Esta semana nos desplazamos a Ares del Mestrazgo (Castellón), para recorrer una ruta con historia, el Camino de los molinos; y subir al punto más alto del término de Ares, el vértice geodésico conocido como el "Molló dels soldats" (1321 mnsm). Os aseguro que las casi dos horas de camino valen la pena para disfrutar de esta magnífica ruta.
La ruta es una especie de ocho en la que primero recorreremos el SL.CV 45 o Camí dels Molins, durante el cual caminaremos por el Barranco de los Molinos, desde abajo hasta su cabecera, encontrando a nuestro paso los cinco molinos harineros construidos a lo largo de esta cuenca a finales del S. XVIII para aprovechar sus aguas, aprendiendo su funcionamiento a través de los paneles informativos que podemos encontrar en cada uno de ellos. A continuación, volveremos hasta Ares para recorrer, prácticamente en su totalidad el SL-CV 46, "Camí de la Mola d'Ares", que nos llevará hasta el vértice geodésico conocido como "Molló dels soldats", a 1321 msnm. Para recorrer este SL en su totalidad, nos faltó pasar por la faja que bordea la muela y que nosotros sustituimos por un tramo del PR-CV 387 y GR 7 , que transcurre paralelo a la faja pero más abajo por una pista cementada y que pasa por el paraje de la Font dels Regatxols y algo más arriba por la nevera dels Regatxols.
Otra sorpresa que nos iba a deparar el día es una fuerte ventisca en la meseta de la Mola que duró algo menos de una hora, dándole un aspecto espectral y de ultratumba a la ruta.
Sobres las 8,30 estábamos en Ares, con 1º de temperatura y unas fuertes rachas de viento que hacían que la sensación térmica fuera mucho más baja. Para colmo, los bares del pueblo no abrían hasta las 9 de la mañana. Como no hay mal que por bien no venga, nos dedicamos a dar una pequeña vuelta por los alrededores de la plaza. Era la segunda vez que venía a Ares y fue un placer volver a recorrer estas silenciosas y pulcras calles medievales.
Fachada barroca de la iglesia de la Asunción (S. XVIII). La iglesia presenta la particularidad de que la torre (S. X III) es más baja que la nave.
Plaza de la iglesia, con la escultura metálica que representa a Jaime I
Maqueta de la población de Ares en la oficina de Información y Turismo.
Bonita arcada gótica de la antigua Lonja de Ares, que alberga en la actualidad las oficinas del Ayuntamiento.
Antes de partir, la foto de grupo.
(De izq. a der.)Luis, Chelo, Mari, Ricardo, servidor, Amparo y Eduardo
Comenzamos la ruta callejeando por Ares en busca de la bajada al barranco de los Molinos.
Es una delicia pasear por las medievales callejuelas de esta villa.
La Mola de Ares, a la que luego subiremos, se muestra así de espléndida.
En este punto encontramos la bajada. Desde aquí vemos el fondo del barranco que vamos a recorrer.
Bajamos por estas escaleras.
Un bonito camino de herradura nos llevará hasta el fondo del barranco.
La senda zigzaguea.
Es un placer caminar por estos caminos centenarios.
La senda desciende enseguida y un vistazo atrás nos muestra esta bonita vista de Ares.
El paisaje nos hechiza.
A lo lejos, encaramada también en un pequeño montículo, vemos la población de Culla.
La luna se hacía la remolona y se negaba a desaparecer.
Ante un cielo tan azul y despejado, nadie podía imaginar que fuera a nevar más tarde.
La bajada nos proporciona vistas excelentes de la vega.
Los muros de piedras seca están, en muchos casos, muy estropeados. El tiempo y el olvido hace mella en ellos.
Cada vez más cerca de la vega.
Pasamos junto a esta casa y accederemos a un camino cementado que seguiremos a la izquierda, dirección al molino del Sol de la Costa.
El camino cementado transcurre entre campos de cultivo y otros abandonados.
