Seguidores

lunes, 27 de mayo de 2019

MONTANEJOS: LOS CASTILLEJOS, MORRÓN DE CAMPOS, LA COPA (25/5/2019).

Os presento esta semana una de las rutas más completas que se puede realizar en Montanejos y que coloca a esta localidad como un claro referente en el mundo del senderismo de la Comunidad Valenciana por la calidad y variedad de sus rutas y su paisaje. Se trata de una ruta circular de diecinueve kilómetros y algo más de mil cien metros de desnivel positivo para la que hará falta tener una buena forma física. El recorrido une tres de las cimas que envuelven la localidad. Se trata del puntal de Los Castillejos, el Morrón de Campos y la Copa. Realizarla nos cansará físicamente, pero las panorámicas y paisajes que disfrutaremos desde estas tres cimas nos harán olvidar el cansancio e incluso alguna que otra pena que podamos tener. Os invito a recorrer la ruta conmigo a través de esta entrada.



Como todas mis rutas desde Montanejos, la plaza de España es el punto de inicio. Allí nos hicimos la foto preliminar (de izq. a der.) Jaime, servidor, Rafa y Emilio Romero.


Salimos por la avenida Fuente de los Baños fuera del pueblo.


Antes de salir completamente, pasamos por la fuente que yo llamo del "león" por tener en la cabeza de este felino, el grifo salida del agua.


Salimos ya definitivamente y nos dirigimos hacia la fuente de Baños por la carretera CV-20 hacia la Puebla de Arenoso.


A nuestra derecha, la primera visión de la Copa, que será la tercera cima que visitaremos hoy.


Cruzaremos el puente sobre el río Maimona.


A nuestra izquierda, la Rosada y el barranco de la Maimona.


El Maimona desembocando en el Mijares.


Pasaremos junto al albergue el Refugio.


Y seguiremos la carretera unos centenares de metros hasta encontrarnos con esta pala direccional que nos hará dejar la carretera y desviarnos por aquí.


Subiremos unos metros hasta encontrarnos con esta segundo poste. La pala que señala la izquierda nos señala "Cinglo Los Castillejos". Hacia allí nos vamos. Será nuestra primera cima del día.

Por cierto, el día estaba nublado. Ayer llovió y el suelo estaba algo resbaladizo y un poco embarrado. La amenaza de lluvia era latente. Vamos alcanzando altura enseguida.


Prácticamente no dejaremos de subir hasta llegar el cinglo. Caminábamos con cuidado porque las piedras estaban húmedas y llevábamos barro en las suelas de la botas, lo que hacía que aún resbaláramos más.


El primer tramo de ascenso transcurre por una preciosa pinada.


Hemos alcanzado altura suficiente para ver las casas de las Alquerías de Montanejos.


Nos toca hacer alguna que otra pirueta para seguir avanzando.


Nos acercamos al borde, siempre con mucha precaución porque la altura que hemos alcanzado sobre el barranco es considerable, para disfrutar de la espectacularidad del barranco.


En un momento, la senda da un giro y nos permite ver la punta de Los Castillejos, a donde dirigimos nuestros pasos. Enseguida saldremos de la pinada para afrontar el segundo tramo de ascenso.


Seguimos asomándonos al barranco, la altura nos impresiona y al mismo tiempo nos atrae.


El segundo tramo de subida transcurre por una senda con bastante piedra suelta, con buena pendiente, aunque va haciendo eses que nos facilita la subida.


La naturaleza nos asombra a menudo con muy diferentes manifestaciones. En este caso, me sorprendió ver en la roca la inicial de mi nombre labrada por el agua.


Afrontamos con un último impulso los últimos metros de la subida.




Y alcanzamos el puntal de los Castillejos (699 msnm). Frente a nosotros, la Rosada. 
Al fondo, el barranco.



El cazador cazado (foto de Emilio Romero).


Y hacia el norte, el Morrón de Campos, la segunda cima del día que visitaremos en breve.
A la derecha, el profundo tajo que el Mijares ha esculpido en la roca caliza en el estrecho de Chillapájaros.


Aquí apreciáis mejor la paciente labor de la naturaleza tallando la roca a lo largo de los siglos.
En este punto se encuentra la presa de Cirat.


