Esta semana nos vamos a tierras de Teruel para realizar una ruta sencilla que nos llevará desde la localidad de Arcos de las Salinas, paseando por la senda fluvial Desiderio que transcurre paralela al río Arcos, hasta el nacimiento de este río, en la cabecera del valle a 1500 m de altitud. La ruta es muy fácil de seguir, ya que transcurre íntegramente por un tramo de GR 10 por lo que siguiendo sus marcas rojas y blancas, llegaremos hasta nuestro objetivo sin problemas.
En nuestro caso, abandonaremos brevemente nuestro recorrido en dos ocasiones. La primera para disfrutar de un bonito rincón que el río Arcos hace al pasar por la zona denominada de los Cuchillos, entre dos altas paredes y formar unos sencillos pero estéticos saltos de agua. La otra nos desviaremos para acercarnos al albergue del Centro Excursionista de Valencia, ya en desuso, de Rafael Serra. En ambos casos suponen desvíos muy cortos que regresan enseguida al camino que llevamos. Ambos se pueden obviar si se desean.
El punto de inicio de la ruta se encuentra en la Avenida de Blas Murria, junto a la bonita ermita de San Roque (S. XVII). Iniciaremos el recorrido por la calle que sale a su izquierda, que enseguida se convierte en camino. En el primer tramo de unos dos kilómetros, recorreremos la senda fluvial Desiderio que transcurre paralela al río Arcos hasta la cascada de Calicanto o de Los Baños. A partir de aquí, por pista y durante unos cuatro kilómetros y medio, llegaremos hasta el nacimiento del río Arcos. La vuelta es por el mismo camino que la ida. Al volver, si queremos, podemos hacer todo el recorrido por pista hasta Arcos. Yo recomiendo volver a repetir el tramo de la senda fluvial que es más ameno.
Ermita de San Roque (S. XVII).
Como es habitual, realizamos la foto de grupo ante este monumento tan antiguo y característico de esta poblaciòn. De pie (de izq. a der) Carlos, Maite, Jaime, Mari, Amparo y Eduardo.
Agachados (de izq. a der.) Ricardo y un servidor.
Agachados (de izq. a der.) Ricardo y un servidor.
Aquí, en el comienzo de la ruta podremos cargar agua. Luego pasaremos por tres fuentes más.
Bajamos por la calle de la izquierda convertida en camino y enseguida encontramos el panel indicador del tramo de la senda fluvial Desiderio.
Panel indicador del tramo que vamos a recorrer de unos dos kilómetros, que transcurre paralelo al río Arcos.
Encontraremos postes señalizadores como éste en todo el recorrido.
Nada más cruzar este puentecillo, giraremos a la derecha.
Enseguida nos encontramos en la orilla del Arcos.
Y nada más comenzar encontramos este área recreativa.
Este panel nos da unos datos sobre Arcos, nos explica la importancia de la explotación de la sal en el pueblo del que le viene su nombre y al parecer de Desiderio, persona importante del pueblo que da nombre a la senda fluvial. Pero, el panel está tan deteriorado que no es legible en su totalidad.
Pasamos junto a este picadero y nos sorprende el estado de esta valla de madera completamente roída por los caballos.
Y el río mostrándonos bonitos y otoñales recodos que agradecemos.
El agua corre veloz, como si tuviera prisa en llegar a su destino, como si supiera que alguien le necesita con urgencia y no puede esperar por mucho tiempo.
Los chopos desnudos ya, dibujan un idílico paisaje que aprovechamos con nuestras cámaras.
Junto al camino, algunos campos en reposo reverdecen y cogen este bonito color.
Y llegamos a este primer vado del río. Los bloques de piedra y las señales parecían indicarnos que cruzáramos, pero vimos que no era necesario. El camino sigue sin cruzar el río.
Y llegamos a este primer vado del río. Los bloques de piedra y las señales parecían indicarnos que cruzáramos, pero vimos que no era necesario. El camino sigue sin cruzar el río.
El cielo está gris y presagia lluvia.
Nuestro ánimo no decae y seguimos con buen talante y animosidad.
Nuestro ánimo no decae y seguimos con buen talante y animosidad.
El rumor del agua nos acompaña en todo momento.
Su murmullo es un compañero más que acompaña las conversaciones y chascarrillos del grupo.
Su murmullo es un compañero más que acompaña las conversaciones y chascarrillos del grupo.
