ALFONDEGUILLA: TRINCHERAS, EL PUNTAL, RIMANSA, ARQUET (21/1/2023)
Decía Bernard Shaw que "El hombre puede trepar hasta las más altas cumbres, pero no puede vivir allí mucho tiempo.", y como "Todos vamos recayendo y cada respiración es una menos."(Ramiro Calle) intentamos disfrutar de la montaña mientras nuestro cuerpo nos lo permita. Efectivamente, no vamos a poder disfrutar de la montaña durante mucho tiempo porque cada respiración es una menos y cada día que pasa se nos va agotando poco a poco.
Volvemos a Alfondeguilla de nuevo para realizar otra bonita y exigente ruta que aunque no desconocida del todo, puesto que habíamos recorrido tramos de ella, tenía otros muchos que desconocíamos y deseábamos realizar. Se trata de una ruta en la parte oriental de la sierra de Espadán que nos lleva desde Alfondeguilla hasta las trincheras del Denàs (Bovalar) en una bonita aunque dura subida. Desde aquí el sendero nos llevará hasta las minas de Cantallops, con las dos bocas de entrada cerradas con verjas de hierro para seguir luego nuestra ruta hasta el Puntal y las Peñas de la Rimansa. Desde aquí disfrutaremos de excelentes vistas que nos harán olvidar el esfuerzo realizado para llegar hasta aquí. Desde las Peñas descenderemos hasta el camino de Artana a Alfondeguilla que seguiremos durante algo más de un kilómetro para dejarla y descender hasta el barranco de Espadilla (de Castro) por donde llegaremos de nuevo hasta Alfondeguilla pasando antes por el sencillo Arquet, de origen incierto. Este camino desemboca a la junto a la fuente del Fraile, que no tiene agua. Desde aquí, en unos centenares de metros, entraremos de nuevo a Alfondeguilla.
Noche fría antes de partir hacia Alfondeguilla. Esperamos con ansia un nuevo día en la montaña.
"Soy contento de esperar que ría el alba, aunque llore lo ella tardare en venir." (Don Quijote)
Amanecía en Alfondeguilla a nuestra llegada. Antes de iniciar la ruta, la habitual foto de grupo para la posteridad que suplirá nuestra falta de memoria en tiempos futuros. De izquierda a derecha: Jaime, Rafa y servidor, dispuestos a cansarnos ya mismo. Tres alcornoques que se sumarán a todos los que vamos a ver a lo largo de todo el recorrido.
Iniciamos nuestro camino saliendo del pueblo dirección al camposanto. Las Peñas de la Rimansa reciben los primeros rayos de sol en esta fría mañana que nos recibió con 2º . Allí estaremos en unas horas.
A la salida pasamos por una balsa de riego.
Enseguida comenzamos la subida siguiendo a la izquierda por esta pista cementada siguiendo el camino de Castro.
Alcanzamos altura al momento dejando atrás las últimas casas de Alfondeguilla, presididas por la cima del Pipa.
Dejamos a la izquierda el camino del cementerio y seguimos subiendo por la pista.
"Lleno yo de fastidio y de quebranto,
sin fuerza ya contra la suerte lidio,
y muerto para el mundo, sólo envidio
a los muertos que guarda el camposanto."
Antonio Plaza LLamas
Aquí, en el depósito de agua de la localidad termina la pista.
Seguiremos entonces por esta senda rojiza que sale a nuestra derecha.
Ya desde el inicio empezamos una constante y exigente subida adornada con lo que va ser la tónica general de la ruta: la presencia de alcornoques como no podía ser menos en la sierra de Espadán.
Ya hemos alcanzado cierta altura y nos detenemos para recuperar el aliento.
Y la altura alcanzada en pocos metros nos ofrece esta imagen de Alfondeguilla, semiescondida con el Pipa de fondo.
"Despertaba el día,
y, a su albor primero,
con sus mil ruidos,
despertaba el pueblo."
Gustavo Adolfo Bécquer
El color rojizo del rodeno domina el sendero.
Y mientras subimos, vamos disfrutando de preciosos ejempalres de alcornoques.
El sol asciende intentando dominar la mañana y entibiando el ambiente.
Algunos tramos nos hacen emplearnos a fondo.
"Ascender por pendientes empinadas requiere paso corto al principio." (William Shakespeare)
Un fuerte repecho nos conducirá hasta un collado. La subida es dura, pero como decía Platón "Las cosas difíciles son las más hermosas." (foto de Rafa Lafuente)
A nuestra derecha acertamos a ver las antenas del Peñalba, donde estuvimos la semana pasada.
