Mi amigo Ricardo Vivó organizó para este sábado esta ruta que, aunque no era de montaña, tenía alicientes lo suficientemente interesantes para acudir. Y así lo hicimos. Nos presentamos en Viver (561 msnm), de donde parte esta ruta circular, para recorrer durante unos 15 km, los caminos que unen las poblaciones de Jérica, Benafer y volver a Viver visitando en cada una de ellas las ermitas dedicadas a San Roque, santo del que existe gran devoción en toda la zona. De ahí que practicamente en cada pueblo de la zona exista una ermita dedicada a él. Este hecho hace que esta ruta se denomine de "los San Roques".
La mayor parte del recorrido transcurre por caminos que antiguamente unían estas poblaciones y que han ido quedando en desuso debido a las nuevas redes de comunicación. Recorreremos bellos parajes. Muchos de ellos trancurren entre campos de cultivo abandonados, en otros casos todavía el labriego se dedica a trabajarlos (en algún campo vimos varear olivos para recoger aceituna), un pequeño tramo transcurre por la vía verde de Ojos negros, en cualquier caso se trata de un recorrido muy ameno y agradable de baja dificultad, apto para toda clase de personas. Únicamente encontraremos dos subidas con ligera pendiente: la subida a la ermita de San Roque de Benafer y la subida a la ermita de San Roque de Viver (686 m).En ambos casos merece la pena realizar el pequeño esfuerzo, dado que las vistas que podemos contemplar son fabulosas.
Ricardo contactó con el Ayuntamiento de Viver para conocer los datos de la ruta que pretendía realizar: Teresa-Viver por la ribera del río Palancia. Tuvo la suerte de hablar con el policía municipal Francisco Zacarías, también aficionado al senderismo, quien le recomendó no realizarla, puesto que las lluvias habidas días atrás hacían complicado un tramo de la misma. Ante esto le recomendó la de "los San Roques", que es la que finalmente realizamos. Nuestra sorpresa fue que el sábado, Francisco Zacarías se ofreció para acompañarnos , por lo cual le estamos muy agradecidos ya que íbamos a ir con un conocedor de la misma y además, nos llevó ,al llegar a Jérica, por un tramo que no está contemplado en la ruta de los San Roques y que nos hubiéramos perdido de no ser por él. Desde estas páginas agradecerle el detalle de acompañarnos y ser un guía excepcional, que estuvo pendiente en todo momento de que ningún miembro del grupo pudiera despistarse y perderse. Gracias.
Desde la plaza del Ayuntamiento de Viver comenzamos la ruta sobre las 9,15 horas. Como siempre, la foto de grupo.
Arriba de izq. a der. Rober, Miguel Ángel, Rafa, Francisco Zacarías (nuestro guía), Jaume y Enrique. Abajo Amparo, Ricardo, Concha, Amparo, Eduardo, Carmen, Emilio, Pepa, Mª José,Toni y Jordi (el benjamín del grupo). Faltan dos senderistas en la foto que no estaban en ese momento:Carmen y Vicente.
Iniciamos el recorrido buscando la bajada al río por la avenida de San Francisco.
El grupo en movimiento.
En este punto nos desviamos. Durante un trecho hasta Jérica, transitaremos por el PR 63.2.
Al poco habremos de tomar a la izquierda una pista que seguiremos durante un tramo.
Ante nosotros vemos en la distancia Jérica, nuestro primer objetivo.
Al poco, giramos a la izquierda y seguimos por este camino.
En un momento determinado hemos de estar atentos a las señales, puesto que hemos de abandonar la pista y a bajar a una senda en unos bancales inferiores abandonados.
En este punto dejamos la pista y descendemos a unos bancales.
Por la izquierda de esta senda y en la parte superior encontramos estas piteras. Parece ser que el camino antiguo iba por ahí, pero se derrumbó y en la actualidad, el paso por los bancales lo ha sustituido.
Por estos bancales abandonados sigue la senda.
Más adelante volvemos a la pista y salimos a la carretera en las proximidades de Jérica. Hemos de recorrer un pequeño tramo por ella y estar atentos puesto que hemos de bajar por unas escaleras para continuar nuestro camino junto al río.
En este punto abandonamos la carretera y bajamos unas escaleras para continuar junto al río.
En la bajada por las escaleras encontramos esta bonita caída de agua.
Salimos a este bonito paseo junto al río que nos conducirá hasta Jérica.
Fuente del Consuelo.
Paseo de las Randurías.
El Palancia, recatado y sencillo, nos acompaña en este tramo de ruta.
Jérica ante nosotros y su estandarte, la Torre mudéjar de las Campanas (1634), única de este estilo en toda la Comunidad Valenciana.
