Nos enfrentábamos en esta quinta etapa al tramo que nos llevaría desde Castanesa hasta la localidad de Aneto. Según el libro de ruta, esta etapa presenta dos opciones. Una más montañera recorriendo varias cimas por encima de los dos mil metros pasando por el Cornadelo (2434 m) y otra más sencilla que transcurre bajando a Vilaller para acceder a Aneto por el valle de Barravés. La primera no está indicada para cuando hace mal tiempo y con niebla, al ser fácil perder el camino que no está señalizado. En nuestro caso, elegimos esta opción aunque el tiempo no era el mejor posible.
El día se presentaba nuboso y unas gotas empezaban a mojar el suelo. No era el mejor augurio para la jornada de hoy, que se intuía dura.
Desde nuestra ventana de la habitación, vemos la Villa de Arriba (La Vila d'Amunt) que junto a la Villa de Abajo (Vila d'Avall) donde nos encontramos forma el núcleo urbano de Castanesa.
La nubes cubrían el cielo.
El dueño de Ca de Graus, que nos ha tratado muy bien, amablemente nos hace la imprescindible foto de grupo.
Dejamos la carretera para acceder al barrio, que nos recibe con la románica imagen de la iglesia de San Martín.
Pasamos la iglesia y nos disponemos a coger los chubasqueros. Parece que la lluvia nos quiere acompañar hoy.
Disfrutamos con los bonitos detalles que adornan muchas casas y que denotan el buen gusto de sus gentes. Me encantan estos detalles que muestran una particular sensibilidad y buen gusto.
Salimos del pueblo y cogemos un sendero que nos llevará por una vaguada hasta el Coll del Qüeso.
La vaguada nos lleva hasta el collado. Se puede subir tanto por la derecha de la vaguada como por la izquierda. En nuestro caso lo hicimos por la izquierda y pienso que por la derecha el camino hubiera sido más claro y más fácil.
La subida por la izquierda de la vaguada tiene muy pocas referencias. Subimos campo a través y muy directos con lo que empezamos a realizar un buen esfuerzo. Este pino es una buena referencia, ya que no hay otro hasta más arriba.
La subida es muy directa y nos hace parar para tomar aire. Las paradas nos sirven para disfrutar además de estos bonitos paisajes. Castanesa en el fondo.
Ya casi en el collado encontramos esta estaca que nos indica que más o menos hemos subido por donde debíamos. Sigo pensando que por la derecha hubiera resultado más fácil.
Desde aquí, continuaremos hacia nuestra izquierda hasta el Tossal o Punta de la Quasta (1929 m).
Lo haremos por este cordal.
En la base del cordal, dejamos una senda evidente que se va hacia la derecha y nosotros subimos por trazas de sendero por esta especie de canal que nos dejará arriba. Este será un segundo esfuerzo después del collado del Qüeso.
Al fondo del valle, Vilaller.
Fuerte viento y algunas gotas de lluvia nos acompañaron en la cima.
En la fotografía se aprecia parte del recorrido que aún nos queda hasta llegar al Cornadelo.
Se trata de un cresteo que va pasando por diferentes collados y sucesivas cimas (hasta cinco) que superan los dos mil metros de altitud y que van a poner a prueba nuestras fuerzas.
Panorámica de lo que nos queda.
Se trata de un cresteo que va pasando por diferentes collados y sucesivas cimas (hasta cinco) que superan los dos mil metros de altitud y que van a poner a prueba nuestras fuerzas.
Panorámica de lo que nos queda.
El Cornadelo aún aparece detrás de este macizo que vemos en la foto.
Las cimas son totalmente herbosas, con ausencia de rocas.
Las cimas son totalmente herbosas, con ausencia de rocas.
El camino no está marcado, por lo que avanzaremos unas veces por la cresta y en otras ocasiones por los laterales pero siempre siguiendo la misa dirección.
El paisaje es precioso y nos insta a hacernos fotos que nos lo recuerden el día de mañana.
El paisaje es precioso y nos insta a hacernos fotos que nos lo recuerden el día de mañana.
En este tramo de cresteo tenemos a nuestra izquierda el valle de Castanesa y por nuestra derecha el valle de Barravés.
Por el otro lado, en el valle de Barravés destaca la población de Vilaller por la que pasa la otra opción que comenté al principio de la entrada.