Y la foto de grupo en el primer objetivo del día.


Y antes de continuar, nueva vista hacia el fondo del barranco, que vemos que lleva agua.


Con zoom acertamos a captar una de las presas, en este caso la última antes de su desembocadura, que se encuentran a lo largo del recorrido del barranco para intentar frenar las avenidas del agua cuando lleva mucho caudal.


Continuaremos ahora el camino por el bonito cordal de los Castillejos.


El sendero busca la cornisa, aunque algún tramo lo hace más adentro.


Caminar por el cordal nos permitirá seguir disfrutando de espectaculares vistas sobre el barranco y la Rosada.


Encontraremos unos hitos que marcan un senderillo que se enfila para abajo.


Iremos por una bonita pinada que nos llevará hasta el Colladillo.


Esta bella flor de cardo pone el contrapunto de color en este entorno en el que el tono verde predomina. Su precioso color rosado nos ha llamado por eso la atención.


El sendero nos ha descendido hasta el Colladillo.
Frente a nosotros, junto a esas palas que veis, está el sendero que nos llevará hasta la cima del Morrón. Ataros los machos antes de emprender la ascensión.


La senda es bastante vertical y no nos dará respiro prácticamente hasta el final.
En contrapartida, disfrutaremos de bonitas vistas y de preciosos ejemplares de pino como el de la foto.


Sin prisa, pero sin pausa, iremos paso a paso subiendo por el tortuoso sendero.

De vez en cuando es obligatorio parar para acompasar el ritmo cardíaco y respirar profundamente para llenar nuestros pulmones y poder seguir. Mientras hacemos esto, fotografiamos el cerro del castillo, que tenemos enfrente de nosotros.


Y llegamos al primero de los dos tramos con cable que encontramos en la subida.


Este primer tramo no presenta excesiva dificultad. Lo gestionamos sin problemas.



El sendero está bastante descompuesto como se aprecia en la foto. El temporal del 2017 con la caída de muchos pinos ha contribuido a este deterioro. Es de agradecer también la limpieza del sendero por parte del Ayuntamiento de Montanejos.


Como se aprecia, hasta la cima hemos de salvar un fuerte desnivel.


La altura alcanzada ya nos permite ver mejor Montanejos y las Alquerías.


Llegamos después a un tramo que de no estar equipado con estos troncos de madera a modo de escalones, sería dificultoso de subir. Estos escalones son la antesala del segundo tramo con cable. 


En este caso, el cable nos sirve de más ayuda que en el tramo anterior.



Jaime gestionando la subida.


Ahora le toca el turno a Rafa.


Finalmente, Emilio Romero subiendo.





Mientras suben los compañeros, miramos en la lejanía y acercamos con el zoom Arañuel.


Seguimos subiendo por el tramo más aventurero de la ascensión.
En este paso habremos de ayudarnos de las manos para salvarlo.


Salvando este paso, nos acercamos a una cornisa para otear el horizonte. 
Estas vistas nos invitan a pensar en muchas cosas. El amplio horizonte se presta a plantearnos múltiples cuestiones, múltiples dudas que nos abordan en el día a día y que a veces no sabemos como abordar. Nos damos cuenta de que la incertidumbre se instala en nuestras vidas y el futuro aparece incierto como el lejano horizonte que vemos hoy debido a las nubes que empañan el día.



Estamos a bastante altura. Desde aquí todo lo vemos con una perspectiva diferente, nos hacemos una idea más general del entorno y vemos mejor el conjunto. El chorro del aliviadero del embalse se ve casi en su totalidad. Vemos que sale con mucha fuerza. Por allí habremos de pasar en breve.


Hacia el sur, acercamos la cima del Alto de las Palomas.


Los últimos metros los hacemos salvando algunos ribazos que nos llevan hasta la explanada del Morrón.


Por fin, llegamos hasta la cima. La caseta acristalada es anterior a la otra. 


Nos acercamos al borde y nos vuelve a impresionar la vista que tenemos desde esta extraordinaria atalaya. Nunca nos cansa mirar desde el Morrón. Sus vistas siempre nos hechizan y eso que hoy el día no es nada luminoso y no nos permite una visión perfecta y clara.


