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domingo, 29 de abril de 2012

PUIG CAMPANA (28/4/2012)


Por fin iba a ver cumplido uno de mis objetivos desde hacía un tiempo: subir el Puig Campana. Este fin de semana y organizado por Manolo Villanueva(Ardillas), tuve la ocasión de ascender a esta emblemática cima de Alicante, la segunda en altura después del Aitana (1558 msnm). En cuanto a la altura del Puig Campana tengo ciertas dudas, motivadas por haber encontrado tres cifras diferentes en distintas fuentes, a saber: 1406, 1408 y 1410 msnm. En cualquier caso, una altura considerable para estos lares, teniendo en cuenta que se encuentra al lado del mar, y por lo tanto el desnivel que representa es muy grande (en algunos puntos llega casi al 50%). El plan era subir desde la Font del Molí por la Pedrera hasta el Collado del Bancal del Moro (1280 m), desde aquí acabar de ascender a la cima del Puig Campana (1410 m) y, finalmente, regresando al Collado, bajar por la senda botánica de la umbría del Puig Campana (cara norte), para regresar a la Font del Molí, pasando por la Font de la Solsida.




El Puig Campana se encuentra en la localidad alicantina de Finestrat (Marina Baixa), que se encuentra a 238 msnm.
A las 8 de la mañana nos encontrábamos en el punto de partida de esta esperada ruta. Éste no era otro que la Font del Molí (340 msnm), que con sus 15 caños nos daba la bienvenida y nos invitaba a llenar nuestras cantimploras para afrontar la dura jornada que nos esperaba.

La Font del Molí presentaba este precioso aspecto.

Ante nosotros se mostrabra el Puig Campana así de imponente.

Decir que tal vez su nombre tenga que ver con la forma que presenta la montaña desde este punto, donde podemos comparar esta forma tan peculiar con la de una campana. Añadir también que el punto al que habíamos de subir no es esta punta que vemos aquí, sino al punto donde se encuentra el vértice geodésico,hacia el Este.

El grupo de izq. a  der. y de arriba a abajo: Luís, Rafa (y su móvil), Emilio, Manolo Villanueva, Jaume, Paco, Enrique, Juanjo, Ricardo, un servidor y la valiente Amparo. 

Sobre las 8,15 comenzó nuestra aventura.

Tamamos la pista dirección al Puig Campana.La montaña impone.

Cruzamos este puente sobre un canal y buscamos enseguida una senda que nos conducirá primero hasta un pequeño collado y luego a la temida Pedrera.

Ya hemos tomado una cierta altura, pero nada comparado con lo que ha de venir.

Esta primera parte de la ruta, aunque es en ascenso contínuo, es bastante llevadero.

En este tramo de senda encontramos zonas donde el agua ha formado pequeñas cuevas.

                  

En este tramos ascendemos entre pinos y arbustos propios del monte mediterráneo: romero, tomillo, jaras, brezo... con rincones bonitos y siempre con el Puig Campana ante nuestros ojos.

La pendiente se agudiza por momentos.

Perfil más conocido del Puig Campana, con su pedrera fácilmente visible en la canal que divide en dos esta singular montaña.

Mientras ascendíamos, algunas nubes empezaba a cubrir el horizonte.

Al llegar a esta colina, antesala de la pedrera, nos detuvimos a almorzar.

Después de almorzar y descansados y saciados, nos hicimos otra foto de grupo.


Nos ponemos en marcha hacia el barranco de les Marietes que marca el inicio de la Pedrera.

A penas volvemos la vista atrás nos percatamos de la altura que hemos cogido.

            

Y empezamos la temida Pedrera, con pendientes que rondan entre el 40 y el 50 % . En la Pedrera subimos siempre por una senda más o menos evidente que asciende por la derecha, entre sureres, y que facilita el ascenso.


Senda entre sureres que asciende por la derecha de la Pedrera.

Cuando nos detenemos para recuperar el aliento y echar un trago, no podemos evitar echar un vistazo atrás y entonces nos damos cuenta de la pendiente que estamos subiendo y la altura que vamos tomando.

En la distancia y con zoom vemos en el fondo Finestrat.

Parece que llegamos al final de la Pedrera. En todo momento hemos de extremar las precauciones, subir con ritmo pausado y constante, asegurándonos donde ponemos los pies...

