre ti" (Heráclito de Éfeso). Podríamos aplicar este aforismo del filósofo presocrático a las rutas que realizamos todas las semanas afirmando que aunque repitamos una y otra vez la misma senda, nunca será la misma de las veces anteriores porque tanto la ruta como nosotros vamos cambiando. A pesar de ese cambio, es evidente que hay elementos que nunca lo hacen y permanecen inalterables.
En infinidad de ocasiones he recorrido el sendero de la Bojera (la última vez allá por agosto de 2019) tanto en un sentido como en otro o enlazándolo con uno u otro sendero local para realizar alguna variante. En todas ellas he disfrutado de lo lindo como si fuera la primera vez que lo hiciera porque siempre, siempre, hay algo que no estaba o no vi en anteriores ocasiones o algunas cosas han cambiado y son novedad. Pues esta ocasión no iba a ser diferente. Ahora os lo cuento.
A una hora para muchos prohibitiva me encontraba dispuesto a iniciar una vez más esta "nueva ruta". Todo mi ánimo y mis ganas estaban al cien por cien. Como siempre, empezaría la ruta en la Plaza de España, ahora en silencio y vacía.
Eso sí, las banderolas que anuncian el inicio de las fiestas patronales ondeaban en la plaza y mecidas por el ligero viento producían un leve rumor que rompía el silencio reinante.
"En el cenit, la luna, y en la torre,
la esfera del reloj iluminada.
Yo en este viejo pueblo paseando
solo, como un fantasma."
Antonio Machado
Salimos de Montanejos dirección a la Fuente de los Baños.
Pasamos junto a la que siempre he denominado como "fuente del león", donde podríamos cargar agua si no lo hicimos en la plaza.
Justo a la salida del pueblo, encontramos esta reciente novedad. Se trata de este panel donde se muestran los diferentes senderos de la localidad que podemos recorrer. ¿Veis?, un cambio.
Cruzaremos el puente sobre el río Maimona que desemboca justo aquí debajo en el Mijares.
A nuestra derecha, la silueta de la Copa, sumida aún en una tenue claridad porque el sol aún no ha subido lo suficiente para iluminarla mejor.
Y nos asomamos a ver si el río lleva caudal. Algo lleva, pero desde luego no es la vez que más caudal le hemos visto. Aunque normalmente a finales de agosto su caudal suele estar muy bajo.
Aún hay quien madruga más que yo y ya va de ronda por ahí desde hace rato.
Y la silueta del Morrón de Campos, ligeramente iluminada por el naciente sol, aparece frente a nosotros.
A nuestra izquierda, junto a la carretera, estas paletas direccionales nos muestran el sendero que vamos a seguir.
Estas paletas de la foto eran las que había antes (foto de 2019). No entiendo muy bien el cambio, pero como veis, otra novedad con respecto a la última vez que subí.
Seguimos el sendero unos cincuenta metros.
Y en este punto encontramos una bifurcación. A la izquierda subimos a los Castillejos. A la derecha, seguiríamos la senda de los Estrechos, la de la Bojera o el más reciente Sendero Familiar. Como se aprecia, no está nada indicado.
Como se ve, no siempre las novedades son buenas.
Y ésta sí que es una novedad a tener más en cuenta.
Se trata de un corto tramo de trincheras de la guerra civil que han sido excavadas muy recientemente que pertenecen a la línea del Mijares 1938. Un panel nos explica un poco la historia que en esos infaustos años sucedieron por estos lares. Esta novedad sí me pareció interesante.
Nuestro camino sigue por un bonito sendero que sigue por el interior de la pinada. Los primeros rayos de sol nos iluminan.
Cogemos altura rápidamente, lo que nos permitirá ir teniendo vistas cada vez más aéreas del barranco de la Maimona. En la foto la casa de la Maimona, primera estancia mía en Montanejos allá por el año 91 del pasado siglo.
Y en el sendero, nuevas paletas direccionales que antes no estaban y que advierten que se trata de un tramo de alta dificultad.
El sendero en este primer tramo es muy agradable y transcurre por una tranquila y bonita pinada.
