"Hay veredas escurridizas , otras cuajadas de espinos y otras secas, como las hay más verdes pero más largas o menos pronunciadas pero que exigen más tiempo para recorrerlas. Toma la que se avenga contigo y no desfallezcas. Si estás tratando de llegar, a cada momento ya estás en la meta." (Ramiro Calle, "Los mejores aforismos y parábolas de Oriente"). En este caso hemos escogido una ruta que se aviene bien con nuestros intereses en estos momentos. No importa la ruta en sí, porque tratando de llegar, a cada momento estamos ya en la meta.
En esta ocasión nos desplazamos hasta Énova (Ribera Alta) a realizar el PR-CV 454 calificado como senda Histórica paisajística porque combina un recorrido por el término en el que podemos conocer diferentes parajes de Énova con elementos de la historia de la población, principalmente de época romana.
Entrada a la población.
El inicio del PR se encuentra en el panel informativo que se encuentra al final de la C/ San Antonio, en la parte alta del pueblo. En nuestro caso, lo hicimos desde esta amplia explanada a la entrada del pueblo junto al Colegio Público "Les Eres" en la C/ Cervantes.
Ahora toca callejear un poco por Énova y lo primero que vemos es este mural donde se nos muestra el pasado romano de esta villa. Poco a poco iremos descubriendo elementos de ese pasado.
A continuación, esta cruz de término en una rotonda, aunque el escenario que la envuelve no sea muy adecuado.
Seguimos por la C/ Cervantes hasta encontrarnos con la iglesia de Ntra. Sra. de Gracia, para subir por la C/ San Antonio.
Pero antes de iniciar la subida nos detenemos frente al Ayuntamiento para leer e ir conociendo poco a poco ese esplendoroso pasado del que tan orgullosos están en Énova. Este panel nos da cumplida información sobre este hecho.
Al final de la calle San Antonio, en una pequeña explanada donde se puede aparcar, encontramos el panel de inicio de la ruta que vamos a realizar. Una lectura del panel nos ayudará a reconocer lo que vamos a ir viendo a lo largo del recorrido.
A continuación, continuamos por el zigzagueante camino del calvario que nos llevará hasta una inacabada ermita.
Esta es la ermita del calvario, iniciada a finales del s. XIX y que no llegó a terminarse nunca.
Vale la pena subir hasta aquí aunque solo sea para disfrutar de las vistas que disponemos, aunque aún la mañana no nos permite hacerlo como nos gustaría.
Elegimos este lugar estratégico para hacernos la foto de grupo.
De izq. a der. Ricardo, Jaime, servidor,Carmen, Jaime, Rafa y Emilio Romero.
Tras la foto, seguimos por un sendero que recorre la loma de la sierra la Serreta, a cuyos pies se encuentra Énova.
Caminando por la loma, tenemos vistas hacia el sur, aunque la visibilidad no es la mejor. Por ejemplo, destaca la montaña del Puig.
Haciendo zoom acercamos a ver la ermita que se encuentra en su cima: ermita de Nuestra Señora del Puig, en estado de ruina aunque al parecer, en fase de recuperación.
También podemos ver la populosa Xàtiva con la sierra Vernissa a sus espaldas.
Y la sierra del Castillo, en la que destacan las murallas del Castillo de Xâtiva, también ampliado con zoom.
La loma nos proporciona esta vista.
"Delante está el campo, ya verde. Frente al cielo inmenso y puro, de un incendiado añil, mis ojos
-¡tan lejos de mis oídos!- se abren notablemente, recibiendo en su calma esa placidez sin nombre, esa serenidad armoniosa y divina que vive en el sin fin del horizonte..."
(J.R. Jiménez, "Platero y yo")
Hacia el oeste destaca el cerro de Santa Anna, con su ermita en la cima y que visitamos hace unas semanas.
La ermita de Santa Ana, ampliada con zoom.
Hacia el sureste, nos va a acompañar, durante gran parte del recorrido, el agudo perfil del Mondúver.
Aquí ampliado con zoom que nos permite ver con mayor claridad sus poblada cima de ferralla en forma de antenas.
La primavera viste sus mejores galas allá por donde vas. Como ejemplo, las siemprevivas, bañadas con la lluvia de la tarde anterior.
"Ninguna viajará por la sombra conmigo,
sólo tú, siempreviva, siempre sol, siempre luna."
