Definitivamente, los calores del verano han hecho efecto y como consecuencia de ello, me ha abandonado mi desodorante; lo que ha obligado a que nuevamente realice una ruta en solitario. En esta ocasión he querido aprovechar para dar una vuelta por Montanejos, pasando por el pantano de Arenoso, e investigar una de las pistas que se han abierto durante estos últimos años para facilitar el acceso de los medios de extinción a zonas de difícil acceso.
Salimos desde la Plaza del Ayuntamiento, donde podemos cargar agua.
Cruzamos el callejón que comunica la Plaza del Ayuntamiento con la Plaza de la Iglesia.
Salimos a la Plaza de la Iglesia y seguimos, de bajada, la calle junto a Casa Palacio.
Salimos a la carretera de Onda y cruzamos para coger el camino que atraviesa el Mijares por el puente de hierro.
Puente de hierro, que sustituye a otro más antiguo que cruzaba el Mijares por este mismo lugar.
El puente de hierro anterior al actual. Foto de una antigua postal cortesía de Pepi Pastor.
Mientras cruzamos el puente podemos contemplar, a nuestra izquierda, el macizo de la Copa y algunas huertas.
A nuestra derecha veremos más huertas (algunas recuperadas recientemente) y la redondeada cima del Castillo de Montanejos.
Y, por supuesto, el río Mijares, que riega y da vida a esta veraniega población de Castellón.
Este mismo lugar me pareció ideal para hacerme la foto de grupo.
Al acabar el puente giramos a la izquierda por un camino cementado, que yo denomino el "caminito" (motivo de tranquilos paseos muchas tardes).
Ahora, de frente, también tenemos una estupenda panorámica del Morrón de Campos y la puntiaguada punta de los Castillejos.
Andamos unos metros por el "caminito" hasta este punto, donde nos desviaremos para salir a la carretera del Pla d'Andar y de ahí a la carretera de Zucaína y así evitarnos una vuelta más larga.
Pasamos ahora por una senda que atraviesa abandonados campos de olivos.
Tras pasar junto a un corral, la senda sale al camino del Pla d'Andar. Nosotros seguimos a nuestra izquierda.
En unos 100 m salimos a la carretera a Zucaina, que seguiremos durante un rato...
...hasta llegar al desvío hacia Cortes de Arenoso, por el que seguiremos.
Vamos ascendiendo y empezamos a tener bonitas vistas del valle del Mijares, con las Alquerías de Montanejos frente a nosotros.
Esta estrecha carretera es una antigua pista asfaltada, que comienza a ascender, de manera considerable, hasta el Plano Gimeno, constituyendo el mayor desnivel de toda la ruta.
La soledad del caminante de fondo.
El Campero.
La carretera, aunque tal, es agradable de caminar porque...
...tanto a nuestra izquierda...
...como a nuestra derecha, caminamos fllanqueados por una tupida y agradable pinada.
Poco antes de llegar a lo más alto, en algún claro entre los pinos, podemos ver las ruinas de la aldea de Los Catalanes.
Ermita de los catalanes en una foto tomada en la década de los 90.
En este punto nos podemos desviar para acceder hasta Los Catalanes. Pero eso será motivo de otra excursión. Ahora seguiremos camino.
Por fin, llegamos hasta arriba del todo. Allí nos encontramos con el desvío al campo de tiro, que evidentemente no es nuestro objetivo. Así pues, seguimos hacia la derecha por la carretera.
Ahora caminamos en llano e iremos descendiendo poco a poco hasta el nivel del pantano de Arenoso.
Desde nuestro camino, vemos asomar por encima de las copas de los pinos, la punta del Morrón de Campos.
También vemos, entre los pinos, la redondeada forma de los cinglos de la Redonda, sobre el pantano de Arenoso.
Transcurrimos por la carretera unos centenares de metros hasta que en una curva nos sale a la izquierda una pista forestal. Si la seguimos nos conduce hasta el pantano.
Al poco de iniciar la pista (que he recorrido en numerosas ocasiones) nos aparece a la izquierda otra pista relativamente nueva, abierta hace unos años y que iba a ser el motivo de mi investigación, sabedor de que desembocaba en la anterior ya cerca del pantano.
