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martes, 7 de junio de 2022

VÍA VERDE DE OJOS NEGROS: CAUDIEL-JÉRICA (4/6/2022)

 Esta semana nos trasladamos hasta Caudiel para realizar un tramo de la Vía Verde de Ojos Negros. A primera vista, para muchos senderistas, puede parecer una ruta monótona, anodina, facilona... pero como decía Melquíades, en "Cien años de soledad" (Gabriel García Márquez):"Las cosas tienen vida propia, todo es cuestión de despertarles el ánima.” Eso intentamos hacer, despertar el ánima a todo lo que vemos y encontramos en el camino, fijándonos en todos los detalles hasta los más pequeños e ir descubriendo esa vida propia que tienen todas las cosas, despertando en ellas su ánima.

Se trata de un entretenido tramo de la Vía Verde De Ojos Negros, la más larga de España con una longitud de 167,5 km. Esta vía verde transcurre por el trazado del antiguo tren minero que desde Ojos Negros llevaba el mineral de carbón hasta Sagunto para, en un primer momento, su exportación y, al poco tiempo, para abastecer los Altos Hornos de Sagunto creados en 1917. Estuvo en funcionamiento entre los años 1907 y 1972 (interrumpido durante el periodo que va de 1932 hasta 1941). A partir del año 2002 se empieza a recuperar el trazado para adaptarlo como vía verde. Podemos dividir el trazado en dos partes. Por un lado, el tramo turolense que iría desde Santa Eulalia hasta Barracas, con un total de 92 km. Y el tramo que recorre la comarca del Alto Palancia entre Barracas y Albalat dels Tarongers, con una longitud total de 75,5 km. La ruta presentada se corresponde con el tramo entre las localidades de Caudiel y Jérica (Alto Palancia) de algo más de seis km que haremos de ida y vuelta.

A primeras horas de lo que parece que va a ser un cálido día, nos recibe la aún dormida Caudiel.


Y nos plantamos en nuestro punto de inicio de la ruta: el lavadero del Puente.
La vía verde pasa por aquí y la tomaremos en este punto para ir a Jérica.


Justo en el punto de inicio de la ruta, fotografiamos este puente sobre el barranco de Juésar.


 También al inicio encontramos una de las cuatro áreas recreativas que encontraremos en los seis kilómetros que vamos a recorrer hasta Jérica.


Aprovechamos una de las mesas del área recreativa para apoyar las cámaras y hacernos la foto de inicio. De izq. a der. Ricardo, servidor, Rafa, y Emilio Romero.


Y tras la foto, iniciamos el sencillo y tranquilo recorrido que nos llevará hasta Jérica.


Y apenas iniciamos el camino, ya empezamos a fijarnos en esas pequeñas cosas que tienen su vida propia y que nos gusta disfrutar. El blanco inmaculado de estas correhuelas destaca entre el intenso verde de las hojas.


Varios puentes atraviesan la vía. Éste es el primero con que nos encontramos.


Silencio, paz, frescor...acompañan nuestro caminar.


Y las campanillas que nos acompañan a lo largo de todo el recorrido ponen belleza y armonía que nos gusta apreciar.


Junto a la vía, algunos campos de nogales, con los frutos aún verdes.


Algún reguero de agua escapada de alguna acequía crea este pequeño arroyo.


El buen compañerismo consiste muchas veces en callar, en respetar el laconismo del otro, en comprender que eso es lo que el otro necesita en esa precisa y oscura jornada, y entonces arroparlo con nuestro silencio, o dejar que él nos arrope con el suyo. (Mario Benedetti, "Primavera con una esquina rota.") Foto de Ricardo Vivó


Algunos tramos están flanqueados de una exhaustiva vegetación que nos proporciona frescor.


En esta zona podemos observar las consecuencias de un conato de incendio que parece que no fue a mayores, por suerte.


Ésta es la segunda área recreativa que encontramos. Pero evidentemente no estamos cansados.


En otros tramos el horizonte se abre y el azul del cielo y el verde del suelo son los colores predominantes que dan colorido a la ruta.


A nuestra izquierda, como difuminada por la neblina, se nos muestra la sierra de Espadán. Concretamente, en el centro de la foto, su máxima altura, el pico de la Rápita.


Campos de cultivo en ambas orillas de la vía conforman el paisaje del que vamos disfrutando.
En la foto un ordenado y trabajado campo de olivos.

Los olivos grises,
los caminos blancos.
El sol ha sorbido
la color del campo; 
y hasta tu recuerdo
me lo va secando
este alma de polvo
de los días malos.