A medida que ascendemos, los pinos van menguando y el sendero se abre sobre el borde de la montaña.
Acercándonos con cuidado al borde del precipicio, podemos ver el fondo del barranco. Esta vista no es apta para los que padecen de vértigo, aunque vale la pena pero siempre con la debida precaución.
Más paletas en las que advierten del peligro de tirar piedras hacia el barranco por la presencia de escaladores en sus paredes.
Las rutas en solitario te acercan a tu interior y te hacen reflexionar.
"Hay canas en mi cabeza; hay en los prados escarcha;
mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
con la eterna primavera de la vida que se apaga
y la perenne frescura de los campos y las almas,
aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan."
Rosalía de Castro
Y mientras reflexionamos, vamos disfrutando también de la montaña. Ya vemos el cinglo de los Castillejos, al que vamos a subir en unos momentos.
El sol asoma y va iluminando la Rosada, que adquiere esa tonalidad que le da nombre.
La pinada deja paso al monte bajo y a la roca desnuda y suelta.
Y como siempre, la compañera que no falla nunca sube con nosotros.
"Sombra, irás a la sombra que te aguarda
fatal en el confín de tu jornada;
piensa que de algún modo ya estás muerto."
Jorge Luis Borges
El sendero está muy descompuesto con mucha piedra suelta y una buena pendiente que acelera nuestro corazón y nos hace ensanchar los pulmones al máximo. En algún tramo nos guiamos de los hitos para seguir la senda.
Estas sabinas a modo de centinelas que guardan una fortaleza, nos flanquean el paso hacia los Castillejos.
Y los Castillejos poco a poco y con esfuerzo, cada vez más cerca.
Como pasa en muchas de nuestras rutas, las mariposas son fieles compañeras y su presencia anima nuestras rutas. Este es el caso del festón blanco (Hipparchia fidia) que posó para nosotros.
"Tiene la mariposa cuatro alas;
tú tienes cuatro versos voladores;
ella, al girar, resbala por las flores;
tú por los labios, al girar, resbalas."
Salvador Rueda
Ya hemos alcanzado la cima y tenemos vistas en trescientos sesenta grados. En la foto las vistas hacia el este. En el centro, las casas de las Alquerías de Montanejos.
En este punto marcamos la cima de los Castillejos.
Alcanzamos el punto más alto de la ruta. Este es uno de los puntos estratégicos de Montanejos desde el que es posible disfrutar de una de las vistas más espectaculares del término.
Hacia el norte, esta bella imagen del Morrón de Campos y el estrecho de Chillapájaros, algo oscurecido porque aún no recibe la luz del sol. Es, sin duda, una de las panorámicas más espectaculares que podemos disfrutar en Montanejos.
El estrecho de Chillapájaros con zoom.
El Morrón de Campos desde los Castillejos.
También, desde aquí, nos gusta hacer zoom sobre la cima del Morrón de Campos. La caseta de vigilancia forestal claramente visible.
Tras disfrutar unos minutos de las vistas desde los Castillejos, seguimos caminando por el cordal con vistas a ambas vertientes.
En esta roca vemos anclajes que evidencian que nos encontramos en un tramo con vías de escalada.
Tampoco están mal las vistas hacia el fondo del barranco que aquí alcanza una gran altura como es posible ver en la foto. Aquí, aumentado con zoom, se ve mejor un dique. En el cauce de este barranco, desde su nacimiento hasta aquí hay alguna presa más de este tipo para contener la furia del agua, que ha labrado en este tramo un profundo y espectacular tajo en la piedra caliza.
Algún tramo del cordal se hace algo incómodo pero lo recorremos con tranquilidad y paciencia.
Vistas hacia el fondo arenoso del barranco de la Maimona, asomándonos al precipicio pero siempre con mucha precaución.
El cordal tiene bonitos tramos entre pinos.
Recorremos unos cuatrocientos metros de cordal y lo abandonamos por un senderillo que sale a nuestra derecha.
