Alguna vez me habréis oído decir que tengo una tendencia innata a preferir el norte al sur. Jamás encontré una razón lógica a este hecho. El caso es que siempre me encuentro más a gusto cuando realizo rutas en zonas más al norte que hacia el sur. Pero menos mal que esta tendencia se rompe en muchas ocasiones y, afortunadamente, nos desplazamos al sur para disfrutar también de excelentes rutas, como la que paso a describiros en esta entrada.
En esta ocasión volvemos al sur, concretamente a Benissoda, a repetir la ruta que realizamos en el IV Encuentro Blogger senderista allá por octubre de 2012, de muy grato recuerdo. La ruta nos lleva desde esta localidad de la Vall de Albaida, a la Cova Alta para subir luego hasta la Cruz que se encuentra en la parte superior y después nos acercaremos hasta el vértice geodésico situado a doscientos metros de la Cruz. A la vuelta a Benissoda, pasaremos por el paraje de la fuente del Patxe para terminar esta entretenida ruta.
Llegamos a Benissoda y dejamos el vehículo en la Avenida Valencia. Desde aquí empezaremos nuestra ruta.
Como en muchas ocasiones, la luna nos recibe, resistiéndose a irse ante la presencia del sol.
"De noche blanca corría,
blanca corría la luna
y yo corría tras ella.
De repente la perdía
de repente aparecía."
blanca corría la luna
y yo corría tras ella.
De repente la perdía
de repente aparecía."
Líber Falco
Apenas recorridos unos metros pasamos por el coqueto y cuidado "lavadero de la acequia madre".
Un panel informativo nos explica la historia y utilidad del lavadero.
Este es uno de los puntos por los que pasa la ruta denominada "Siguiendo el rumor del agua". En los demás puntos de este recorrido encontraremos también paneles como éste.
Vimos adecuado hacer la foto de grupo en este lugar. El mosaico que lo decora nos pareció muy decorativo y un buen telón de fondo para nuestro propósito.
De izq. a der. Rafa, Ricardo, servidor y Emilio Romero.
Seguimos camino del cementerio, que nos lleva a pasar por debajo de la CV-40.
El camino al cementerio está jalonado por las casetas con las estaciones del Via Crucis.
Ésta, por ejemplo, es la VI estación: "La Verónica se acerca en el camino del Calvario a Jesús y le ofrece un velo para que se seque la sangre. El rostro de Cristo se queda grabado en el velo".
El camino pasa junto al cementerio. De momento no nos quedamos. Día llegará en que lo haremos sin querer o... ¿queriendo?
"Enmudezco en las horas de tu ausencia
como en la paz del triste cementerio;
como la rota, abandonada lira
del bardo muerto."
"Enmudezco en las horas de tu ausencia
como en la paz del triste cementerio;
como la rota, abandonada lira
del bardo muerto."
José Tomás de Cuéllar
Pasamos el cementerio y nos encontramos con este chorro que mana de una gran balsa de riego.
Se trata de la Balsa de Arriba. Es otro de los puntos de interés de la ruta "Siguiendo el rumor del agua". Otro panel junto a ella nos explica también su historia y utilidad.
Seguimos por el camino. Justo al acabar el vallado, seguiremos por la izquierda. A la vuelta volveremos por el camino de la derecha que viene del paraje de la fuente del Patxe, por el que pasaremos después a la vuelta.
No tardaremos mucho en notar la silueta a contraluz de la Cruz de la Cova Alta, uno de los objetivos del día de hoy.
El camino aún es llano prácticamente y no presenta excesiva dificultad, por lo que el caminar se hace cómodo y ameno.
En Benissoda también encontramos almendros en flor, como en Alcalalí la semana pasada.
Ahora os muestro algunos ejemplos.
La belleza de estas flores de almendro que tanto nos atrajo, nos sedujo, nos enamoró y que hicieron que fuésemos en su busca hasta lugares lejanos, nos abandonarán en breve. Habrán sido más efímeras de lo que nos hubiera gustado. Nos hubiera gustado que hubieran sido eternas, para siempre. Pero no es así. Una profunda tristeza no invadirá en ese momento y jamás nos abandonará. Pero siempre, siempre, quedarán en nuestra retina y en nuestra cabeza por la importancia que tuvieron para nosotros.