Por fin hemos llegado a nuestro primer objetivo: el collado del Bancal del Moro (1280 m).Unas 3 horas nos han hecho falta para subir hasta aquí. Desde aquí las vistas ya son impresionantes. Las nubes van en aumento.

Poste direccional en el Collado.

Ahora nos toca subir a la cima. Desde el collado, una senda que bordea la cara sur del Puig Campana, nos conduce al punto geodésico que marca la cima: 1410 m.

Entretanto, en cosa de pocos minutos, el viento ha ido poblando de nubes tanto la canal como toda la zona.
La nubes nos van cercando poco a poco.

Al final la nubes nos han rodeado y como siempre, la naturaleza indomable ha hecho su voluntad. Hubimos de agradecer que no nos lloviera durante todo el día, pero en contrapartida, nos obsequió con un mar de nubes que hizo que en muchos momentos tuviéramos la sensación de ir en avión. Las nubes nos impedirían contemplar las excelentes vistas que sin duda pueden divisarse desde esta impresionante cima.

El mar de nubes bajo nuestros pies.

Ya desde la cima, el paisaje se nos aculta por un mar de algodonosas nubes que nos impiden disfrutar plenamente del paisaje, pero ello no evita que sintamos una satisfacción enorme por haber cumplido nuestro objetivo.

Por momentos, las nubes nos permiten ver algo. En este caso asoma ante nosotros la cima del Aitana (1558 m) con sus antenas


También entre nubes vemos el Ponoig (1181 m)

Imposible ver nada. Las nubes, aunque ofrecían por un lado esta espectacular vista, por otro, nos impedían contemplar el paisaje en todo su esplendor: la naturaleza manda.

Nubes, un mar de nubes, a uno y otro lado del Puig Campana.

Mi sombrero y mi bastón, testigos mudos de mis ascensión (lástima de pintadas en el vértice geodésico).

El grupo posando feliz después de lograr el objetivo.

Después de disfrutar de la altura y reponer fuerzas, tocaba volver sobre nuestros pasos y regresar al collado para regresar a nuestro punto de partida. En este momento, las nubes nos rodeaban y por momentos nos acompañaron en el regreso.

"Bajando de las nubes"

Como en un avión, veíamos las nubes debajo de nosotros.

De regreso al collado, esta impresionante vista de la otra mitad del Puig Campana.

En el collado, esta fita marca la senda botánica de la umbría del Puig Campana, que lo rodea por su vertiente norte y que nos disponíamos a recorrer.

A nuestra derecha quedan estas verticales paredes del Puig Campana.



La senda, con mucha pendiente, baja en zig-zag. Hay que ser cuidadoso bajando puesto que con tanta piedra suelta es fácil resbalar y caer (como me pasó a mi).

De bajada, aunque las nubes seguían ocultando el horizonte, no impedían la vistosidad del paisaje.

Frente a nosotros el Ponoig.

Durante el descenso nos cruzamos con numerosos grupos de senderistas que animosa y fatigadamente subían hacia el Puig Campana. Acabamos el tramo de mayor pendiente de bajada hasta una zona más o menos llana. Aquí, hacia la izquierda nos iríamos hacia la Font del Pouet. Hacia nuestra derecha, a la Font de la Solsida. Esta última senda es la que tomamos.

Poste de dirección a la Font de la Solsida.


A partir de aquí, la senda nos lleva bordeando el Puig Campana por su cara oeste, entre pinos quemados por un pavoroso incendio hace unos años, zona que está intentando recuperarse.

Llegamos a la Font de la Solsida. Creíamos que habíamos bajado mucho, pero aún nos  encontrábamos a 930 m. de altitud. Este era el lugar previsto para comer y reponernos de la bajada.


La fuente manaba un pequeño chorro de agua, suficiente para refrescarnos y llenar las cantimploras.

Momento esperado de la comida.

Acabada la comida únicamente nos faltaba regresar a nuestro punto de partida por una senda que primero llanea un poco, con vistas al Mediterráneo y Benidorm, y luego va descendiendo progresivamente hasta Finestrat.

No cuesta imaginar lo que podría ser esta senda si no se hubiera quemado.

Entre la bruma, los horribles (para mí) rascacielos de Benidorm y la silueta de la Sierra Gelada.


Las vistas aquí también son bonitas aunque la neblina difumina el paisaje.

Cara este del Puig Campana. A la izquierda el tajo de Roldán.

Ya cerca del final, volvemos a caminar entre pinos.

