Llegó, por fin, el día de iniciar esta tan esperada travesía por el Valle de Arán. La primera etapa de 24 Km, nos llevaría a recorrer diferentes poblaciones típicas del Pirineo, preciosos bosques, la bravura de las aguas del río Garona y sus efectos devastadores del pasado junio...Seguidme y os lo mostraré con más detalle.
Nuestro recorrido transcurrirá fundamentalmente por el sendero GR 211. Lo recorreremos durante unos 24 km y nos llevará unas 8 h. 20', de las cuales 5h. 15' en movimiento. La ruta tiene un desnivel positivo de 737 m. y negativo de 1046 m.
Sobre las 8 de la mañana posábamos ilusionados antes de partir para realizar esta larga etapa.
El grupo compuesto por: Jaime, Mª José, Emilio Romero, servidor, Rafa y Ricardo.
Esta etapa transcurre por el Cami Reiau que unía todos los pueblos de la ladera de la montaña y que discurre prácticamente paralelo al río Garona durante todo el trayecto. Iremos pasando uno tras otro por bonitos, silenciosos y pulcros pueblecitos de la ribera del río.
Salimos por el Passeg Libertat hacia Camí Reiau que nos lleva a cruzar el Garona para seguir ya paralelo a él, pero a media altura de las laderas de la montaña.
Cruzando el Garona observamos su fuerza y aún son visibles las consecuencias de las inundaciones de junio.
Apenas cruzado el río, comenzamos a ascender por un bonito sendero junto a las casas de una urbanización de Vielha.
A algo más de kilómetro y medio, vemos frente a nosotros el primer pueblo por el que pasaremos: Vilac.
Antes de llegar a Vilac pasamos por este arroyo, que adelanta lo que va a ser una constante en toda la travesía: el agua.
También nos llamó la atención el hecho de encontrar en tramos del camino pequeños altares o hornacinas dedicados a santos o santas.
Hemos ascendido un trecho y Vielha ya queda un poco lejos.
Entrando a Vilac.
La siguiente población es Mont, un poco más elevada que Vilac. Nos toca subir un poco más.
Entrando al pueblecito de Mont (1222 m.).
Una de las primeras casas mostraba en un lateral este mural cerámico alusivo a Santiago. No me pasó desapercibido.
Iglesia a la salida de Mont.
Salimos de Mont por la carretera a Vielha y nos desviamos en una curva a la derecha desde donde cogemos una senda que nos llevará hasta Montcorbau.
Otro bello pueblecito, Montcorbau (1213 m.), frente a nosotros.
Encontramos tramos de tupidas sendas.
Montcorbau: iglesia de San Esteban, de origen románico.
Salimos de Montcorbau por la carretera que baja hacia Vielha hasta encontrar un curva muy cerrada a derechas donde encontraremos una senda que nos conducirá hasta Betlan (1045 m.).
Transitamos por preciosas sendas como la de la foto.
Y entramos a Betlan.
Plaza de Betlan, con la iglesia de San Pedro al fondo, también de origen románico, como casi todas las de la zona.
Saldremos desde Betlan y hemos de descender prácticamente hasta la carretera, hasta la población de Aubert.
Preciosa vista de Aubert (915 m.), hacia donde nos dirigimos ahora.
Fuente y abrevadero de Aubert. Este tipo de fuente-abrevadero se repite prácticamente en todas las poblaciones por las que pasamos.
Cruzamos Aubert y al final encontramos esta ermita, con el camposanto al lado. a la derecha de ella, encontramos un sendero que cruza un arroyo y nos llevará hasta Arrós.
Tablones que nos ayudan a cruzar el arroyo y que nos conducen a una tupida senda dirección a Arrós.
Entramos a Arrós (950 m.).
Tras algo más de 3 horas de ruta y contando con lo que aún nos queda, decidimos almorzar y reponer fuerzas en Arrós. Aquí posamos antes de almorzar.
Nada más salir de Arrós, vemos enseguida el siguiente pueblo: Pont d'Arrós (865 m.).
Bajamos a Pont d'Arrós y cruzamos la carretera pasando por delante de un hotel y un restaurante, siguiendo la carretera de Vilamòs. A unos 70 m. encontramos el poste que nos señala dirección Begòs, hacia donde nos dirigimos ahora. El paisaje nos sigue cautivando.
Un vistazo atrás nos hace contemplar a Arròs en la ladera. Abajo a la derecha Pont d'Arròs.