Aquí se aprecia también el profundo corte del barranco de la Maimona.


En un extremo de la explanada encontramos un vértice geodésico de tercer orden.
Según un panel informativo, el Morrón se encuentra a 941 msnm. En la puerta metálica de la caseta del forestal, junto con las coordenadas de posición, marca una altura de 969 msnm.


Emilio Romero me hizo esta foto aquí (foto de Emilio Romero).


Un renovado panel nos da información de lo que tenemos en el horizonte.
Básicamente os lo muestro a continuación.



San Vicente de Piedrahita, pedanía de Cortes de Arenoso.




Peñacalva.


La Redonda, sobre el embalse.




El Cantón.


El embalse de Arenoso, por supuesto.




El caserío de la Monzona, pedanía de la Puebla de Arenoso es la última población antes de entrar en la provincia de Teruel.


Aprovechamos el punto más alto de la ruta para almorzar. ¡En qué pocos sitios podemos decir que se almuerza tan bien!


Nuestra presencia no pasó desapercibida por este buitre leonado. Planeaba por sus dominios dándonos a entender que aquí él es el amo.


Montanejos y las Alquerías a vista de buitre.


El tramo del sendero de la Bojera que bordea el barranco también se ve desde el Morrón.


El Pinar o Alto de la Santa, también se ve desde el Morrón.


Y la foto en la segunda cima de la ruta.


Tenemos que continuar que aún nos queda mucho que recorrer.
Apenas bajamos por la pista de subida al Morrón, tenemos este hito que nos marca el sendero que veis en la foto que deja la pista por la derecha.


El sendero transcurre por la explanada del Morrón  y, además de ir entre pinos, nos acercará en algún tramo a la cornisa y nos permitirás disfrutar de excepcionales vistas sobre el embalse de Arenoso.


Mirad qué vista. En la foto se puede apreciar una gota de agua. Empezaba a chispear y temíamos que la lluvia fuera a más. Tuvimos suerte y apenas chispeo un poquito y paró.


Ante este paisaje, toca hacernos una foto.


El cielo nublado no nos deja ver totalmente la cima de Penyagolosa.


Algún cartel recuerda a los escaladores los meses en los que no se puede realizar escalada para respetar la época de anidación de aves.


Este sendero también tiene otro atractivo. Pasa por un tramo corto y muy especial en el que encontramos algún roble y ejemplares de arce de Montpelier. Es un paraje mágico.
En la foto un roble.


Y esto es un arce.


Seguimos caminando y pasamos junto a lo que nos pareció un horno de cal.


El bosque está verde. Las últimas lluvias han sentado fenomenal al monte que presenta sus mejores galas.
Da gusto pasear por el bosque en estas condiciones.


El sendero va descendiendo hasta coincidir con el antiguo camino de Campos a Los Calpes.
En este punto, salimos a ese camino, junto a esta balsa.


El camino, como camino antiguo que es, está muy bien trazado y aún encontramos restos del empedrado.


Desde él también seguimos teniendo estupendas vistas en las que recrearse.


El castillo de la Viñaza más cerca.


Restos de empedrado.


Hemos de ir atentos porque la comodidad del camino nos hace seguir por inercia hacia adelante y nos podemos saltar este desvío entre dos piedras. 
Más abajo hay un sendero paralelo a éste y que nos llevaría también a la antigua cantera del embalse que es donde vamos ahora.


Este bonito sendero perfilado por Javi Nieto (La voz de la Tierra), transcurre por una preciosa y tranquila pinada. El silencio nos acompaña y salvo algún pajarillo o algún comentario nuestro, la tranquilidad nos acompaña.


Estas señales azules nos llevarán sin perdida por el sendero, gracias Javi.


Los buitres siguen marcando territorio y nos sobrevuelan.


Contemplamos ahora desde abajo las altas paredes del Morrón por las que transitamos antes.


Llegando a la antigua cantera empezamos a ver las ruinas de antiguos edificios del recinto.


Y seguimos maravillándonos ante la belleza natural, sencilla, perfecta...de las florecillas que encontramos en nuestro camino, como esta rosa silvestre. Preciosa.