Almendros de belleza efímera que ahora dan color a la vida y mañana dejarán de hacerlo.
Seguimos nuestro camino tras dejar atrás nuestros pensamientos. Lo más duro está por llegar.
Nos enfrentaremos a ello lo mejor que podamos. Seguimos las indicaciones de este poste.
Desde aquí podemos decir que empezamos a subir. Primero de una manera más suave. El tramo final a la Cova Alta, por un sendero más empinado.
Nos enfrentaremos a ello lo mejor que podamos. Seguimos las indicaciones de este poste.
Desde aquí podemos decir que empezamos a subir. Primero de una manera más suave. El tramo final a la Cova Alta, por un sendero más empinado.
Seguiremos por un camino que transcurre por una línea de postes de la luz.
Subimos ahora con un pequeño desnivel pero que aún nos permite un paso ligero y cómodo.
Hemos alcanzado cierta altura. El valle de Albaida se abre en toda su amplitud. En la foto, Aielo de Malferit.
Pero aún no hemos acabado de subir. Seguimos en ello y cada vez nuestra respiración se hace más entrecortada.
El sendero sale a una ancha pista que seguiremos a la izquierda y que llanea durante aproximadamente tres kilómetros.
La pista transcurre a media altura por la loma de la montaña lo que nos permite buenas vista sobre el valle. Albaida en la foto, concretamente la iglesia arciprestal de la Asunción y delante el Castillo-Palacio de los Milà y Aragó. Más adelante veremos la población en toda su amplitud.
Llegamos a un collado donde encontramos un pequeño carrascal.
En el collado también encontramos una pala de PR, en este caso de dos de ellos que se solapan.
Son el PR-CV 103 (Agres/Cova Alta) y el PR-CV-121 (Onteniente/Cova Alta).
Son el PR-CV 103 (Agres/Cova Alta) y el PR-CV-121 (Onteniente/Cova Alta).
A nuestra derecha, la Cruz de la Cova Alta, tan cerca y sin embargo tan lejos.
En esta roca que se asoma al valle junto al carrascal, posamos para recuerdo.
Junto al carrascal también encontramos un balcón natural sobre el valle y nos permite una visión ahora más amplia.
¿Qué querrán captar con sus cámaras Ricardo y Emilio Romero? ¿Es un pájaro? ¿Es un avión? No, es...
... la Cruz de la Cova Alta de nuevo.
También captamos con la nuestra el cerro donde se encuentra enclavado el castillo viejo de Albaida.
Aquí ampliado con zoom, los escasos restos que quedan del castillo.
Trescientos metros después del collado del carrascal donde encontramos las paletas, volvemos a encontrar otras que nos desvían ya por lo que es claramente un sendero.
Comenzamos a subir por él y vemos ya encima de nosotros las verticales paredes del Alto de la Cova Alta, en la sierra de Agullent.
El sendero serpentea y nos permite una subida cómoda. El único "pero" es la gran humedad que hay debido a que caminamos por la umbría y las piedras resbalan bastante.
Ahora vemos prácticamente todo el caso urbano de Albaida. La Ollería al fondo.
Adzeneta de Albaida.
La altura alcanzada nos permite una amplia panorámica. Un gran horizonte frente a nosotros.
"Horizonte lejano:
no puedo tocarte."
Alfonsina Storni
"Horizonte lejano:
no puedo tocarte."
Alfonsina Storni
Seguimos subiendo por bonitos tramos de sendero. Seguimos cuidando de no resbalar.
Estos helechos demuestran que estamos en la umbría y la humedad es muy acentuada.
A escasos trescientos metros de la Cova Alta, encontramos esta pala tirada en el suelo.
Hemos comentado muchas veces, que lo difícil no es homologar un sendero. Lo verdaderamente costoso es mantenerlo en condiciones después.