LLegamos a un collado donde encontramos un panel informativo de lo que veremos a continuación: se trata de trincheras y equipamientos de la línea XYZ en el Bovalar (Denàs). La recuperación de estas trincheras se produjo en septiembre de 2021.
Accedemos a las trincheras por una senda que aunque con bastante pendiente, está acondicionada con escalones hechos con troncos de pino.
Accedemos a un tramo de trinchera recuperado de unos 40 metros, con pozos de tirador...
...y refugios antiaéreos excavados en la roca.
Pozos de tirador.
Tras visitar las trincheras, subimos hasta la cima de la montaña por una senda con bastante pendiente, más difícil de bajar que de subir.
En la cima del Denàs (535 m.) se encuentra un observatorio de hormigón que al parecer ha perdido el techo. Es una atalaya perfecta para la función para la que se construyó. Una inscripción en el interior deja constancia de que estos vestigios fueron construidos por el batallón de Zapadores número 20 del Ejército Popular de la República a mediados de julio de 1938.
Vale la pena el esfuerzo de subir hasta aquí porque tenemos una amplia visión en 360º que nos hizo disfrutar sobremanera y nos hizo olvidar por unos minutos el esfuerzo realizado para subir hasta aquí.
Desde esta magnífica atalaya comenzamos a distinguir al norte la inexpugnable peña en la que se sitúa el castillo de Castro...
...las antenas del pico Nevera...
...hacia el sur, la sierra Calderona con sus cimas más emblemáticas...
Tras disfrutar de las vistas, bajamos del observatorio con cuidado por algún tramo de senda con pendiente y piedra suelta donde trataremos de evitar resbalar. (foto de Rafa Lafuente)
Volvemos al collado desde el que accedimos a las trincheras y seguimos por senda hasta el collado de la mina de Cantallops.
El sendero está contínuamente salpicado de alcornoques además de nosotros tres.
Y llegamos al collado de la mina deCantallops tras una contínua subida.
Nos detenemos ante este espléndido y monumental ejemplar de alcornoque. Una maravilla de la naturaleza que nos muestra a las claras qué grande es y qué pequeños somos nosotros. Dos alcornoques: uno grandísimo, otro minúsculo.
Y a escasos metros de la pista y del alcornoque monumental, encontramos esta boca de lo que fue una mina de cinabrio. La reja impide un posible accidente, aunque se puede abrir para acceder a sus interior, cosa que no recomiendo porque el acceso no es sencillo. La mina tiene otra boca también cerrada con una reja.
Nuevamente, omnipresentes, el pico Nevera a la izquierda y el castillo de Castro a la derecha de la foto.
Detalle del pico Nevera con la antena de su cima.
Junto al monumental alcornoque baja una senda al barranco de la Horteta por la que podríamos subir al castillo de Castro si la siguiéramos, pero en esta ocasión seguiremos por la pista. Nuestro próximo objetivo es el Puntal (613 m.) y las Peñas de la Rimansa (613 m.).
Bonito sendero el que nos llevará hasta el puntal.
Precioso el alcornocal. Nada común ver tanto alcornoque junto, si exceptuamos el Congreso y el Senado.
Por aquí también podemos acceder al castillo de Castro, pero tampoco lo haremos. Desde aquí iremos subiendo paralelos al barranco de Cabrera hasta la fuente de la Penyeta.
Tuvimos la suerte de fotografiar este pajarillo que podría ser un petirrojo. Normalmente los pájaros son algo esquivos y poco dados a posar para las cámaras.
"A la primavera, Platero, hemos de ver al pájaro salir del corazón de una rosa blanca. El aire fragante se pondrá canono, y habrá por el sol de abril un errar encantado de alas invisibles y un reguero secreto de trinos claros de oro puro." ("Platero y yo", Juan Ramón Jiménez)
Tramos del camino se encuentran empedrados, lo que nos habla de un antiguo sendero transitado en tiempos pretéritos cuando la vida y el tiempo transcurrían más lentamente, sin estrés. ¡Si las piedras hablaran...!
Muchos alcornoques descorchados recuperan su corteza.
Otro bonito tramo empedrado. Nos encantan los viejos caminos cuyas piedras, si pudieran hablar, nos contarían multitud de historias.
"Ir haciendo caminos sobre un yermo de abrojos
mordidos sobre el áspid de la desilusión,
con la sed en los labios, la fatiga en los ojos
y una espina dorada dentro del corazón."
Ernesto Novoa y Caamaño
En las verticales paredes de rodeno, el tiempo, el agua y el viento has esculpido caprichosas formas en la roca.
Llegamos a este mirador sobre el barranco. La barandilla está en más estado. Pero bañado por el sol y con sitio para poder sentarnos, nos pareció el sitio ideal para para a almorzar.