De nuevo nuestro camino jalonado por preciosos corredores de vegetación, que se agradecen. Encontramos tramos donde la senda está limpia. Parece que en algunos pueblos con mayor presupuesto, mantienen el camino. Otros tramos aparecen cubiertos por bastante vegetación, aunque el camino se puede seguir, teniendo cuidado, eso sí, con las ortigas; sobre todo, si lleváis pantalón corto.
Proximidades de Begòs, con la iglesia de San Roque en primer término.
Entrando a Begòs podemos contemplar las Madaletas y el Aneto, pero las nubes no nos lo permiten del todo.
Desde Begòs a Vilamòs hay una fuerte subida que realizamos por una bonita y empinada senda en media de una gran frondosidad, donde los helechos predominan y alcanzan un gran tamaño.
Un precioso pero duro camino nos lleva a Vilamòs.
Poco antes de la una llegamos a Vilamòs (1235 m.). La subida ha sido dura y precisamos descansar. Hemos tenido suerte y en este pueblo hay bar. Nos va a venir de perlas para comer y descansar un rato.
Por esta empinada calle accedemos a la población.
Seguimos queriendo ver el Aneto, pero sin mucha suerte.
Su mayor monumento es la iglesia de Santa María, que podéis ver en la foto. Es de estilo románico.
Parada para comer y retomar fuerzas. Alguna cervecita ayudó lo suyo.
En la parte trasera del bar encontramos este precioso y enorme abrevadero, lavadero y fuente con una fresca agua que cargamos en nuestras botellas.
Después de comer proseguimos hacia Arres de Sus. Salimos de Vilamòs y por una recién segada senda nos dirigimos hacia allí.
La vegetación, de nuevo, nos invade. El verdor es una constante.
Un placer caminar por estas sendas. En todo momento tienes la sensación de andar pisando por una mullida alfombra, algo que agradecen mucho los pies.
Entrada a Arres de Sus (1267 m.).
Nos dirigimos después a la cercana Arres de Jus (1220 m.) también por una senda recién segada que hace muy agradable el caminar por ella.
Arres de Jus frente a nosotros.
Los paisajes que envuelven todas las poblaciones por las que hemos pasado, es idílico.
Iglesia románica de San Juan en Arres de Jus, en un no muy buen estado de conservación.
Ayuntamiento de Arres de Jus.
Nos quedan unos 6 km todavía para terminar la primera etapa. Desde aquí iniciaremos un descenso con bastante desnivel por una senda muy cerrada y zonas donde caminaremos entre preciosos y oscuros bosques de robles y coníferas. Nos dirigimos hacia el puente del Paso del Lobo.
Caminábamos por bosques que nos hacían creer que éramos protagonistas de algún cuento.
Otro precioso tramo de bosque.
La senda desciende hasta la altura del Garona. Nos lleva a un puente de hierro que cruzamos para continuar hacia Bossòst por la carretera, ya que la senda que debíamos seguir por la derecha del río, se estropeó con la riada de junio. Así pues, el último tramo lo realizaríamos por carretera.
En la carretera de acceso a Bossòst fuimos testigos de las obras de restauración que se están llevando a cabo debido a las catastróficas consecuencias de la ríada del mes pasado que se llevó tramos de carreteras, puentes, caminos, presas...
Sobres las 4,30 horas entramos en Bossòsts (735 m.) y se nos ocurrió hacernos una foto de grupo en la rotonda de entrada.
La carretera de entrada transcurre paralela al cauce del Garona. Desde la orilla aún son visibles los desastres causados por un río embravecido.
En Bossòst nos alojamos en la Hosteria Catalana, donde repusimos fuerzas después de algo más de 8 horas de travesía.
Tras una reconfortante ducha y un breve descanso, hicimos un poco de turismos y visitamos esta bonita población. Aquí veis la iglesia románica de la Asunción de María (S. XII).
Preciosa talla de madera del interior de la iglesia.
Como podéis suponer, tomamos una buena cena que nos acabara de recuperar.
Y finalmente, acompañados por una débil lluvia, nos retiramos a dormir. Mañana nos esperaba otra preciosa etapa y teníamos que descansar.
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Hola Emilio, de las tupidas sendas que haces mención constantemente puedo dar yo fe.
ResponderEliminarEstuve hace unos años hospedado en la residencia de Les y alguna escapadita hice por la zona.
Y este año con lo que ha llovido, todo es agua por los arroyos y verde por las sendas, muy bonito.
Un abrazo
¡Hola Simón! Está todo precioso. Da gusto caminar por sendas y bosques. Por cierto, en Les también pueden verse aún las terribles consecuencias de la riada.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio, este año está el campo precioso con tanto verdor.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola Abi! Da gusto pasear por caminos tan verdes. Este año la lluvia y la nieve han llenado de vida la montaña.