En la descripción de la ruta de los San Roques, al llegar a Jérica, callejeamos por sus estrechas y tortuosas callejuelas para subir a la ermita de San Roque, pero nuestro excepcional guía nos iba a llevar por un tramo que no figura en ese itinerario y que a la postre sería el tramo más vistoso del recorrido. Es un camino alrededor de Jérica, por la hoz por la que el Palancia rodea esta población.
El grupo llegando a Jérica. En lugar de entrar al pueblo, un camino a la derecha nos conduce a la hoz que forma el río. Seguiremos por ella hasta dar la vuelta prácticamente a la población y entrar por la otra parte.
Entrada a la hoz del río. En las paredes de ambos lados existen rutas de escalada.
Una acequia recorre el margen izquierdo del río.
El recorrido te permite parar en varias zonas y recrearte contemplando el lugar.
Bonita pinada.
En algún tramo el río se vuelve juguetón y da saltos entre las piedras.
Ya cercanos a Jérica nos encontramos con una de las dos torres que formaban parte del sistema defensivo del castillo (Torre de la Muela).
Limpias y cristalinas aguas del Palancia forman aquí este espejo que refleja la montaña.
Por este sólido puente se entra en Jérica.
Ahora callejearíamos por las calles de este pintoresco pueblo para subir hasta la ermita de San Roque, en la base mismo de la Torre de las Campanas.
El grupo subiendo hacia la ermita.
Detalle de dos preciosas callejuelas por las que se accede a la ermita.
Altar dedicado a San Roque y puerta de San Roque en la antigua muralla que da acceso a la plaza donde se encuentra la ermita.
Ábside gótico de la ermita, que se construyó sobre la antigua mezquita. En la foto de la derecha vemos a la ermita integrada en la alcazaba.
Torre mudéjar de las Campanas. Imagen típica de la localidad dado que es visible desde lejos debido a lo alto de su situación.
Desde la base de la Torre de las Campanas podíamos contemplar el valle del Palancia y Viver, nuestro punto de partida.
Como todo en esta vida, también llegó la hora del almuerzo. En la foto cada uno a su tarea.
Bien almorzados emprendimos el camino. Bajamos en busca de la ruta verde de Ojos Negros en dirección a Caudiel.
En este punto tomamos la ruta verde durante un tramo de unos 2 km aproximadamente, antes de desviarnos hacia Benafer.
En este tramo cruzamos tres túneles. El segundo de ellos es el más largo (no llegará al km), está iluminado y tiene filtraciones en el techo.
Segundo túnel que atravesamos, el más largo de los tres.
El camino es agradable y fácil de caminar.
A nuestra derecha contemplamos la Sierra de Espadán, enigmática y serena.
El camino sigue hasta una zona de descanso con mesas: el área de Novales, a 1,6 km de Jérica.
al poco de pasar este área de descanso, hemos de estar atentos y tomar un camino que sale a la izquierda hacia Benafer.
El grupo transitando por la pinada.
El agua de estos días ha hecho aflorar setas y hongos, de los que encontramos bastante ejemplares en esta pinada, como esta "madre y su hija" de la foto.
En poco tiempo el camino nos saca a la carretera. Cruzamos con precaución y bajamos por un terraplén que nos lleva al área recreativa de los Nogales.
Aquí podemos ver la carretera. En el fondo Benafer.
Bajamos con precaución por el terraplén.
Nos encontramos en el área recreativa de los Nogales, donde encontramos la Fuente de los Nogales, de fresca agua.
Fuente de los Nogales, reconstruida en 1949.
Área recreativa de los Nogales.
Benafer ante nuestros ojos.
Entramos en Benafer tras un corto camino. Hemos de cruzar el pueblo para ir a la ermita de San Roque, ya que ésta se encuentra fuera de la población, aunque no muy lejos.
Cruzamos el pueblo en busca de la ermita de San Roque.
Enseguida encontramos la sinuosa subida a la ermita, que requerirá un pequeño esfuerzo.
En lo alto de la ermita tomamos un respiro y descansamos un poco, deleitándonos con las vistas que se contemplan desde este pequeño otero.
Desde aquí vemos la cercana población de Caudiel.
De nuevo sobre nuestros pasos, volvemos a cruzar Benafer, pero ahora camino de vuelta a Viver. Salimos por la Plaza Mayor, pasamos por la Plaza de la Iglesia y bajamos por una pendiente que nos deja en el puente sobre el barranco de La Rocha y siguiendo por esta carretera nos dirigimos a Viver.
Plaza Mayor de Benafer.
Carretera hacia Viver.