Vista del barranco de Cabrera desde el mirador.
Un buen almuerzo en el que no falta de casi nada puso el momento de descanso y pausa a la ruta.
Tras el almuerzo, reemprendemos el camino.
Encontramos durante todo el recorrido numerosos ejemplares muertos o caídos de alcornoques de gran tamaño. Lo cual nos lleva a la reflexión de que hasta los más grandes acaban cayendo.
“Ese
roble ya no da sombra, y sólo sirve para leña.” (Venancio en “El abuelo”,
Benito Pérez Galdós)
Podemos aplicar muy bien esta frase al alcornoque de la foto: ya no da sombra, ni corcho.
Vinca menor. Vimos muchas en la ruta y nos alegraron el camino. Nos gustan las florecillas silvestres, ejemplo de sencilla belleza y naturalidad, sin artificios.
"Belleza que yo he visto
¡no te borres ya nunca!
Porque seas eterna
¡yo quiero ser eterno!"
Juan Ramón Jiménez
Llegamos a la pila que recoge el agua de la fuente de la Penyeta, que está un poco más arriba.
Fuente de la Penyeta que mana entre dos tejas.
"¡Ay del que llega
sediento a ver el agua correr y dice: La sed que siento no me la calma el beber!"
Antonio Machado
Tras visitar la fuente, subiremos hasta el Puntal y las Peñas de la Rimansa.
Nuevo saludo al castillo de Castro.
Caminar entre alcornoques es una maravilla.
Subiendo al Puntal, vemos otra vez el Peñalba que visitamos la semana pasada.
Vemos también la Peña Migdia, que también visitamos la semana pasada.
Llegamos hasta el Puntal. Desde aquí, el Pipa.
Ahora vamos de camino a las Peñas de la Rimansa, que están a un paso. Y disfrutamos también del Mediterráneo gracias a la cercanía de estas montañas a la costa.
"La atracción invencible del mar consiste principalmente en el peligro que representa." (Jean-Marie Guyau)
El puerto de Sagunto desde las Peñas de la Rimansa.
Y llegamos a las Peñas de la Rimansa, puro rodeno y con vistas excepcionales.
La Calderona al fondo.
El castillo de Castro.
"Monstruo de piedra, elévase el castillo
rodeado de coposos limoneros,
que sombrean los húmedos senderos
donde crece aromático el tomillo."
Julián del Casal
Tras disfrutar de las vistas, seguimos unos quinientos metros por el pla del Puntal antes de bajar por un sendero con fuerte pendiente.
El sendero de bajada presenta tramos descarnados y con piedra suelta.
Y no paramos de ver estupendo ejemplares de alcornoques.
El sendero desemboca en el camino de Artana a Alfondeguilla que seguiremos aproximadamente un kilómetro.
El camino avanza paralelamente al barranco de Eslida.
Nos desviamos del camino para seguir por una senda que nos bajará hasta el fondo del barranco de Eslida o de Castro.
Llegamos al fondo del barranco.
Un cartel avisa de la prohibición de perros o motocicletas dentro del agua porque al parecer tiene uso potable.
El barranco lleva algo de caudal.
"En mi patria hay un monte.
En mi patria hay un río.
Ven conmigo."
Pablo Neruda
El tramo por el barranco es muy bonito.
Y llegamos al paraje donde encontramos el "Arquet".
Este panel nos informa de su origen y utilidad y lo cataloga como unos de los emblemas de Alfondeguilla dada la importancia de los sistemas de regadío para la economía de la población.
No podíamos dejar pasar la ocasión de fotografiarnos en tan emblemático monumento.
Continuamos recorriendo el sendero que transcurre por el barranco.
Algún corto tramo se aleja del cauce.
"Entre las hierbas alguna humilde flor ha nacido,
azul o blanca. ¡Belleza del campo apenas florido,
y mística primavera!"
Antonio Machado
El camino al Arquet es una de las rutas de la población más concurrida y en tramos conserva el empedrado.
El último tramo por el cauce del barranco antes de salir de nuevo a la pista estaba seco.
Finalmente salimos del barranco a la pista cementada que nos lleva a Alfondeguilla, frente a la fuente del Fraile.
Fuente del Fraile, sin agua.
Unos centenares de metros nos llevarán a Alfondeguilla.
A la entrada cogemos la calle de la izquierda.
Este mural en la pared de una casa nos da el adiós hasta otra ocasión.
Y llegamos al punto de inicio, donde ponemos punto y final a otra bonita ruta en la sierra de Espadán.
"Disfruta hoy. Es más tarde de lo que crees". Proverbio
0 comentarios:
Publicar un comentario