Fue una agradable sorpresa ya que transcurría entre pinos, con unas vistas inéditas para mi, como ésta de la foto que obtuve acercándome a un mirador natural, no muy lejos de la pista.
El Morrón de Campos en toda su extensión. A la derecha el azulado color de las aguas del pantano de Arenoso.
Ante tan excepcionales vistas, decidí que era el mejor lugar para recrear la vista y almorzar.
Desde este mirador excepcional y privilegiado, también obtuve una imagen inédita para mí del chorro del aliviadero del pantano.
Fotografié en innumerables ocasiones el Morrón de Campos, que posaba una y otra vez para mí.
Amplié con zoom su cima para captar la caseta forestal de su cima.
Otra grata sorpresa fue encontrar esta cueva (¿la cueva Roya que he visto en los mapas de la zona tantas veces y que nunca encontré?)
Más que una cueva es una cavidad nada profunda que más parece haberse formado al caer grandes bloques de piedra de la montaña y dejar entre ellos un gran hueco.
Interior de la cavidad.
Desde el interior eran visibles varias chimeneas por las que pasaba la luz.
También puede comprobar que estaba equipada con los elementos propios de las vías de escalada. Incluso había alguna con un nombre de dudoso gusto. Pero, en fin, el que así la llamó tendrá su motivo.
Tras la visita a la cueva, la pista empieza a descender poco apoco. Nos sigue brindando excelentes vistas.
Otra cosa que me sigue admirando es ver que no hay palmo del terreno que no estuviera abancalado. Es encomiable la labor que hubo que realizar para que las vertientes y laderas de estas montañas fueran aprovechables para cultivar olivos, algarrobos, almendros...de los que aún quedan ejemplares echados a perder.
Enormes ejemplares de pinos jalonan la pista y la hacen muy agradable de transitar, al mismo tiempo que nos dan sombra para dulcificar la fuerza del calor que, a medida que avanza la mañana, empieza a hacerse notar.
A lo lejos también puedo distinguir los restos del castillo de la Viñaza, que desde la privilegiada atalaya que ocupa sigue vigilando el ir y venir de las gentes que atraviesan este valle desde las cercanas tierras de Teruel y de los que, desde aquí, a ellas se dirigen.
Redonda
(así denominaban los habitantes de la desaparecida población de Campos de Arenoso a esta original montaña).
Y desde algún punto de nuestra ruta ya divisamos un aliviadero inhabilitado del pantano, hacia donde nos dirigimos.
En este punto, la pista investigada, se une a la que ya conocía, en las proximidades ya del pantano.
En este punto termina la pista. Pasando la cadena, una carreterilla nos lleva hasta el dique del pantano.
Otra opción más divertida es la que tomé yo. Hacia la izquierda, vemos el aliviadero inhabilitado que comenté. Subiendo por la escalera metálica del lateral accederemos igualmente al dique del pantano.
Subimos la escalerilla y accedemos a la parte superior del aliviadero. Ahora seguimos recto y estamos en el pantano.
De nuevo el castillo de la Viñaza, que no deja de llamar nuestra atención, imaginando antiguas y bélicas funciones para las que fue construido.
Uno de los aliviaderos en desuso.
Y más imágenes del pantano, cuyas aguas turquesas reflejan fiel y simétricamente todo lo que las rodea.
A pesar de la sequía, el pantano muestra un aspecto aceptable, aunque sabemos que a medida que avance el verano, su nivel irá descendiendo.
El Morrón, de nuevo, referente en nuestra ruta.
"Caimanes" acechando en las orillas del embalse.
No os extrañéis que confunda ambos animales. Antes que yo otros famosos personajes, llevados por su enajenación mental, confundieron molinos de viento con terribles gigantes.
Esplendorosa la Redonda.
Habréis comprobado que es una montaña que también me encanta.
Hace unos años, unas obras en el pantano, lo dotaron de estas modernas compuestas para unos nuevos aliviaderos (admirable los progresos del hombre en la ingeniería. Lástima que en otros campos no hayamos adelantado nada desde la Prehistoria).
Panorámica del pantano de Arenoso.
Cruzamos la parte superior del embalse. Llegaremos hasta la carretera de Montanejos a la Puebla.