Hemos comentado muchas veces, que lo difícil no es homologar un sendero. Lo verdaderamente costoso es mantenerlo en condiciones después.
Y ya tenemos la gran boca de la Cova Alta delante de nosotros.
Interior de la Cova Alta.
Dentro de la cueva también anduvimos con pies de plomo puesto que las losas de piedra estaban completamente mojadas y resbalaban mucho. Del techo goteaba agua y la humedad era muy grande.
Dentro de la cueva también anduvimos con pies de plomo puesto que las losas de piedra estaban completamente mojadas y resbalaban mucho. Del techo goteaba agua y la humedad era muy grande.
Vista desde el interior de la Cova Alta.
Dentro de la cueva encontramos un depósito que recoge el agua que filtra por el techo.
No podía faltar un selfie en el interior de la cueva (foto de Rafa Lafuente).
Desde la boca de la cueva, se ve Adzaneta de Albaida de esta manera.
Como es natural, nos entretuvimos haciendo fotos en el interior. Eso sí, con mucho cuidado.
Desde la cueva, la panorámica es grande.
La Ollería.
La Ollería.
Junta a la cueva, en un resalte de la roca, esta escultura de la Virgen pasa a veces desapercibida.
No en nuestro caso.
No en nuestro caso.
Toca seguir el camino. Ahora hemos de subir a la Cruz. Pero como pasa en muchas ocasiones, en la vida también, para subir alto muchas veces has de bajar.
Descendemos hasta un cruce en el que seguiremos una estrechita senda, muy húmeda y resbaladiza.
Esta dificultad se agrava por la humedad y barro que llevamos en la suela de las botas.
En un punto del sendero hemos de elegir entre seguir el PR, o ascender por una corta pero algo complicada canal. Si seguimos el PR, tenemos un destrepe y algo más adelante una subida por una canal pero más sencilla que ésta que encontramos antes si no queremos seguir el PR. En nuestro caso, con dudas e incertidumbre debido a la humedad y lo resbaladizo de las piedras y botas, nos decidimos por la segunda opción. Subiríamos por la canal más peliaguda.
Esta dificultad se agrava por la humedad y barro que llevamos en la suela de las botas.
En un punto del sendero hemos de elegir entre seguir el PR, o ascender por una corta pero algo complicada canal. Si seguimos el PR, tenemos un destrepe y algo más adelante una subida por una canal pero más sencilla que ésta que encontramos antes si no queremos seguir el PR. En nuestro caso, con dudas e incertidumbre debido a la humedad y lo resbaladizo de las piedras y botas, nos decidimos por la segunda opción. Subiríamos por la canal más peliaguda.
Esta canal tiene dos tramos bien definidos.
Una primera parte más complicada y vertical, con escasos apoyos y con necesidad de ayudarse de las manos. Es este tramo que vemos en la foto.
El primer tramo desde abajo (foto de Emilio Romero).
Una primera parte más complicada y vertical, con escasos apoyos y con necesidad de ayudarse de las manos. Es este tramo que vemos en la foto.
El primer tramo desde abajo (foto de Emilio Romero).
De hecho, Rafa y Emilio se ayudaron de una cuerda para facilitar la subida.
Y una segunda parte más larga, aunque ya más sencilla y fácil de subir.
Alcanzamos la parte superior en escasos metros.
Y llegamos a la Cruz de la Cova Alta.
Empezamos a disfrutar de las vistas que desde aquí se pueden contemplar.
Siempre, la visión desde la altura nos hizo soñar, pensar en la posibilidad de conseguir objetivos, anhelos, deseos, realizar sueños...pero a veces la realidad es más dura y te golpea en la cara, desbaratando todo eso. Tal vez el problema esté en ser un soñador empedernido. Pero yo seguiré soñando siempre. Ni la más cruda realidad me lo podrá impedir.
Arriba, se nos abre un paisaje en trescientos sesenta grados.
Lo primero que llama nuestra atención hacia el este es el Benicadell, al que no tardaremos en subir de nuevo, esta vez por su canal.
Lo primero que llama nuestra atención hacia el este es el Benicadell, al que no tardaremos en subir de nuevo, esta vez por su canal.
