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“La creación poética es un misterio indescifrable, como el misterio del
nacimiento del hombre. Se oyen voces, no se sabe de dónde, y es inútil
preocuparse de dónde viene.” (Federico García Lorca) Otro misterio
indescifrable para mí es la pasión por la montaña. Oigo voces, no sé de dónde
vienen, y nos da lo mismo saberlo porque no podemos evitarla.
Esta semana esas voces cuyo origen desconocemos nos llevaron hasta la localidad de Fanzara (Alto Mijares) para realizar una ruta que transcurre prácticamente por la "ruta de la Escaleta" marcada con pintura blanca y azul, pero con dos extensiones, una de subida hacia el castillo de Mazerol (el Castellet) y otra que nos hará pasar por la Masía del Canónigo y la aldea morisca de Los Casales (La Lleuja). A continuación pasamos por el tramo conocido como La Escaleta que aprovecha la estructura de lo que fue una acequia y que va colgada sobre una pared vertical sobre el río Mijares, equipada con una estructura con barandilla y un cable en la pared que da seguridad para pasar este tramo que puede resultar dificultoso a las personas con vértigo. Desde aquí sólo nos queda volver a Fanzara para terminar esta ruta.
Llegamos a primera hora de la mañana a Fanzara. Como ya muchos sabrán en Fanzara se encuentra el MIAU (Museo Inacabado de Arte Urbano). En la zona de aparcamiento donde dejamos el coche en la bajada al río, encontramos una muestra de ese Arte Urbano que llena las casas de Fanzara.
Lo primero que vemos es el saludo de dos viejos conocidos, el redondeado Turio (izquierda) y la proa de la Peña Saganta (derecha).
Antes de iniciar la ruta, como suele ser habitual, hacemos la foto de grupo, en este caso el "Dúo dinámico". Mi tocayo Emilio Romero a la izquierda y un servidor a su lado.
Comenzamos desde aquí y con apenas unos pasos, nos sorprendió gratamente esta rosa que nos cautivó enseguida.
"Si nosotros viviéramos
lo que la rosa, con su intensidad,
el profundo perfume de los cuerpos
sería mucho más."
Miguel Hernández
Salimos a la carretera por la que accedimos a la población (CV-194) y seguimos hacia la derecha.
Salimos de Fanzara y vemos ahora con mayor claridad a nuestros dos viejos conocidos, la pintura mural y la ermita del Santísimo Cristo en el centro, elevada sobre una colina.
(Foto de Emilio Romero)
"Por los puentes de Zamora,
sola y lenta, iba mi alma.
No por el puente de hierro,
el de piedra es el que amaba.
A ratos miraba al cielo,
a ratos miraba al agua.
Por los puentes de Zamora,
sola y lenta, iba mi alma."
Blas de Otero
"A ratos mirábamos el Mijares" pasar bajo los ojos del puente.
"La cristalina corriente
de este caudaloso río,
lleva ya el llanto mío."
Mariano Melgar
(Foto de Emilio Romero)
Éste es el panel informativo que explica la ruta de La Escaleta. Vamos a seguir en gran parte este recorrido, pero le añadiremos dos extensiones: la subida al castillo de Mazerol y otra que nos llevará a pasar por la Masía del Canónigo y la aldea morisca de Los Casales antes de pasar por el tramo de la Escaleta, que como expliqué al principio aprovecha el trazado de una antigua acequia colgada en una pared vertical sobre el río Mijares en el llamado Congost, equipada con barandilla metálica y un cable en la pared como elementos de seguridad.
Seguimos un camino rural en el que iremos tomando diferentes direcciones. En esta bifurcación tomaremos el camino de la izquierda.
El Turio y la Peña Saganta serán referentes en todo el recorrido.
Caminamos por la partida del Arbolaje.
Otra bifurcación. Ésta junto al canal de la cota 220 que seguimos por la derecha por la pista.
Volveremos por el otro camino a la vuelta.
Estaremos atentos, en este punto cercano a lo que parece una perrera, al poste que nos indica que debemos seguir por la derecha para evitar pasarnos de largo.
Una bonita pinada nos envuelve.