Pablo Neruda
Descendemos la Serreta hasta el Puerto del Sapo, donde cruzamos la CV-5751.
Tras cruzar, nos disponemos a transitar por la sierra de Valiente, pasando por la Loma del Baladre, el Cabezo y la Cañada Real de Castilla.
Pero lo primero que nos encontramos es la Cruz Alta o la Santa Cruz de Énova.
"Nadie responde a mi lenguaje rudo:
¡Sólo una cruz al cielo se levanta
Donde la luna inmóvil reverbera!"
Manuel del Palacio
El romero macho (cistus clusii dunal) abunda en toda la loma.
Casi pegado a la Cruz alta, encontramos el vértice de tercer orden del Castellet.
Y de nuevo, las vistas hacia Xàtiva con las espaldas protegidas por la sierra del Castillo y la sierra Vernissa.
Y hacia el noroeste, no se nos escapan los perfiles de la Creu del Cardenal y del Cavall Bernat.
Y en el valle, junto al río Albaida, podemos ver Torre Lloris, pedanía de Xàtiva.
También vemos la Llosa de Ranes.
Hacia la otra se abre el valle y ofrece esta estampa.
"!Aire! ¡más luz, una planicie verde
y un horizonte azul que la limite,
sombra para llorar cuando recuerde,
cielo para creer cuando medite!"
Manuel Gutiérrez Nájera
El PR está muy bien señalizado y se puede realizar perfectamente sin GPS. Como curiosidad, en las paletas se especifica la distancia restante.
Las jaras tenían todas ellas un invitado que trataba de sacar el máximo partido de esta invitación.
"Prisionera de la flor,
la abeja sabe libar
en su cárcel de azahar."
Luis Llorens Torres
Tras pasar por el Cabezo, empezamos a descender suavemente. Nuestro siguiente objetivo es el paraje del Pino de Ambrosio.
La ligera brisa movía estas delicadas campanillas cuyo armonioso sonido nos llegaba hasta nuestros oídos, completando las demás sensaciones que recibían nuestros sentidos (aromas de plantas aromáticas, colorido de bellas flores...).
Sobresale de entre los campos de naranjos, el Huerto de Galindo, con esta preciosa masía.
Hemos visto las jaras repletas de abejas. Llegamos a un punto en que encontramos el porqué. Una zona de colmenas muy cercana al sendero. No vimos ningún cartel avisando. Transitaremos con precaución por este tramo.
El esparto es otra de las especies vegetales que fue importante en otros tiempos en la economía de Ënova, utilizándose en la fabricación de alpargatas, capazos, cuerdas...
"¡Qué pura, Platero, y qué bella esta flor del camino! Pasan a su lado todos los tropeles- los toros, las cabras, los potros, los hombres-, y ella, tan tierna y tan débil, sigue enhiesta, malva y fina, en su vallado solo, sin contaminarse de impureza alguna."
(J.R. Jiménez, "Platero y yo")
El sendero en descenso que llevábamos desde el Cabezo, desemboca en este camino asfaltado que nos llevará hasta el paraje del Pino de Ambrosio.
Junto al camino, matas de nevadilla blanquean la cuneta y nos dejan asombrados de su blancura nívea,su sencillez y fragilidad.
Camino ancho y cementado que nos hace caminar con comodidad.
El aspecto amenazante de los pinchos del cardo, nos intimidan un poco, pero por ello no dejamos de reconocer la belleza de su flor. No todo lo que tiene un aspecto peligroso tiene por qué ser malo.
Y llegamos al paraje del Pino de Ambrosio.
Se trata de una densa pinada con zona de picnic y paelleros, muy adecuada para lo que íbamos a hacer: almorzar.
Desconocemos si alguno de estos pinos era el de Ambrosio. Nos parecieron todos similares.
Un "modesto" almuerzo nos esperaba y no queríamos hacerle un feo (foto de Emilio Romero).
Tras el almuerzo, seguimos nuestra ruta por amplios caminos rurales.
En una pronunciada curva a derechas, dejaremos el amplio camino que llevamos para seguir por aquí. Estas profundas marcas que vemos en la roca son las que han producido las ruedas de los carros que transportaban el mármol de la cantera de época romana que vamos a visitar en breve.
Estas huellas son conocidas como "las carriladas" o rodaduras de carro.
Un panel nos informa de este hecho.
