Esta semana hemos dejado las sendas y montañas de nuestra Comunidad para desplazarnos a un terreno no sólo llano (ni siquiera sinuoso), sino por debajo del nivel del mar: Amsterdam y Rotterdam, en los Países Bajos. El Erasmus tiene estas cosas y a pesar de Wert, nuestros hijos perfeccionan su formación en el extranjero. Os invito a ver unos retazos de estas bonitas y originales ciudades holandesas.
El comienzo de nuestra visita es en Diemen, ciudad al sureste de Amsterdam y que forma parte del área metropolitana de ésta, concretamente en Diemen Zuid. Desde aquí, utilizando diferentes medios de transporte llegaremos en menos de media hora al centro neurálgico de Amsterdam.
Vista del Amsterdam Arena, estadio del Ajax y en cuyos alrededores se encuentra una populosa zona comercial y de ocio.
Aspecto de la zona de Diemen Zuid donde se ubica la Universidad de Económicas.
Zona comercial que rodea el Amsterdam Arena, con establecimientos que podemos ver en cualquier ciudad Europea: Decatlon, Media Markt...así como restaurantes, edificios para actuaciones musicales, etc. También se encuentra una importante estación que nos acercará al centro de Amsterdam: Biljmer Arena
Amsterdam Centraal o Central Station.
Nuestros primeros pasos nos llevaron a ver el famoso Mercado de las Flores. Cogimos el oportuno tranvía y nos dejó en las inmediaciones del mismo. Los canales van a ser una constante durante todo el recorrido. Aquí una muestra.
Mercado de las Flores.
Se trata de un mercado flotante ya que está dispuesto en plataformas y barcazas muy bien sujetas al borde del Canal Singel.
En el Mercado de las Flores podemos encontrar todo tipo de flores, tulipanes de todos los colores, semillas de plantas muy variadas y artículos de jardinería.
El producto estrella para los turistas son los bulbos de tulipán. También encontramos souvenirs de lo más variado.
Parte trasera del Mercado donde se aprecia que los puestos se encuentran sobre barcazas.
Parte trasera del Mercado de las Flores, pero sin el efecto de la foto anterior.
Original fachada que destaca por su modernidad.
Original fachada que destaca por su modernidad.
De regreso a Central Station empezamos un recorrido por la zona, siempre por las orillas de los bonitos canales de la "Venecia del Norte". Al fondo, las torres de la iglesia de Sint Nicolaaskerk.
Los canales suman unos 75 km de longitud total y están cruzados por más de 1000 puentes, algunos de ellos levadizos.
Originales y bonitas casas se alinean a ambas orillas de los canales. Muy pocas ventanas presentan cortinas o visillos, ni persianas. Únicamente algunas tienen contraventanas de madera para evitar la luz directa del sol. Otra curiosidad es la polea que presentan en la parte superior de las fachadas. Al parecer, la estrechez de las casas impide entrar en ellas muebles voluminosos que deben ser introducidos mediante las poleas en las casas.
Los canales le dan un aire muy especial a esta bonita ciudad.
Iglesia de Noorderkerk (Iglesia del Norte).
Sólida torre de la iglesia renacentista de Westerkerk. Tiene una altitud de 85 m y alberga una campana de más de siete toneladas. Al lado de Westerkerk se encuentra la visitadísima casa de Ana Frank
Interior austero e iconoclasta de Westerkerk.
Impresionante órgano que tuvimos la suerte de poder escuchar.
Ornamento en una columna donde explica que Rembrandt está enterrado en esta iglesia, aunque se desconoce el lugar exacto.
A lo largo de los canales se agolpan cerca de 2500 casas flotantes. Esta forma de vivienda surgió después de la Segunda Guerra Mundial debido a la escasez de vivienda y fueron utilizadas primeramente por los hippies. En la actualidad parece ser que no se autorizan nuevas casas flotantes debido a lo saturado de los canales.Una de estas casas puede ser visitada por los turistas.
No puede faltar un paseo por los canales de Amsterdam. Ofrecen diferentes recorridos de distinta duración y precio. Nosotros nos decantamos por el de una hora y media total, con parada en mitad del recorrido de media hora.