Hacia el sur, en la sierra de Mariola, El Teix con su caseta y antenas.
También podemos ver asomarse tímidamente la cima del Montcabrer, máxima altura de la sierra de Mariola con sus 1390 msnm.
Algo más hacia el sureste, no pude captar con claridad la cima de Aitana, máxima altura de Alicante con sus 1557 msnm. Aunque distinguimos sus antenas.
También borroso, en la lejanía, el Puig Campana.
Algo más hacia el sureste, no pude captar con claridad la cima de Aitana, máxima altura de Alicante con sus 1557 msnm. Aunque distinguimos sus antenas.
También borroso, en la lejanía, el Puig Campana.
Y, como he definido esta imagen en otras ocasiones, Agres resbalando por la montaña abajo.
No se nos escapa tampoco del objetivo de la máquina la población de Bocairent.
No se nos escapa tampoco del objetivo de la máquina la población de Bocairent.
Cruz de la Cova Alta
"Sobre la cruz del
tiempo
clavada estoy."
clavada estoy."
Alfonsina Storni
¿Queremos captar el infinito?(foto de Emilio Romero)
!Aire! ¡más
luz, una planicie verde
y un horizonte azul que la limite,
sombra para llorar cuando recuerde,
cielo para creer cuando medite!
y un horizonte azul que la limite,
sombra para llorar cuando recuerde,
cielo para creer cuando medite!
Manuel Gutierrez Nájera
¡Benicadell, nos veremos pronto!
No nos detenemos en la Cruz. Avanzamos unos centenares de metros para llegar hasta el vértic geodésico de Cova Alta.
No nos detenemos en la Cruz. Avanzamos unos centenares de metros para llegar hasta el vértic geodésico de Cova Alta.
Y llegamos al vértice geodésico de Cova Alta (882 msnm).
"Sentirás en la inmensa
muchedumbre
de seres y de cosas tu ser mismo;
de seres y de cosas tu ser mismo;
serás todo pavor con el abismo
y serás todo orgullo con la cumbre."
y serás todo orgullo con la cumbre."
Enrique González Martínez
Vista de la Cruz de la Cova Alta desde el vértice geodésico.
Tras disfrutar unos instantes de las vistas y como es preceptivo en toda ruta que se precie, llega el ansiado momento del almuerzo. Nos gusta almorzar en zonas altas, con buenas vistas. De esa manera el almuerzo nos sienta mejor.
Como siempre, hacemos un almuerzo sano en el que comemos y bebemos de todo un poco.
Como siempre, hacemos un almuerzo sano en el que comemos y bebemos de todo un poco.
Solemos inmortalizar este momento con una foto de grupo. Tal vez llegue un día en el que no recordaremos si lo hicimos o no. Seguro que con la fotografía lo recordaremos enseguida, ¿no?
Vistas hacia la Cruz desde el vértice.
Tras el almuerzo, seguimos nuestro camino (foto de Ricardo Vivó).
Andamos por la cresta de la montaña, más o menos por la línea divisoria de los términos de Albaida y Agres. La altura nos permite disfrutar del paisaje durante todo el recorrido.
Así, distinguimos la silueta de la Blasca a la que subimos hace un año (¡cómo pasa el tiempo!. Nos parece que fue ayer).
También captamos el embalse de Bellús.
Y volvemos a la Cruz de nuevo.
Como antes no la hicimos, ahora toca la foto de grupo en la Cruz.
De nuevo nos asomamos al abismo y pensamos qué nos resulta más peligroso, si este abismo físico que se abre a nuestros pies, o el abismo psicológico que se puede abrir en nuestra cabeza.
Tras la reflexión, el camino sigue.
Aunque la reflexión no termina, también sigue con nosotros.
Aunque la reflexión no termina, también sigue con nosotros.
"La muerte que
alguien espera
la muerte que alguien aleja
la muerte que va por el camino
la muerte que viene taciturna
la muerte que enciende las bujías
la muerte que se sienta en la montaña."
la muerte que alguien aleja
la muerte que va por el camino
la muerte que viene taciturna
la muerte que enciende las bujías
la muerte que se sienta en la montaña."
