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martes, 21 de agosto de 2018

EMBALSE DE CAVALLERS/BAÑOS DE TREDÓS (4ª ETAPA TOUR DELS ENCANTATS, 17/7/2018)

Tras las vicisitudes de la etapa anterior, teníamos unas ganas locas de iniciar la cuarta etapa de la travesía. Tras un buen descanso, el día se presentaba estupendo. Un cielo despejado y un brillante sol así nos lo hacía suponer. Y así fue. Una excelente etapa que retendremos en nuestras retinas por mucho tiempo. Ahora os lo cuento.




Tras el desayuno, salimos a la calle para comprobar el estado del cielo. Un bonito color azul y un incipiente sol nos indicaban que hoy tendríamos una soberbia jornada.


El día anterior no tuvimos la fortuna de poder visitar la iglesia de San Juan de Boí por lo que ya sabéis que nos pasó el día anterior. Así que nos contentamos con esta instantánea de su parte trasera.


También, como es habitual, antes de partir en Land Rover hasta la presa de Cavallers, nos hicimos la foto de grupo.
Arriba, de izq. a der. Emilio Romero, Rafa Sornonsa, Mª José, Rafa Medina, Pedro y Jaime. Abajo, Ricardo y servidor.


Tras llegar a la base de la presa de Cavallers tras un ameno recorrido, nos preparamos para iniciar esta bonita y entretenida etapa. El panel nos informa visualmente del primer tramo de la etapa de hoy, que algunos ya conocíamos por haberla hecho, aunque en sentido contrario.


Empezamos a subir hacia el nivel superior de la presa.


Encontramos en este primer tramo por la umbría excelentes ejemplares de babosas.


Y empezamos a bordear el embalse por la derecha.


Estos primeros metros nos van a proporcionar bonitas imágenes del embalse.


Aprovechamos este gran losa en el llano de Ríomalo para hacernos una foto de grupo.


Mismo lugar, misma foto en julio de 2012.


Iniciamos desde esa gran losa un preciosa subida que nos llevará hasta el refugio de Ventosa y Calvell. Cruzaremos varios puentes de madera como este que cruzan el "Riuet del Negre".


El sendero va ascendiendo haciendo lazadas que facilitan salvar el desnivel.
El agua es el compañero de todo este tramo.


Unas estacas nos van guiando en la ascensión. También encontramos marcas de PR. Se trata de la ruta conocida como "Ruta de la marmota".


Vamos disfrutando del paisaje y cualquier rincón nos llama la atención, por ejemplo, este precioso y altivo pino.


A medida que ascendemos el embalse de Cavallers queda más lejos.


Pequeñas cascadas se suceden en la ascensión y adornan este tramo de la etapa que vamos degustando poco a poco, sin prisas.


El agua es la reina en estos espacios. Corre por doquier saltando y dando volantines entre las rocas.


A pesar de lo entrado del verano y las elevadas temperaturas, la nieve se niega a abandonar las zonas cimeras y elevadas de estas montañas.


Tras la inolvidable y concurrida subida, llegamos hasta el refugio de Ventosa y Calvell (2220 msnm). En la actualidad presenta este aspecto.


Este módulo es nuevo. Como sucedía en Saboredo, Ventosa también había sufrido una reforma.
Descansamos, tomamos algo, bebimos una cervecilla, disfrutamos del paisaje y retomamos de nuevo el camino.



Este era el aspecto del refugio en el año 2012.


¿Quién puede sustraerse a que le hagan una foto en escenario tan singular?
Yo no.

Hacia el sureste, el collado de Contraix se mostraba de esta manera, conservando aún algo de nieve.


Retrocedimos unos metros para tomar el sendero que nos llevaría hasta el refugio de Colomers, nuestro siguiente objetivo. Varios lagos serán los protagonistas de este precioso tramo. También  conocíamos este tramo de Carros de Foc, pero lo hicimos en sentido inverso.


A nuestra derecha las agujas de Travessani.


Estany de Travessani.


Es normal tener que atravesar en algún punto alguna corriente de agua.