Y llegamos al segundo vado. Aquí si hemos de cruzar. Se cruza fácil puesto que el agua no sobrepasa el nivel de los bloques.
El camino sigue acariciando al río, rozándole en sus rincones más otoñales.
Y la hojarasca alfombra el suelo de un amarillo dorado que poco a poco pierde su brillo otoñal.
Algunas finas gotas de lluvia han empezado a caer.
Un segundo paso del río que hacemos sin mayor problema.
Ya casi hacia el final llegamos a otra amplia zona recreativa.
De este panel explicativo en el área de descanso tampoco podemos obtener ninguna información ya que es totalmente ilegible.
Y llegamos a este tercer paso sobre el río en el que el agua sobrepasaba los bloques de piedra.
Este escollo pudimos evitarlo gracias a dos troncos estratégicamente colocados que nos permitieron cruzar sin descalzarnos.
Este escollo pudimos evitarlo gracias a dos troncos estratégicamente colocados que nos permitieron cruzar sin descalzarnos.
El grupo en plena acción.
Los troncos a modo de pasamanos que nos permitieron cruzar el río y Carlos momentos antes de cruzarlo.
Y enseguida llegamos al final de la senda fluvial. En este punto se enlaza con la pista que nos llevará hasta el nacimiento del río Arcos. Pero antes visitaremos la cascada de la Fuente de los Baños o de Calicanto, que pondrá la guinda y el punto final a este bonito paseo.
Los troncos a modo de pasamanos que nos permitieron cruzar el río y Carlos momentos antes de cruzarlo.
Y enseguida llegamos al final de la senda fluvial. En este punto se enlaza con la pista que nos llevará hasta el nacimiento del río Arcos. Pero antes visitaremos la cascada de la Fuente de los Baños o de Calicanto, que pondrá la guinda y el punto final a este bonito paseo.
La cascada no es muy espectacular, pero una cascada siempre nos llama nuestra atención.
Y bien se merece una foto de grupo (foto de Ricardo Vivó).
Y bien se merece una foto de grupo (foto de Ricardo Vivó).
Salimos pues a la pista y ahora el camino será más monótono, aunque nos aliviará la monotonía el paisaje de Javalambre tan austero e inhóspito.
Aún caminamos por la pista relativamente cercanos al río y disfrutamos de bonitos rincones.
Enseguida llegamos a este refugio donde se encuentra la Fuente de los Baños. También hay un paellero junto a la fuente.
Aquí tenéis la fuente y el paellero.
Y este panel nos informa de las cualidades medicinales y curativas del agua de esta fuente que en otras épocas atraía a gentes de diferentes lugares.
La lluvia nos ha obligado a sacar los chubasqueros. El viento arrecia y acrecienta la sensación de lluvia fuerte y frío.
El río continúa valle abajo y nosotros llevándole la contraria yendo aguas arriba hacia su nacimiento.
Enseguida llegamos a una partida llamada de los Cuchillos porque las rocas forman estas extrañas y caprichosas formas afiladas que semejan ese utensilio cortante.
Aquí veis la verticalidad y altura de algunas de estas grandes rocas.
Llegamos a este paraje donde unos "cuchillos" llaman nuestra atención. En este punto saldremos por unos metros de nuestra ruta para rodear este pequeño montículo pasando junto a una granja y entre en estrecho paso entre esos "cuchillos" donde el río Arcos forma un bonito enclave.
Junto al camino, y antes de desviarnos a la derecha tenemos esta fuente, fechada el 7-10-1990. Y un año más moderno: 2002.
Seguimos pues este camino a nuestra derecha dirección a estas peculiares y afiladas paredes.
Pasamos junto a esta granja y la rodeamos siguiendo ahora hacia la izquierda.
Y nos damos de bruces con este bonito rincón que el río forma aquí a su paso entre estos grandes paredones.
Tras disfrutar de este rincón menos de lo que hubiéramos deseado debido a la lluvia que caía, por la izquierda subimos de nuevo a la pista que seguiremos nuevamente hacia la derecha.
Este pequeño rodeo lo podemos evitar si queremos, aunque nos perderemos la cascada.
Este pequeño rodeo lo podemos evitar si queremos, aunque nos perderemos la cascada.
En este punto la lluvia empieza a arreciar con mayor fuerza hasta el punto de caer un granizo muy fino que acentuaba su fuerza gracias al fuerte y frío viento que soplaba.