Antes de llegar a Viver nos encontramos en un punto, un desvío señalizado que indica "Monte de San Roque". En este monte (686 m) se encuentra la ermita del mismo nombre y un punto geodésico de tercer orden.
Este es el desvío que nos conduce ,en subida, a la ermita de San Roque.
El grupo subiendo hacia el monte.
Fachada de la ermita de San Roque. Está rodeada de un amplio espacio de descanso.
A unos 100 m. de la ermita encontramos el punto geodésico.
Desde San Roque las panorámicas son fabulosas.Al este la Sierra de Espadán, donde apreciamos La Rápita y Espadán. Al Norte el Alto de Las Palomas. Al Oeste los Montes del Ragudo. Al sudoeste destaca Peñascabia y la más alejada Sierra del Toro. Más alejada, hacia el sudeste, vemos la Sierra Calderona. , por supuesto, los pueblos por los que ha discurrido nuestra ruta: Jérica y Benafer, también vemos Caudiel y Viver a nuestros pies.
Desde San Roque vemos Espadán, con La Rápita y Espedán destacando con sus siluetas.
Vista de Jérica desde el monte San Roque.
Hacia el norte podemos ver Benafer, más cercano a la derecha, y Caudiel más lejano, detrás.
Viver a nuestros pies.
Para bajar podemos volver por la pista de subida, o bien por un camino más directo (el camino antiguo a pie) que es el que tomamos, ya que nos permitirá contemplar restos de trincheras rehabilitadas de la conocida como línea XYZ de la guerra civil española.
Senda de bajada a Viver.
La senda baja haciendo eses en pronunciado descenso hasta la antigua carretera nacional. Podemos pasar con precaución o utilizar un cercano paso subterráneo que la cruza para entrar de nuevo en Viver. Callejearemos un poco hasta llegar de nuevo al centro del pueblo, punto de inico de esta bonita ruta.
De camino veremos gran cantidad de fuentes y escucharemos en cada esquina el rumor del correr del agua, que llena todos los rincones del pueblo. No en vano se la denomina "Viver de las aguas" por las casi cincuenta fuentes de su término municipal. Ahora veréis alguna de ellas.
Fuente de la Teja.
Otra fresca fuente con el escudo de Viver.
Y como suele ser habitual en nuestras salidas, al final de la ruta solemos recuperar fuerzas comiendo en algún restaurante del lugar. La gastronomía también es importante. En este caso dimos cuenta de un delicioso "arròs de senyoret" y un "rossejat de fideus" , acompañado de unos postres caseros exquisitos. Y en este buen ambiente terminamos otra bonita ruta. Agradecer de nuevo a Francisco Zacarías el habernos acompañado y emplazarle para que lo haga en próximas rutas por la zona.
Comiendo en buena armonía para terminar la jornada.
En resumen: bonita ruta para disfrutar y pasar un día sin excesivo esfuerzo físico. El recorrido aproximado fue de poco más o menos 15 km. La duración total fue de unas 5 horas, teniendo en cuenta las paradas a almorzar, descansar, hacer fotos... y que el paso no fue excesivamente rápido. Dificultad de la ruta: baja.
Todas las fotos.
Película de la ruta.
Hola Emilio
ResponderEliminarComo siempre una gran crónica de una ruta bonita a la vez que cultural, con un muy buen reportaje de fotos y con un grupo grande de gente compartiendo ruta, que mas se puede pedir??
Ahh!! claro la comida de rigor para celebrar el día jajaja...
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
Hola Emilio.
ResponderEliminarDá gusto entrar en tu blog y ver a un gran número de "amigos" compartiendo y viviendo una pasión juntos.
¡¡Caminar éstos caminos de Dios!!
Además, es maravilloso ver como terminais con una comida.
Transmitis una gran amistad.
Un beso a todos, que sois un montón!!!
Preciosa ruta, Emilio. Tu reportaje es espléndido, mostrándonos las bellezas de esas entrañables poblaciones de mi comarca. Veo que formasteis un buen grupo, con ese colofón delicioso de la comida.
ResponderEliminarUn abrazo,
Luis.
Amigo Emilio, qué crónica tan precisa y bien detallada de esta ruta tan bonita que realizamos el pasado sábado en Viver, acompañada, como siempre, de unas fotografías que ilustran a la perfección la descripción del recorrido. Como siempre, lo más importante, y así ocurrió, con la mejor compañía, los "asiduos" y algunos más. Bien que echamos en falta a nuestros queridos Juanjo Carrasco (Caminatasalas8), que no pudo asistir por motivos de urgencia; Emilio Romero, que no lo hizo por motivos de precaución, pues tenía el marathon de Valencia al día siguiente; y Luis Miquel, por motivos familiares. Felicidades Emilio porque este blog cada día es mejor. Un abrazo y hasta el día 10 en Serra.
