Aprovechando la festividad del 1 de mayo y las ganas que tenía de caminar, decidí repetir un SL de Torrent que había hecho hace años y que me haría matar el gusanillo senderista. Se trata de una ruta sencilla y llana que nos lleva desde Torrent hasta la pedanía del Mas del Jutge por el SL-CV 123. El recorrido no tiene pérdida y está bien marcado con postes señalizadores. Contiene ligeras variaciones respecto al originario y dadas las lluvias de Semana Santa, lo vamos a ver con agua en muchas zonas que en ocasiones normales no lleva.
El sendero es lineal, con lo cual, volveremos por el mismo camino de ida, salvo un tramo que añadiremos con un ramal que pasa por los restos del puente romano de la Masía del Juez, que yo no he logrado ver, únicamente el panel en el que lo explica.
El inicio del sendero se encuentra junto a una gasolinera que hay en la C/ San Luis Beltrán.
Toda la calle está en obras en estos momentos y éste es el aspecto que presenta el inicio de la ruta.
Decir que estas obras no impiden iniciar el sendero.
Detrás de la gasolinera encontramos el panel explicativo del sendero.
Nos entretenemos un momento en leerlo. La vez anterior no la empecé desde aquí.
Prácticamente todo el sendero transcurre paralelo al barranco de la Horteta y algún tramo por su interior. Lo llevaremos a la derecha. En la otra parte vemos el puente de la carretera que lleva a la Masía del Juez desde Torrent.
Seguimos por la calle San Luís Beltrán, que es bastante larga.
Y vemos a la derecha el lecho del barranco. En la otra parte vemos algunas naves del Polígono industrial de la Masía del Juez.
En esta bifurcación seguimos por la derecha, que sigue siendo San Luís Beltrán.
El tramo urbano es el más prosaico del recorrido.
Poco después de la bifurcación hay una pasarela que une la calle con el polígono industrial.
Nos acercamos a ella unos metros para echar un vistazo al barranco desde allí.
Y ésta es la visión del barranco desde la pasarela.
El asfalto de la calle termina y se convierte en camino de tierra. Enseguida pasa por debajo del puente azul. No os digo el porqué se llama así. A ver si lo adivináis.
A partir de aquí, comienza el sendero propiamente dicho. Un sendero bastante definido y más transitado de lo que pensaba. He encontrado gente paseando y sobre todo ciclistas, ya que coincide con una ruta de btt.
Hacia el oeste, entre nubes, vemos parte de la sierra Perenxisa, en concreto la zona de Calicanto.
Pasamos enseguida por la mina de la fuente del Xorro, antiguo canal de la red hidrúlica de Torrent.
Seguimos por la senda, bien definida y que nos lleva sin pérdida alguna.
Las espigas silvestres tiene ahora un marcado color verde. En poco tiempo amarillearán dando a entender que el verano ha llegado.
Continuamos por este pequeño acueducto.
Y encontramos charcos con agua en el lecho del barranco, aunque sin continuidad.
En este punto encontramos una de las pequeñas variantes sobre el SL original, que giraba aquí a la izquierda y daba una vuelta pequeña para subir a la parte alta del terraplén. Ahora podemos subir directamente por el camino que vemos enfrente que es el que todo el mundo utiliza ahora.
De nuevo, vistas hacia Calicanto.
A escasos metros de la pequeña variante que os acabo de explicar se encuentra esta otra, algo más evidente que la anterior. En el trazado original, el sendero transcurría por la izquierda, por la parte alta y pasaba junto a un campo de naranjos. Imagino que el dueño del terreno se quejaría y en la actualidad podemos salvar este tramo por el sendero que vemos a la derecha que rectifica en original y transcurre a un nivel más cercano al barranco. Comentar que el vallado de madera nos guía en todo momento y nos indica el camino correcto.
Éste es parte del trazado actual.
Enseguida pasamos junto a una gran tubería que cruza el canal por un aparatoso puente.
En una y otra parte del barranco encontramos casas de veraneo o incluso de vivienda habitual, puesto que esta zona está muy cercana a Torrent (urbanizaciones del Pantano, Bonestar...).