Fijaos lo pequeños que se ven los compañeros en la foto. Ello nos da idea de la grandiosidad de estas montañas.
Por supuesto, en cada una de ellas nos tomábamos un merecido descanso.
Y ante nosotros, la continuación del camino.
Y ante nosotros, la continuación del camino.
Por momentos nos pareció interminable.
Pero no queda más remedio que seguir hacia adelante. Tras una punta, a bajar de nuevo para volver a subir otra vez.
Tras subir una loma, pensamos que la siguiente es la definitiva, pero no era así.
Tuvimos suerte que la lluvia cesó. De haber seguido lloviendo el terreno se hubiera puesto blando y muy embarrado y nos hubiera costado mucho más avanzar.
Tuvimos suerte que la lluvia cesó. De haber seguido lloviendo el terreno se hubiera puesto blando y muy embarrado y nos hubiera costado mucho más avanzar.
Pero aunque hayamos estado en el vértice del Cornadelo, el punto más alto de la ruta de hoy está unos metros más adelante, concretamente a 2445 m. Es la punta que veis en la foto.
Bajaremos más o menos en línea recta, paralelos a la alambrada para ganado que llevamos a nuestra derecha.
Y unos metros más adelante el poste en el que enlazamos con el GR-18 que vamos a seguir a partir de ahora, descendiendo por un valle hasta otra típica cabaña de pastores en el fondo del mismo.
Vamos siguiendo las marcas blancas y rojas del GR, aunque en ocasiones las perdemos. Pero da igual porque sabemos que hemos de descender hasta la cabaña de pastores.
Por la vaguada que recorremos corre un hilo de agua que en algún tramo se remansa y podemos encontrar algún anfibio que Rafa no duda en mostrar a la cámara.
Al fondo la cabaña de la Font del Bisbe.
Aquí veis el arroyo del Forco que tanta vida alberga en sus aguas.
Aquí veis el arroyo del Forco que tanta vida alberga en sus aguas.
La pista se hace larga y da muchas vueltas. En un punto de la misma, podemos atajar por un sendero más o menos evidente que nos devuelve a la misma pista pero más abajo, ahorrándonos un buen trecho.
Apenas salimos de nuevo a la pista, vemos un riachuelo que nos va a proporcionar un buen lugar para parar a comer y descansar nuestros cansados pies en sus frescas aguas.
Aquí tenemos la salida a la pista.
Aquí tenemos la salida a la pista.
La puerta estaba cerrada. Tuvimos que saltarla.
A nuestras espaldas podemos ver la pared del dique del embalse de Llauset.
A nuestras espaldas podemos ver la pared del dique del embalse de Llauset.
Salimos a la carretera que baja de la presa de Llauset y seguiremos ahora por ella durante un tramo.
Y llegamos a esta curva apenas pasada la granja donde el GR-18 enlaza y coincide con el GR-11 que nos va a llevar hasta Aneto.
En algún punto, nos asomamos al borde para disfrutar de la altura y las excelentes vistas que se disfrutan desde la senda.sobre el valle de Barravés.
La pista sale de nuevo a la carretera. En lugar de seguir por ella, la cruzamos y bajamos por un camino que pasa por detrás de esta antena de telefonía que aunque poco evidente en algún punto, es fácil de seguir.
Y como final de etapa, nada mejor que unas cervezas para aplacar la sed.
Después nos esperaba esta coqueta habitación que nos ayudaría a reponernos de esta dura etapa.
Después nos esperaba esta coqueta habitación que nos ayudaría a reponernos de esta dura etapa.
Vistas desde nuestra ventana. Las nubes parecen cubrir el cielo. Tal vez cayera alguna gota, pero eso ya no nos importaba. Ahora venía la reconfortante ducha y el descanso.
Una riquísima sopa y...
Una riquísima sopa y...
Con esto dábamos fin a esta quinta etapa, para mí la más dura de todas; tal vez debido a la acumulación de cansancio de días atrás y las constantes subidas y bajadas en el macizo del Cornadelo, que machacaron sin piedad nuestras piernas. Aún así, disfrutamos como en las anteriores etapas de esta magnífica ruta pirenaica que nos satisfizo plenamente.