Y tras un cómodo y agradable paseo a pesar del frío, llegamos hasta este restaurado molino, el quinto de la serie (si contamos desde arriba para abajo). El molino está integrado en una masía en la que ocupa el cuerpo central. Y como informa el panel, es el único que podría ponerse en funcionamiento si la balsa de la que se abastece de agua, se reparara, ya que tiene bien conservados todos sus elementos.
Paneles como éste encontraremos en todos los molinos que vamos a encontrar en nuestro recorrido. Son muy didácticos y gráficos y nos permiten hacernos una idea fiel de su funcionamiento.
Ojos del "carcau".
En estas estancias se encuentra la maquinaria motriz del molino. En este molino era doble, lo que le permitía tener dos muelas trabajando a la vez si así era necesario.
El agua le llegaba al molino a través de este sólido acueducto.
Vamos a ir bordeando la población de Ares.
Bordeamos esta finca particular por la izquierda.
Y llegamos al cuarto molino: el de la Bassa redona. Probablemente este molino es de origen medieval. Se encuentra también restaurado.
Continuamos entre carrascas, que predominan en este terreno.
Y llegamos al molino de la Casa o de arriba.
Maquinaria deteriorada del molino.
Pequeña cascada de agua que será seguramente una pérdida de alguna balsa o acequia.
Molino de la Casa.
El agua de este molino baja por esa pronunciada rampa que vemos en forma de escalera.
Ascendemos un poco más por el barranco y tenemos esta bonita perspectiva.
Subimos un poco más y llegamos al 2º molino: el molino del Planet o Molinet.
Es el único de los cinco molinos que no está restaurado, lo que nos permite ver cómo eran por dentro estos molinos.
Muela del molino en su emplazamiento original.
Escalera de acceso al piso superior que servía de almacén.
Y subimos un poco más para acceder al último de los molinos.
El molino de la Roca es el primero de los cinco. Se encuentra en la parte alta del barranco, adosado y excavado en la roca. De ahí le viene su nombre.
Cariátide de la parte superior de la fachada.
Y encima un mirador sobre el salto de agua de este molino.
Desde este molino, el Penyagolosa en su cara sur es perfectamente visible.
Desde aquí también podemos observar perfectamente todo el recorrido realizado, así como las construcciones hechas para la conducción del agua a lo largo del barranco.
Desde el mirador del Salt, observamos todo el barranco. Adosado al barranco vemos una fuente que abastece las canalizaciones que llevan agua a los molinos.
Boca del Cup del molino de la Roca. Por aquí baja el agua que mueve la rueda del molino. Está en el mirador del Salt.
Subimos unos treinta metros y encontramos este lavadero conocido como el Fregadero de la Roca que recoge el agual del manantial y que es otra de las fuentes que aporta agua al sistema hidráulico del barranco.
Fregadero de la Roca o Ullal de la Roca.
Subimos un poco más y nos detenemos para deleitarnos con este soberbio paisaje.
Caminos ancestrales pisados por pies actuales, una sensación indescriptible.
El camino transcurre por una pequeña faja, más o menos a la misma cota.
Y en mitad de este camino, encontramos el momento para parar un rato y almorzar.
Agradecimos el sol de cara que nos aliviaba del frío.
Tras el almuerzo reemprendemos la marcha, disfrutando de las vistas.
Atravesamos un pinada.
Y ahora tenemos también una excelente perspectiva del barranco que hemos ido subiendo.
En la foto, el molino de la Roca.
También vemos el molino del Molinet.
Y tras una empinada subida, llegamos de nuevo a Ares. Entramos por aquí, por donde bajamos esta mañana.
Entramos por el medieval Portalet de les Roques (S. XII)...
...y por sus limpias y tranquilas calles.
Es un placer pasear por aquí.
De nuevo en la plaza del Ayuntamiento. Hoy hay mercado.
Ahora salimos por esta calle a la derecha.