(Foto de Emilio Romero)
Vemos una zona quemada en marzo de este año.
A la vuelta volveremos a ver la zona quemada.
Alejados ya de Fanzara, la vemos así desde la distancia.
Vemos ya los restos de una torre del castillo de Mazerol, hacia el que nos dirigimos.
Hacia allí nos dirigimos entre pinos y algún campo de olivos.
(Foto de Emilio Romero)
Se trata de la subida con mayor desnivel de la ruta.
Llegamos hasta el collado de Mazerol.
Un poste nos marca la subida hacia el castillo. Allá vamos.
De subida, no muy larga, nos detenemos para disfrutar de las vistas, como ésta sobre Fanzara.
Llegamos a los primeros restos del castillo de Mazerol o de Fanzara.
Alcanzamos la parte más alta y ésta es la vista que tenemos. Amplia panorámica desde el punto estratégico en el que se asienta el castillo y que dominaba todo el valle.
Como sucede con todos los castillos de Espadán y del Alto Mijares, su estado es deplorable. Apenas quedan restos de alguna torre y de algún tramo del lienzo de la muralla. Hasta los castillos más inexpugnables caen.
"¡Cuántos castillos levanté en la playa!
Derribólos el viento
Con sus torres y cúpulas altivas
De oro, y cristal, y argento."
Jacinto Verdaguer
A continuación, fotos con los restos que quedan.
(Foto de Emilio Romero)
Tras recorrer el recinto e imaginarnos lo que pudo ser la vida en el castillo allá por el S. XIII, nos entretenemos en disfrutar de las vistas que nos ofrece. Entre estas vistas destacamos...
Penyagolosa (1815 m.) que se asoma al fondo.
O la silueta del Tis (1312 m.)
También, por supuesto, el Turio (665 m.) y la Peña Saganta (726 m.)
Y Fanzara.
Panorámica desde el castillo de Mazerol. (Foto de Emilio Romero)
Tras la visita a las ruinas del castillo, toca bajar de nuevo con cuidado por el terreno descompuesto y en mal estado que puede hacernos caer.
Llegamos de nuevo al collado de Mazerol.
Ahora seguiremos nuestro camino por la derecha, en bajada.
Fanzara desde el collado de Mazerol.
Iremos bajando hasta alcanzar el barranco de la Cruz.
Bordeamos un campo inculto y seguimos junto al poste hacia la izquierda. Esta senda nos introduce en el barranco. (Foto de Emilio Romero)
Pero antes de seguir, nos detenemos y echamos la vista atrás para captar el perfil del castillo de Mazerol, que nos proporciona una perspectiva general de sus forma alargada.
Nos introduciremos unos metros en este frondoso barranco.
La lluvia del día anterior se dejó notar en toda la ruta. Aquí lo vemos de manera palmaria en estas hojas de algarrobo. Suponemos que son gotas de lluvia y no lágrimas de pena.
"Lágrimas es la lluvia desde el cielo,
y es el viento sollozo sin partida,
pesar, la sombra sin ningún consuelo,
y lluvia y viento y sombra hacen la vida."
Unamuno
El tránsito por el tramo de barranco es muy bonito y muy frondoso.
No podían faltar en la ruta las sencillas y bellas centaureas que nos enseñan que la belleza aparece en cualquier rincón.
Dejamos el tramo de barranco y salimos a una zona con campos de cultivo: olivos, naranjos...
Enseguida salimos a un ancho camino que seguiremos un kilómetro aproximadamente. Se trata de un tramo de la Cañada Real de Aragón.
Desde aquí también es visible el perfil del castillo de Mazerol.
En este punto abandonamos por segunda vez la ruta de la Escaleta para hacer una extensión que nos lleva a pasar por la Masía del Canónigo y su fuente y por el poblado morisco de Los Casales (La Lleuja), para enlazar más adelante de nuevo con la ruta de la Escaleta.
(Foto de Emilio Romero)
Seguimos entre campos de olivos y naranjos como los de la foto, que o bien no están muy bien cuidados o están abandonados. Una pena.
Seguimos disfrutando de las cosas que el camino nos proporciona, como esta mata de uña de gato o uvas de pastor (Sedum sediforme), ya con flor.