Entradas relacionadas:
La ruta en Wikiloc.
Hola Emilio: Hermosa jornada, coincido contigo que fué la más dura de todas dándole un toque de misterio y de aventura por la aparición de algo de lluvia al principio y que amenazó parte del resto del día, cosa que afortunadamente no llegó a implementarse. Satisfacción compartida y demostración palpable que a pesar de la avanzada edad de algunos de los componentes, realmente estamos en forma. Jajaja.
ResponderEliminarAhora a esperar con anhelo la crónica de la última etapa que a buen seguro nos deleitará con la descripción siempre acertada y completa de los detalles. Cómo te lo curras!. Chapeau. Un abrazo
Emilio-Ro
¡Hola, Emilio! Preciosa y dura cuarta etapa que vivimos con la incertidumbre de la lluvia, que al final nos respetó haciendo que pudiéramos realizar la ruta de manera "más fácil". Con agua hubiera sido mucho más pesada. Sólo queda una etapa. A por ella.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hola Emilio.
ResponderEliminarTanto en la anterior entrada como en esta nos muestras esa zona que hay entre el Valle de Benasque y el de Barravés que quizá no es tan conocida para el gran público, pero que a la vista está que también posee suficientes atractivos para ser visitada y pateada.
Jo, menudo desayuno, con ese aporte de energías normal que ese cordal hasta el Cornadelo no se os resistiese jejeje.
Un abrazo!
¡Hola, Dani! Cierto que esta zona es menos conocida y pisada por el gran público, pero como comentas, tiene todos los atractivos y alicientes suficientes para visitarla. Ofrece muchas opciones senderistas. En cuanto al desayuno, no pudimos rechazarlo por "deferencia" al posadero (ja,ja,ja). No tuvimos más remedio que zampárnoslo.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio
ResponderEliminarSi, si que estoy de acuerdo contigo, hay que desayunar bien pero sin pasarse que después el estómago pesa mucho jajaja.
Veo que es una zona quizás algo menos conocida o "nombrada" pero con el mismo aliciente y espectacularidad del Pirineo por donde se mueve esta travesía. Por estos sitios es difícil cansarse de caminar.
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
¡Hola, Jose! Nosotros no queríamos desayunar tanto (ja,ja,ja), pero ante lo que se presumía como una etapa dura, tuvimos que hacer el sacrificio. Ya en serio, una etapa con mucha dureza, pero muy bonita en una zona poco transitada. Otra gozada para los sentidos.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio...
ResponderEliminarParecía que la lluvia os quería ''empañar'' esta etapa,pero parece que se porto bien al final.
Comentas que es quizá la etapa mas dura,también por el kilometraje acumulado,pero es indudable que salvar en apenas siete kilómetros y medio,mil cien de desnivel,tiene miga...
Desde luego,caminar por ese cordal de cumbres de mas de 2000 metros,debió ser una maravilla,que compensaba el esfuerzo.
Fantástico ese Valle de Barravés y en definitiva todo el etapón que habíais hecho...
Desde luego que salisteis con las pilas bien cargadas con ese desayuno y lo que perdisteis de calorías en la jornada,lo recuperasteis con esa suculenta caldereta...jajaja
Un abrazo.
¡Hola, Juane! Ahora, ya con tranquilidad y repasando las etapas, considero que efectivamente fue la más dura de las seis. El cordal fue muy pesado. Era un contínuo sube y baja, con buenos desniveles entre cima y cima y un terreno algo blando que hubiera estado muy embarrado si la lluvia no nos hubiera respetado, lo que la hubiera endurecido aún más. En cuanto la alimentación, muy bien al principio y al final.
EliminarUn abrazo.
¡Hola Emilio!
ResponderEliminarVaya pedazo desayuno, con eso si que coges energías para toda la jornada.
Espectacular es verde cordal del Cornadelo, que gozada caminar por esos verdes prados y disfrutar de las impresionantes vistas del Pirineo.
El desayuno espectacular, pero esa mesa llena de birras tampoco es moco de pavo... jajaja
Un abrazo.
¡Hola, David! Hay que empezar bien las rutas y más en este caso con el desnivel que nos esperaba. Seguro que lo quemamos todo durante el día. Y , por supuesto, al acabar hay que reponer líquidos.
EliminarUn abrazo.