Intenso color amarillo del crepis que casi molesta las retinas. ¿Es una estrategia para llamar nuestra atención?
"No te entretengas en arrancar flores para guardarlas; sigue caminando y las flores alegrarán tu camino" (Tagore).
Eso es lo que hacemos.
Camino agradable por el campo, intentando disfrutar de todos los matices que nos llegan a los sentidos (aromas, colores, sonidos, brisa, calor...)
Énova. Aún nos queda un buen trecho para volver.
Este poste nos marca el desvío a la cueva de los Frailes. Es un tramo de 4oom de ida y otros tantos de vuelta. Es el único tramo de PR que no hicimos por cuestión de tiempo. Seguimos pues, hacia adelante.
Y llegamos al cruce que hemos de coger para visitar la cantera romana.
Otro panel nos instruye sobre lo que vamos visitar.
Agradecer la presencia de la información a través de estos paneles en todos los puntos interesantes del recorrido, que aportan un valor cultural a la ruta y la enriquecen.
También podemos encontrar figuras metálicas representando actividades que se realizaban en el lugar.
Información sobre la utilidad y modos de extracción del mármol en época romana.
Éste es el aspecto que muestra en la actualidad la cantera.
Frente a la cantera estaremos atentos a un senderillo que hemos de tomar para continuar.
Seguimos nuestro camino en pos del siguiente hito de época romana que podemos visitar en esta ruta: la villa romana "Villa Cornelius".
Pasamos junto a estos bloques de mármol suponemos que de la cantera que quedaron aquí sin ser utilizados.
Junto a una casa de campo nos detenemos ante esta balsa de riego porque un coro de ranas se dedicaba a croar plácidamente y llamó nuestra atención.
Una de las componentes del coro.
"Viento entre las mieses,
croar de las ranas,
callados cipreses
y luces livianas."
Valle Inclán
No sólo a las abejas les atraen las jaras. Otros insectos se ven atraídos por la belleza sencilla y sin artificios de las rosadas flores de papel pinocho de las jaras.
Pasamos por otro tramo donde encontramos colmenas. En este caso, están más alejadas del sendero. Aún así, tomaremos las precauciones necesarias para evitar posibles problemas.
Y llegamos a otra cantera, ésta es actual y que fue utilizada para los terraplenes de las vías del AVE.
Un intenso aroma de azahar inunda el ambiente y nos llena la pituitaria agradablemente.
"Por el perfume de azahar difuso,
El naranjo escondido se revela;"
Marcelino Menéndez Pelayo
Nuestro camino avanza ahora paralelo a las vías del AVE.
El PR evita pasar bajo el puente sobre las vías y lo salva dando un rodeo que nosotros evitamos pasando por debajo para retomar después el camino y acortar el mismo.
Apenas pasado el puente sobre las vías del Ave, nos encontramos con el solar donde estuvo ubicada la Villa romana Villa Cornelius, perteneciente a una familia acomodada de la época dedicada al comercio del mármol extraído de la cantera que visitamos. En verdad, de la villa sólo vimos estos paneles, no sabemos si bajo las hierbas que cubren el solar es posible ver los restos de la misma.
Y otro panel más que nos ayuda a interpretar lo que fue aquella época.
Y ya sólo nos queda regresar a Ënova, entre campos de naranjos inundados de azahar y de su aroma.
Un paso subterráneo por debajo de la vía nos permite pasar a la otra parte.
Ya al otro lado, apenas unos centenares de metros nos separan del punto de inicio, que ahora será punto final (todo en esta vida es relativo).
Hemos visto en el recorrido multitud de preciosas flores y terminamos con otra de ellas. Buen final de ruta.
"Para ti mi pensamiento,
para ti mi corazón;
para ti, flor de tormento,
mi pasión."
Arturo Borja
Y acabamos donde empezamos.
La ruta en el mapa.
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Película.
Hola Emilio.
ResponderEliminarQué mejor manera de dar a conocer el patrimonio histórico y natural de un pueblo que con una ruta senderista. En este caso de Énova todo un acierto el haber creado este PR, que además de pasar por sitios muy bonitos e interesantes, y tener buenas vistas, está muy cuidado el tema de la señalización y de los paneles informativos, así da gusto, como también da gusto ver el campo y el monte con tantas flores. Seguro que pasasteis una mañana muy agradable realizando este coqueto recorrido.
Un abrazo.