El primer tramo de este senderillo que nos dejará en el Colladillo, tiene bastante pendiente, piedra suelta y pinocha por lo que tendremos sumo cuidado para no resbalar.
El temporal que azotó la Comunidad Valenciana durante el mes de enero de 2017 generó precipitaciones en forma de nieve y fuerte viento en muchas zonas, entre ellas el Alto Mijares, provocando la caída de miles de pinos que quedaron en el suelo como podemos ver en la foto. Esto es peligrosísimo porque supone una gran masa de combustible que crearía muchos problemas en caso de un incendio.
Seguimos descendiendo con la cima del Morrón como referencia.
El sendero desemboca en el Colladillo, cruce de senderos. A la derecha enlazamos con el sendero de los estrechos. De frente, en la foto, la subida hacia el Morrón de Campos. A la izquierda, el sendero desciende hacia el cauce del barranco, lo cruza y nos lleva a Montanejos por el sendero de la Bojera. Esta es la opción que elegimos en esta ocasión.
Seguimos ahora por una bonita senda en descenso por el interior de una pinada. Un gran silencio que no podéis percibir en la foto, acompañaba nuestros pasos.
Y en este silencio monástico, nos vuelven las reflexiones...
"Mientras la última luz de la esperanza
alumbre débilmente mi camino,
yo iré, sonriendo y fiel, a mi destino,
contento, como un niño; de la andanza."
Juan Ramón Jiménez
En la bajada disfrutamos también de las impresionantes y verticales paredes del Morrón que caen sobre el barranco de la Maimona.
Y llegamos hasta el cauce del Maimona. En esta ocasión hay agua. No siempre es así. En esta ocasión hemos encontrado un caudal suficiente.
"Corre, corre, manso río
corre y dile que la adoro,
que estoy pálido y sombrío,
que por sus desdenes lloro,
y dile que es mi tesoro;
pero, corre, manso río."
Julio Flórez
En el año 2012 el cauce del barranco presentaba este triste aspecto. Otro cambio que hace diferente esta ruta de la del dos mil doce.
Cruzaremos el barranco cuyo cauce salvaremos gracias a las rocas que lo cruzan. Es posible que en épocas más lluviosas necesitemos descalzarnos para cruzar. En la senda de subida, pasamos junto a una emborrachacabras (Coraria myrtifolia) con un bonito color verde de sus hojas.
El sendero tiene un primer tramo con una buena pendiente que nos vuelve a poner a prueba. Pero he de deciros que la superamos con nota.
La proximidad del agua se nota en la exuberancia de la vegetación.
En un punto, el sendero se ensancha y se hace más cómodo al disminuir también la pendiente.
Las zarzaparrilas abundan en este ambiente tan húmedo y muestran ya sus frutos.
En el suelo, encontramos esta pluma que nos pone alerta. Puede ser que se le haya caído a algún pájaro, pero...¿y si se trata de la pluma caída del penacho de algún indio y nos atacan?
Tras una buena subida, llegamos a este nuevo cruce de senderos. Aquí conectamos con el PR-VT 126 que va a Rubielos de Mora (por la derecha) y con el Camino del Cid (GR-160). Seguimos a la izquierda dirección a Montanejos. Apenas cinco kilómetros nos separan de allí.
Caminamos por una preciosa pista entre grandes pinos y abundante sombra que la hace muy atractiva.
El silencio y la preciosa pista invitan a la reflexión personal.
"Mi otoño anticipado me vuelve reflexivo;
me encuentras casi triste, sereno, pensativo."
Medardo Ángel Silva
Los pinos que flanquean la senda nos hacen compañía.
"Pinar, tengo miedo
de pensar contigo;
miedo de acordarme,
pinar, de que vivo."
Gabriela Mistral
Entre las copas de los pinos, asoman los peñascos cimeros del Morrón.
Y no podía faltar la singular y emblemática silueta del Penyagolosa que siempre parece vigilar nuestras andanzas.
Esta preciosa y sombreada pista entre pinos está siempre surcada por el ligero vuelo de multitud de mariposas que revolotean ¿alegremente? a nuestro alrededor, lo cual hace de nuestro caminar un paseo más agradable.