De haber querido subir a la Mola de Ares por la faja o los cinglos, deberíamos haber seguido el SL-CV 46 saliendo del pueblo hacia arriba por las escaleras de la izquierda para salir por el camino de la Mola, hasta llegar a un cruce con poste que seguiríamos hacia la derecha. Nosotros en esta ocasión lo haremos por la derecha.
...que sale hasta la plaza de la Bassa.
Ahora caminaremos por una pista cementada donde coinciden el PR-CV 387 "Camí roure de les berrugues" y un tramo de GR-7.
Caminamos dirección al polideportivo.
En el poste vemos la señal que nos indica que coinciden el PR y el GR.
Señal del GR 7. En algo menos de 6 horas llegaríamos a Morella.
Dejamos atrás Ares.
Bonita estampa de Ares con un precioso fondo azul que en ningún caso presagiaba lo que luego iba a pasar.
Pasamos bajo un ribazo al que se asoman curiosas unas pocas ovejas de un rebaño.
Desde aquí las panorámicas tampoco tienen desperdicio.
Vemos perfectamente desde aquí el Molino de la Casa o de Arriba.
Pasamos junto a una ganadería donde las vacas pastaban tranquilamente.
Y llegamos al paraje denominado de la Font dels Regatxols. Esta fuente también aporta su caudal al barranco de los molinos, que se suma a los citados antes del Ullal de la Roca y la fuente del barranco.
El llavador es uno de los edificios de este conjunto.
Interior del llavador.
Refugio dels Regatxols.
Para su utilización es preciso contactar con el Ayuntamiento de Ares.
Fuente dels Regatxols.
Por este portón, que cerramos detrás de nosotros,empezamos a subir dirección a la nevera primero y al vértice geodésico después.
Caminamos por una bonita senda, con buenas vistas.
Y llegamos a la Nevera dels Regatxols (S. XVI), completamente restaurada.
De haber subido por la faja, habríamos llegado a este cruce, sin haber pasado por la Fuente dels Regatxols y ahora seguiríamos dirección a la Mola. Como veis, aún disfrutamos de un cielo azul. Pero esto va a cambiar en muy poco tiempo.
Nos encaminamos dirección a la Mola por este camino. Vemos unas nubes amenazadoras acompañadas de un fortísimo y helado viento. Al poco tiempo nos saldremos de este camino a la izquierda, caminando campo a través con la referencia de unas antenas de telefonía, hacia las que nos dirigiremos lo más rectos posibles. Esta forma de llegar al vértice nos impide pasar por los restos de trincheras que se encuentran en esta planicie.
Las antenas y el vértice más a la derecha, nos guìan campo a través.
El vértice acercado con el zoom.
Un frío y fortísimo viento nos sacude el rostro. Pequeños copos de nieve nos golpean la cara con fuerza empujados por el viento. Al principio pensábamos que era arena o pequeñas piedrecillas levantadas por el viento. Pero la manga delataba que eran pequeños copos de nieve.
Hacia el sur, aún vemos el cielo azul.
El resto del grupo avanza hacia el vértice.
LLego hasta el vértice e intento protegerme del fortísimo viento.
Antes fotografío el vértice geodésico de Ares. (1321,617 m). Este geodésico fue utilizado en la medición del meridiano 0.
No podía faltar la foto en el geodésico.
La trabajada foto del vértice.
La ventisca empezaba a ser cada vez más fuerte. El viento también soplaba de los suyo. En el primer intento, el fortísimo viento tiró la cámara al suelo. Los pequeños copos habían mojado el objetivo. Por eso, en la segunda ocasión, salió la foto; pero con este resultado tan malo.
A partir de aquí, la nevada fue a más.
La cosa empezó a ponerse seria. (Foto de Ricardo Vivó).
Fijaros como se puso el tiempo. (Foto de Ricardo Vivó) .
Hubo que ponerse el gorro y los guantes para poder seguir.
El tiempo se cerró y perdimos todas las referencias. Intentamos seguir los postes de la luz y las pequeñas estacas que marcan el SL. aunque había muy poca visibilidad.