Recorrer los canales en barco es una delicia.
Nuestro recorrido transcurre por canales de diversa anchura. Los puentes están acordes a ella.
City Hall (Ayuntamiento) y la Ópera a orillas del río Amstel.
Algunos puentes son muy bonitos.Puente Blauwbrug.
Panorámica del canal que forma el río Amstel.
En nuestro paseo, la barcaza sale a un canal muy ancho: el IJ Buurtveer. Desde allí vemos la parte norte de Amsterdam. Hay cuatro líneas de Ferry que cruzan este canal desde Central Station.
Vistas de las torres de Sint NicolaasKerK desde el canal del IJ.
Por la tarde tocaba visitar el Vondel Park. Pulmón verde de Amsterdam muy animado en verano. Ahora en invierno hay menos ambiente.
Los árboles caducifolios estaban perdiendo sus últimas hojas.
Anaranjados otoñales en algunas especies.
Valla de los hallazgos.
La gente deposita en esta valla los objetos perdidos que encuentra en el parque.
De camino al Rijksmuseum pasamos por el Stedelijk Museum, Museo Municipal de Amsterdam. Alberga arte moderno y contemporáneo.
El Rijksmuseum nos ofrece esta impresionante y rojiza fachada, tras pasar por delante del museo Van Gogh.
I amsterdam frente al Rijksmuseum llena de turistas.
Con la noche caída ya sobre las cinco y media, quedaba acercarse al centro animado y populoso.
Gran Hotel Kransnapolsky en la Plaza Dam.
Plaza Dam, la Plaza Mayor de Amsterdam. Esta plaza es el centro neurálgico de Amsterdam. En ella encontramos el Palacio Real de estilo Neoclásico. La Nieuwkerk (Iglesia Nueva). El obelisco homenaje a los soldados holandeses caídos en la 2ª Guerra Mundial. El museo de cera Madame Tussaud...y mucho ambiente.
Para acabar el día en Amsterdam, una vuelta por el Barrio Rojo. No debe faltar esta visita por lo típico y ambientado que está este barrio de Amsterdam. Evidentemente, no tengo fotos de la zona por ser de noche y estar terminantemente prohibido hacer fotos a los escaparates de prostitutas.
Al salir nuestro vuelo de regreso del aeropuerto de Rotterdam, aprovechamos la mañana para dar una vuelta rápida por esta moderna ciudad, renacida de las cenizas a la que la redujo la aviación alemana en la Segunda Guerra Mundial. El principal atractivo de esta ciudad es la modernidad, originalidad y atrevimiento de sus edificios y construcciones. Ahora os mostraré algunos ejemplos.
City Hall o Standhuis (Ayuntamiento).
Este edificio en construcción desde luego no es nada ortodoxo.
Laurenskerk (Iglesia de San Lorenzo).
Es el único edificio de la Edad Media (S.XV) que se conserva en Rotterdam.
Y uno de los atractivos de Rotterdam son las casas cúbicas, diseñadas por Piet Blom en 1984.
Son un conjunto de 40 casas en forma de cubo inclinado 45º. Tiene plazas interiores. Su uso principal son las oficinas, restaurantes y estudios.
Uno de los rincones de este pueblo dentro una ciudad.
Una casa puede ser visitada previo pago de 2,50 euros. Aquí veis la cocina.
Aquí el estudio y el dormitorio.
Después dimos un paseo por Boompjeskade, un bonito paseo junto al río Nieuwe Maas y que nos permitía ver la otra orilla. En la foto el Puente de Willemsbrug.
Panorámica desde el paseo de Boompjes. Edificios moderno y futuristas conviven con otros más tradicionales. El edificio más alto que vemos es el denominado La Maastoren (torre del Mosa). Este es el edificio más alto de Holanda y del Benelux. Esta torre mide 161,2
metros de alto, a lo que podemos añadir otros 20 metros si incluimos la
estructura del tejado y el mástil.
La otra orilla del río.