Estany Clot.


Llegamos al cruce donde el sendero se bifurca. A la izquierda iríamos hasta el refugio de Restanca. Nuestro camino se va hacia la derecha a Colomers.


Vamos ascendiendo poco a poco, entre rocas, arroyos...


Encontramos algún nevero remolón. 


Nuestra vista disfruta tanto si mira al frente como si nos detenemos y miramos hacia atrás.


Nos cuesta definir con palabras lo que vemos, caminamos y sentimos.
Difícil definirlo con palabras, aunque usáramos todo el diccionario.


Preciosos espacios que intentamos retener para recordarlos eternamente.


El collado de Caldes a un tiro de piedra.


Metros antes de llegar al collado, llegamos al enlace que, a la izquierda, nos llevaría hasta la Restanca. Nosotros coronamos el collado.


Llegamos al Port de Caldes. Vistas hacia el valle de donde venimos.


En tan emblemático punto no podía faltar la foto de grupo para la posteridad.


Otra en  solitario.


Este es el pequeño lago del Puerto de Caldes, apenas descendemos unos metros del collado.



Comenzamos desde aquí un bonito descenso que nos llevará hasta el refugio de Colomers.


Tras un rato descendiendo, y mientras esperamos a una parte del grupo, aprovechamos para refrescar los pies en las frías y limpias aguas del deshielo.



Una vez reunificado el grupo seguimos descendiendo.



Cerca ya de Colomers, la pendiente se dulcifica y el descenso se hace más llevadero.



El agua sigue siendo nuestro compañero de camino.


Llegamos al desvío que nos acerca a Colomers. Podríamos seguir camino, pero decidimos hacer un alto para comer, descansar y tomarnos unas cervezas.


Parte trasera de Colomers.


 Colomers 2135 msnm.



Colomers.



Tras comer y descansar un poco, todo el mundo tenía cara de felicidad.
 No es para menos. Incluso no parecíamos cansados.



Nos quedamos con la imagen del lago mayor de Colomers antes de reinicar la marcha.


Volvimos al cruce que nos trajo al refugio y seguimos en dirección al viejo Colomers.


Atravesamos el dique.


Mientras lo cruzamos hacemos esta última panorámica del lago Mayor.


Bajamos por el otro extremo del dique y seguimos dirección Era Montanheta y Baños de Tredós.


Iniciamos un sendero con bastante desnivel que nos llevará hasta una pista que nos llevaría a Baños de Tredós. Aquí existe la posibilidad de coger Land Rover.


Encontramos algún corto tramo de pasarelas de madera que evitan zonas húmedas.


Esta es la pista que nos llevaría a Baños de Tredós. Pero nosotros lo haremos por un sendero casi paralelo a ella y mucho más bonito que seguir la pista.


El bonito y verde sendero recorre un precioso valle atravesado por el río Aiguamòg, que será nuestro compañero y nuestro referente hasta el final de la etapa.


La alta montaña con su paisaje más árido deja paso a una zona boscosa y muy verde.


Cruzamos varias veces la pista.


En el recorrido y sobre todo al principio, cruzaremos bastantes puentes que salvan las aguas del Aiguamòg.


Pasamos por tramos muy sombríos y refrescantes, cosa que agradecemos dado la hora que es y el calor que hace.


Salimos a una pradera que cruzamos y que se encontraba prácticamente inundada.


Seguimos el precioso sendero que atraviesa por bellos parajes.


Muy poco antes de finalizar la etapa, el río Aiguamòg nos regala con esta bella cascada.


Inevitable foto para el recuerdo.


Y ya, por una camino más amplio y llano llegamos hasta el final de esta bella etapa, que nos resarció con creces de la jornada anterior.


Hotel de Baños de Tredós.
 Fin de la etapa.

El hotel es un balneario de aguas termales (33º) sulfurosas, no aptas para el consumo por su sabor pero de increíbles cualidades dermatológicas y problemas articulares. Algunos miembros del grupo se dieron una sesión de SPA. 