Hacía mucho frío y el viento ayudaba a que la sensación térmica fuera más baja.
(Foto de Ricardo Vivó)
Encontramos el camino de bajada a Ares.
A medida que bajábamos hacia Ares, fue parando de nevar. Parecía que el sol aparecía tímidamente. Ares aún entre brumas.
En cuestión de minutos, el sol y el cielo azul vuelven a dominar el cielo.
Y ya tenemos a la vista la preciosa población de Ares. Algunos tejados aún conservan un poco de nieve, que desaparecerá en escasos minutos.
En este cruce, giramos a la derecha para bajar por el camino de la Mola hasta Ares.
Si hubiéramos querido subir a la Mola pasando por la faja, hubiéramos subido hasta aquí desde Ares y nos hubiéramos ido a la derecha.
Mientras el sol acaba de salir, aún se conserva la nieve en algunos rincones.
Y entramos en Ares, con el sol de nuevo fuera.
Restos de la nevada aún se conservaban en este macetero cuando entramos en Ares.
Aquí no le daba el sol.
Seguimos bajando hacia la plaza por las tranquilas y silenciosas calles.
Una estupenda y calentita sopa, con un plato de lomo con patatas nos reconfortaron del frío pasado.
Compartiendo mesa y tertulia.
Para rematar la excelente comida, un cremaillo para entrar en calor.
Los bonitos detalles siempre nos llaman la atención.
Posando en la puerta del Restaurante Casa Sonia, donde comimos tan bien.
Los gatos deambulaban por las desiertas callejuelas de Ares, dejándose fotografiar con parsimonia.
Este termómetro en la calle marcaba 3º a poco más de las 4.
Con este frío nos despedimos de Ares hasta una nueva ocasión.
En resumen, una bonita ruta muy recomendable que nos dará grandes satisfacciones y nos ayudará a comprender y conocer mejor un tipo de vida de una época no muy lejana, pero prácticamente ya olvidada.
La ruta en wikiloc.
Película
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Hola Emilio
ResponderEliminarExcelente ruta! Todo el tramo de los molinos es una pasada y recorrer La Mola tiene su gracia, sobretodo si acompaña el tiempo
Saludos!
¡Hola Jesús! Nos ha encantado la ruta. Además tuvimos el "aliciente" de la nieve. Toda una experiencia divertida y helada. Hemos de volver para recorrer la faja que nos quedó pendiente.
EliminarSaludos.
¡Hola Emilio!
ResponderEliminarQué manera de disfrutar en esta ruta, a pesar de que ninguno de los que la realizamos esperaba encontrarse con ese cambio de tiempo tan brusco, aunque el pronóstico meteorológico indicaba vientos algo fuertes y probabilidad de nieve al final de la tarde, aquélla se adelantó unas horas y nos pilló desprevenidos. Pero a decir verdad, fue una maravilla, y sinó pregúntaselo a Mari, que estaba disfrutando de lo lindo, jaja.
Bonita ruta, con sorpresa casi al final de la misma, compañía inmejorable, comida calentita para recuperar el calor, y agradable tertulia con cremaet en la mano, ¿qué más se puede pedir?.
Como siempre, una detallada y pormenorizada crónica de la ruta, acompañada de una bonitas fotografías.
Un abrazo, y hasta el sábado en la ruta de la Mancomunidad.
Ricardo Vivó
¡Hola Ricardo! Excelente ruta que dio mucho de sí en cuanto a paisajes, lugares, tiempo variable... Emocionante y cultural ruta que no olvidaremos. Por cierto, hemos de volver para recorrer el cinglo.
EliminarUn abrazo y hasta el sábado.
Magnífica y aventurera ruta la que me perdí, propicia para ir ligeros de ropa.Casi no se nota la cara de frio que llevais! Me alegro que disfrutarais y que luego os recompusierais con un buen yantar y un buen cremaet. Un abrazo.Emilio-Ro.