En nuestro paseo encontramos la vegetación típica de los barrancos mediterráneos: adelfas, cañas, chopos, espárragos silvestres,eneas, zarzas, hiedras, mirtos, sargas, acantos, esparto, tarays... Y también encontramos multitud de florecillas que ponen colorido, armonía, sencillez, belleza, serenidad... También nos gusta detenernos en ellas y disfrutar de su encanto. Abajo unos ejemplos.
En nuestro paseo encontramos la vegetación típica de los barrancos mediterráneos: adelfas, cañas, chopos, espárragos silvestres,eneas, zarzas, hiedras, mirtos, sargas, acantos, esparto, tarays... Y también encontramos multitud de florecillas que ponen colorido, armonía, sencillez, belleza, serenidad... También nos gusta detenernos en ellas y disfrutar de su encanto. Abajo unos ejemplos.
Procuramos disfrutar de todo lo que encontramos a nuestro paso. Caminar nos proporciona muchas satisfacciones y nos gusta admirar todo aquello que la naturaleza produce y nos causa emoción, desde la más pequeña florecilla hasta el más minúsculo insecto que podamos encontrar.
Seguimos encontrando tramos con agua pero sin corriente contínua.
Cruzaremos este puente sobre el barranco de las Cañas, que en este punto desemboca en el de la Horteta.
En este punto se encuentran restos de lo que fue un acueducto.
Este panel nos informa de este hecho y nos cuenta la historia.
Un nuevo poste señalizador en el que podemos enlazar con el SL-CV 159.
Un nuevo poste señalizador en el que podemos enlazar con el SL-CV 159.
Muy cerquita del barranco de las Cañas tenemos el azud del Pantano, zona que antiguamente fue punto de baño para los torrentinos. Hoy en día únicamente queda el recuerdo de este hecho en la memoria de los mayores.
Junto al azud encontramos otro de los diversos paneles que encontramos a lo largo del sendero cuya pretensión es recuperar y preservar al mismo tiempo esta herencia cultural que es el aprovechamiento al máximo del agua, tan necesaria para la supervivencia y la vida cotidiana.
También encontramos aquí la mina del pantano.
Seguimos y pasamos por la zona del azud donde se recogía el agua.
En la actualidad se ha llenado de barro y tierra y no permitiría almacenar prácticamente agua.
En la actualidad se ha llenado de barro y tierra y no permitiría almacenar prácticamente agua.
Preciosa la flor de este cardo. Encontramos la belleza hasta en elementos que en principio no parecen capaces de producirla.
Las cañas son muy abundantes en todo el recorrido poblando muchos tramos del mismo.
Seguimos por un camino amplio por el lecho del barranco. Pasaremos por debajo del trasvase Júcar-Turia que véis en la foto.
Y yo y mis circunstancias, con mi soledad al lado, compañera fiel e incondicional que nunca me pide nada y que no se molesta cuando la dejo de lado por estar acompañado. Me gusta ir con ella.
Marca que nos indica que seguimos un Sendero Local.
Hemos de cruzar en este punto el barranco, que lleva más agua de lo habitual. Unas piedras nos permiten cruzar sin demasiada dificultad.
Como se aprecia, el barranco lleva aquí bastante agua, cosa tampoco habitual, pero las últimas lluvias han hecho posible que el cauce recupere parte de su caudal.
Tras cruzar el cauce, seguimos por su orilla y no tardamos en llegar al segundo punto en el que habremos de vadear el barranco. Unas piedras también nos permitirán cruzarlo sin problemas.
Justo en este punto encontramos un poste direccional que nos señala un ramal que nos llevaría a donde hubo un puente romano. Nosotros desestimamos ahora este ramal que sigue a la izquierda. pero lo haremos después a la vuelta y saldremos a este punto para ya luego regresar por el mismo camino por el que vinimos.
Punto del vadeo. Las grandes piedras nos permiten cruzar fácilmente.
Tras cruzar el barranco, seguimos a la derecha y llegamos enseguida al paraje de la Fuente de San Luis. Es un paraje frondoso y muy fresco en verano. Alguna mesa como la de la foto nos permitiría comer o merendar aquí.
Un panel nos explica la historia de la fuente.
Aquí me veis en la Fuente, de la que por desgracia no manaba agua.
Fuente de San Luís.