O esta mata de estas leves y delicadas florecillas blancas que, sin embargo, es una planta irritante que produce bambollas en la piel, de ahí el nombre común de gata rabiosa (Clematis flammula).
Me encantan las scabiosas. No sé qué les encuentro que me atrapan.
"Orgullo de la enramada,
blanca y leve florecilla,
más que todas delicada,
y más que todas sencilla."
Carolina Coronado
Entramos al barranco del Baladrar...
(Foto de Emilio Romero)
Es un tramo muy corto y salimos enseguida.
Ahora pasamos por algún campo como éste de almendros.
Y salimos a esta pista que seguimos hacia la izquierda.
Ahora caminaremos unos cien metros por este bonito camino encuadrado en una tupida pinada que agradecemos.
Caminar por el bosque es uno de los grandes alicientes de caminar por el monte.
(Foto de Emilio Romero)
Estaremos atentos a no pasarnos del punto donde dejaremos la pista que nos anima a seguirla por lo cómoda y sombría que es pero que no es el camino adecuado. Nos desviaremos por la derecha por un sendero al principio poco evidente pero que luego se afianza, aunque este tramo por el interior de la pinada tal vez sea algo confuso.
Pero enseguida salimos a este camino. Han sido apenas doscientos metros por dentro de la pinada.
Seguimos por la izquierda.
El camino nos lleva hasta la Masía del Canónigo (en el mapa del IGN aparece como Mas de las Gotas).
Trescientos metros después de haber salido al camino llegamos hasta la Masía, completamente en ruinas. Ya pasamos por aquí en el 2013.
Cien metros después de pasar la masía, encontramos la fuente de la Masía del Canónigo sin agua desde hace muchísimo tiempo.
"Ya no mana la fuente, se agotó el manantial;
Ya el viajero allí nunca va su sed a apagar."
Rosalía de Castro
Delante de la fuente, la balsa que recogía el agua de la fuente. Se aprecia también que hace mucho que no ve una gota de agua.
Desde el camino de bajada de la Masía del Canónigo se ve Fanzara. Tenemos aún un buen tramo de camino.
La senda sale a un camino que seguimos por la derecha y que en seiscientos metros nos dejará en la aldea morisca de Los Casales.
Ruinas de la aldea morisca de Los Casales. No está datada la fecha de asentamiento.
"Y aquí estoy yo, brotado entre las ruinas,
mordiendo solo todas las tristezas,
como si el llanto fuera una semilla
y yo el único surco de la tierra."
Pablo Neruda
Arcadas del interior.
Típicas arcadas en estas construcciones que se pueden ver en todo el Alto Mijares y sierra de Espadán.
Las esquivas y juguetonas mariposas no se dejan fotografiar, pero alguna cae a veces como la que veis en la foto. Se trata de una mariposa de la col (Pieris Brassicae)
"Tras una mariposa,
cual zagalejo simple,
corriendo por el valle
la senda a perder vine."
Juan Menéndez Valdés
La senda de bajada de Los Casales desciende hasta el barranco de la Lleuja. donde cruzamos el arroyo.
Tras cruzar el arroyo salimos a un amplio camino que seguiremos hasta llegar a la Escaleta.
Los olivares nos acompañan en este tramo. Algunos olivos tienen un buen porte.
"Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento."
Miguel Hernández
Nuestra sombra que nunca se aleja de nosotros, compañera fiel y constante.
"¡Y será vana mi inmortal porfía!
¡Y esta antigua tristeza roedora
jamás de tregua me dará una hora,
tras mí corriendo cual la sombra mía!"
Clemente Althaus
Nuestro momento reflexivo que en todas las rutas nos lleva a pensar en lo divino y lo humano.
"Hemos andado despacio, sin acabar nunca.
Salimos una madrugada, hace mucho, oh, sí, hace
muchísimo
Hemos andado caminos, estepas, trochas, llanazos.
Las sienes grises azotadas por vientos largos. Los
cabellos enredados en polvo, en espinas, en
ramas, a veces en flores."