Cuando tras pasión nueva
de mí huyes veleidosa,
sé por qué el Amor lleva
alas de mariposa.
Vicente Wenceslao Querol
La pista avanza siempre en ascenso con algún repecho algo más fuerte y nos deja en este cruce, donde se enlaza con el GR-7 en dirección a Montán. Nosotros dejaremos la pista hacia Montán y seguiremos en dirección a Montanejos comenzando aquí el espectacular sendero de la Bojera. Sin duda uno de los parajes más espectaculares de la Comunidad.
Apenas iniciado el sendero, encontramos este buzón de firmas, habitual en senderos de GR.
El sendero bordea el barranco a mucha altura, ofreciendo panorámicas espectaculares y de gran belleza, además de ir prácticamente por sombra todo el recorrido.
El arbusto que vemos en la foto es el boj. Este arbusto abundante en el recorrido, es lo que da nombre al SL que estamos recorriendo: "la Bojera".
Además de arbustos de boj, que dan nombre a esta bonita senda, encontramos otras especies vegetales singulares, como arces de Montpellier, carrascas, etc.
"Hoja que apenas se mueve
ya se siente desprendida:
voy a seguirte queriendo
todo el día."
Jaime Sabines
El sendero no tiene desperdicio y es un disfrute para los sentidos.
Encontramos en este tramo ejemplares de arces de Montpellier, que aún no han empezado a amarillear. En otoño presentan un precioso aspecto dorado.
También encontramos conjuntos de carrascas y algún quejigo.
El Morrón de Campos, impertérrito, nos acompaña durante todo el recorrido.
En una gran roca junto al sendero, siempre que hemos pasado hemos visto esta rama de poleo de monte. Su inaccesibilidad la protege de ser recolectada.
El Morrón siempre con nosotros.
Aquí vemos perfectamente el trazado del sendero que estamos recorriendo en uno de los tramos más espectaculares de la senda.
En la foto, frente a nosotros, las verticales paredes de los Castillejos por cuyo cordal transitamos horas antes. Sus verticales paredes están surcadas por numerosas vías de escalada.
Desde algún punto de la senda vemos, en el fondo del barranco, el dique de contención que vimos horas antes desde los Castillejos. Ahora lo vemos desde el otro lado.
En esta foto tal vez del 2012 vemos el dique mucho más claramente. Ahora algunos árboles nos impiden verlo con esta nitidez. Este es otro cambio en la ruta que la hace diferente de otras anteriores.
También vemos el arenoso fondo del barranco que a veces oculta el paso del agua, que se filtra por debajo de las piedras.
Impresionante vista del Morrón y las paredes de los Castillejos. Un tramo verdaderamente espectacular que nos quita el hipo.
La contemplación de la belleza no está reñida con la reposición de fuerzas, ni tampoco la reflexión, por lo que nos detenemos en una roca a almorzar frugalmente disfrutando de preciosas vistas en este paraje único y espectacular.
"Belleza que yo he visto
¡no te borres ya nunca!
Porque seas eterna
¡yo quiero ser eterno!"
Juan Ramón Jiménez
Este tramo presenta cada vez que paso por aquí un montón más grande de piedras caídas de la pedrera que han tapado el sendero original y que dificultan algo su paso. Otro cambio respecto a veces anteriores.
Ampliación con zoom del suelo del barranco.
El sendero transcurre colgado por el borde de las paredes de la Rosada.
El tramo que acometemos es el más espectacular del recorrido, ya que transcurre por una estrecha cornisa elevada sobre el barranco desde la que tenemos una espectacular panorámica del barranco de la Maimona y sus altas paredes sobre el mismo. La estrechez de la senda así como la altura de la misma nos hará extremar las precauciones en este tramo ya que un resbalón podría tener fatales consecuencias. También es posible que en este trayecto, las personas con vértigo puedan pasarlo mal debido a la altura por la que transitamos.
"Oh! inmemorial paisaje.