Junto a la fuente encontramos otras palas que nos marcan el camino a seguir.
Este sendero nos sacará de este frondoso paraje.
Salimos a un camino y seguiremos ahora por caminos rurales que nos llevarán hasta la ermita de San Vicente en la Masía del Juez.
Ahora vemos Calicanto, en la sierra Perenxisa, más cerca.
Tras hacer varios recodos en el camino salimos a la carretera principal de la Masía del Juez.
Vemos también un poste que nos lo indica. Seguimos a la izquierda.
Vemos también un poste que nos lo indica. Seguimos a la izquierda.
Y ya vemos enfrente el edificio de la ermita.
Llegamos por fin a la ermita
Nos encontramos en la pedanía del Mas del Jutge como indica este mojón de piedra.
Frente a la ermita encontramos también la fuente de San Vicente Ferrer donde podremos beber para saciar la sed.
Fachada de la ermita del Mas del Jutge.
Y otra foto en la puerta de la ermita.
A la derecha de la ermita, seguimos ahora la carretera que nos bajará de nuevo al barranco.
La carretera hace una ese y nos deja junto al barranco.
También lleva agua en este punto, cosa que tampoco es muy usual.
Nos encanta ver correr el agua por los cauces que habitualmente van secos.
A nuestra izquierda vemos las palas que nos llevan al ramal del que os hablé más arriba.
Lo seguimos.
Lo seguimos.
Protegido por una barandilla de madera, transcurre paralelo al barranco.
Llegamos al punto en el que un cartel nos explica la situación de un puente romano que cruzaba el barranco en este punto.
Yo no vi ningún resto que lo indicara, tal vez por estar oculto por la exuberante vegetación que cubre el barranco.
Yo no vi ningún resto que lo indicara, tal vez por estar oculto por la exuberante vegetación que cubre el barranco.
La senda también es muy frondosa.
El barranco lleva aquí un buen caudal de agua.
Ahora ya solo nos queda regresar por donde vinimos.
El agua es un elemento importante para la existencia de multitud de seres vivos,m tanto vegetales como animales. Estos cauces, aunque sean temporales, se encuentran llenos de vida. Vimos incluso salir volando algún ave acuática que no pudimos localizar bien.
Al volver por el mismo camino, también volvemos a ver los mismos elementos pero ahora desde otro punto de vista. De nuevo, el canal Júcar-Turia.
De nuevo el azud del pantano.
El puente sobre el barranco de la Cañas.
Los restos del acueducto que aquí hubo.
La tubería que cruza el barranco.
Y ya cerca de Torrent, a nuestra derecha, el barrio de San Gregorio y el Mas de la Montañeta.
Precioso contraste del morado de esta florecilla con el verde intenso de las hojas.
El contraste enriquece.
El contraste enriquece.
Y de nuevo el Puente Azul.
Pasamos por debajo y sentíamos cómo al pasar los vehículos por él se movían las planchas que forman el suelo.
Un caracol con la casa a cuestas. Como todo en esta vida, tiene sus pros y sus contras. Por un lado, la comodidad de poder parar donde desee porque lleva su casa consigo. Por otra parte, la dificultad de tener que cargar con ella constantemente. Todo es cuestión de puntos de vista.
Entramos de nuevo en Torrent por la calle San Luís Beltrán y seguiremos por ella hasta encontrarnos de nuevo con el panel informativo que vimos a la mañana.
Y aquí terminamos el recorrido.
Resumiendo, un sencillo sendero local que se puede recorrer en una tranquila mañana en la que queramos disfrutar de la naturaleza sin desplazarnos a ningún sitio. Se puede hacer en familia ya no tiene prácticamente desnivel de subida y no presenta ninguna dificultad de seguimiento ni de ningún paso complicado, salvo los dos cruces del barranco.
La ruta en el mapa.
Resumiendo, un sencillo sendero local que se puede recorrer en una tranquila mañana en la que queramos disfrutar de la naturaleza sin desplazarnos a ningún sitio. Se puede hacer en familia ya no tiene prácticamente desnivel de subida y no presenta ninguna dificultad de seguimiento ni de ningún paso complicado, salvo los dos cruces del barranco.
La ruta en el mapa.
La ruta en Wikiloc.
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