A pesar de la lluvia, seguimos caminando por la pista siempre en ascenso, hasta el momento llevadero. A nuestra derecha vemos estos restos de construcciones que se corresponden con una antigua piscifactoría, que evidentemente ya no funciona.
Multitud de rincones han merecido una fotografía nuestra.
Este es uno de ellos.
Este es uno de ellos.
Y en este punto, apenas cruzado este pequeño puente sobre el caudaloso y agitado río, vamos a hacer la segunda salida de nuestro camino para acercarnos al albergue del centro excursionista de Valencia Rafael Serra. Este pequeño desvío también podemos evitarlo si queremos y seguir por la pista hacia nuestro objetivo.
Aquí vemos el poste direccional que nos lo indica.
Pasamos por este artesanal puente de troncos y tierra para salvar el cauce y subir por una pista que nos acercará a la parte de arriba del albergue.
Llegados a este punto buscamos una pseudosenda que baja hasta el albergue.
Albergue Rafael Serra.
Llegados a este punto y siendo la hora que era, decidimos ,a pesar de la ligera lluvia que caía y ante la evidencia de mejoría del tiempo, parar aquí y almorzar.
Aquí, junto al albergue y con estas vistas del Arcos, de pie, almorzamos a gusto.
Aquí nos tenéis con nuestros chubasqueros y bocadillo en mano.
Ni la lluvia nos impide el momento sublime del almuerzo.
Ni la lluvia nos impide el momento sublime del almuerzo.
El cielo parece ir abriéndose poco a poco, aunque aún finísimas gotas de agua caen con cierta fuerza debido al viento. El lugar es muy bonito.
Frente al albergue vemos un puente que cruza el río y por una senda nos devuelve de nuevo a la pista.
De vuelta a la pista, seguimos de nuevo nuestro camino a la izquierda.
El cielo se va despejando poco a poco y está cada vez más azul. Sin embargo, sigue lloviendo finamente. Os he ampliado esta foto para que veáis mejor el arcos iris que este hecho produjo.
El último tramo de la pista tiene cierto desnivel que unido al fuerte viento de cara nos hace emplearnos con cierta
Y llegamos por fin al paraje del nacimiento del río Arcos.
Este poste nos lo marca.
Este poste nos lo marca.
Y en este panel encontramos la explicación y características de este modesto afluente del Turia.
Estamos a unos siete kilómetros de Arcos de las Salinas y a 1500 m de altitud.
En el punto que veis en la foto surge del suelo la corriente de agua que forma el río Arcos. Aguas abajo recibirá el aporte de varios barrancos que ampliarán su caudal antes de afluir en el Turia.
En el punto que veis en la foto surge del suelo la corriente de agua que forma el río Arcos. Aguas abajo recibirá el aporte de varios barrancos que ampliarán su caudal antes de afluir en el Turia.
Estando en este punto tan particular, no podemos evitar hacernos una foto.
Apenas surge de la tierra, el Arcos presenta ya este bonito aspecto.
En este páramo, se encuentran unos corrales utilizados para guardar ganado y alguno en ruinas.
Metros más adelante, este poste nos marca la dirección al pico del Buitre y a Javalambre. Esto nos sugiere que en una próxima ocasión podemos mejorar esta ruta convirtiéndola en rutón.
Metros más adelante, este poste nos marca la dirección al pico del Buitre y a Javalambre. Esto nos sugiere que en una próxima ocasión podemos mejorar esta ruta convirtiéndola en rutón.
Tras un tiempo suficiente y necesario para disfrutar de este entorno tan austero e inhóspito, volvemos sobre nuestros pasos para volver a Arcos de las Salinas. Ahora de bajada, iremos más ligeros ayudados además por el viento que ahora nos da por la espalda. Al poco de bajar, a nuesta derecha vemos los restos de otra piscifactoría también en desuso como la anterior.
Ahora el cielo se ha despejado casi por completo, pero un fuerte viento nos obliga a abrigarnos.
Vamos por pista, pero disfrutamos el paisaje...
...y las vistas del valle que ahora descendemos.
El albergue de Rafael Serra en la foto.
El albergue de Rafael Serra en la foto.
Ampliando con zoom sobre el albergue comprobamos el mal estado del edificio que certifica el abandono en el que se encuentra.
El Arcos baja raudo por entre peñascos y recovecos del terreno que le dan un aire bailarín y nervioso que conserva durante todo su curso hasta Arcos.