EliminarUn abrazo.
Que etapa más bonita, Emilio. Los pueblos son preciosos con sus espiritadas iglesias. Las vistas inmejorables. Y los paisajes son de ensueño. Arán es mucho Valle.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Hola Luis! Esta es la etapa más humanizada, llena de bellos y silenciosos pueblos de techos de pizarra y muros de piedra. Pero es muy bonita. Poco a poco irá apareciendo la alta montaña.
EliminarUn abrazo.
Gracias Emilio, por hacerme revivir el primer día de travesía...es como si la volviera a realizar, pero, esta vez, sin cansarme nada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ricardo Vivó
¡Hola Ricardo! Esta travesía la recordaremos toda la vida. Que sirva esta entrada únicamente como testimonio feaciente de nuestro paso por el Valle de Arán.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio
ResponderEliminarQue bonitos los pueblos por los que has pasado, todos los de esa zona son de ese estilo...preciosos!!!
Pero para bonito ese bosque del final de la crónica...impresionante!!!
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
¡Hola Jose! Esta primera etapa está muy humanizada. Se pasa por todos los pueblecitos y aldeas que bordean el valle del Garona. Son pueblos como de cuento. Y muy silenciosos y limpios.
EliminarUn abrazo.
Que maravilla Emilio, una ruta con el encanto de la medía montaña de Pirineos con esos bosques, ríos y esos pueblos fabulosos. Sin olvidar las vistas de los gigantes de piedra.
ResponderEliminarPor otra parte me a impactado las secuelas de las riadas de Junio. Esos ríos debían dar miedo.......
Saludos
¡Hola José Ramón! Las dos primeras etapas son de media montaña. A partir da la 3ª la cosa cambiará un poco y estaremos a mayor altura. Estas dos primeras tienen el encanto de los preciosos bosques y esos verder intensos de las variedad de especies vegetales.
EliminarUn saludo.
Que preciosidad Emilio, una primera etapa verdaderamente verde, para disfrutar de esos maravillosos valles con senderos emboscados que este año tienen un atractivo plus. Se nota que habéis disfrutado al paso de los encantadores pueblecitos y de su gastronomía, con ayuda de alguna rubia fresca jeje, como está mandado!!!!.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola Álex! Disfrutamos de los valles y laderas cubiertas por preciosos bosques de castaños, robles, abetos,...Una maravilla para los sentidos. En próximas etapas llegará la alta montaña.
EliminarUn abrazo.
Que maravilla de fotos, anda que si te habras explayado bien, eh?. el lugar es muy fotogénico....que alfombras de helechos, impresionante!. Sendas de cuentos y leyendas.....a mi me enamoraron estos valles....tienen como "un poso diferente", y el románico que me dices, soy una apasionada de este estilo, la talla de la virgen me ha encantado!. Preciosa ruta, y que verde mas verde!.
ResponderEliminarFabuloso!!.
¡Hola Anuxa! La verdad es que la cámara no paró. En la galería he seleccionado las fotos que me han parecido más interesantes, aunque se han quedado muchas sin seleccionar que no tienen nada que envidiar a estas.Pero casi 1500 fotos son demasiadas para colgar. Las iglesias, preciosas, le dan distinción a las poblaciones.
EliminarSaludos.
Hola Emilio:
ResponderEliminarLa veritat és que l'aigua fa mal a vegades però és una bendició. Jo vaig fer eixa etapa (tot i què sempre per la vora del riu) l'estiu passat i en molts llocs els arbres estaven perdent la fulla per la sequera. Vore-ho tot tan verd, que d'altra banda és com ha de ser allí, és un goig.
Veig que a més la volta pels poblets presenta trams de senda d'allò més agradables, llàstima de perdre-m'ho a l'anar pel camí del riu. És que no es pot anar amb presses. Un altre any tocarà fer-ho.
Ja estic desitjant llegir la crònica d'Era Honeria.
¡Hola Xavier! L'aigua, com tot, es molt bona en su justa mesura. Si n'hi poca, malament; si n'hi ha massa també. En tot cas, la veritat, es que el verdor es molt patent enguany en la muntanya i aixó es d'agrair.
EliminarSalutacions.
Buena coleccion de pueblos en esta primera etapa...se me hace ver tantos pueblos en el pirineo habitados!!!Los demonios de la Maladeta no querian ser vistos, esos jodios son muy caprichosos, saludos
ResponderEliminar¡Hola Sugoi! Efectivamente, esta es la etapa más humanizada de la travesía. Todos estos bonitos pueblos están en la rivera del Garona.
EliminarSaludos.