Vicente Huidobro
Seguimos por la cresta y el amplio valle nos abre muchas posibilidades que hace que nuestra vista no sepa a donde acudir.
Albaida desde otra perspectiva.
El sendero que baja de la Cova Alta saldrá a la pista que se dibuja entre el verde de la vegetación enfrente de nosotros.
Allí salimos. Ahora seguiremos otro buen rato por esta pista.
Seguimos con paso ligero. El terreno y el desnivel de bajada lo facilitan. Y en nuestra cabeza, todo un mundo de ideas, pensamientos, recuerdos, hechos...
Adzaneta de Albaida.
Qué no pasará por nuestras cabezas mientras caminamos. Éste es uno de los encantos de caminar. Mientras caminamos nos reconocemos, nos recogemos en nosotros mismos en un ejercicio de interiorización que nos ayuda a reflexionar sobre lo humano y lo divino; intentando siempre encontrarnos a nosotros mismos y encontrar nuestro camino. Esto no es fácil. Tal vez por eso sigamos caminando, caminando, caminando...
Albaida será el referente durante este tramo de ruta.
Y el Benicadell no nos quita ojo de encima. Su afilado perfil atrae.
"En
la lejanía, un monte.
Junto a mí, la soledad."
Junto a mí, la soledad."
Evaristo Ribera Chevremont
Dejaremos la pista y seguiremos un sendero con vegetación de monte bajo que serpentea descendiendo.
Agullent.
De nuevo Albaida.
Encontramos estas palas en el paraje de la fuente del Ptxe.
En este panel informativo se nos dice que su significado es el de "fuente de la paz", procedente del latín PACE. Se le denomina así por encontrarse en un rincón muy tranquilo.
Nos acercamos a la fuente y aunque vemos que un cartel avisa de su no aptitud para el consumo (seguramente al no estar clorada) la probamos y comprobamos que está fresquísima. No nos sentó mal, desde luego. Imagino que se habrá bebido de ella desde siempre.
En el paraje hay mesas de picnic y vistas hacia el alto del Castillo Viejo de Albaida y la zona residencial del Vall de la Salut.
Abandonamos el paraje por un senderillo que baja por un lado de la pista por la que accedimos hasta aquí.
El camino se va ensanchando.
Nos entretenemos también con cualquier motivo.
Lejana ya la Cruz de la Cova Alta. Al volver la vista atrás somos conscientes de lo realizado y de lo conseguido. De la misma manera, si miramos hacia atrás nos damos cuenta de lo mucho que llevamos caminado, de lo mucho que vimos, de lo mucho que llevamos a nuestras espaldas, de lo mucho que hemos vivido y sufrido. El tiempo te da una perspectiva de lo que ha sido tu trayectoria.
El camino nos lleva a una especie de área recreativa con una fuente.
En esta zona encontramos pequeñas cuevas.
Desde aquí, seguimos por estas escaleras que transcurre junto a un arroyo que corre animosamente por el barranco del baladrar.
Aguas cristalinas, ligeras y bulliciosas corren por este este estrecho cauce.
"El arroyo está
cantando
porque me has mirado tú
y en el sol de tu mirada
toda el agua se hace azul."
porque me has mirado tú
y en el sol de tu mirada
toda el agua se hace azul."
Jaime Torres Bodet
Nos gusta y nos relaja ver correr el agua.
"Y así, como
un arroyo que se convierte en río,
y que en cada cascada se purifica más,
voy cantando este canto tan ajeno y tan mío,
con la simple palabra que no muere jamás."
y que en cada cascada se purifica más,
voy cantando este canto tan ajeno y tan mío,
con la simple palabra que no muere jamás."
José Ángel Buesa
Hemos recorrido, y esperamos recorrer, muchos caminos, muchas sendas... y hemos visto muchas cosas, cosas diferentes. Pero siempre encontramos cosas nuevas, cosas que nos asombran, que no habíamos visto nunca. En este caso, hemos visto muchas veces nidos de pasionaria en los pinos e incluso "pasear por el suelo" en busca de un nuevo hogar. Pero nunca había visto un hilera tan larga de procesionaria en busca de una nueva rama de pino en la que anidar. Fijaos en la longitud que alcanza. A ojo diría que unos cuatro metros.