Y llegamos por fin al enorme agujero que ha dejado en la ladera del Morrón la antigua cantera.
El dique de la presa es del tipo de escollera, formado por grandes bloques de piedra, que sacaban de aquí y compactaban con arcilla de otro lugar cercano a éste junto a la carretera de Los Calpes.


Continuamos por el bonito sendero que nos sigue proporcionando vista diferentes del embalse, como esta que veis en la foto.


En un momento me di cuenta que una garrapata corría por mi mano. Le hice la foto y me la quité de encima. Es fácil que alguna vez alguna garrapata se nos quede en la ropa o en las botas...Hemos de tener cuidado para evitar que el parásito llegará a picarnos en algún recoveco de nuestro cuerpo y se quedara instalado allí. Leed este interesante artículo de Casiaventurilla sobre el tema !Alerta garrapatas!


El chorro del aliviadero escupe con fuerza gran cantidad de agua. Desde aquí oímos el rugido que produce su salida con esa fuerza brutal. Pocas veces lo hemos visto tan furioso.


Seguimos avanzando por el bonito, agradable y cómodo sendero.


Llegamos al cruce con el sendero de los Estrechos. El poste direccional se ha soltado.
Nos desviamos a la izquierda.


El sendero baja con desnivel pronunciado.


Delicadas, sensibles e indefensas, son mecidas por el viento que tal vez únicamente quiera acariciarlas sin apenas rozarlas para no hacerles daño.



No sé si es mejor o peor subir o bajar este tramo de senda. 
La subida, aunque corta, es agotadora. Pero la bajada para las rodillas es muy pesada.


Pasaremos por encima del túnel, antes de bajar a su boca.


En este tramo salvaremos algún pequeño tramo rocoso.


Otra subidita.

Este es otro punto con una pequeñita trepada.



Empezaremos a bajar hacia la carretera, pero nos apartaremos unos metros para acercarnos a la cornisa para disfrutar de la vista del chorro del pantano por donde bajaremos en un momento.


Vemos que tiene mucha fuerza y que sí o sí nos vamos a empapar con chubasquero o sin él.


Mientras bajamos hacia la carretera fotografiamos el perfil del Morrón por el que caminábamos hace un rato.


Salimos a la carretera justo en la entrada del túnel. Nos iremos a la derecha en busca de la bajada hacia el aliviadero.


Pocos metros más adelante encontramos el desvío.


Bajamos y nos encaminamos al chorro. Mucho antes de llegar, finas gotas nos mojan ya.


Nos pertrechamos con nuestros chubasqueros y ponchos para salvar el fuerte chorro.


La salida del agua con esa potencia hace que cueste cruzar. Se genera una especie de turbulencia que te hace tambalearte y como el agua te moja la cara, se dificulta la visión y tienes que ir con cuidado para ver por donde pisas. El suelo además está muy resbaladizo.


Tras cruzar el chorro, caminamos por un ancho camino paralelo al Mijares, que aquí adquiere un carácter más bravo que aguas abajo. Ello es aprovechado por las empresas de multiaventura para practicar rafting, piragüismo...


Pasamos junto a una estación de aforo.


Aquí vemos las bravura que adquiere el río en este sector. Nos parece un río más septentrional.


Llegamos a este puente de madera que cruza el Mijares.
Comprobamos que ya hay alguna traviesa en mal estado.


El Mijares a nuestra derecha según cruzamos.


El Mijares a nuestra izquierda.


Evidentemente, aún seguimos bien mojados desde que pasamos por el chorro del aliviadero. aún tardaremos algo de tiempo en que se nos vaya secando la ropa.


Ahora el sendero se va elevando progresivamente en un bonito tramo que irá adquiriendo bastante altura hasta llevarnos a la parte superior del estrecho de Chillapájaros.


Ahora estamos en el punto más alto sobre el estrecho. Podemos ver en la roca los ojos de los balcones que hay en el túnel y que se asoman al fondo del estrecho.


Avanzamos y enseguida vemos la presa de Cirat. Los grupos de multiaventura finalizan aquí su recorrido, no muy largo por cierto.


Dos piragüistas palean en sus aguas.