ResponderEliminar¡Hola Emilio! Pues siento mucho que te la perdieras, Habrías disfrutado de lo lindo y con nieve y todo, a ti que gustas de ir con pantalón corto. Bueno, a la próxima, como tenemos que volver...
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio.
ResponderEliminarGrandísima ruta, me atrevería a afirmar que la mejor que se puede realizar en esta comarca de l'Alt Maestrat, la primera vez que la hice tuve la gran suerte de ver el salto que hay sobre el primer molino con agua, y pasar bajo la cascada por la repisa, y la ventisca que se os formó en la Mola, menudo aliciente, por si le faltaba alguno, para esta gran ruta, parecía que veníais de Siberia jeje.
Si tuviera que elegir como favorito un pueblo del interior de Castellón, sin duda elegiría Ares, me encanta.
Un abrazo.
¡Hola Dani! Acertado calificativo de "grandísima" Valieron la pena las casi dos horas de ruta para disfrutar de esta maravillosa ruta. Nosotros no pudimos disfrutar de agua en el Salt de la Roca. Pero espero volver en otra ocasión y tener más suerte, aunque lo de la ventisca veo difícil que se vuelva a repetir.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio
ResponderEliminarUna ruta chula por unos pueblos muy bonitos con ese toque cultural en la crónica y con un frio del bueno de verdad, esa nieve sobre el cuerpo se hace notar, pero seguro que ese plato de sopa caliente también os vino como anillo al dedo y el creamet ya...... jajaja.
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
¡Hola Jose! Fue una ruta muy interesante y que dio mucho de sí. tuvimos de todo y lo pasamos fenomenal. Rematamos con una buena comida en armonía que fue un excelente remate y que , como dices, nos recuperó del frío que pasamos.
EliminarUn abrazo.
Que gran ruta Emilio de las mejores que hicimos el año pasado. Con una gran mezcla de belleza paisajística y valor cultural. Además esa ventisca inesperada siempre le da un poco de emoción a la jornada y del frío ya os recuperasteis bien en el restaurante jejeje.
ResponderEliminarQue bien os lo montáis , saludos
¡Hola José Ramón! Ya vi en tu blog la ruta, aunque la vuestra un poco más larga, pero realmente, muy interesante y bonita. Soportamos muy bien el frío y la ventisca que acabamos de superar en el restaurante como ves.
EliminarSaludos.
Hola Emilio.
ResponderEliminar¡¡Solo por ese cremaillo,vale la pena la ruta!!..jejeje..Bueno bromas aparte,una ruta completísima que solo puedo decir que me apunto...y mas con ese V.G.+de 1000,el nº24...Pero al margen de eso,gran atractivo tiene,a pesar de que nos pilla algo lejos...pero como le decía a Jesús,de Tiocanya...''el que no se mueve no ve''....
Un abrazo.
¡Hola Juane! Pues ahí tienes ese vértice para apuntar a tu colección. Los molinos seguro que también te interesan. Luego, ya sabes...a tomar un cremaillo.
EliminarUn abrazo.
Preciosa ruta Emilio!!! A mí me encantó en su día y no me importaría nada volver... Vosotros además con el matíz extremo de la ventisca de nieve, toda una experiencia.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola Álex! Desde luego que pasado un tiempo vale la pena volver. Esos paisajes hechizan y no cansan. Además nos quedó por recoger esa faja en la muela.
EliminarUn abrazo.
Hey Emilio!!
ResponderEliminarQue buena ruta os montasteis, con una primera parte de senderismo hidrológico y una segunda, de muela típica de esta comarca.
Que bonito lo de la ventisca,eso fue un regalo para recordar. Se ve que disfrutasteis con la marcha y con la comida posterior ¡que bueno el cremaet!
Hasta otra
¡Hola Javi! Una ruta completa con su apartado cultural y su apartado senderista. Gran ruta con el añadido de la ventisca que le dio un aire aventurero y polar.
EliminarUn abrazo.