Después de nuestra visita al Cañón del Júcar el día 28/12/2011 (ver EL cañón del Júcar), hemos regresado, pero esta vez con refuerzos. Reclutados por Paco Bayarri, unos 40 senderistas venidos de diferentes zonas de la comunidad (Alboraia, Valencia, Cullera, Vall d'Uixó, Moncada i Torrent) nos dispusimos a tomar nuevamente esta plaza, de forma pacífica, por supuesto, y con ánimos de pasar una excelente mañana de senderismo, desafiando a las bajas temperaturas (la ola polar, le llaman) y al viento que por momentos hacía que la sensación térmica fuera más baja todavía. A la hora de inicio de la ruta estábamos sobre 2º positivos. En este caso no daré muchos pormenores de la ruta dado que ya están referidos en la anterior entrada. De nuevo, el recorrido lineal sobre las paredes del cañón, de unos 11 km ida y vuelta, nos llevó unas 4 horas con descansos para almorzar, recrearnos en el paisaje y fotografiar los mejores ángulos. En esta ocasión, después de la obligada comida de confraternización de senderistas (que para eso estamos, faltaría más) visitaríamos la preciosa maravilla geológica que es la Cueva de Don Juan, a 12 km de Jalance , con la que concluiríamos esta clásica ruta del senderismo valenciano.
Sobre las 10 de la mañana, posamos para las cámaras de la prensa de la forma que ahora veréis.
El grupo posando para la prensa. A pesar de las sonrisas, el frío iba por dentro.
Después de la preceptiva fotografía de grupo, tocaba moverse para entrar en calor. La maravilla natural que nos esperaba también merecía que nos pusiéramos en marcha sin demora.
El grupo iniciando el ligero y único ascenso del día.
Llegando al primero de los tres túneles que cruzaremos en esta ruta. Enfrente ya divisamos la profundidad del cañón.
Ante nuestras miradas, la naturaleza despliega todo su esplendor.
En el fondo, el Júcar, autor de esta maravilla. En algún tramo en la sombra, la superficie del río se encontraba congelada.
Ernesto de la Cruz y José Ángel Canós, de la Vall d'Uixó, se portaron muy bien en el almuerzo y comieron de todo.
El almuerzo es un momento festivo, todo el mundo comparte lo que lleva y de esa solidaridad nos beneficiamos todos. He pensado que en la próxima ruta con tanto poder de convocatoria, no me llevaré almuerzo. Con lo que ofrecen unos y otros se almuerza de sobra.
El almuerzo es también un momento de tertulia en el que intercambiamos pareceres e ideas, nuevas rutas, etc.
Todos disfrutamos de este momento del almuerzo, pero algunos más que otros ¿verdad Daniel?.
Bueno, pero hemos de seguir. Ahora con la panza llena, los movimientos se ralentizan hasta que volvemos a coger ritmo.
De nuevo las espectaculares paredes del cañón. Se puede apreciar la senda seguida.
Al fondo, el Júcar siguiendo con su lenta labor de desgaste. Quién sabe como será el cañón dentro de millones de años.
Curiosa roca desprendida que quedó apoyada sin llegar a caer del todo.
Y esta formación de estalactitas que siempre nos llaman la atención. Seguramente en otra época formaron parte de una gruta y al desprenderse la montaña quedaron al descubierto interrumpiendo esa lenta labor de formación de miles y miles de años.
Llegados al final del recorrido, toca desandar el camino y seguir recreando la vista, ahora con otra perspectiva diferente, pero igualmente maravillosa. La comida nos espera.
Ùltima mirada hacia atrás antes de abandonar este precioso y espectacular cañón.
En el bar de la Piscina de Jalance nos esperaba la comida. Puedo asegurar que nos lo comimos todo.
Sabrosa caldereta de cordero.
Ahora os muestro las fotos de la comida.
Pero como os comenté, esta vez teníamos el postre de la visita a la cueva de Don Juan. Otra maravilla geológica de la naturaleza, pero esta vez en el interior de la tierra. Atendidos por una guía, recorrimos durante unos cuarenta minutos estas esculturas naturales repartidas por diferentes salas.
Entrada al recinto de la Cueva de Don Juan.
Foto de una la las salas.
Desde la entrada de la cueva, veíamos enfrente las paredes del Cañón del Júcar que habíamos visitado por la mañana.
Y aquí terminamos el día. Habíamos disfrutado una vez más de esa naturaleza que tanto nos gusta, emplazándonos para una próxima ruta lo más pronto posible.
Emilio, siempre se vuelve al Jucar. Pero... cuantos excursionistas. Es admirable ese poder de convocatoria.
ResponderEliminarHacia la próxima.
Un abrazo,
Luis.
¡Hola Luis!
ResponderEliminarPues sí, al Júcar siempre se vuelve y nunca defrauda. No dudo que volveré. En cuanto al grupo, puff.. aún faltó gente que a última hora no pudo asistir. Hubiéramos superado los cincuenta.
Un abrazo.
Enhorabuena por la convocatoria. Todo un exito
ResponderEliminarLa ruta es una de las que tenemos pendientes
Saludos
Un sitio perfecto par almorzar arropados por esas espectaculares paredes calizas.
ResponderEliminarSaludos.