Pasamos por este corral en ruinas.

Y seguimos ya por una senda ya muy cómoda de caminar.

Cruzamos este bonito camino y seguimos de frente.

Ya cerca del final, contemplamos el Puig Campana entre nubes.




Regreso entre pinos.

Llegamos ,por fin, a nuestro punto de partida. Eran las 3,15. Siete horas habían transcurrido desde que empezamos nuestra aventura. La Font del Molí que nos recibió por la mañana, nos refrescaba ahora nuestros rostros sudorosos y nuestras secas bocas y nos emplazaba a regresar en otra ocasión para poder disfrutar de las vistas que las nubes nos habían impedido ver hoy. Era el momento de relajarnos un poco y comentar la  jornada. Unas cervecitas pusieron punto y final a este fabuloso día de senderismo. Agradecer a Manolo Villanueva y a sus acompañantes, la preparación de esta ruta, para mí, junto con la subida a Penyagolosa desde Fanzara, la que más satisfacciones me ha proporcionado, por ese esfuerzo extra que supone su realización y que le da un pequeño toque de exclusividad. 


La Font del Molí nos invitó a volver otro día. Lo haremos.

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22 comentarios:

  1. Emilio, enhorabuena! El Puig Campana, es el Puig Campana.., no es broma!
    También me alegro, que el pequeño susto del resbalón quedara en nada..
    Como dices, esos esfuerzos que nos marcan límites extras, son capaces de proporcionarnos satisfacciones plenas",
    Por unos días.., no salgas de tu éxtasis!
    Un abrazo!

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    1. ¡Hola Vicente! Es cierto, cuando te planteas una ruta algo más exigente, la satisfacción que sientes al realizarla es mayor que en una ruta normal. Ese plus de exigencia lo tiene el Puig Campana. Desde su cima y subiendo por la pedrera, las vistas impresionan por la verticalidad de las mismas. Es una maravilla.
      Un abrazo.

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  2. Hola Emilio.

    Que gran montaña el Puig Campana,y se ve que no lo pone muy fácil eso de subirse a su cúspide,pero por las vistas (o el mar de nubes) y as sonrisas felices de la cima vale la pena el esfuerzo.
    Coincido contigo,los rascacielos de Benidorm son horrorosos.

    Un abrazo.

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    1. ¡Hola Dani! Tú que estás acostumbrado a este tipo de rutas que exigen algo más de esfuerzo, sabes que se ven recompensadas a pesar del mayor esfuerzo que suponen.Lo de Benidorm no tiene nombre, aunque debe haber mucha gente a la que le guste, dado el éxito y el turismo que tiene. Tiene que haber gente para todo ,sino sería muy aburrido, ¿no?.
      Un abrazo.

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  3. Hola Emilio
    Me has hecho recordar como me latía el corazón subiendo por esa pedrera cuando yo fui al Puig Campana.

    Es verdad que tienes que volver, porque las vistas desde arriba con el Mar Mediterráneo y el Peñón de Ifach son espectaculares, aunque ese mar de nubes no lo es menos...

    Ya tienes otra cima en la mochila y esta es de las buenas de verdad de la Comunidad Valenciana.

    Un abrazo
    Jose
    TROTASENDES BENICALAP

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    1. ¡Hola Jose! Seguro que volvemos. Nos quedaron cosas pendientes.Además es una montaña que hechiza. A mi el corazón también me latía: de emoción y fatiga. Pero vale la pena acelerarlo para llegar hasta arriba y disfrutar, en este caso más de nubes que de otra cosa.
      Un abrazo.

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  4. Enhorabuena por esa cima! yo tube la suerte de subir el año pasado y no me dejó indiferente, un sitio realmente impresionante.
    Un saludo.

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    1. ¡Hola Sherpa! Ya leí tu post cuando lo publicaste el año pasado. La verdad es que impresiona porque lo ves alzarse casi desde el nivel del mar y la impresión es grande. Merece la pena el esfuerzo.
      Un saludo.

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  5. Enhorabuena por ese reto personal, amigo Emilio! Y además conseguido con una inmejorable camaradería. De nuevo, nos dejas una excelente crónica y tus fotografías que la acompañan. Un fuerte abrazo y a seguir triunfando, no solo en el senderismo sino también en la Blogosfera.