Bajaremos un poco hasta salir a una amplia pista por la que caminaremos cómodamente.


Ya vemos Montanejos en el fondo del valle, aunque aún nos queda un rato para llegar hasta allí.

Un vistazo atrá nos permite contemplar lo que hemos andado.
El Morrón y su silueta peculiar enfrente.


También vemos la cima de Santa Bárbara de Pina.


Caminamos hacia nuestro tercer objetivo: la Copa. A nuestra izquierda lo tenemos.


Encontraremos unas palas que nos indican el desvío hacia la Copa. Este tramo coincide con el GR-7. Nos queda una buena subida hasta la Copa.


Vamos subiendo con algo más de esfuerzo. Nuestras piernas van acusando los kilómetros y el desnivel.

Llegamos al collado del Plano Gimeno. Aquí dejamos el GR que sigue a la izquierda. Nosotros giramos a la derecha hacia la cima de la Copa (los Tres Pinitos).


El sendero hacia la Copa es también muy agradable ya que transcurre por una bonita pinada.


Desde ella podemos ver el Campo de tiro de Montanejos.


Y por fin, la ausencia de nubes nos permite ver el Penyagolosa en su totalidad.


En la pequeña explanada de la Copa, encontramos esta pala que nos desvía hacia el mirador.


Mirador de la Copa (843 msnm).


Y ésta es la foto en el tercer y último objetivo del día.


Montanejos, desde la Copa, parece haber resbalado desde la ladera hasta asentarse en el valle.

El paraje de la Fuente de los Baños desde la Copa.



Volvemos hasta el poste y empezamos a bajar de la Copa.


Pasamos junto a la fuente de los Tres Hermanos, que lleva más agua de lo habitual.


Y nos encontramos esta belleza que nos obliga a detenernos. 
Cascabeles naturales cuyo sonido es tan sutil que no todo el mundo puede sentirlo.Si alguna vez las encontráis en vuestro camino, deteneos un momento e intentad escuchar su tintineo. Si sois capaces de oírlo, seréis capaces de escuchar muchas más cosas que hasta ahora no habíais escuchado.


Seguimos descendiendo ahora a buen ritmo.


Salimos a la pista y seguimos a la izquierda.


Salimos poco después a la carretera de Zucaina CV-195 y seguimos a la derecha unos cien metros.


Giramos a la izquierda y bajamos a la Cerrada. Aquí echamos un trago de agua. Vale la pena.


Un camino entre huertos nos bajará al cauce del Mijares.


Una pareja de rojísimas amapolas parece mirarnos diciéndonos que son inseparables y juntas vivirán hasta el final. Nos damos por enterados de su mensaje y continuamos deslumbrados aún por el intenso color rojo.



Rafa también ha encontrado otro ser vivo. En este caso una culebrilla que en un principio confundió con un palo (foto de Emilio Romero)..


El camino sale justo enfrente de este puente que cruza el cauce del Mijares.


El río está tranquilo, sereno, ajeno al ruido y alboroto que le espera este verano. 
Sus aguas aquí bajan más tranquilas que kilómetros más arriba y discurren lentas y parsimoniosas hacia su final, cuando el mar las absorba.



La quietud y la calma de hoy contrasta con la algarabía y el movimiento que esta zona tiene en verano. A mí, particularmente, me gusta más así.


Tras cruzar el puente, seguimos a la izquierda por el camino cementado.


Giramos para subir a la carretera. Pasaremos por la puerta del aparcamiento del balneario de Montanejos.


Salimos a la carretera. Cruzamos.



Y llegamos de nuevo a la Plaza de España. Punto final de esta extraordinaria ruta.
Ahora toca recuperar las fuerzas.



Para recuperar fuerzas elegimos en esta ocasión el Asador Gil, donde disfrutamos de carne a la brasa.



Por supuesto, acabamos la comida con un buen cremaet que puso el toque a la estupenda comida.


La ruta en el mapa.




La ruta en Wikiloc.


Powered by Wikiloc


Película.



10 comentarios:

  1. Hola Emilio.

    Pues muy completo el recorrido, a mi que me encanta el bosque, esos tramos de pinar me han gustado especialmente, aunque las vistas hacia el estrecho de Chillapájaros y el barranco de la Maimona, son de las que quitan el hipo.