En lugar de bajar por la carretera, peligrosa por el tráfico y no muy grata de caminar, bajamos por este camino de la izquierda, cementado en un corto tramo.
El tramo cementado acaba en esta fuente (según creo, es una antigua fuente de Campos que se recuperó tras la construcción del pantano). Por desgracia no tenía agua. Me desilusioné un poco porque puedo asegurar que es una de las fuentes con una de las aguas más buena y fresca de la zona. Una lástima que esta pertinaz sequía nos prive de tan agradable y necesario elemento.
A medida que bajamos, vemos en su totalidad el imponente muro de escollera de la presa del pantano. Enormes bloques de piedra junto con arcilla extraída de una zona próxima, forman esta enorme mole que permite almacenar tan preciado elemento.
Hemos de bajar hasta la boca del túnel que veis en la foto.
En este punto salimos a la carretera de la Puebla, a un escaso centenar de metros del túnel.
A medida que nos acercamos al túnel, vemos la fuerza con la que el aliviadero del pantano expulsa agua para regular el cauce del Mijares.
En este punto tenemos tres opciones para seguir. La primera es continuar por carretera hasta Montanejos (podemos asomarnos a los balcones sobre el estrecho de Chillapájaros que se encuentran en un túnel que atraviesa la carretera y luego, bajar a la Fuente de Baños a tomar uno). La segunda opción es seguir la senda de los Estrechos por la izquierda, pasando por delante del chorro del aliviadero y seguir luego el sendero hasta Montanejos. Y la tercera, que es la que tomé, seguir la senda de los estrechos por su derecha, subiendo por encima del túnel, hasta Montanejos. Al haber transitado tanto tramo por pista, ahora agradeceremos hacerlo por senda.
Justo cuando me disponía a subir por la senda, este ejemplar de cabra montés la ocupaba y se marchó al oír mis pasos.
Tomamos pues, en este punto, la senda de los estrechos.
La senda enseguida comienza a ascender. Se trata del segundo punto con más desnivel de subida de la ruta, pero nada especial.
Y, de nuevo, movimientos extraños y sonidos raros atraen nuestra atención: son una hembra de cabra montés y su cría que huyen al sentir nuestra presencia. Suerte que aún tuve tiempo de disparar (en el buen sentido de la palabra, por supuesto) mi cámara.
Desviándonos unos metros de la senda, accedemos a este mirador natural con esta fabulosa vista sobre el chorro del aliviadero.
La senda se eleva por encima del túnel y atravesamos una rocosa meseta.
En este tramo el sendero que seguimos está marcado con señales blancas. Hemos de estar pendiente de las marcas, porque no se ven bien debido a que parecen estar marcadas en sentido contrario a nuestra marcha, lo que las hacen poco visibles para nosotros.Unos hitos nos ayudan a encontrar el camino correcto.
Nos encontramos justo encima de la carretera.
Habremos de realizar unos pequeños y fáciles destrepes para continuar.
La senda es muy agradable y tiene excelentes vistas, como esta del Estrecho de Chillapájaros.
La sombra es otra buena cualidad de la senda.
Peirón o pairón a mitad de la senda.
En un tramo de senda, también podemos ver las verticales paredes del barranco de la Maimona por las que discurrimos la semana pasada (pincha aquí si quieres verlo).
El perfil de la Copa también es fácilmente identificable desde la senda.
Y llegamos al Colladillo.
Enlazamos aquí con la senda que viene de la Bojera y seguimos dirección Montanejos (a nuestra izquierda).
La senda transcurre en todo momento por el interior de una tupida pinada que apacigua el calor del sol.
A la altura de la Cueva Negra, vemos en el fondo, la esencia de Montanejos: la Fuente de Baños.
Junto a la senda encontramos el desvío que nos sube en 5 minutos a la Cueva Negra, pero hoy no es el caso.
Y otra perspectiva del Morrón y el tajo de los estrechos.
Tramo que aún conserva el empedrado original de este camino, que en su origen llevaba hasta Campos.
La senda llega a este cruce, donde encontramos el desvío a los Castillejos, que tampoco subiremos hoy. Ya lo hicimos la semana pasada.
Y, por fin, la senda desemboca en la carretera. Ahora, hacia la derecha, estamos en cinco minutos en Montanejos.