Vicente Aleixandre
Llegamos hasta el punto en el que vemos el poste que nos marca el camino al espectacular paso de la Escaleta. Aquí volvemos a enlazar definitivamente de nuevo con la ruta de la Escaleta, que seguiremos hasta llegar a Fanzara.
(Foto de Emilio Romero)
Un sendero nos acerca a la Escaleta.
En este punto se inicia el tramo de la Escaleta.
El Mijares a su paso por el Congost, donde se sitúa el tramo de la Escaleta.
Antes de iniciar el tramo aéreo de la Escaleta nos detenemos a mirar la zona que se quemó en el mes de marzo después de una quema incontrolada.
La Escaleta aprovecha la estructura de lo que fue una acequia y que va colgada sobre una pared vertical sobre el río Mijares, equipada con una estructura con barandilla y un cable en la pared que da seguridad para pasar este tramo que puede resultar dificultoso a las personas con vértigo. Esta...está más segura que hace once años cuando la barandilla era más simple.
(foto de Emilio Romero)
El tramo tiene cien metros.
Aquí termina el tramo de la Escaleta.
(foto de Emilio Romero)
Seguimos el sendero con unos primeros metros de sombra.
Enseguida, después de esta preciosa higuera, sale a un campo de naranjos en muy malas condiciones que bordeamos para seguir.
En un punto del campo nos bajamos por la derecha hasta el cauce del Mijares, aunque podríamos haber seguido por el lateral del campo sin ningún problema.
Tras docientos metros por el terreno pedregoso volvemos al camino. En este punto podríamos habernos acercarnos hasta las aguas del Mijares. No lo hicimos.
Caminamos por la partida del Arbolaje y pasamos junto a esta balsa de riego que está completamente vacía. Creo recordar que hace once años ya estaba así.
Pasamos por la zona quemada en marzo y aún se podía oler a quemado.
Es muy triste ver la naturaleza quemada.
Y Llegamos de nuevo al canal de la cota 220.
Ya tenemos a la vista Fanzara.
Como al principio del día, volvemos a ver al Turio y a la Peña Saganta.
La población cada vez más cerca.
Acercamos con el zoom la emblemática ermita del Santísimo Cristo, elevada sobre un promontorio y vigilando la localidad.
También acercamos el zoom para despedirnos del castillo de Mazerol.
Volvemos a la carretera que cruzaremos y seguiremos hacia la derecha.
(foto de Emilio Romero)
Entramos en Fanzara. En la entrada de la población encontramos este panel cerámico que poseen todos los pueblos que forman la Mancomunidad Espadán-Mijares.
Seguimos por el carril bici hacia Fanzara.
(Foto de Emilio Romero)
Volvemos a cruzar el puente sobre el Mijares.
Nos volvemos asomar para ver sus aguas.
“…aunque nunca supe el nombre de aquel río del
cuento, lo que sí sabía es que las aguas de todos los del mundo vienen a dar al
mar y arrastran con ellas las lágrimas de quien llora en su orilla.” (Leonardo en “La Reina de las Nieves" de Carmen Martín Gaite)
Y entramos en Fanzara, cuando el sol ya empieza a apretar.
Y llegamos hasta el aparcamiento donde dejamos el coche por la mañana. Aquí damos por finalizada nuestra ruta.
La distancia de la ruta de hoy nos permitió acabar a una hora suficiente para almorzar en el bar. Así lo hicimos, culminando así una estupenda mañana de senderismo.
Nos sacrificamos pero estamos hechos al sufrimiento.
(Foto de Emilio Romero)
Aprovechando que estamos en Fanzara tenemos la posibilidad de darnos un paseo por sus calles disfrutando de esas obras de arte en fachadas y paredes que hacen de la población un museo al aire libre, que forman parte del MIAU como comenté al principio.
Tras almorzar, tocaba regresar. Una más en la saca. Antes de regresar, despedimos a nuestro viejo conocido el Turio, hasta una próxima ocasión.
Pincha en el enlace para ver el álbum de fotos de la ruta.
Debemos disfrutar de la montaña siempre de la manera más segura posible para evitar riesgos y accidentes. Para ello es importante que leas estos consejos sobre "Seguridad en la práctica de senderismo y emergencias en montaña".
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