    Esta zona, es la más cercana a Zaragoza, el invierno pasado anduvimos cerca, por la zona de Mora de Rubielos, así que me guardo el track para una futura visita, eso si, yo sin chubasquero :)

    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Eduardo! Es una gran ruta. De gran valor paisajístico y con una buena dureza, de esas que te gusta hacer para acabar cansado. Las vistas durante todo el recorrido son impresionantes. Mora de Rubielos está a un paso de Montanejos. En verano, cuando estamos aquí, nos acercamos muchas veces a las tienda de ropa deportiva y de montaña de Mora. En apenas cuarenta minutos nos plantamos allí. O sea, ya sabes, un poquito más y a Montanejos.
      Un saludo.

      Eliminar
  2. ¡Hola Emilio!

    Como no podía ser de otra forma, tu clásica 3 en 1, siempre es una gozada recorrer este itinerario y unir estos tres puntos clave de Montanejos.

    Me alegra ver que han arreglado el sendero del Morrón, la última vez que lo hice me tocó buscarme la vida para poder sortear los pinos caídos y los tramos descompuestos, habrá que volver a darle caña, que es uno de los senderos de Montanejos que más me gusta.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, David! Sí, esta es, tal vez, mis ruta favorita de Montanejos. Ya la conoces, algo durilla pero maravillosa. Ahora es más completa que la primera vez qaue la hice porque es completamente circular gracias a la senda que baja de los Castillejos al Colladillo y la que baja del Morrón por la vertiente norte que hace que no tengamos que hacer ida y vuelta en esas cimas. Se pierde desnivel positivo, pero se hace algún kilómetro más. Así queda más redonda.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Hola Emilio, vaya rutón por tierras que bien conoces. Y pensar que yo he hecho el Morrón un par de veces y ya me pareció durillo (divertido también) ... no me imagino,bueno sí después de haberte leído, lo que es hacerte ese tres X uno. Una maravilla de ruta bien ambientada con preciosas vistas y esas florecillas que dan fe de lo que está siendo esta primavera. Y menos mal que os respetó el tiempo ... Apuntada queda y track guardado.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Paco! Es una ruta extraordinaria en todos los sentidos y no es sólo por amor a Montanejos. Es una ruta de gran calidad y dureza que no defraudará al que la realice. El disfrute y el cansancio están asegurados.
      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Magnífica ruta la programada por tí, que si bien es algo dura y larga, resulta apasionante por sus bellos paisajes , no quedando ni un sólo rincón que te defraude. Eso sí, hay que estar con un estado físico ligeramente algo más que aceptable. Un placer caminar por esta geografía llena de encantos. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Emilio! Algo cañera la ruta que parece que ya nos van viniendo grandes, pero que aún podemos con ellas con voluntad y alegría como lo hemos demostrado claramente. A seguir así.
      Un abrazo y hasta el sábado.

      Eliminar
  5. Hola Emilio...
    Sin duda,completísima ruta por Montanejos.
    En la entrada anterior,nos mostrabas Los Castillejos y esas espectaculares vistas sobre el Estrecho de Chillapájaros,pero con la inclusión del Morrón y La Copa,has bordado un rutón,que me apunto para la próxima temporada.
    Montanejos,como sabes,lo tengo poco visitado,pero se a quien y donde consultar,para cualquier incursión que haga por allí...jejeje.
    Muchas ganas le tengo a esa subida al Morrón,que no conozco y tampoco Los Castillejos,aunque si La Copa.
    Recuerdo el paso por el aliviadero,y con chubasquero,te mojas,pero es muy divertido...jajaja.
    Con ese final gastronómico,podíais haber hecho algún kilómetro mas...jajaja

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Juane! Tal vez sea ésta una de las más completas que se pueden hacer en Montanejos (hay otra más larga y completa). Tiene alicientes más que suficientes para desplazarse un día por aquí y hacerla. Por supuesto, que cualquier ruta que desees hacer, no sólo puedes consultarme, sino que además te puedo acompañar de buen grado como hemos hecho en otras ocasiones. A tu disposición.
      Un abrazo.

      Eliminar