ResponderEliminar@Jose
ResponderEliminar¡Hola José!La verdad es que las rutas como ésta son magníficas porque incluyen todos los ingredientes para serlo:amigos y armonía.Si además tenemos buen día, buena ruta y buena comida pues ya es el colmo.
Un abrazo.
¡Hola Toñi!. Efectivamente solemos juntarnos bastantes personas en nuestras rutas. Nos gusta compartir con la gente nuestra afición.La armonía es importante. Si además acompaña la ruta y el tiempo pues mejor que mejor.
ResponderEliminarUn beso.
¡Hola Luis!
ResponderEliminarEfectivamente fue una bonita ruta por tu comarca que tú conoces tan bien. Además nos guió Francisco, natural de Benafer y vecino de Viver que también es conocedor de la zona. Con estos ingredientes y una buena comida ya tenemos un sábado fabuloso.
Un abrazo.
¡Hola Ricardo!
ResponderEliminarFue otra bonita ruta compartida y aún nos esperan más. Gracias por las fotos que me has mandado. Como bien dices nos vemos en la Calderona el día 10.
Un abrazo.
Por fin has visitado la torre Mudejar de Jérica Emilio jejeje. Recuerdo cuando este verano colgué una entrada sobre ella y me comentaste que querías verla. Muy bonitas tanto la torre como las ermitas y el castillo de Jérica así como el entorno del río. Aunque veo que con esta ruta habéis disfrutado de lo lindo tanto con la naturaleza como con los monumentos y restos históricos de estas poblaciones. Saludos
ResponderEliminar@trotasendas
ResponderEliminarPues sí, Jósé Ramón,ya he visitado la torre de Jérica.Y mira que pasado veces por Jérica para ir a Montanejos (más de 20 años seguidos) y nunca había parado para ver la torre.La veíamos desde la carretera. Pero todo llega en esta vida y el sábado fue la hora de Jérica. Tampoco había hecho ninguna ruta por la zona. Disfrutamos mucho con la ruta. A veces la geografia humana también es interesante.
Un saludo.
¡Hola Emilio!
ResponderEliminarUna ruta interesante , tanto por los elementos culturales que la integran, como por el agua que la acompaña en sus diversos tramos. Así, también parece que han sido importantes ejes de comunicación entre los pueblos en otros tiempos.
Un saludo.
Hola Emilio, curiosa la ruta de los San Roques, jejeje. San Roque también es el patrón de Briviesca, así que me ha gustado doblemente la ruta.
ResponderEliminarLa importancia de ir con alguien de la zona que lo conozca hace que se descubran variantes que de otra forma pasarían desapercibidas.
Un abrazo
Hola Emilio.Bonita ruta por lo que se desprende de tus comentarios y de las fotos.Desde luego,solo el pueblo de Jérica ya vale una tranquila visita por sus calles.Es muy bonito,pero además caminar por el Palancia,tanto el río,como esa bonita comarca es toda una delicia.
ResponderEliminarUn abrazo.
@Fernando J. Feliu
ResponderEliminar¡Hola Fernando!. La verdad es que también se disfruta al recorrer paisajes más humanizados que las montañas. Son otras sensaciones diferentes pero también agradables.A los que nos interesa el pasado, disfrutamos también conociendo estas rutas más culturales y si es en buena compañía, mejor.
Un abrazo.
@Abilio
ResponderEliminar¡Hola Abi!. Por lo visto San Roque es un Santo de lo más extendido. Se ve que predicó por todas partes.Seguramente su culto se extendió en la Edad Media cuando las epidemias de peste diezmaban a la población. San Roque intercedía en estos casos. Seguramente por ello está tan extendido su culto.
En cuanto al guía local viene bien generalmente ya que te puede mostrar lugares menos conocidos o transitados.
Un abrazo.
@Jos� Lu�s Asensi
ResponderEliminar¡Hola José Luis!. Sí, la ruta se disfruta, aunque tiene tramos urbanos, en muchos otros caminas por el campo que también es agradable. Jérica, como bien dices, merece un paseo más sosegado por su casco urbano, porque tiene rincones verdaderamente preciosos.
Un abrazo.
HOla Emilio, soy Jesús Monleón, concejal de Medio Ambiente de Jérica, gracias por este magnífico y detallado reportaje, cuando vengáis por la zona me avisas con tiempo a ver si os puedo acompañar, te darán el teléfono en el Ayuntamiento. Un saludo.
ResponderEliminar¡Hola Jesús! Gracias por el comentario. Me alegro que te haya gustado el reportaje. Cuando volvamos por allí te avisaremos, no te preocupes.
EliminarUn saludo.