El puente de Erasmus nos recuerda al "jamonero" de Calatrava en la zona de las Artes y las Ciencias.
Escultura modernista.
La globalización existe: centro comercial típico de cualquier ciudad,
Otro ejemplo de edificio futurista de los muchos que hay en Rotterdam.
Y como todo lo bueno termina pronto, tocó regresar a casa. Fue un fin de semana corto pero intenso. Lo bueno si breve dos veces bueno. Aunque esta entrada se sale del tema habitual de mi blog, he considerado interesante publicar una reseña sobre esta ciudad tan pintoresca y diferente a casi todas. Espero que os haya gustado.
Galería fotográfica.
Vaya Emilio!!
ResponderEliminarHoy me has llevado a Amsterdam, bonita ciudad viendo tus fotos
Saludos
¡Hola Vicente! De vez en cuando salimos de la normalidad para ver cosas diferentes y más lejanas que también tienen su encanto.
EliminarSaludos.
Hola Emilio.
ResponderEliminarVaya sorpresa, (grata, por supuesto) me he llevado, esperando una nueva ruta montañera y nos sales con este estupendo reportaje de estas dos bonitas ciudades, sobre todo de Amsterdam, donde también he tenido la suerte de estar y tengo que decir que es de mis ciudades favoritas del mundo (y no fumo, que conste...jeje), me llamaron varias cosas de ella, a cantidad de museos y sitios de interés que posee ( al de la Heineken si que fui, me puse verde de tanta cerveza jajaja), que para ser una gran urbe no hay exceso de edificios altos, que prácticamente no hay tráfico, el transporte público me pareció super eficaz, y lo que la gente se mueva en bicicleta me parece un puntazo, deberíamos aprender...pero lo que más me gustó fue la gente, me pareció super abierta y educada.
Bueno, no me enrollo más, felicidades por este viaje y un abrazo.
¡Hola Dani! Coincido contigo en que es una ciudad muy bonita y visitable, aunque a mi me agobió un poco el trajin de bicicletas y tranvías de un sitio para otro teniendo que tener cuidado de no ser atropellado por alguno de estos vehículos. Por lo demás, una maravilla. Para volver otra vez.
EliminarUn abrazo.
Las Erasmus son fundamentales; yo las aconsejo vivamente siempre. No he visto un solo alumno al que no le haya venido bien, también muy especialmente en el plano personal, hacerse una. Yo misma repetí y luego me quedé una temporada larga. Besos.
ResponderEliminar¡Hola Salomé! Efectivamente, son una experiencia única y muy enriquecedora que se debería potenciar más en lugar de ponerle trabas.
EliminarBesos.
Hola Emilio
ResponderEliminarPensaba que te habías ido con la mochila a Ámsterdam jajaja.
Una ciudad que con esos canales le da un toque precioso y con las fotos y tus explicaciones nos podemos hacer una buena idea de cómo es.
Un saludo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
¡Hola Jose! Es cierto, eché en falta mi mochila y mi sombrero en esa ciudad maravillosa. Pero lo pude superar con bastante facilidad. De hecho repetiría.
EliminarSaludos.
Que bueno Emilio, no esta mal cambiar por un fin de semana nuestras montañas por un viaje cultural como este. Hay que ver, nosotros estamos a años luz de los Holandeses en cuanto a respeto al entorno y en especial a los jardines y espacios públicos.
ResponderEliminarSaludos
¡Hola José Ramón! De vez en cuando es bueno romper la rutina ( marcha habitual) y en este caso, por una buena causa. El resultado muy satisfactorio e interesante. Para repetir.
EliminarUn abrazo.
Que sorpresa Emilio, esta vez no te vemos con el sobrero de paja jeje, pero a cambio nos has deleitado con este estupendo viaje bajo el nivel del mar....Que raro se me hace, ya que siempre te he visto caminar hacia las alturas...
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola Álex! En Holanda no me haría mucha falta el sombrero. Andan más bien escasos de sol. Un paraguas sería mas apropiado. Fuera de esto, decir que fue una visita muy, muy interesante y provechosa.
EliminarUn abrazo.