El Arcos va formando pequeñas caídas de agua que alegran el paisaje cual juguetón niño saltando y haciendo cabriolas al caminar.
Junto al desvío al albergue, otra fuente en la que podemos beber en caso de necesidad.
La luz ilumina ahora los lugares que esta mañana eran grises y uniformes.
El sol luce ahora con fuerza y nos alivia del frío pasado sobre todo en la última parte de la ruta.
La fuente de los Baños de nuevo.
La cascada con más luz que a la mañana.
Y la aguas del río retozando entre la vegetación y los chopos camino de Arcos.
Pensamos que algunas semanas antes habríamos disfrutado más de este bonito camino junto al río. Hubiéramos vivido el otoño en su mejor fase.
Juguetón, el Arcos avanza ya por los últimos metros antes de alcanzar la población.
A la vuelta, podemos entretenernos en detalles que a la ida no apreciamos.
Aunque volvamos por el mismo sitio, siempre encontramos cosas que nos habían pasado desapercibidas.
Aunque volvamos por el mismo sitio, siempre encontramos cosas que nos habían pasado desapercibidas.
La iglesia de la Inmaculada de Arcos (S. XVIII) destaca sobremanera de las casas del pueblo al estar situada en lo alto de la colina sobre la que se asienta la localidad.
Pasamos también junto a este establecimiento de turismo rural con una granja bastante surtida de animales.
Por ejemplo este ejemplar no sé muy bien si es de jabalí o cerdo vietnamita.
El puentecillo que cruzamos por la mañana ahora nos anuncia la proximidad evidente del pueblo.
Y llegamos de nuevo junto a la ermita de San Roque desde donde comenzamos esta mañana. Ahora la vemos mucho más alegre iluminada por el sol.
Y como suele ser habitual, un estupenda comida amenizada con animosa charla para terminar esta bonita ruta.
En el restaurante Arcos pudimos degustar este excelente arroz al horno que veis y este lomo a la plancha que nos supo a gloria. Ambos regados con cerveza y vino. Los postres tampoco estuvieron nada mal.
De camino a casa me detuve para fotografiar este fenomenal paisaje con nuestro Penyagolosa destacando de forma tan colosal. Excelente final para un estupendo día de senderismo.
La ruta en wikiloc.
Película
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Hola Emilio.
ResponderEliminarBonita y sencilla ruta, pero con suficientes alicientes para pasar una agradable, pese a la lluvia, mañana de senderismo, la ermita, el sendero fluvial, los espectaculares cuchillos, las cascadas, el albergue en ruinas, el nacimiento del Arcos...lo dicho, un delite de ruta, buenos recuerdos me has traído de cuando estuvimos por allí e 2013 e hicimos la misma ruta que vosotros más la subida al Picón del Buitre.
Un abrazo.
¡Hola Dani! Con motivo de esta ruta, releí las entradas tanto tuya, como de José Ramón y Jose. Lo cierto es que siendo una ruta sencilla, es interesante, pero el plus que le da la subida al picón del Buitre la haría mucho más interesante y senderista. Queda para otra ocasión.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio
ResponderEliminarUna ruta que en su día nos gustó y que ahora me has hecho recordar, también muy bonita en esta época de otoño y parece ser que tú pillaste más agua que nosotros, pero en cualquier caso un recorrido sencillo pero muy vistoso.
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
¡Hola Jose! Como le he dicho a Dani, releí vuestras entradas sobre la ruta y comprobé lo que en ella contábais en persona. Como dije antes, interesante en su sencillez y como comentaste en tu blog, no debe realizarse en verano por la segunda parte por pista. Pienso que el otoño es la mejor época, sobre todo al principio.
EliminarUn abrazo.
Hola Emilio!
ResponderEliminarUna ruta estupenda.
Al igual que José (Trotasendes Benicalap), a mi también me has hecho recordar.
La primera vez que subí a Javalambre, lo hice desde Arcos de Las Salinas y aunque de eso hace ya bastante tiempo, recuerdo con especial cariño el tramo hasta el nacimiento del rio Arcos.
Como siempre "Brillante".
Un abrazo
¡Hola José Vicente! La subida al Javalambre desde Arcos nos queda pendiente. Nos gusta esta zona. Volveremos. Es tramo del trío Arcos es muy bonito.
EliminarUn abrazo.