Monstruo paciente y solitario,
mar amargo, agua última
donde un hombre y su miedo
huyen, beben y vuelven
en secreto y solos."
Liber Falco
Vista de la Copa desde el sendero de la Bojera.
El sendero encarado hacia el este, da un giro de noventa grados hacia el sur en una curva y cambiamos de vertiente dejando el barranco. En la foto, las Alquerías de Montanejos.
También vemos el puente sobre el Maimona que cruzamos por la mañana
A partir de su giro al sur, el sendero empieza a descender. Un primer tramo presenta mucha piedra suelta y está algo descompuesto, además de un buen desnivel de bajada, lo que nos obliga a extremar las precauciones para no resbalar.
Llegamos a este cruce con una paleta direccional. A la derecha se sube a la Rosada por un antiguo azagador. Nuestra dirección es hacia la izquierda, hacia Montanejos.
El sendero se introduce ahora en un bonito bosque que dulcifica de nuevo el calor del sol y llanea en dirección a Montanejos.
El antiguo camino a Rosada presenta en algún tramo el empedrado que lo asfaltaba.
"Blanca senda, camino olvidado,
¡Bullicioso y alegre otro tiempo!
del que solo y a pie de la vida
va andando su larga jornada, más bello
y agradable a los ojos pareces
cuanto más solitario y más yermo."
Rosalía de Castro
Nos acercamos a una roca saliente junto al sendero que hace de mirador natural sobre Montanejos, mostrando esta estampa.
Pasamos junto al antiguo depósito de agua reconvertido en centro emisor de TDT.
Última paleta direccional que encontramos en el recorrido.
Vemos ya las primeras casas en la parte alta del pueblo.
Cruzamos la carretera CV-195 que no llevará hasta la plaza.
"Por las calles voy dejando
algo que voy recogiendo:
pedazos de vida mía
venidos desde muy lejos."
Miguel Hernández
Y por fin, llegamos a la plaza de España.
Aquí ponemos punto y final a esta sencilla, bonita, entretenida y espectacular ruta.
Hemos vuelto a recorrer una vez más el sendero de la Bojera añadiéndole la variante de los Castillejos y aunque lo hemos hecho en otras ocasiones, en nuestro caso ha sido como si fuera la primera vez y la hemos disfrutado como tal. Lo dicho, "todo cambia, pero además hay cosas que perdurarán siempre".
La ruta en Wikiloc.
Powered by Wikiloc
Película.
Para cerrar este recorrido tan especial por este emblemático sendero, para mí el más espectacular de Montanejos, os dejo el capítulo perteneciente a la serie "Mountain blogger" que Casiaventurilla dedicó a mi página y mi persona y en el que elegí esta ruta para ambientar el reportaje.
Hola Emilio.
ResponderEliminarSi a ti no te ha importado repetir este fantástico recorrido, a mi tampoco me ha importado volver a leer una nueva crónica y disfrutar con la descripción, la poesía y las fotos. Dos senderos espectaculares, tanto el que va sobre los Castillejos como la más reconocida Senda de la Bojera, y que además de combinar perfectamente, son unos privilegiados miradores hacia las profundidades de la Maimona.
Me he vuelto a ver el reportaje que grabaste junto con Álex & cia. La verdad es que, como dice Jesús al final, os quedó redondo.
Un abrazo.
¡Hola, Dani! Ya sabes por experiencia que en Montanejos existen infinidad de combinaciones para disfrutar de la zona. Es un lujo hacer rutas allí. Como dije en la entrada, yo no me canso aunque sean repetidas porque siempre encuentras matices diferentes. Una pena no haber podido coincidir contigo el día que estuviste en Montanejos. A ver si a la próxima podemos coincidir.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio: me has dejado exhausta con semejante recorrido. Yo, con estos calores, lo próximo que tengo es irme a Onda, que tiene un castillo y un museo, y un área recreativa estupenda
ResponderEliminar¡Hola, mcarmenfura! Pues yo ni me cansé mucho ni pasé excesivo calor. Fue una ruta muy gratificante.
ResponderEliminarUn saludo.