Y esta nuestra habitación. 
Hoy descansaríamos a gusto.


Y estas la vistas desde nuestra ventana. 
Un hotel en plena naturaleza que recomiendo.
Por cierto, cenamos muy bien con platos de cocina de autor muy bien elaborados.



Enlaces relacionados.



La ruta en el mapa.




La ruta en Wikiloc.

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Película.


10 comentarios:

  1. Magnífica e inolvidable ruta llena de viejos recuerdos pues parte de ella la realizamos hace seis años, aunque en sentido inverso) cuando nos decidimos a acometer "Carros de Foc". Que buenos momentos pasamos entonces y ahora. Muy entrañable. Hermosas sendas, bellos paisajes, aguas alegres, estupenda compañía... ¿Que más se puede pedir?...

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    1. ¡Hola, Emilio! Como bien dices, disfrutamos la ruta en ambas ocasiones. Con paisajes así no puede ser de otra forma. Cien veces que vayamos, cien veces que disfrutaríamos.
      Un abrazo.

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  2. Hola Emilio.

    Hay que ver como cambian las cosas en pocas horas, de una jornada en la que todo fueron contratiempos a disfrutar, ya sin incidentes, en la siguiente de un cielo de lo más azul y de unos paisajes de alta montaña de ensueño, seguro que la disfrutaríais el doble ;-)
    Qué bien sientan esos baños de pies en agua de alta montaña a mitad de ruta!!!

    Un abrazo.

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    1. ¡Hola, Dani! Pues si miramos bien la cosa, resulta que daban mal tiempo toda la semana y finalmente sólo tuvimos mal el día anterior. No nos quejamos y esta preciosa etapa nos hizo olvidar el aciago día anterior y no es para menos. Total regeneración de los pies con ese baño frío en las gélidas aguas del deshielo.
      Un abrazo.

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  3. Hola Emilio!
    Fantástico lugar, mejor compañía, buenísima crónica... Qué más se puede pedir?
    Refrescarse en las frías aguas del deshielo, no tiene precio.
    Un abrazo

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    1. ¡Hola, José Vicente! Etapa para no olvidar, como ninguna de las otras. Lo cierto es que cada ruta tiene sus encantos y sus debilidades. Hay que disfrutar en todas sabiendo sacar lo mejor de cada una.
      Un abrazo.

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  4. Hola Emilio...
    Un día perfecto el que tuvisteis,para una magnifica jornada montañera.
    Con ese recorrido en el que el agua fue gran protagonista,con esos estanys y esos torrentes de agua,unido a las impresionantes vistas cimeras,convierten esta etapa,en un etapón.
    Ademas de haber podido disfrutar en medio de la montaña de unas cervecitas bien frías,en esos dos refugios...jejeje
    Poner los pies a remojo en esa agua de deshielo,te los deja nuevos...jajaja.En mi próxima crónica pirenaica,haré mención al respecto,ya que en el Ibón de Marboré,fue imposible mantener los pies dentro,mas de 10 segundos...jejeje.
    Si una gran ruta,la acabas en un spa y con una buena cena,redondea una excelente jornada de esta travesía.

    Un abrazo.

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    1. ¡Hola, Juane! Etapa magnífica con paisajes increíbles y momentos maravillosos. En cuanto al baño de pies, aunque el agua estaba fresquita, pudimos mantener los pies un rato aceptables. Se recuperaron estupendamente y seguimos como si fuera el primer día que caminábamos. Excelente final también para un día maravilloso.
      Un abrazo.

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  5. Hola Emilio.

    Preciosa esta cuarta etapa, en el que el agua y los paisajes de postal son los protagonistas.

    Y que mejor manera de relajarse al final que con una buena sesión de Spa, cena y una habitación tan agradable, con unas vistas de lujo, un día de 10.

    Un saludo

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    1. ¡Hola, Eduardo! Una majestuosa etapa en el corazón del Pirineo, con bellos paisajes y un excelente colofón para terminar la ruta. ¿Qué más se puede pedir?
      Saludos.

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