Antes de entrar en Montanejos echamos una mirada a la cima de la Copa y a las huertas que aún quedan en las orillas del Mijares.
Por último, cruzando el puente sobre la Maimona, observamos con envidia el baño de los que han decido aplacar los calores del día sumergiéndose en las aguas del concurrido Mijares. En breve nos uniremos a ellos.
Son las 12,30. El calor empieza a apretar de lo lindo, pero ya no nos pilla. Hemos salido pronto y aprovechado las horas de la mañana menos calurosas. Ha valido la pena recorrer esta bonita vuelta por Montanejos. Espero que os haya gustado.
Entradas relacionadas.
Montanejos.
La ruta en el mapa.
La ruta en Wikiloc.
Película.
Hola Emilio!
ResponderEliminarEstando en Montanejos la montaña te llama y no importan ni el calor ni la falta de compañía. Lo importante es disfrutar de una mañana de sederismo
Saludos
¡Hola Jesús! Así es. Disfruté mucho de la ruta (y de mi soledad). Aquí tienes rutas para todos los días.
EliminarSaludos.
Hola Emilio.
ResponderEliminarRexona...no te abandona!!! jajajaja.
A parte de que me ha parecido un rutón en el que has descubierto lugares de Montanejos que no conocías, visto otros que sí desde otros puntos, y vuelto a pasar nuevamente por otros que has pisado muchas veces, me ha gustado como has enfocado la crónica, con esas fotos "vintage" (¿me lo parece a mi, o antaño el Morrón de Campos estaba pelado de pinos?, o ese toque de humor "quijotesco".
Un abrazo, hidalgo caminante jejeje.
¡Hola Dani! Bueno, pues no me habrá abandonado el Rexona, serán otros motivos. Lo cierto es que lo pasé muy bien. Y, efectivamente, el Morrón y toda la zona, estaban peladas de pinos. Estos crecieron con el abandono de las tierras de labor a su libre albedrío. Ahora una tupida capa de ellos cubre grandes zonas del Alto Mijares. Y en cuanto al humor quijotesco, algo hay en mí del hidalgo caballero (¿tal vez su locura?).
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio interesante tu recorrido lástima que conlleve ese largo tramo de carretera. Por que la pista que investigaste parece entretenida y las fotos de la zona del pantano muy buenas.
ResponderEliminarEl castillo de Viñaza lo tengo mucho años pendiente y me a gustado mucho también la Redonda. Se puede subir allí arriba desde el pantano y juntarlo con el castillo?
Saludos
¡Hola José Ramón! Muy distraida la ruta. En cuanto tu propuesta de ruta se podría estudiar, teniendo en cuenta que para acceder al castillo tendríamos que pasar a la otra parte del pantano y eso habría que hacerlo por la Puebla de Arenoso. Se estudiará,
EliminarSaludos.
Hola Emilio
ResponderEliminarTu eres de los que aunque sea solo no perdonas la montaña, eso me gusta!!!
Aunque veo que te encontraste algún senderistas de cuatro patas, lastima no haberlo pillado para la foto de grupo jajajajaja.
Bueno otra mas por Montanejos y en este caso conociendo la Cueva Roya, siempre que salimos vamos sumando cosas nuevas. La sequía afecta por todas partes pero en este pantano, no nos podemos quejar yo creo que la cosa está bastante bien.
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
Buenas,
ResponderEliminarÉs la primera vegada que comente, enhorabona pel blog!!
Pel que veig ací m´agafen ganes d'anar a Montanejos, hauré de fer una escapada!!
Jo també vaig soles moltes vegades a la muntanya i cada vegada li agafes més gust!
Una abraçada
¡Hola Ignacio! Grácies per les teues paraules i per visitar el meu blog. El teu tampoc està gens mal. Normalment vaig acompanyat, però en cas de no tindre a ningú, es millor eixir a soles que quedar-se a casa. En solitud també es disfruta d'una altra manera.
ResponderEliminarSalutacions.
Hola Emilio...muy buena ruta,con la tranquilidad,que conlleva el hacerla en solitario...jejeje...disfrutar del entorno sin prisas y a tu aire...La referencia Quijotesca,muy buena....jajaja...Saludos.
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