"Cada
día que pasa,
cada día,
es más corto el camino
de regreso."
cada día,
es más corto el camino
de regreso."
Meira Delmar
De nuevo la balsa de Arriba nos recibe antes de entrar de nuevo en Benissoda. Ahora la vemos desde otra perspectiva. Siendo la misma, es diferente desde aquí. Por eso, todas las cosas dependen del ángulo desde el que se las ve. Tal vez debamos ser capaces de mirar las cosas desde todos los ángulos posibles y no quedarnos sólo con una visión simplificada de ellas.
"Mar del mediodía
almendros en flor
velas extendidas."
almendros en flor
velas extendidas."
Antonio López Baeza.
De nuevo cruzamos el puente bajo la CV-40
Y a nuestra derecha vemos estos palomares que a la ida nos pasaron desapercibidos.
Siempre hay detalles que se nos escapan en las rutas y en nuestras vidas. A veces conviene repetir el camino varias veces para no dejarnos nada.
Y entramos de nuevo en Benissoda por la calle de Dalt.
Pasamos de nuevo junto al lavadero. Ahora más iluminado y alegre que a la mañana.
Tras la ruta, como siempre, nos quedamos a reponer fuerzas. En esta ocasión lo hicimos en el restaurante Aitana de Onteniente.
Aquí nos veis dispuestos a reponer fuerzas e hidratarnos debidamente (foto de Ricardo Vivó).
Aquí os muestro el menú.
¡Bueno, ya veis que no estuvo mal!
La ruta en el mapa.
La ruta en Wikiloc
Hola Emilio.
ResponderEliminarCuantas veces, subiendo el Port d'Albaida, camino de alguna ruta alicantina, me habré fijado en esa pared caliza coronada por una cruz. Sin ir más lejos el otro día cuando fuimos al Benicadell. Veo en tu crónica que los atractivos de esta sierra van mucho más allá de esa pared y la cruz. Quizás haya llegado el momento de hacer una nueva escapada al sur (yo no tengo predilección por ningún punto cardinal, la cuestión es viajar jeje) y profundizar en esta Serra d'Agullent. Esta propuesta tuya partiendo desde Benissoda me parece muy interesante, puesto que quince kilómetros, más los muchos puntos de interés de la ruta, ya compensan la tirada de coche desde Betxí. Me la apunto!!
Un abrazo.
¡Hola, Dani! Repetíamos ruta, pero no me importó. Siempre descubres matices y alguna cosilla nueva. En este caso, la trepada por esa canal que la otra vez no hicimos. Te gustará.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio...
ResponderEliminarGratisimos recuerdos tengo de aquel encuentro blogger de Benissoda,aunque tuvo que llegar el encuentro de Tales,para que nos conociéramos personalmente.
Por aquel entonces comenzaba también mi andadura bloggera,el tiempo pasa inexorable y hay que disfrutar cada instante.
Esta ruta tuve la ocasión también de volverla a hacer a finales de 2016 y la verdad es que tiene alicientes para recordarla de vez en cuando.Solo esa senda que sube a la cueva,con la posterior trepada a la Cruz y las vistas que se tienen,ya merece la pena.En 2014 pasamos por allí,en una larga travesía entre Beniatjar y Albaida.
Sin duda una ruta muy recomendable.
Por cierto revisando tu entrada de aquel encuentro,casi salgo en una foto durante la comida,estábamos sentados con La Revolta y cuando hiciste la foto un compañero que andaba de pie,me tapo...jejeje.
Un abrazo.
¡Hola, Juane!. Lástima que no hubiéramos sido conscientes de haber coincidido ese día. Bueno, el acaso es que disfrutamos de la ruta y tanto tú como yo, hemos repetido luego la ruta más o menos. Eso dice mucho de ella. Vale la pena repetir.
EliminarUn abrazo.