¡Hola Tiocanya! Sí, excelente respuesta de los senderistas. Siempre es bueno compartir experiencias con buenos amigos. En cuanto a la ruta, te la recomiendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Emilio veo que no soy el único en volver al escenario del crimen jajajaja. Y también que no he sido el único en desafiar al mal tiempo, esta claro que nos gusta demasiado la montaña como para amilanarnos por este frente Siberiano. La ruta una pasada tengo que ir este año, la convocatoria de gente todo un éxito y el remate final de la visita a la cueva como se dice hoy en día todo un puntazo y un acierto.
ResponderEliminarSaludos
Hola Emilio
ResponderEliminarEres unico juntando gente, tus rutas son todo un ritual con esos almuerzos tipo banquetes de comunión y que decir de la comida a "Tutti Plenn" eso es bueno disfrutar en cada salida.
Por lo demás esta ruta, pues las fotos lo dicen todo unas vistas fantasticas y un ambiente genial entre todos vosotros...
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
Hola Emilio: Otra caminata perdida por culpa de un maldito constipado. Te puedes creer que hasta el último minuto estuve tentado de acudir, pero mi querida esposa, más sensata que yo, me lo impidió, jajaja. Veo que lo pasasteis bien, como siempre, y que la comida, con su estimada tertulia, no se perdona. La próxima yo sí que no voy a perdonarla, te lo aseguro. Un abrazo. Ricardo Vivó Ramos.
ResponderEliminar¡Hola Jose Ramón!Es cierto. Me ocurre lo mismo que a ti: al final volvemos al lugar del crimen.En este caso vale la pena repetir y esta vez más acompañado.Además completamos el día con la visita a la cueva. Jornada completa.
ResponderEliminarUn saludo.
Tremenda excursión, tremendo grupo y tremendo disfrute!
ResponderEliminarY me pregunto, cabías todos por esas vertiginosas paredes?¡Uf!
¡Un saludo, Emilio!
¡Hola Jose! La verda es que disfrutamos bastante. Creo que se aprecia en las fotos. De eso se trata, que la vida son cuatro días y ahora con los recortes tres nada más. Hay que aprovechar y lo intentamos.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Qué tal Ricardo? Yo también estaba bastante resfriado, pero no quise hacer caso de los consejos y fui. No quería perderme la cita. Volví con fiebre, pero disfruté un montón y compensó. Faltaron algunos amigos que echamos en falta, pero, en fin, la dicha no es plena casi nunca.
ResponderEliminarUn abrazo.A mejorarse.
¡Hola Andamontes! En los tramos más estrechos pues se va en fila india. En el primer tramos más ancho no hay problemas. En cuanto a pasarlo bien, tampoco hay problemas como se puede apreciar.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Hola Sherpa!. Efectivamente, el lugar, por la panorámica que ofrece, es perfecto para almorzar y disfrutar de la naturaleza.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Emilio!!!
ResponderEliminarQue paraje tan fabuloso,¡¡¡y cuanta gente os juntasteis!!!el almuerzo es sagrado,en todos los ámbitos de la vida,que gran verdad...Daniel no tenia mucha pinta de querer levantarse de allí jajajjaja.
Que buena pinta tenia esa caldereta.
Un abrazo.
Hola Emilio.Siempre se suele decir que "No hay dos sin tres",pero primero cabría decir que no hay una sin dos,como así ha sido en esta,según se desprende de la narración de la ruta,la vez anterior y de estas estupendas imágenes que nos muestras.
ResponderEliminarYo ya he tomado nota de la misma para poder hacerla con mi grupo.
Un abrazo.
Hola Emilio, porque está un poco lejos, jajajaja, que sino mas de un día me apuntaba con vosotros a recorrer esos lugares a almorzar, jajajaja.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola Dani!Comio dices, el paisaje es fabuloso.No es una rutsa de las que tú sueles hacer porque no hay que trepar, pero es recomendables por la espectacularidad de la misma. Y como ves todo es espetacular:el almuerzo, la comida, la compañía...
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola Jose Luis!Pues sí, no hay dos sin tres.Los lugares bonitos se merecen ser vistos todas las veces que haga falta.Además, a los que nos gusta la montaña, la naturaleza nunca nos satura.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Hola Abi!Pues sí que es una pena que estés tran lejos.Ten por seguro que aquí tenbdrías un hueco y serías bien recibido, faltaría más. Bueno, quien sabe, quizás algún día...
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Emilio.
ResponderEliminarMe encanta como terminais siempre....
Dá gusto visitarte y encontrarse con tan buenos amigos unidos.
Un abrazo.
¡Hola Toñi!Pues sí, la verdad es que estas rutas son una fiesta para nosotros y nos ayudan a tomar aire(nunca mejor dicho) para hacer las semanas más llevaderas.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Hola Emilio! Algo bueno habrá en ese cañón cuando vuelves en buena compañía, o ¿será que estás deseando ir a degustar esa caldereta?. Felicidades a todos por esa ruta tan hermosa que habéis compartido.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Hola Fernando!La ruta merecía el regreso y la comida y la compañía ayudaban. Por lo tanto, decidmos volver y acertamos plenamente.
ResponderEliminarUn abrazo.