                          Antonio Machado


Un topillo muerto en medio del camino es asaltado por las hormigas.


Un fabuloso horizonte ante nosotros.

!Aire! ¡más luz, una planicie verde
y un horizonte azul que la limite,
sombra para llorar cuando recuerde,
cielo para creer cuando medite!

                       Manuel Gutierrez Nájera


La Calderona también nos reclama su protagonismo. También velada por la niebla, nos deja entrever el pico del Águila.


La sierra de Espadán  envuelta en una neblina que le da tonos grisáceos y la difumina.


El amarillo chillón del abrótano hembra o manzanilla borde es un reclamo para los insectos y para nosotros, que no dudamos fotografiar. Es otra de esas pequeñas cosas con vida propia de las que nos gusta disfrutar. 


Estos conejitos o boca de dragón como comúnmente se les conoce, les encanta a los niños cuando hacemos que sus "fauces" se abran. (foto de Ricardo Vivó)


En lo alto de un talud, junto a la vía, encontramos apilados una gran cantidad de traviesas de las vías retiradas. Y no podía faltar una de las habituales gansadas de Rafa.


Y más pequeñas cosas que hacen que nuestro sencillo caminar se convierta en toda una maravillosa experiencia: escabiosa o viuda morada.

Santa florecita, celestial renuevo,
que hiciste mi alma una primavera,
y cuyo perfume para siempre llevo:
¿cuándo en mi camino te hallaré de nuevo?

                                                       Amado Nervo


El morado azulado o azul morado de la achicoria silvestre también resalta de manera especial entre las diferentes tonalidades de verde. Si nos damos cuenta, hay mil y un detalles en los que fijarse y detenerse que hacen de la ruta, por sencilla que sea, toda una experiencia para nuestros sentidos que la convierten en una ruta espléndida que vale la pena disfrutar.


Y mi sombra, compañera fiel de todos mis caminos que me sigue allá donde voy.
"Andar sin sombra da vértigo." ("La reina de las nieves", Carmen Martín Gaite)


Otro puente que cruza la vía verde y por debajo del cual pasaremos con nuestro caminar cómodo, tranquilo, sereno, reflexivo...


Preciosa alineación de pinos junto al camino. Camino agradable, precioso...

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas! ...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—.

                              Antonio Machado



Área recreativa Los Novales.


Encontramos algún tramo encajonado como el de la foto.


Cruzamos el viaducto del Cascajar que salva el barranco del mismo nombre.


A nuestra derecha, un puente de la vía de Renfe que transcurre prácticamente paralela a la vía verde.


Éste es el primero de los tres túneles que atravesaremos.


Y éste es el segundo y más largo de todos, con una longitud aproximada de unos setecientos metros.
Se encuentra iluminado por lo que no es necesario llevar linterna. En algunos puntos nos podemos mojar por el agua de goteras.


Éste es el interior del túnel. Aunque parece verse la luz al final del túnel, no siempre somos capaces de verla y el túnel se nos hace muy largo.


El tercer túnel es también muy corto.


Apenas salimos del túnel, nos encontramos con el paso de un convoy de cercanías de Renfe, cuya vía comenté anteriormente que transcurre paralela a la vía verde.


Encontramos un granado que nos muestra con orgullo sus bellas flores de ese color rojo tan intenso y particular que tiene.


Antes de entrar en Jérica encontramos la cuarta área recreativa del trayecto.


Y ya tenemos a la vista Jérica, con su emblemática torre Mudéjar y la Torreta, encaramada en la colina dominando la población.


Para entrar en Jérica, atravesamos la N-234 por debajo de este puente.


Y entramos triunfalmente en Jérica por la Av. de la Constitución.


Y aquí, en la Plaza Germán Monleón, termina nuestro trayecto, aunque volveremos a Caudiel sobre nuestros pasos. Pero antes pararemos en el "área recreativa" que hemos encontrado aquí. Toca almorzar un poco.


Hay sed y caerán las cervezas. (foto de Emilio Romero)

¡Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.

                                                    Pablo Neruda 

Y eso hacemos, reponer fuerzas, que aunque hoy no hayamos gastado demasiadas, siempre es bueno recuperar lo perdido.


Y rematamos con algo de gasolina para la vuelta.


Tras el almuerzo, toca rehacer el camino que nos devolverá a Caudiel.


Ahora recorreremos la vía verde en el sentido contrario al de la mañana que nos hará ver las cosas desde otra perspectiva, lo que redunda en el hecho de que nos parezca estar realizando otro tramo diferente.