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    1. ¡Hola Juanjo! Gracias por tu comentario. La verdad es que fue un día completo: excelente ruta y estupenda compañía. Otro abrazo para ti. Nos vemos pronto.

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  6. Hola amigo Emilio: Cuánta verdad cuando dices que el corazón latía tanto de emoción como de fatiga, "fifty-fifty". Por fín tenemos en nuestras agendas de rutas realizadas la del místico Puig Campana. Gracias a esa invasión de nubes, se nos ha quedado la "morriña" de volver a hacerla para poder apreciar sus vistas de otra manera. Felicidades por esta exquisita crónica y tus excelentes fotografías. Un abrazo. Ricardo Vivó

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    1. ¡Hola Ricardo! Pasamos un estupendo día. Buena compañía y una ruta de las que marca. Por supuesto que tenemos que volver. Los retos hay que repetirlos para covertirlos en rutina. Nos vemos en la siguiente.
      Un abrazo.

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  7. Que envidia Emilio , esta montaña es una de mis grandes cuentas pendientes ,le tengo unas ganas tremendas a ella y a esa pedrera tan famosa y mas al ver tu crónica ( ya le llegará su turno). Si no estuviera tan lejos la hubiera subido unas cuantas veces jejeje. Además cuando haces estas cosa con tan buena compañía el sabor que deja es mas dulce aún. Saludos

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    1. ¡Hola José Ramón! El Puig Campana es una montaña de las que se adapta a tu estilo, con fuerte pendiente, una pedrera fabulosa y unas vistas impresionantes. Planteatelo, es un pequeño madrugón y sueño cumplido. Merece la pena.
      Un abrazo.

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  8. HOLA EMILIO! ENHORABUENA! CONTINUAS DEMOSTRANDO QUE LO QUE TE PROPONES LO CUMPLES.CAMINAS HACIA LAS ALTURAS NO HABIENDO OBSTACULO QUE TE LO IMPIDA. FELICIDADES POR EL BONITO REPORTAJE ¡IMPRESIONANTE!.UN SALUDO PEPA.

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    1. ¡Hola Pepa! Gracias por tu comentario.Intentamos hacer lo que nos gusta con ilusión y entusiasmo y siempre dentro de nuestros límites.Nos vemos pronto.
      Un beso.

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  9. Vaya Vaya! Que gran entrada, y que gran Montaña el Puig Campana! yo también la tengo pendiente....ENHORABUENA EMILIO!

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    1. ¡Hola Jose Tomás! Gran montañana, sobre todo por su desnivel brutal que la hace casi única.No te la pierdas, vale la pena.
      Un abrazo.

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  10. Hola Emilio, la vista del Puig Camapana en la primera foto de grupo es verdaderamente espectacular, parece imposible que se pueda subir ahí, pero ya ves a medida que te vas acercando se ven los senderos.
    Los mares de nubes son una de mis debilidades en la montaña, me quedo absorto mirándoles y observándoles como si nunca hubiera visto uno.

    Un abrazo

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    1. ¡Hola Abi! El Puig Campana es una montaña espectacular porque se eleva 1410 m desde poco más de 250 y por eso presenta esa pendiente tan espectacular y más desde la carretera que cuando te acercas y ves lo vertical de esa pedrera parece imposible que se pueda subir si no es escalando. Pero luego, como dices, andando se hace el camino y vas viendo la senda.
      Un abrazo.

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  11. Estoy de acuerdo que el enclave, las vistas, etc. son espectaculares, pero no sé por qué se magnifica y se mitifica tanto la subida al Puig Campana. Al fin y al cabo con un estado de forma física normal se accede sin mayor problema.
    Saludos

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    1. ¡Hola Anónimo! Evidentemente, el Puig Campana no es el Everest, ni Pirineos, ni...No se trata de mitificar, sino de resaltar su dificultad dado el desnivel que presenta su ascensión por la pedrera (casi 1000 m en poco más de 3 km). Está claro que con un estado de forma "normal" (tendríamos que precisar de qué hablamos cuando decimos estado de forma normal) se puede subir. De hecho se sube e incluso muchos lo hacen corriendo y no se muere nadie, pero es evidente que su ascensión es más dura que ,por ejemplo, su vecina Aitana, o el Penyagolosa, o el Benicadell por nombrar algunas otras cimas. De ahí le viene esa fama de montaña "dura", pero como digo, no es el Everest .
      Encantado de que visites mi blog y des tu opinión.
      Saludos.

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