A nuestra izquierda vemos la localidad de Viver. A la ida nos quedaba a nuestras espaldas.


El plácido camino sigue siendo el mismo, si acaso hemos notado ahora a la vuelta algo más de calor.


"Caminando hacia la luz"


Margarita...¿a quién me encomiendo para preguntar si me quieres o no me quieres?


El camino transcurre en amena conversación. La bondad de la ruta favorece un intercambio de sentires y pareceres que echábamos de menos.


Atracción fatal. 
Esta abejita se queda prendada del la flor del diente de león. Su atractivo la lleva a caer en sus redes.

Prisionera de la flor,
la abeja sabe libar
en su cárcel de azahar.

                         Luis Llorens Torres

De las campanillas nos llega un leve tintineo que la ligera brisa produce al moverlas. Pero hemos de saber escucharlas. Son otro de esos detalles de cosas que tienen vida propia de las que queremos despertar su ánima.


Ahora, en la vuelta, la sierra de Espadán queda a nuestra derecha. Tal vez ahora la vemos algo más nítidamente que a la mañana.


Las sencillas y blancas correhuelas nos saludan a nuestro paso.


Y la lagartija toma energía del sol, lo que nos permite sacarle este retrato.


Preciosas las flores de lino blanco, puras, sencillas, leves, mudas...

Entre las hierbas alguna humilde flor ha nacido,
azul o blanca. ¡Belleza del campo apenas florido,
y mística primavera!

                                                  Antonio Machado


                                                                    (foto de Ricardo Vivó)
“Es curioso, pero el buen compañerismo no consiste siempre en hablar o escuchar, en contarnos las vidas y las muertes, los amores y los desamores, en narrarnos novelas que leímos hace mucho y que ahora no tenemos a mano, en discutir sobre filosofía y sus suburbios, en sacar conclusiones de experiencias pasadas, en analizar y analizarnos ideológicamente, en intercambiar las respectivas infancias o, cuando se puede, en jugar al ajedrez. El buen compañerismo consiste muchas veces en callar, en respetar el laconismo del otro, en comprender que eso es lo que el otro necesita en esa precisa y oscura jornada, y entonces arroparlo con nuestro silencio, o dejar que él nos arrope con el suyo, pero, y este pero es fundamental, sin que ninguno de los dos lo pida ni lo exija, sino que el otro lo comprenda por sí mismo en una espontánea solidaridad.” (Mario Benedetti, “Primavera con una esquina rota”, pág. 145) 


Tal vez el tramo próximo a Caudiel sea el que tiene mayor vegetación.
Es un agradable camino cuya sombra dulcifica la temperatura.


Ya tenemos a la vista el campanario de la iglesia de San Juan Bautista de Caudiel.


Preciosas y perfectas las correhuelas mayores. Son un ejemplo más de la perfección de las creaciones de la naturaleza. 


Estamos en la primera área recreativa ya junto al inicio de la ruta. 


Y terminamos en la fuente del Puente. Aquí ponemos punto y final a nuestra sencilla pero entretenida ruta.


La fresca agua de la fuente va a aliviar el calor que ahora sí aprieta de lo lindo. (foto de Emilio Romero)

Este fin de semana se celebra tradicionalmente la "Feria de la cereza" en Caudiel. Ese fue el principal motivo de venir aquí a realizar una ruta. El ambiente era extraordinario.


Y esta cajita de cerezas fue la consecuencia de nuestra visita.

Rematamos otra sencilla ruta que como dije al principio, tal vez sea considerada por algunos como una ruta menor. Pero hacedme caso y no quedaos en lo superficial. Lo importante no es por dónde y hacia dónde caminamos. Lo fundamental es poder caminar. Si esto  no lo puedes hacer, plantearse por dónde y hacia dónde, no tiene sentido. Por eso, la edad y mi experiencia personal me ha enseñado que lo mollar es caminar, caminar por donde sea, hacia donde sea y sin importar si se trata de una ruta top o una ruta más sencilla. Caminad, eso sí, siempre. No dejéis nunca de caminar. En el camino está lo importante, en él es donde aprendemos, experimentamos y disfrutamos.


La ruta en el mapa



La ruta en Wikiloc.

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Película.


2 comentarios:

  1. Magnífica narrativa, excelente película, apoteósica sensibilidad... Es Emilio, Emilio Vera en esencia pura . Un abrazo.

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    1. ¡Hola, Emilio! Como siempre tan exagerado. Pero de todos modos, gracias por tus palabras. Lo pasamos muy bien en nuestras rutas y las crónicas con un reflejo de eso.
      Un abrazo.

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